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El gran arquero de la gira de Boca en 1925, fue Américo Miguel Tesoriere (1899-1977). Uno de los primeros ídolos masivos en su puesto, el estribillo que la tribuna le dedicó se popularizó para alentar a otros colegas a lo largo de las décadas siguientes: "Tenemos un arquero/ que es una maravilla/ ataja los penales/ sentado en una silla". Durante la gira de 1925, Tesoriere actuó como entrenador del equipo, junto al capitán, Elli. Decidía quién entraba, quién salía, y cómo se encararían los partidos. Fue el tercer gran arquero histórico de la Selección Nacional, después de Buruca Laforia y Carlos Wilson. Defendió la valla en la Copa América de 1924, que finalmente ganó Uruguay. Pero en la final atajó tanto y tan bien, que el mismo público uruguayo lo sacó en andas del estadio. Su popularidad era tan grande que la revista "El Gráfico", que se dedicaba a la información general antes de convertirse en deportiva, le dedicó a su fotografía, con la gorra y la pelota, la primera tapa de un futbolista en la historia de la publicación. Su récord en la Selección fue excelente, ya que jugó 37 partidos y sólo le marcaron 32 goles. Y en 15 de esos partidos, mantuvo la valla invicta. Eso incluye las Copas América, en 1921 y 1924, y cinco partidos consecutivos entre 1920 y 1922. Además, 19 de sus presencias fueron en los viejos torneos sudamericanos, en los que también acostumbraba asumir el rol de técnico. Fue 29 veces capitán del Seleccionado. Cuando las viejas redacciones periodísticas del siglo XX discutían si su apellido debía escribirse "Tesoriere" o "Tesorieri", el historiador Roberto Mamrud comprobó que, en realidad, en el Registro Civil figuraba inscripto como Tesoriero. Con "o" |
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