Un descanso perjudicial

Dos meses permaneció el ejército expedicionario en Potosí, mientras Castelli y Balcarce se adelantaron a Chuquisaca y enviaban emisarios al Bajo Perú para predisponerlo a la causa revolucionaria.


Diferencias entre Güemes y Castelli

El 9 de enero de 1811, el ejército avanzó hacia Oruro a las órdenes de Viamonte y a comienzos de abril prosiguió hacia el norte y se detuvo en Laja; cerca de La Paz, sobre el camino La Paz-Desaguadero.

El descanso no fue utilizado para disciplinar a las tropas y elevar su moral y su adiestramiento, sino que fue tomado como ocasión de diversiones y de vida licenciosa; en medio del desorden entraban en el campamento espías enemigos e informaban a sus jefes de los proyectos de los patriotas. Además, la política entró en el ejército y dividió las opiniones, relajando la obediencia; un grupo respondía a Castelli y a Balcarce y el otro a Viamonte; entre los partidarios de este último se llegó a proyectar una conspiración para apresar a los primeros y nombrar a Viamonte comandante en jefe.

En 1815, se dirigió Güemes al director supremo en estas palabras:

"La Paz, Cochabamba, Charcas, Potosí y Salta, tienen que clamar y lamentarse ante el tribunal de la razón de la demora criminalísima de más de sesenta días en Chuquisaca del representante Castelli, con que dio lugar a que Goyeneche, que no tuvo más fuerzas que las de cinco compañías, reforzara su ejército con siete mil combatientes"
(citada en la obra de Félix Frías).

Castelli separó a Güemes del ejército del norte, probablemente por la oposición que le hiciera a su pasividad, mientras que el jefe gaucho exigía la persecución inmediata del enemigo.

Los realistas aprovecharon la permanencia de los patriotas en Potosí para volver a pasar el Desaguadero y establecerse en su margen izquierda; el Puente del Inca, único lugar para el paso del río, quedó en poder de Goyeneche, que hizo ocupar y fortificar además las alturas de Vila-Vila, al sur del puente.

Martin miguel de Guemes

Güemes, como integrante del Ejército del Norte, fue puesto al mando de un escuadrón gaucho en la Quebrada de Humahuaca (en la actual Jujuy) y en los valles de Tarija y Lípez, impidiendo la comunicación entre los contrarrevolucionarios y los realistas altoperuanos. En la batalla de Suipacha, librada el 7 de noviembre de 1810 y que fue el único triunfo de las armas patriotas durante esta primera expedición, la participación del capitán Güemes fue decisiva.