Primeras consecuencias de la Primera Junta

Luego de la destitución de Cisneros , la nueva Junta emitió el 27 de mayo de 1810 un documento con destino a todos los puntos del Virreinato , en ese documento se explicaba la nueva situación política y se invitaba a las diferentes provincias el envío de un representante para la integración de la nueva junta

Consecuencias

El 27 de mayo, la nueva autoridad se dirigió a los pueblos del interior para informarle de la instalación de la Junta el día anterior, "en un modo y forma que ha dejado fijada la base fundamental sobre que debe elevarse la obra de la conservación de estos dominios al Sr. D. Fernando VII". Invitaba esta circular a las ciudades del virreinato a designar representantes para constituir en Buenos Aires un congreso general. "Los diputados han de irse incorporando a esta Junta conforme y por el orden de su llegada a la capital, para que así se hagan de la parte de confianza pública que conviene al mejor servicio del Rey y gobierno de los pueblos"... 

Por su parte la Audiencia, requerida por la Junta, envió un oficio a Montevideo, a Córdoba, a Salta y Paraguay recomendando "el respeto y obediencia a la nueva Junta con el fin de que no se dividiese el mando ni cayesen en anarquía las provincias del virreinato".

La constitución de la Junta no era ostensiblemente una innovación revolucionaria ni sospechosa en sí, pues las juntas habían regido los destinos de España desde mayo de 1808, y en Montevideo se había constituido por Ello en oposición al virrey Liniers; además se anunciaba el propósito de conservar estos dominios para Fernando VII. 

Con todo, hubo desde el primer momento resistencia decidida a reconocer la nueva forma de gobierno de Buenos Aires por parte de aquellos grupos realistas que pudieron contar con fuerzas militares para sostenerse.