Biografias de Argentina
 
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Arturo Frondizi
Arturio Frondizi
 

Nacido en Paso de los Libres, Corrientes. Murió en Buenos Aires.
Presidente de Argentina.
Político y abogado recibió el título de abogado en la Universidad de Buenos Aires.
Hijo de un inmigrante italiano de la década de 1890; involucrado activamente en el partido radical (Unión Cívica Radical) 
Presidente de la República Argentina 1930 1958-1962; durante el período 1936-1953, fue miembro del consejo directivo y catedrático en la Universidad Libre para Estudios de Postgrado.
Desde 1946 hasta 1951 prestó servicios como diputado nacional por la Capital Federal; adquirió un gran prestigio popular; se especializó en temas económicos; llegó a ser conocido como uno de los más abiertos oponentes de la administración de Perón, a pesar de que estas diferencias se basaban fundamentalmente en los métodos empleados, más que en los logros económicos y sociales.

En 1951, la fórmula radical constituida por Ricardo Balbín como presidente y Frondizi como vicepresidente logró dos millones trescientos mil votos contra cuatro millones seiscientos mil votos peronistas; dejando en claro a los conservadores que los radicales nunca permitirán el regreso del régimen conservador de 1943 se difundió una discurso suyo donde criticaba al gobierno peronista, en los ocasos del gobierno de Perón en 1955, Frondizi publicó Petróleo y política, el cual constituía una dura critica al llamado de Perón a las compañías petroleras extranjeras.
Los radicales se dividieron en dos competitivos y conflictivos grupos al acercarse las elecciones nacionales de 1958, los miembros más conservadores apoyaron a Ricardo Balbín en la Unión Cívica Radical del Pueblo; mientras que otro grupo izquierdista, que también contaba con el apoyo de varios líderes políticos provinciales, reformistas universitarios, empresarios, industriales y, por breve período, de algunos peronistas- adoptó el nombre de Unión Cívica Radical Intransigente que, bajo la conducción de Frondizi, proyectó una imagen de un nuevo y dinámico liderazgo político cuyas metas eran la modernización e industrialización del país.
Frondizi y el candidato a vicepresidente Alejandro Gómez, triunfaron en la elección, con la ayuda determinante del Partido Justicialista que continuaba proscrito desde 1955.
El balance de su gestión arrojó el siguiente resultado: Internacionalmente: la confianza en Argentina había sido restaurada, Frondizi había viajado extensamente; visitó EE.UU. en 1959 (fue el primer presidente argentino en hacerlo), cooperando más estrechamente con este país (a pesar de mostrar una posición independiente respecto de Cuba) más que cualquier otro presidente desde Sarmiento; Frondizi protagonizó un papel fundamental en la organización de ALALC e instó a una mayor coordinación en los planes y políticas de desarrollo económico nacional de varios países latinoamericanos. 
Económicamente: a través de contratos con compañías petroleras extranjeras contraídos para la exploración en busca de nuevos depósitos de petróleo y para la expansión de la capacidad procesadora, la Argentina alcanzó el autoabastecimiento de petróleo; Se firmó un acuerdo de estabilización con el Fondo Monetario Internacional en 1958; mediante préstamos, obtenidos también en gran medida del FMI y de otras fuentes internacionales, la producción carbonífera fue incrementada hasta llegar a satisfacer un quinto de los requerimientos argentinos; la planta de acero de San Nicolás inició su producción en 1960; la crisis energética fue mitigada con plantas de energía para abastecer a Buenos Aires; se finalizaron represas en Mendoza y Córdoba y fue proyectada la utilización de los saltos de los ríos Uruguay y Alto Paraná a fin de proveer la energía requerida por la creciente población y la industria en expansión; en 1959 se impuso un programa de austeridad a fin de elevar el capital nacional disponible a ser empleado en nuevos programas; los salarios de los trabajadores fueron incrementados para sobrellevar los efectos inflacionarios. 
Políticamente: las apariencias democráticas se mantuvieron por aproximadamente cuatro años; a los peronistas les fue permitido participar abiertamente en las elecciones de principios de 1962; el gobierno de Frondizi sobrevivió aproximadamente treinta y cinco intentos de golpe de Estado.
De todos modos, en marzo de 1962, el apoyo con que contaba Frondizi no igualaba al de sus oponentes; sus intentos para movilizar la conducción política de la fuerte clase media a fin de contrarrestar a la tradicional clase dirigente oligárquica y a las masas recientemente politizadas fracasaron (la clase media aún no estaba preparada para ello).

El calculado riesgo que Frondizi corrió al permitir que los peronistas proclamaran sus propias fórmulas en 1962 trajo como consecuencia la victoria peronista en varias provincias, incluyendo el control de la provincia de Buenos Aires, así como también la obtención de cuarenta y cinco de las noventa y cuatro bancas en el congreso; los nacionalistas se sintieron ofendidos por su amistosa actitud para con los Estados Unidos y capitalistas extranjeros.
Los conservadores se aterraron por la recepción pública que Frondizi le brindó al líder revolucionario cubano Ernesto Che Guevara, aun cuando éste era nativo de Argentina, así como también por los continuos gestos amistosos de Frondizi para con los peronistas
La Iglesia no se aplacó ante el ofrecimiento de Frondizi de equiparar a las instituciones eclesiásticas de altos estudios con las seculares, mientras que los tradicionales se sintieron ofendidos por este desprendimiento provocado al elevado nivel secular de las autoridades nacionales de ser demasiado revolucionario o de no serlo lo suficiente.
Finalmente, el proceder político de Frondizi hizo que la opinión pública perdiera confianza y credibilidad en su persona así como también su apoyo; aun al fracasar su último intento por permanecer en el cargo, mediante la intervención de las provincias peronistas, negóse a renunciar, siendo derrocado por las fuerzas armadas a fines de marzo de 1962; Frondizi fue puesto en prisión en la isla Martín García, las elecciones fueron anuladas y fue designado José María Guido, presidente del Senado, para ocupar la presidencia a fin de preservar la imagen de gobierno civil.
Frondizi fue trasladado a un sitio más confortable en los alrededores de Bariloche después de algunos meses, siendo liberado por el presidente Arturo Illia, apenas éste asumió en julio de 1963; Frondizi represó a la actividad política en la década de 1970 como líder del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID).
Hasta su fallecimiento Frondizi fue un aliado del peronismo.

 
 
       

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