Divergencias con Artigas.

 Con Artigas hubo casi siempre malentendidos desde Buenos Aires; quizás faltó la capacidad para aprovecharlo con el máximo de autonomía que reclamaban los caudillos del interior, aunque por otro lado tampoco en los caudillos hubo preocupación por conocer los antecedentes y circunstancias de ciertas actitudes.

Cuando se nombró a Sarratea capitán general y general en jefe del ejército destacado en la Banda Oriental, Artigas se sintió a disgusto lo mismo que sus partidarios, que querían ser los dirigentes de la campaña contra los españoles de Montevideo y consideraban a las tropas de Buenos Aires como auxiliares.

Comienza el distanciamiento de Artigas con Buenos Aires

Desde Buenos Aires se había trabajado diplomáticamente para alejar a los portugueses de la Banda Oriental, contra las intrigas de la infanta Carlota y contra la doble política de Gran Bretaña.

Artigas se insubordinó contra Sarratea, aunque se ofreció para incorporarse con su gente al ejército de Tucumán. Para allanar las divergencias, fue enviado Carlos de AlVear, que no pudo entrevistarse con Artigas, el cual pretendía aliarse entonces con Paraguay.

Hubo polémica y acusaciones mutuas entre Artigas y el gobierno de Buenos Aires. Artigas despachó el 2 de febrero de 1813 a Buenos Aires a Tomás García Zúñiga para proponer el retiro de Sarratea, y la colocación de las divisiones orientales bajo el mando directo de Artigas, conservando las de Buenos Aires el carácter de tropas auxiliares. Pidió además que "la soberanía particular de los pueblos sea formalmente declarada y exhibida como el objeto único de nuestra revolución, como la esencia de nuestras pretensiones".

Artigas declarado traidor a la patria

Sarratea emitió un manifiesto por entonces declarando a Artigas traidor a la patria, al que éste respondió:

"La libertad de América es la base de mi sistema e implantarla aquí es mi única ambición". Y comenzó a hostilizar el paso de provisiones y mensajeros a los sitiadores de Montevideo, a esto Sarratea replicó exponiendo la razón por la cual lo había declarado traidor, por haber conspirado contra la unidad del Estado.
Como French y Rondeau no aprobaron el manifiesto, Sarratea entregó al mando a Rondeau y Artigas se incorporó al sitio de Montevideo.

Jose Gervasio Artigas

Diferencias entre Artigas y Rondeau

Sarratea emitió un manifiesto por entonces declarando a Artigas traidor a la patria, al que éste respondió:

"La libertad de América es la base de mi sistema e implantarla aquí es mi única ambición". Y comenzó a hostilizar el paso de provisiones y mensajeros a los sitiadores de Montevideo, a esto Sarratea replicó exponiendo la razón por la cual lo había declarado traidor, por haber conspirado contra la unidad del Estado.
Como French y Rondeau no aprobaron el manifiesto, Sarratea entregó al mando a Rondeau y Artigas se incorporó al sitio de Montevideo.

Volvieron a surgir desinteligencias cuando Rondeau pidió a Artigas que prestase juramento a la Asamblea general constituyente; Artigas respondió que antes esperaba la respuesta a las exigencias que había llevado a Buenos Aires su comisionado García Zuñiga. 

Para resolver la exigencia convocó frente a Montevideo un congreso del 3 al 5 de abril de 1813, en cuyo seno habló del "contrato social" y calificó de soberano al pueblo de la provincia.

Manuel de Sarratea

El congreso declaró que por haber defendido el suelo oriental contra la invasión portuguesa en 1811, Artigas era defensor del sistema de libertad proclamado en América, que no debía levantarse el sitio de Montevideo y que era necesario reconocer y garantizar la confederación ofensiva y defensiva entre la Banda Oriental y las otras Provincias Unidas mediante el envío de diputados al congreso general.

