De  Alfonsin  a  Cafiero

En 1983, Raúl Alfonsín fue elegido para encabezar la estauración democrática.Pero en 1987, el electorado censuró su gestión por medio del voto al PJ.

Los comicios presidenciales de 1983 generaron un enorme entusiasmo en la sociedad argentina. Al cabo de siete años de dictadura, la posibilidad del regreso de las instituciones democráticas era vivida como el final de una larga y negra noche. El radicalismo presentó a su candidato Raúl Alfonsín como un garante de la paz, los derechos humanos y las libertades cívicas. Su promesa electoral de investigar la represión ilegal y derogar la Ley de Autoamnistía dictada por los militares para exculparse de sus propios crímenes, contrastó con la postura del justicialismo y su candidato presidencial Italo Luder, quien opinaba que ya nada se podía hacer con la amnistía. El tema económico pasó a segundo plano en la campaña electoral, en un país sensibilizado por las constantes revelaciones sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura.

Los cierres de campaña de los partidos mayoritarios en el Obelisco se convirtieron en dos enormes movilizaciones cívicas. Alrededor de un millón y medio de personas asistió a escuchar los discursos de cada candidato, prueba del anhelo de participación que existía entonces. Con su triunfo, Alfonsín entró en la historia como el primer candidato radical que derrotaba al justicialismo en elecciones libres. 

Alfonsín durante la campaña

Cierre de campaña del PJ en el obelisco 

Para finalizar el conflicto con Chile por el canal de Beagle en forma pacífica se realizo el 25 de noviembre de 1984, una consulta popular sobre el acuerdo de paz realizadon por el canciller Dante Caputo con el país vecino, en esa ocasión el pueblo voto mayoritariamente con el Si.

-Fecha de la elección: 25 de noviembre de 1984-

El triunfo del oficialismo en las elecciones parlamentarias de 1985 fue visto por los analistas políticos de entonces como una expresión de respaldo al programa económico del gobierno de Alfonsín, denominado Plan Austral. La política económica que llevaba a cabo el ministro Juan Vital Sourrouille había logrado en una primera instancia el apoyo popular debido a que había logrado contener la inflación. Esta vez, la polarización entre los dos partidos mayoritarios fue inferior a la de las elecciones de 1983. El partido gobernante disminuyó alrededor de un ocho por ciento su caudal de votos, y el justicialismo -sumadas las dos fuerzas en que se dividió- disminuyó un tres por ciento su caudal. La división del justicialismo se produjo en algunos distritos importantes, como la provincia de Buenos Aires, ante la queja de algunos dirigentes por la falta de transparencia para elegir a los candidatos. 

-Fecha de la elección: 3 de noviembre de 1985-

Una fuerza de centroizquierda, el Partido Intransigente -liderado por Oscar Alende-, realizó la mejor eleccíon de su historia, con un seis por ciento que representaba casi un millón de votos. El PI captó a muchos de los votantes de Alfonsín que estaban disconformes con su gobierno.

En 1987, el justicialismo logró presentarse ante la sociedad como una alternativa de poder y venció a un oficialismo que empezaba a mostrar el desgaaste propio de cuatro años de gobierno. Los dirigentes que pertenecían a la denominada renovación partidaria desplazaron de la conducción del partido a los más ortodoxos, algo reacios a la democracia interna. La provincia de Buenos Aires quedó en manos de Antonio Cafiero, el principal referente de los renovadores. Cafiero derrotó al radical Juan Manuel Casella, a quien todas las encuestas electorales presentaban como el favorito. En dos años, el Patido Intransigente dilapidó su buen caudal de votos de 1985 y tuvo una muy baja performance. La tercera fuerza, esta vez, provino de la derecha: la Unión del Centro Democrático obtuvo casi novecientos treinta mil votos, que representaban casi el seis por ciento del padrón.