Ahora Ecuador

El general Sucre , lugarteniente de Bolívar, solicitó ayuda a San Martín para su campaña ecuador, para esto el se enviaron 1600 soldados los cuales participaron victoriosamente en los combates de Riobamba y Pichincha, los cuales garantizaron la rendición de Quito. Finalmente , los dos libertadores decidieron reunirse en la famosa entrevista de Guayaquil, se realizo entre los días 26 y 27 de julio de 1822.

 Desde Ancón, y luego desde Lima, San Martín envió una serie de campañas para incorporar al Protectorado al resto del Perú, pero algunos triunfos parciales no pudieron evitar que el Virrey se hiciera fuerte en la Sierra y fijara su capital en Cuzco; el Protector no tenía fuerzas para enfrentarlo con probabilidades ciertas de triunfar.

Durante su protectorado recibió una carta del general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Bolívar, para la campaña en el territorio de la Presidencia de Quito (actual Ecuador), en el que reclamaba la incorporación a la misma del batallón Numancia. que a poco de desembarcar San Martín en territorio peruano, se había pasado a sus filas.
San Martín se negó a perder la excelente unidad, y en su lugar envió una División Auxiliar al mando de  Juan Lavalle  que participarían en las batallas de Riobamba y Pichincha.

La situación de los realistas en Quito, si no desesperada, era dificilísima el general venezolano José Antonio de Sucre, que ilustró su nombre en la victoria de Ayacucho, había sido derrotado por los españoles en Huaqui. Para no ser aniquilado por completo y estar en condiciones para poder combatir con éxito a los realistas, pidió tropas a San Martín, quien mandó en su auxilio una división peruano-argentina, en la que figuraban, entre otras fuerzas, el batallón número 4, formado sobre la base del 8 de los Andes, glorioso resto de los libertos de Cuyo diezmados en Chacabuco y Maipú y un escuadrón de los históricos granaderos, mandados por  Juan Lavalle.

Combate de Riobamba

Las fuerzas enviadas por el general San Martín en apoyo de las de Sucre se unieron a éstas y marcharon hacia Quito. Llegados a este punto, Sucre, alentado por este auxilio recibido, tomó la ofensiva y se dispuso a atacar a los realistas que lo esperaban en la villa de Río Bamba, al pie del Chimborazo. Pero antes de lanzarse, Sucre dispuso que Lavalle con sus granaderos y los dragones colombianos reconocieran la posición del enemigo.

Lavalle y sus 96 Granaderos de los Andes, atravesaron la Villa de Ríobamba (Ecuador) y al desembocar en una llanura, situada a la espalda del caserío, se encontraron con fuerzas realistas compuestas por tres escuadrones de caballería de ciento veinte hombres cada uno, que iniciaba un movimiento de avance en columnas paralelas. En esta formación penetró en un callejón, lo que la obligó a disminuir su frente, estrechando los intervalos.
Juan Lavalle comprendió la ventaja que le proporcionaba semejante maniobra y sin perder tiempo, cargó a fondo con sus noventa y seis soldados, derrotando a los realistas, a quienes acuchilló hasta el pie mismo de las posiciones ocupadas por sus infantes. Antes de que los vencidos pudieran reaccionar, retrocedieron los de Lavalle, engañando a los realistas, quienes, creyéndoles en retirada, se lanzaron en su persecución a gran galope, separándose así una gran distancia de sus masas de infantería.
Entonces, los granaderos, reforzados con treinta dragones colombianos, dieron la cara, sableando y derrotando por segunda vez a los escuadrones realistas.

Esta brillante acción inutilizó la caballería española por todo el resto de la campaña e hizo posible la victoria de Pichincha un mes después, en que Lavalle y sus granaderos volvieron a cubrirse de gloria. En el parte de la Batalla que elevó Lavalle al general San Martín, narrándole el suceso, le decía que era preciso nombrar al valiente sargento mayor Alejo Bruix, al teniente Francisco Olmos, a los sargentos Díaz y Vega y al granadero Lucero, como los de más mérito por su intrepidez. Juan Lavalle luego de este combate sería conocido como el "León de Riobamba"

Batalla de Pichincha

La batalla de Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822 en las faldas del volcán Pichincha, a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito.

El encuentro, que ocurrió en el contexto de las guerras de independencia hispanoamericanas, enfrentó al ejército independentista bajo el mando del mariscal venezolano Antonio José de Sucre y al ejército realista comandado por el comandante Melchor Aymerich. La derrota de las fuerzas españolas condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial española de la que finalmente emergió la que hoy conocemos como República del Ecuador.

En esta batalla se destaco Félix de Olazábal que organizó un batallón de infantería de peruanos y ecuatorianos, con los que, a órdenes de Santa Cruz, hizo la campaña de Quito. Fue el jefe de infantería más destacado en la batalla de Pichincha, que decidió la caída de los realistas en el futuro Ecuador, por la rapidez con que ocupó las posiciones más altas que los realistas pretendían utilizar como base para la defensa. Fue ascendido a coronel por méritos de guerra.

En esta batalla como en la de Riobamba peleo el coronel Juan Lavalle al mando del Escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo de los Andes de 96 jinetes,.

Antonio José de Sucre
Antonio José de Sucre
Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá también conocido como Gran Mariscal de Ayacucho, fue un político, mariscal y militar venezolano, prócer de la emancipación americana y principal héroe de la actual República del Ecuador, así como un diplomático y estadista, presidente de Bolivia, Gobernador del Perú, General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia, Comandante del Ejército del Sur y Gran Mariscal de Ayacucho. Era hijo de una familia acomodada venezolana de tradición militar, siendo su padre coronel del Ejército Patriota. Es considerado como uno de los militares más completos entre los próceres de la independencia sudamericana.
Batalla de Riobamba
Batalla de Riobamba
El 21 de abril de 1822 Juan Lavalle, entonces un soldado de veinticinco años, se ganó el apodo de “León de Riobamba”, una distinción que de alguna manera se hizo extensiva a los noventa y seis granaderos que cargaron contra más de cuatrocientos españoles obligándolos, en una primera instancia, a retroceder. Cuando repuestos de la sorpresa, o el susto, la caballería y la infantería española se lanzaron en la persecución de los granaderos que regresaban a su base trotando como si estuvieran paseando, se produjo un segundo encuentro, en el que otra vez los españoles fueron derrotados.
Batalla de Pichincha
Batalla de Pichincha
La batalla de Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822 en las faldas del volcán Pichincha, a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito.
El encuentro, que ocurrió en el contexto de las guerras de independencia hispanoamericanas, enfrentó al ejército independentista bajo el mando del mariscal venezolano Antonio José de Sucre y al ejército realista comandado por el comandante Melchor Aymerich. La derrota de las fuerzas españolas condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial española de la que finalmente emergió la que hoy conocemos como República del Ecuador.

Félix de Olazábal
Félix de Olazábal
Félix de Olazábal hizo la campaña del Perú a órdenes directas del general José de San Martín. Éste lo envió a Trujillo y Piura como comandante militar. Organizó un batallón de infantería de peruanos y ecuatorianos, con los que, a órdenes de Santa Cruz, hizo la campaña de Quito. Fue el jefe de infantería más destacado en la batalla de Pichincha, que decidió la caída de los realistas en el futuro Ecuador, por la rapidez con que ocupó las posiciones más altas que los realistas pretendían utilizar como base para la defensa, luego de esa batalla fue ascendido a coronel por méritos de guerra.