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Jurisconsulto; periodista; y
escritor; estadista; su importante papel como organizador en el gobierno
que siguió a la Revolución de Mayo le valió títulos tales como
"el hombre de Mayo" o "el alma de la revolución".
Nació en Buenos Aires (fecha de nacimiento un tanto contradictoria),
fue su padre, Manuel Moreno, funcionario español del gobierno del
virreinato, y su madre, Ana María Valle, una joven de Buenos Aires.
Recibió excelente enseñanza, primero en la Escuela del Rey y luego en
el Colegio de San Carlos, donde muchos de sus profesores se
impresionaron por su inteligencia poco común y procuraron que se le
brindasen todas las posibles oportunidades de aplicarla.
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En la Universidad de
Chuquisaca y para hacerle estudiar allí bajo la conducción del canónigo
Terrazas; en Chuquisaca (hoy Sucre, Bolivia) Mariano estuvo inmerso en
las ideas de la Ilustración y fue imbuido del deseo de ver a la
Argentina progresar a tono con los lineamientos indicados por Adam Smith
y Rousseau; se graduó en la Universidad con una tesis rememorativa de
la sublevación de Tupac Amaru unos años antes, condenando las prácticas
legales españolas de exigir servicios personales a los indios.
Moreno volvió a Buenos Aires alrededor de 1805 y pronto se comprometió
en escritos y asuntos de interés público al principio se mostró
inclinado a unirse al grupo liberal español actuando como relator legal
para la Audiencia y finalmente alineándose con el grupo conducido por
Martín de Álzaga
En 1809 el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros le solicitó que
redactara un memorial para los hacendados y trabajadores criollos para
contrarrestar las demandas de los comerciantes españoles monopolistas
en el sentido de aplicar restricciones al comercio.
Su Representación de los hacendados proponía inequívocamente la
apertura del Río de la Plata para el libre comercio durante un período
de dos años; era una clara declaración de lo que llegaría a ser la
política económica de Argentina después de la independencia e implicó
para Moreno el apoyo de los criollos con la caída del gobierno de España
durante la invasión de Napoleón.
Moreno mostró gran actividad en el grupo patriótico, exigiendo que el
virrey llamase a cabildo abierto, con el fin de tratar la crisis política.
En su carácter de miembro del cabildo abierto apoyó vigorosamente la
deposición del virrey y el establecimiento de una junta elegida por el
cabildo abierto, en representación del pueblo.
En el gobierno de la nueva junta, formada luego de la Revolución de
Mayo, con Cornelio Saavedra como presidente, Moreno fue nombrado
secretario, con responsabilidad ejecutiva en asuntos políticos y
militares; durante los siete meses en los que mantuvo este cargo, actuó
rápida y firmemente para llevar a cabo sus claros objetivos: mantener
todo el virreinato leal al gobierno patrio en Buenos Aires, establecer
una economía sana y libre, y elaborar una constitución que pudiera
establecer legalmente instituciones para preservar las libertades
personales, políticas y económicas de una nueva sociedad.
Fundó y fue editor de la Gazeta de Buenos Ayres, estableció una
oficina de censos y una escuela militar y planificó la formación de
una biblioteca pública nacional; reabrió Maldonado, Ensenada y
Patagones (Río Negro) como puertos, liberando el comercio y las
explotaciones mineras de las antiguas restricciones; equipó y envió ejércitos
a diversas partes del virreinato, especialmente al Alto Perú, para
luchar contra los realistas. Persuadió a la Junta de que le permitiera
obrar firmemente en la represión de la conspiración de Córdoba.
Cuando la influencia de Moreno había comenzado a decaer; los críticos
aludían a su rudeza contra la oposición, su hábito de usar la intriga
para cumplir sus propósitos; muchos creían que Moreno y sus jóvenes y
progresistas seguidores criollos representaban solamente los intereses
políticos y económicos de la capital en detrimento de las provincias.
Saavedra y su grupo preferían un cambio más moderado, antes que el rápido
paso revolucionario impreso por Moreno.
Los escritos de Moreno han sido publicarlos por su hermano Manuel
Moreno, Arengas y escritos (Londres, 1836); editados por Norberto Piñero,
Escritos de Mariano Moreno (Buenos Aires, 1896. |