Los antecedentes al Congreso Constituyente 1824

A partir del año 1820, varios tratados interprovinciales habían manifestado la voluntad de las provincias de convocar un congreso constituyente que vertebrara institucionalmente al país sin embargo este congreso no llego a reunirse nunca.

Los Antecedentes

El primero de los tratados fue el de Pilar en 1820 entre Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe dispuso la organización de un congreso en San Lorenzo, Santa Fe. Sin embargo este congreso no llegó a reunirse pues se reanudaron las hostilidades entre las provincias fir­mantes. Bustos, gobernador de Córdoba, actuó como mediador para lograr la paz en el litoral, concertada a través del Tratado de Benegas, firmado en 1820 entre Buenos Aires y Santa Fe. Por este pacto se fijó como lugar de reunión para el congreso la provincia de Córdoba, con lo que Bustos anulaba la hege­monía del litoral, en especial, la de Buenos Aires, y se convertía en dueño de la situación.

Algunas provincias enviaron sus represen­tantes a Córdoba, y Buenos Aires, tras mu­chas vacilaciones, pero en cumplimiento del compromiso contraído por el Tratado Bene­gas, también lo hizo.

Sin embargo, el nom­bramiento de Rivadavia como ministro en 1821 frustró este congreso y las aspiraciones de Bustos, pues don Bernardino, ferviente representante de los intereses centralistas, no estaba dispuesto a aceptar las decisiones de un congreso federal que se opusiera a su proyecto político. Llamó entonces a Buenos Aires a los representantes porteños. Así, una vez más se ponía de manifiesto la importan­cia y la fuerza de Buenos Aires.

Sin duda la situación del país había cambia­do en los últimos dos años. Ramírez, Artigas y Carrera habían desaparecido; López y Bus­tos ejercían en sus provincias un gobierno fuerte y estable y procuraban armonizar con el de Buenos Aires. La situación interna y el peligro de una guerra con el Brasil llevó a las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes a firmar el Tratado del Cua­drilátero en enero de 1822.

Este pacto constituyó una alianza defensiva y ofensiva, ya que sentaba la paz y unión de las cuatro provincias, que se comprometían a unir sus fuerzas en caso de agresión exterior. También se concertaba la libertad de comer­cio entre las provincias signatarias y la libre navegación de los ríos.

En su artículo trece consideraba inoportuno «la concurrencia al diminuto congreso reunido en Córdoba», dado el estado de indi­gencia y devastación en que se encontraban las provincias del litoral; en cambio se pro­ponía la reunión de un congreso general que se convocaría oportunamente.