Virrey Juan José de Vértiz y Salcedo

Asumió el cargo de virrey el 26 de junio de 1778,​ y realizó una obra de gobierno muy vasta, desarrollando la economía regional, colonizando tierras deshabitadas, instalando intendencias por todo el virreinato y preparando el camino para que fuera fundada la Real Audiencia de Buenos Aires. Además fundaría la Casa de Niños Expósitos​ el 7 de agosto de 1779.

Virrey Juan José de Vértiz y Salcedo

Si como gobernador del Río de la Plata había logrado unánime aprobación y elogio, como virrey fue el de mayor relieve progresista y el de austeridad administrativa más respetada. Durante el ejercicio de su cargo se puso en vigor el reglamento de comercio libre y se inauguraron las aduanas e intendencias. Sus instituciones y sugestiones son numerosas y resultaron fecundas. Instituyó la Casa de corrección para recoger y asilar a las mujeres de inconducta pública, obligándolas en su encierro a trabajar en tareas propias de su sexo, con lo que obtenían medios para su subsistencia; también instaló la Casa Cuna u Hospital de Expósitos, a fin de recoger a los niños abandonados; recurrió para el sostenimiento de esa casa a las rentas de los bienes de los jesuitas y le dio un instrumento de trabajo con la imprenta establecida en ella y que había hallado abandonada en Córdoba. Creó el Protomedicato para vigilar el ejercicio de la medicina y poner trabas a la acción del curanderismo; al frente de la institución puso al doctor Miguel Gorman, que había llegado en la expedición de Cevallos; de Ahí surgió, además, la enseñanza de la medicina en Buenos Aires.

Inició un hospicio para mendigos con el propósito de hacer frente a la plaga de la mendicidad y de la vagancia; fomentó la creación de la Hermandad de Caridad, precursora de la Sociedad de Beneficencia de la época rivadaviana, con su Casa de Huérfanos y su Hospital de Mujeres; persiguió los juegos de azar y de naipes en las pulperías; impuso multas a los comerciantes que cobraban precios abusivos y les obligó a llevar listas de precios. Se valió de todos los medios para imponer una moralización de las costumbres, ordenó la limpieza de las calles, instituyó los comisarios de barrio, precursores de los alcaldes de barrio. Se preocupó de hacer arreglar las calles, de rellenar los pantanos que se formaban en ellas prohibió arrojar desperdicios y animales muertos en ellas. Los médicos tenían la obligación de denunciar los muertos por enfermedades infectocontagiosas; impidió que los aguateros tomasen el agua del río en las zonas frecuentadas por las lavanderas y los bañistas. 

Estableció el alumbrado de las calles con velas de sebo y aceite e hizo abrir la Alameda, el primer paseo público con que contó Buenos Aires; hizo habilitar un teatro que se llamó Casa de Comedias, pero no sin vencer las resistencias de la Iglesia, que consideraba inmorales esos espectáculos; al teatro se le llamó vulgarmente de. la Ranchería y estaba en las actuales calles Perú y Alsina; también fomentó las corridas de toros para divertir al pueblo.

Su nombre quedó vinculado en materia de enseñanza al colegio de internos llamado Real convictorio carolino; su propósito de completar la obra con una universidad y con el seminario conciliar no pudo materializarse.

Reglamentó el uso de tierras para la agricultura y la ganadería, de manera que no perjudicase a aquélla con la presencia de los animales. Y dada la escasez de jornaleros, impuso el trabajo obligatorio, y la gente ociosa y vagabunda era forzada a trabajar en la época de las cosechas. Su intento de constituir los gremios profesionales no tuvo consecuencias.

Designó una Junta superior de temporalidades para la administración de los bienes de los jesuitas expulsados, con cuatro juntas subordinadas en Buenos Aires, Tucumán, Paraguay y Mendoza.

El alzamiento de Túpac Amaru en el Alto Perú contra los desmanes de los repartimientos de indios y contra los corregidores se produjo en su tiempo y envió fuerzas para contribuir a su sofocación; también tomó medidas para la defensa de las fronteras del Chaco y las del sur, amenazadas siempre por las irrupciones de los indios.

Se preocupó de las islas Malvinas codiciadas por los ingleses y cooperó con el intendente Manuel Ignacio Fernández en el poblamiento de la costa patagónica, aunque con resultados poco halagadores. Alentó la minería y benefició el tráfico de negros; también dio estímulo a la elaboración de carnes saladas, así como a la siembra y utilización del añil.


Virrey Juan Jose de Vertiz y Salcedo

Asume como virrey del Virreinato del Rio de la Plata en el año 1778, bajo su gobierno se realizó el primer censo de Buenos Aires, participó activamente en la fundación del Teatro de la Ranchería. Esta es una reproducción fotográfica de un retrato pictórico poco conocido.