La asamblea general de abril

El reglamento para la primera asamblea general lleva la fecha del 19 de febrero de 1812; establecía un mecanismo electoral muy complicado y de difícil aplicación. La asamblea se compondría del cabildo de Buenos Aires en calidad de presidente, de los apoderados de las provincias y de cien ciudadanos elegidos entre los porteños y los provincianos que se encontrasen de paso en la capital.


El reglamento y las críticas de Monteagudo

El reglamento fue objeto de críticas y de censuras; Monteagudo señalaba que entre sus defectos tenía el de excluir a los labradores, es decir una parte importante de la ciudadanía.

El gobierno quería manejar la asamblea de manera que le fuese favorable; pero los periódicos de Monteagudo y de Pazos Silva elevaron el tono de la resistencia en sus observaciones; los dos periodistas coincidían en la opinión de que debía darse a la asamblea plenos poderes; Monteagudo insinuó que debía declararse soberana.

El gobierno se preocupó intensamente por lograr la aprobación de su gestión en la asamblea; Manuel Belgrano, estaba entonces en las baterías de Rosario, fue designado el 27 de febrero general en jefe del ejército del Norte en sustitución de Juan Martín de Pueyrredón. Este último se hallaba rodeado de fama por haber salvado los caudales del Potosí y los restos del ejército destrozado en el Desaguadero.El Cabildo propuso una serie de enmiendas, que dieron motivo a unas adiciones. 

Pueyrredón y Rivadavia

En la asamblea de Abril Juan Martín de Pueyrredón (que venia precedido por la gloria de las invasiones inglesas) reemplazo a Juan José PAso y Bernardino Rivadavia a Manuel de Sarratea que fue nombrado al mando del ejercito de la Banda Oriental

Los diputados

Siguiendo el raro procedimiento electoral propuesto, fueron elegidos por la capital: Juan de Aragón, fray Cayetano Rodríguez, Rafael Blanco, Tomás Gomensoro, Domingo Belgrano, Manuel Galup, Agustín Wright, Ángel Mariano Ella, Darregueyra, Juan Cossio, Francisco Antonio Escalada, Saturnino Segurola, Juan Francisco Reyes, Domingo Achega, Luis Dorrego, Manuel Zamudio, Carlos Vidal, Marcos Salcedo, Juan Bautista Castro, José Francisco Ugarteche, Martín Grandoli, Matías Patrón, Nicolás Herrera, Dámaso Fonseca, Eugenio Balvastro, Miguel Arellano Mariano Soloaga, José Miguel Díaz Vélez, Juan José Cernadas, José Joaquín Díaz Bedoya;

Antonio Escalada, Saturnino Seguroia, Juan Francisco Reyes, Domingo Achega, Luis Dorrego, Manuel Zamudio, Carlos Vidal, Marcos Salcedo, Juan Bautista Castro, José Francisco Ugarteche, Martín Grandoli, Matías Patrón, Nicolás Herrera. Dámaso Fonseca, Eugenio Balvastro, Miguel Arellano Mariano Soloaga, José Miguel Díaz Vélez, Juan José Cernadas, José Joaquín Díaz Bedoya; Juan Nepomuceno de Sola, José Rivadavia, Francisco Cosme Argerich.

Por provincias: Francisco Gurruchaga, Salta; Félix Frías, Santiago del Estero; Diego Estanislao Zabaleta, Tucumán; Mauricio Lima, La Rioja; José Alberto Cal-cena, Santa Fe; José Antonio Villanueva, Mendoza; Julián Alvarez, San Juan; Antonio Sáenz, San Luis; José Andrés Aguirre, Córdoba; José Valentín Gómez y Francisco Bruno Rivarola, por la Banda Oriental; Vicente Anastasio Echeverría, Catamarca.

La asamblea se reunió el 4 de abril en el Cabildo. El diputado de la Banda Oriental propuso que antes de iniciar ningún debate se definiera el carácter de la asamblea y si habían de prestarle obediencia todas las corporaciones. No obstante, esa proposición previa, se logró que se tratase en primer lugar el nombramiento de un vocal para integrar el Triunvirato; por mayoría, no por unanimidad, fue elegido Pueyrredón como titular y José Miguel Díaz Vélez como suplente. El gobierno objetó esta última elección y con ese motivo se produjo una situación de tirantez entre el ejecutivo y la asamblea. Ésta declaró el carácter de su autoridad como "suprema sobre toda otra constituida en las Provincias del Río de la Plata".

Esa decisión de la asamblea declarándose "suprema" y su reafirmación en favor de la incorporación del vocal suplente Díaz Vélez, esto irritoa Rivadavia y el mismo día 6 de abril declaró nula, ilegal y atentatoria la autoridad que se había concedido la asamblea, la cual fue disuelta quedando el Cabildo suspendido en sus funciones. 

Los papeles de la asamblea fueron recogidos por el sargento mayor José Gregorio Belgrano. La ciudad fue patrullada por las tropas de acuerdo con un bando draconiano que amedrentó a la población.

Para suavizar la pésima repercusión causada por la disolución de la asamblea, el gobierno se esforzó en demostrar en una extensa proclama la labor que había realizado y que comprendía la reforma militar, el régimen de la libertad de imprenta, la seguridad individual, etc., en los seis meses que llevaba desde su instalación.

La nueva composición del Triunvirato

El Triunvirato quedó compuesto por Juan Martín de Pueyrredón, que ocupó el lugar de Juan José Paso; Bernardino Rivadavia, que sustituyó a Manuel Sarratea, comisionado para ponerse al frente del ejército de operaciones de la Banda Oriental, y Feliciano A. Chiclana.

Rivadavia siguió encarnando, como antes, el gobierno entero, pero había quedado comprometido con el avasallamiento de la asamblea. Los hombres de la Logia Lautaro aceleraron con método la articulación de todas las fuerzas accesibles para provocar una salida en aquella crisis.