El viernes 3 de
noviembre de 1950, en el estadio Luna Park, el equipo argentino de basquetbol
se consagró campeón del mundo al vencer en la final al seleccionado de los
Estados Unidos, campeón olímpico y de tradicional prestigio mundial. El
marcador final fue de 64 tantos a 50 a favor de Argentina, entre los jugadores
argentionos se destacó nuevamente Oscar Alberto Furlong, la máxima estrella
del partido y el goleador del torneo, con 11 puntos por partido de promedio.
Al terminar el primer tiempo, las pizarras señalaban diez tantos de
diferencia a favor de Argentina, en tanto que los visitantes tenían un hombre
fuera por cuatro fouls y otros tres jugadores con tres faltas. Sin embargo, en
el segundo período, si bien el ritmo del partido certificaba la evidencia de
la superioridad local, el quinteto visitante comenzó a reaccionar y a acortar
distancias. Pero no fue suficiente. Faltanto 4 minutos, el equipo argentino
ganaba holgadamente, sellando su victoria final por 14 tantos de
diferencia sobre el mejor del mundo hasta ese momento. En su camino
hacia el título Argentina venció a los cinco participantes restantes del
campeonato. En la fase preliminar venció a Francia (56-40) y luego, en la
rueda final, triunfó frente a Brasil (40-35), Chile (62-41), nuevamente
Francia (66-41) y Egipto (68-33). El equipo argentino coronó su brillante
actuación con la victoria frente al equipo que en los Juegos Olímpicos de
Londres 1948 lo había doblegado ajustadamente en la final, por 59 tantos
contra 57 y, con un mérito más a destacar: finalizó el Campeonato sin
perder siquiera un partido.
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