La plaza de Toros

La Plaza de Toros del Retiro era donde hoy está la plaza San Martín era una construcción circular era un edificio de ladrillo a la vista, con palcos de madera y gradas en la parte baja. Albergaba a 10.000 personas, no era poco, en una ciudad de cuarenta y cuatro mil habitantes.

Demolición de la Plaza de Toros en Buenos Aires en 1819

La primera plaza de toros de Buenos Aires fue construida en 1791 por el carpintero Raimundo Mariño, en el llamado «hueco» de Montserrat, actual manzana comprendida entre las calles Belgrano, Lima, Moreno y Bernardo de Ingoyen. Tenía capacidad para dos mil personas y las autoridades se instalaban en los balcones de la casa de la familia Azcuenaga, sobre la llamada «Calle del Pecado».

Los toros, bestias bravas que eran traídas desde Chascomús, se espantaban y provocaban corridas entre los vecinos del lugar. Estas molestias decidieron al virrey Avilés la demolición de esta primera plaza de toros. Del 22 de octubre de 1799 al 29 de julio de 1800 duró la demolición. El Cabildo resolvió hacer edificar una nueva y definitiva plaza en el Retiro. Los planos fueron trazados por el arquitecto y marino español Martín Boneo .

La nueva plaza de toros era de ladrillos y su costo fue de 42.000 pesos: con capacidad para diez mil espectadores, el predio poseía todas las comodidades: palcos en la parte alta, guardabarreras, burladeros y hasta una capilla. Era de forma octogonal y ofrecía un aspecto morisco en su exterior; la entraba costaba entre dos y tres pesos.

Un documento de 1805 expresa que «la plaza de toros de Buenos Aires excede en hermosura y firmeza a cualquiera de Europa». Durante las invasiones inglesas, en 1806-1807, la plaza de toros fue escenario de duras luchas. A ella concurrían Saavedra, Moreno, Paso y otros miembros de la Primera Junta en 1810. El 11 de marzo de 1817 hubo corridas gratis para el pueblo, en celebración del triunfo de Chacabuco. Concurrieron seis mil personas. Finalmente, el Cabildo decidió demoler la plaza como reacción antiespañola. El 10 de enero de 1819 se realizó la última corrida y el día siguiente comenzó la demolición.

En 1820 ya no existía la plaza de toros de Buenos Aires. Mitre expresó: «Las corridas de toros, condenadas por la civilización, fueron abolidas por la revolución argentina, como la Inquisición, el tormento y otras costumbres abusivas. Durante el Directorio de Pueyrredón y en presencia y con el aplauso del Congreso de Tucumán, que declaró la Independencia, fue derruida la plaza de toros, como monumento de oprobio...»


Plaza de Toros de Retiro

En 1819 fue demolida la Plaza de Toros y se construyeron los Cuarteles del Retiro utilizando materiales de la antigua plaza de toros. En 1812 el gobierno dispuso los cuarteles bajo el mando de José de San Martín para el asiento de sus ganaderos y para ubicar su despacho. La unión de la antigua Plaza de Toros con los cuarteles, hicieron del lugar un sitio donde abundaban vendedores ambulantes, chinas cuarteleras (prostitutas), de esta forma el barrio adquiere el nombre de “Barrio Recio”.