Es con mucha razón considerado "El
jardín de la Ciudad", que cuenta con más árboles
que cualquier otro barrio porteño. Es el barrio porteño
tranquilo por excelencia. Sus casas son bajas y
confortables y sus jardines son amplios y cubiertos de
flores y arbustos de bellos colores y rico perfume,
convirtiéndolo en un edén, pacífico y atrapante,
celosamente defendido por sus habitantes que obviamente
no lo cambian por ningún otro, convirtiéndolo en una
zona tradicional de familias, de toda la vida.
Sus calles son también amplias, arboladas y silenciosas e
invitan al descanso y a la meditación. Es la contrapartida del
resto de Buenos Aires, tan nervioso y convulsionado por el
progreso que a veces en esa dura competencia provoca la amargura
y el sinsabor de sus ciudadanos. Entre las tantas residencias destacables de la época hay una
cuyo exterior aún se conserva y es la "Casa de la
Villa", de estilo itálico donde vivió el inglés W.
Huxable, con su familia. Tiene preciosos jardines muy bien
diseñados, con enrejado de la época y una perfecta iluminación
nocturna. Actualmente es usado como salón de fiestas.
Todavía se conserva parte de lo que fuera la quinta del
inglés John Hall, famoso por su invernadero de orquídeas, las
mejores a nivel internacional. Este inglés se dedicó al
comercio de té y de wiskey al por mayor con un gran éxito
comercial. Enamorado de la zona se afincó en el lugar , muy
solitario, no formó familia, pues aseguraba que -el casamiento
sería una traba para el cuidado de sus orquídeas. Era anglicano
pero aquí se convirtió al catolicismo, siendo un ferviente
devoto al punto que habilitó una capilla que fue el primer sitio
de oración pública frente a su casa de Habana y Bahía Blanca. |
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