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Presidente
de la República Argentina en 1955; oficial militar de carrera, teniente
general. Nació en Buenos Aires; se educó en el Colegio Militar y en la
Escuela Superior de Guerra; ejerció la docencia en ambos establecimientos;
artillero especialista en proyectiles antiaéreos; encabezó la delegación
argentina de defensa a Wáshington, D.C.; comandó la primera unidad de ejército
con asiento en Rosario.
En
1951 abandonó sus funciones militares debido a su participación en la
conjura contra Perón, pero prosiguió manteniendo estrechos contactos con
ex colegas militares; a mediados de 1955, exasperado por la creciente
violencia del gobierno peronista, especialmente contra la Iglesia católica
(inicialmente partidaria de Perón), Lonardi se apoderó de la base de
artillería de Córdoba y asumió el liderazgo de la nueva revuelta contra
Perón; se le unió el grupo católico civil bajo la conducción de Mario
Amadeo y las unidades militares y navales bajo el mando del general Pedro
Aramburu y del contralmirante Isaac Rojas respectivamente; Rojas temía que
Perón intentase formar una milicia con los sindicatos obreros. |
Derrocado Perón el 19 de
septiembre de 1955, Lonardi, a cuya conducción y denuedo se atribuía gran
parte del éxito logrado en el derrocamiento, en seguida prestó juramento
como presidente provisional en Córdoba, asumiendo Rojas como
vicepresidente; cinco días después, el 24 de septiembre, Lonardi se
trasladó a Buenos Aires, donde recibió una delirante bienvenida popular,
con la bandera del pontificado y la enseña de la república, desplegadas de
lado a lado.
Lonardi anunció inmediatamente una política de conciliación, signada por
la divisa ni vencedores ni vencidos, pero las tentativas de implementarla
provocaron inmediatas y sostenidas protestas por parte de quienes querían
medidas más severas contra los peronistas, al igual que por parte de los
que pretendían la instauración de un gobierno totalitario (preferentemente
orientado por la Iglesia); en noviembre Lonardi fue obligado por sus colegas
militares a dejar el poder en virtud de su lenidad; Aramburu fue nombrado
presidente, mientras Rojas continuaba a cargo de la vicepresidencia.
El general Lonardi, que ya se hallaba enfermo, falleció el año siguiente
en Buenos Aires, poco tiempo después de haber sido sometido en Washington a
una intervención quirúrgica infructuosa.
Durante las ocho semanas en el desempeño de su alta investidura, el
presidente Lonardi adoptó notables medidas tratando de solucionar un cúmulo
de complejos problemas que perduraron durante varias administraciones
ulteriores causando graves perturbaciones a la Argentina: 1) Formulación de
una política de conciliación nacional restaurada tres años más tarde por
Frondizi; 2) Moderación en las asperezas de la dictadura militar,
estableciendo una junta consultiva civil de carácter nacional (continuada
por Aramburu); 3) Comienzo de una reforma económica, cancelando los
contratos de Perón con la Standard Oil y el Instituto Argentino de Promoción
del Intercambio; Raúl Prebisch, economista de las Naciones Unidas fue
incorporado a la administración; este último ya había presentado un
estudio preliminar sobre la situación económica heredada de Perón y
preparaba un plan para la recuperación, basado en la austeridad, la libre
empresa y el incentivo de inversiones extranjeras; 4) Disolución del
Congreso y purga de peronistas de la Suprema Corte y de las embajadas, así
como también de los gobiernos federal y provinciales. |