Para las elecciones del 5 de septiembre de 1937 el partido de la Concordancia (oficialista) presentó las candidaturas de Roberto M. Ortiz - Ramón S. Castillo. Ambos contaban con el apoyo de los partidos Radical Antipersonalista y Demócrata Nacional (conservador).
La fórmula resultó vencedora frente a las de Marcelo T. de Alvear - Enrique Mosca (UCR) y de Nicolás Repetto - Arturo Orgaz (Partido Socialista).
El 20 de febrero de 1938 Ortiz asumió la presidencia de la Nación. Durante su gobierno se realizaron reformas en la administración de justicia y en la enseñanza y cultura en general: se llevó a cabo con la adhesión de todo el país y de América la conmemoración del cincuentenario de la muerte de Sarmiento; se creó la Universidad Nacional de Cuyo, la Comisión de Ayuda Escolar, la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos y el Museo Histórico Sarmiento.
Ortiz estaba decidido a encarar una política destinada a terminar con el fraude y la corrupción política que caracterizaron a la "década infame" por lo que intervino algunas provincias en las que se había viciado la validez de los comicios.
En 1938 se reunió en la ciudad de Lima la Conferencia Panamericana en la cual se debatió la política a seguir frente a una eventual guerra europea. En esa Asamblea triunfó la tesis argentina sostenida por nuestro canciller José María Cantilo en favor de la neutralidad. Al estallar la guerra, al año siguiente, nuestro país mantuvo su postura neutralista en otro Congreso reunido en Panamá.
Caricatura de la revista Caras y Caretas con las intenciones del presidente Ortiz de cumplir con la Constitución y las Leyes Electorales.
En 1940 el presidente Ortiz debió delegar el mando, por razones de salud, en el vicepresidente Ramón S. Castillo. Este se desempeñó en forma provisional hasta 1942. El 27 de junio de ese año Ortiz renunció ante el agravamiento de la enfermedad que le causaría la muerte un mes después.
Al estallar la Segunda Mundial el gobierno de Ortiz declaró la neutralidad argentina ante el conflicto y Castillo, pese a las presiones inglesas, la mantuvo.
Alemania se proponía evitar el aprovisionamiento de víveres de su enemigo. Buques argentinos fueron agredidos por aquella nación y Ortiz hizo los reclamos correspondientes que obtuvieron satisfacción.
Enrique Ruíz Guiñazú, canciller argentino, defendió la posición del país frente a Estados Unidos en la conferencia de Río de Janeiro en 1942.
El representante argentino Leopoldo Melo y el secretario de estado de Estados Unidos Cordell Hull y Pedro Ríos en la reunion de cancilleres de La Habana en julio de 1940