Nació en Buenos Aires, la
ejecución de su padre como miembro de la Mazorca en 1853 (probablemente fue
testigo) lo influyó profundamente. El mayor líder político (radical) de las
dos últimas décadas del siglo pasado. Pese a que la UCR que Alem había
conducido estaba compuesta por diversos elementos, representaba el elemento
popular tradicional del nuevo movimiento. En su persona confluían el
federalismo y el populismo de principios y mediados del siglo XIX con las
reformas de Hipólito Yrigoyen (su sobrino y discípulo político) y las de Juan
Domingo Perón en este siglo.
Se dedicó a los estudios de derecho y a la
redacción de poesías, uno de cuyos versos puede servir como divisa de su vida:
"Yo no doblego mi cabeza en la batalla". En 1859 combatió en Cepeda y luego
en Pavón en pos de la unidad nacional; prestó servicios durante toda la Guerra
del Paraguay. Regresó a Buenos Aires para terminar sus estudios de abogacía y
dedicarse a la actividad pública. En 1871 fue elegido diputado de la legislatura
provincial de Buenos Aires. En 1874 pasó a ser diputado nacional. Se opuso
tenazmente a la política conciliatoria de Avellaneda. En la Cámara Nacional de
Diputados objetó elocuentemente la federalización de Buenos Aires sobre la base
de que la jerarquía provincial reemplazaría a la porteña sin ningún beneficio
para la representación popular.
Cuando la ley fue aprobada renunció a su
cargo y se retiró a la vida privada. Se convirtió en líder intelectual y guía
político del grupo de descontentos que buscaban cambios en la política y una
mayor participación en el proceso gubernamental de la década de 1880. En 1877
formó, con su amigo Aristóbulo del Valle, el Partido Republicano. En 1889,
durante los confusos momentos de la crisis política y económica que enfrentaba
el país, organizó la Unión Cívica de la Juventud, de la cual surgió la Unión
Cívica Radical.
Alem fue uno de los caudillos de la revolución de julio de
1890 que provocó la renuncia del presidente, Juárez Celman. Fue electo
senador nacional. Opuesto a Pellegrini, fomento y apoyo revoluciones
provinciales contra el gobierno. Leandro Alem se suicidó el 10 de julio de
1896, dejando una carta a sus colaboradores en la que atribuía su acción a la
traición de su partido.
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