Enrique  Rodríguez Larreta  (1875-1961)
   

Descendiente de familia patricia, nació en Buenos Aires en 1875, y muerto en su ciudad natal el 6 de julio de 1961. Se destacó como poeta, dramaturgo, narrador y ensayista argentino.

 Perteneciente a una familia acomodada, pudo viajar desde muy joven por Europa, donde se impregnó de la cultura literaria francesa y recibió la influencia de los autores contemporáneos más destacados (especialmente, de las obras de Pierre Lous y Paul Groussac). Estudió la carrera de Leyes, y, una vez acabada, pasó a formar parte del cuerpo diplomático de su país. Su vinculación al mundo de las letras se puso enseguida de manifiesto en sus colaboraciones en las publicaciones literarias de su tiempo (v. gr., Caras y caretas y La biblioteca).

Su primera narración, Artemis (1896), ambientada en la Grecia clásica, presenta ya ese estilo refinado que triunfará en su obra posterior. Pero su mayor éxito narrativo lo constituye la novela histórica titulada La gloria de don Ramiro (1908), reconstrucción minuciosa de la España del siglo XVI. El amaneramiento y preciosismo del lenguaje vertido en esta gran novela la convierten en una de las piezas emblemáticas de la narrativa modernista hispanoamericana.

Se graduó de abogado en la Facultad de Derecho de su ciudad natal y luego viajó repetidas veces a Europa en misiones diplomáticas o de interés cultural. Obtuvo premios y condecoraciones en nuestro país y en el extranjero. En 1919, la ciudad española de Ávila designó a una de sus calles con el nombre del escritor argentino.
Hombre de fortuna, habitó en Buenos Aires, en una lujosa residencia de la calle Juramento, magnífica expresión de arquitectura y de moblaje español.

En 1926 dio a la imprenta Zogoibi (es decir, "el desventurado", alias que se aplicó al rey Boabdil cuando perdió Granada), donde el virtuosismo lírico de La gloria de don Ramiro deja paso a un estilo realista y preocupado por la introspección psicológica. Larreta refleja en Zogoibi el esnobismo de la aristocracia criolla, en nítido contraste con la sencillez de las gentes de su entorno rural. En esta novela, los personajes de las clases privilegiadas se convierten en paradigmas de una nostalgia inmovilista y caduca, nostalgia de una grandeza antigua de la que ya sólo queda su huella cultural.

Muchos años después, en 1953, Enrique Larreta publicó la novela Gerardo o La torre de las damas, que tuvo una repercusión mucho menor que las citadas anteriormente. Antes habían aparecido sus ensayos sobre la vida contemporánea española, titulados Las orillas del Ebro (1949). Su producción en prosa se complementa con dos libros de memorias: Tiempos iluminados (1939) y La naranja (1947).

Como poeta, escribió unos sonetos que fueron muy celebrados, sobre todo los reunidos en su poemario La calle de la vida y de la muerte (1941). En general, toda su obra poética muestra una notable influencia de la tradición renacentista española, actualizada con los matices del simbolismo francés y del impresionismo pictórico.

Larreta destacó también como autor dramático, con obras como La que buscaba don Juan (1923), El linyera (1932), Santa María del Buen Aire (1935), Pasión de Roma (1937) y Las dos fundaciones de Buenos Aires (1939).

  

Hacé click aquí para imprimir la biografía