El 20 de abril el Congreso organizó en Villa Guadalupe una junta municipal encargada de administrar justicia y de velar por los intereses económicos de la provincia; la Junta sería presidida por Artigas. El 8 de mayo Artigas informó de la instalación de esa junta a la Asamblea general constituyente, ofreciendo su cooperación para la pronta rendición de Montevideo, además el Congreso oriental impartió instrucciones a los cinco diputados que debían representarlo en la Asamblea de Buenos Aires, para que pidiesen la absoluta independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, la adopción del régimen político de confederación, con un gobierno propio en cada provincia, que delegaría en el poder confederal únicamente los asuntos de interés general del Estado.

Rondeau

También debían sostener los diputados orientales que la Provincia Oriental abarcaba los siete pueblos de Misiones, que conservaba todos los derechos que no se hubiesen delegado expresamente en el poder central, que tenía derecho a ratificar la Constitución adoptada en la Asamblea y que la sede del gobierno confederal no debía residir en Buenos Aires.

La Asamblea trató de apaciguar la querella interna para concentrar todos los esfuerzos contra el enemigo atrincherado en Montevideo. Encomendó el 6 de abril de 1813 al general en jefe José Rondeau para hacer comprender a Artigas que la organización definitiva del Estado era de la incumbencia de la Asamblea general constituyente, que entretanto las milicias orientales recibirían las órdenes a través de Artigas, pero que éste debía tener presente que los pueblos de la Banda Oriental formaban un solo Estado con las otras Provincias Unidas. 

Rondeau suscribió el 19 de abril tres actas en las que se atenuaban las instrucciones dadas a los diputados orientales. Pero la Asamblea constituyente rechazó a los diputados por no traer credenciales en regla, con lo cual se desconocía la legitimidad del Congreso convocado por Artigas, y porque los diputados traían un mandato imperativo que contrariaba la ley del 8 de marzo de 1813, según la cual los diputados tenían el carácter de representantes de la Nación y no podían obrar por comisión.

El rechazo de sus diputados motivó una reclamación que llevó Larrañaga a Buenos Aires. El Triunvirato no prestó oídos a la reclamación y advirtió que el gobierno de Buenos Aires estuvo siempre preparado para luchar contra la violencia de los enemigos exteriores y también contra la animosidad y el espíritu hostil de los caudillos.

Desconoció a Artigas el derecho a hablar en nombre del pueblo oriental. Rondeau recibió instrucciones para convocar a los principales vecinos de la Banda Oriental en Maciel a fin de nombrar nuevos diputados. Se reunió ese congreso en Maciel el 8 de diciembre de 1813, pero Artigas se negó a concurrir. El congreso eligió una nueva representación de la Banda Oriental y una nueva Junta municipal con asiento en Miguelete, renovable cada año. Artigas desconoció las decisiones de ese Congreso, que declaró al terminar sus sesiones que 

"las 23 poblaciones de la Banda oriental con todos los territorios de la jurisdicci6n actual hacían parte de la Provincia Central, la que a partir de esa fecha sería reconocida como una de las provincias del Río de la Plata, con todas las atribuciones de derechos".

Artigas, entonces, abandonó una noche el sitio de Montevideo seguido por un millar de sus partidarios,

Nicolás de Vedia, en sus apuntes biográficos sobre Artigas, dijo que éste había obligado al éxodo. Y su afirmación fue tomada por muchos historiadores. Pedro Feliciano Cavia sostuvo en cambio el entusiasmo y el sentimiento patriótico de los emigrados. Artigas declaró en un oficio al gobierno de Buenos Aires: 

"Hice uso de cuantos medios estaban a mi alcance para evitar la emigración asombrosa de los vecinos que me seguían considerando los embarazos que presentarían para la actividad". Y agrega: "Mis circulares publicadas por bando en todos los pueblos son prueba de esta verdad. Nada , ha sido bastante para impedir la emigración, o casi puede decirse despoblación de esta campaña".

Entre la masa del éxodo iba Bartolomé Hidalgo, que compuso el himno guerrero Marcha Oriental y que compuso luego los cielitos patrióticos.