A
mediados de 1937 , el presidente Agustín P Justo preparó su sucesión
y designo como candidato a Roberto M Ortíz un radical que era abogado
de empresas ferroviarias y ex ministro de Marcelo T. de Alvear y del
gobierno de Justo. Lo acompaño en la fórmula un conservador
catamarqueño Ramón J. Castillo que había sido ministro de Justicia.
La estrategia de Justo era poner candidatos sobre los cuales el creía
que podía seguir ejerciendo influencia. La fórmula de la Concordancia
se impuso ajustadamente a la de los radicales , encabezada por Alvear
que a pesar del fraude se impuso en la Capital Federal y en las
provincias de Córdoba , La Rioja y Tucumán.