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Roberto J. Noble (1902-1969) fue,
entre otras cosas, fundador de "Clarín". Político y periodista,
nació en La Plata, provincia de Buenos Aires, un 9 de setiembre. Entre las
páginas que le dedicaron sus colaboradores en el momento de su desaparición
física, el 12 de enero de 1969, se leía esta frase: "Estaba más allá de
hoy". Noble fue, en efecto, uno de esos luchadores capaces de percibir las
fallas del presente y proyectar una realidad distinta y posible que obrara como
guía en medio de las confusiones y fragores de la batalla diaria. La creación
de "Clarín" fue un punto de inflexión en su vida. En un año
decisivo para la historia argentina, abandonó la actividad política directa y
se lanzó a un proyecto editorial, empeñando su patrimonio -incluido hasta su
auto-, pues creía que los sucesos que se producían en el país generarían
nuevas voces e ideas que deberían ser reflejadas junto con el acontecer
cotidiano. |
El diario se convirtió en su gran empresa vital y política. Nacido
en un hogar de valores tradicionales, militante universitario, amigo y
colaborador del dirigente socialista Antonio de Tomaso, diputado, ministro de la
provincia de Buenos Aires, cuando abordó la realización de
"Clarín", a los 43 años, tenía ya cumplida una riquísima
trayectoria. Había empezado luchando por la Reforma Universitaria (sancionada
en 1918), cuando era apenas un adolescente. Fue dirigente juvenil del socialismo
y se sumó a la corriente rebelde que en 1927 se convirtió en el Partido
Socialista Independiente (PSI). Orador de barricada, ya abogado rechazó un
puesto de privilegio en la lista de diputados del PSI, en 1930. De todos modos,
fue electo para una banca por la Capital Federal. Reelecto al año siguiente,
Noble actuó como uno de los vicepresidentes de la Cámara e impulsó la
aprobación de distintos proyectos de ley. Uno de los primeros fue el de
Justicia de Paz Letrada, que impedía abusos y arbitrariedades por parte de
magistrados que muchas veces se convertían en instrumentos políticos. Su
segundo gran proyecto como diputado fue la Ley 11.723, que redactó de su puño
y letra, para defender los derechos de autor de escritores, compositores y
músicos. La Ley de Propiedad Intelectual y Artística dio paso a la creación
de la Comisión Nacional de Cultura, que Noble presidió, y del Teatro Nacional.
Su obra como ministro de la provincia de Buenos Aires, desde 1936, incluyó
nuevas medidas progresistas en diversos ámbitos. El 28 de agosto de 1945, día
de la aparición de la primera edición de "Clarín, cumplía el paso más
importante de su actuación periodística. Su consigna de "informar sin
preconceptos" fue el motor que permitió al diario ganar en muy poco tiempo
la delantera entre los matutinos nacionales, hasta llegar a convertirse en el
periódico de mayor circulación entre los de habla hispana. En 1960, un
conjunto de editoriales con lineamientos para el desarrollo nacional fue
agrupado en el libro "Argentina Potencia Mundial". A éste le
siguieron "La hora decisiva. Cuando se anulan los contratos
petroleros" y "Satelismo contra soberanía", en 1964. A lo largo
de su vida, el doctor Noble recibió numerosos reconocimientos por su labor.
Entre ellos la Orden Militar de San Lázaro y la Gran Cruz de la Soberana Orden
de Malta -ambas en 1951-, la Orden de Isabel La Católica -en 1953-, el Premio
María Moors Cabot -en 1955-, la Gran Cruz de Mérito Civil -en 1965-, la Orden
al Mérito de la República Italiana -en 1969- y, de manera póstuma, su esposa
recibió en su nombre la Legión de Honor en el grado de caballero, en 1973. El
escritor César Tiempo lo describió como un hombre que "sabía hacerse
escuchar por los que sólo se escuchan a sí mismos".
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