En 1952,
        el flamante Canal 7 transmitía desde el Palais de Glace, en avenida del
        Libertador. En esos estudios, comenzó a brillar la estrella por
        antonomasia de la gastronomía argentina: Doña Petrona C. de Gandulfo.
        A esta altura, Doña Petrona era ya una gran figura, a través de sus
        décadas de recetas de cocina brindadas a través de la radio, y de su
        libro, que constituye uno de los best sellers más notables en la
        historia editorial argentina. Junto a Doña Petrona en TV, se hizo
        célebre su ayudante de cocina, Juanita, que silenciosa y pacientemente
        asistía las demandas, indicaciones y hasta reproches de la diva de las
        cacerolas. Doña Petrona permanecería en la pantalla chica por
        décadas, ya que cuando la televisión se expandió a las nuevas
        emisoras privadas, fue una de las primeras contrataciones del flamante
        Canal 13, en 1960.