El nacimiento de
este barrio y su nombre se remonta al siglo XVII, cuando en las
orillas del Riachuelo comenzaron a instalarse las barracas, rudimentarias
construcciones que almacenaban cueros y otros productos que salían
o llegaban a la ciudad.
Un momento de indiscutible
importancia en su historia ocurrió en 1783, cuando doña
María Josefa de Alquizalete trasladó a su quinta de
Barracas el Oratorio y Capilla Pública de Santa Lucía,
la que casi cien años más tarde, en 1869, habría
de transformarse en sede de la parroquia del mismo nombre.
Al principio y durante
el siglo pasado fue el barrio elegido por las familias más ricas
de la Argentina, que habitaban en lujosas casonas y quintas. Las
familias de apellido Balcarce, Montes de Oca, Alzaga, entre otros
eran sus moradores, pero la epidemia de la fiebre amarilla, al igual
que los pobladores de San Telmo, obligó a éstos a huir a otros lugares
y se transformó totalmente.
Empezaron a venir inmigrantes
de todo tipo, pero especialmente italianos y se convirtió en un
barrio popular de gente trabajadora. Se llenó de cafetines de mala
reputación donde se refugiaban los malvivientes. Sin embargo era
un barrio próspero, con fábricas, mercados, autopista.
Es patrimonio del barrio
el histórico puente de Gálvez, construído por
don Juan Gutiérrez Gálvez e inaugurado el 1º de diciembre
de 1791. La obra fue destruida varias veces por las crecidas del
Riachuelo hasta que en 1871 se inauguró un nuevo puente de
hierro, trabajo éste del ingeniero Prilidiano Pueyrredón.
En 1903 debió construirse otro nuevo puente que perduró
hasta 1931, año en el que se inauguró el que aún
subsiste al lado de la moderna obra terminada en la década
del sesenta. El puente sobre el Riachuelo le otorgó a Barracas
un importante valor estratégico que se reflejó a lo
largo de los años en distintos enfrentamientos militares,
ya sea durante las invasiones inglesas, el sitio de Buenos Aires
de 1852, o durante los sucesos que en 1880 culminaron con la federalización
de la ciudad.
Después de la mitad
de este siglo, Barracas empieza a perder su furor; sus fábricas
se cierran, se inhabilita su estación de trenes, y la construcción
de la Autopista hace desaparecer muchos edificios y dos plazas.
Cabe agregar finalmente
que un ilustre ciudadano fue vecino del barrio. Nos referimos al
almirante Guillermo Brown, quien en 1812 adquirió una propiedad
en la actual avenida Martín García.
Institúyese
como "Día del Barrio de Barracas" y "Semana de Barracas"
el 13 de Diciembre de cada año; según
Ordenanza N° 43.599 B.M. N° 18.581
del 25/07/1989 y Decreto N° 8.674/1986 B.M. N° 17.932 del 15/12/1986.
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