El barrio debe su
nombre a la pulpería que en 1804 instaló don Nicolás
Vila en la esquina de las actuales Rivadavia y Emilio Mitre, y que
era reconocida por su típica veleta en forma de caballito.
Como todos los barrios
del oeste, también éste progresó en forma notable
con la llegada del ferrocarril, que desde 1857 atravesó el
barrio adoptando el nombre de la famosa pulpería para su
estación en el lugar.
Zona de lujosas quintas
a lo largo de la actual avenida Rivadavia, era para los porteños
un lugar de fin de semana. Precisamente de una de esas quintas,
la de Ambrosio Plácido Lezica, nace en 1928 el parque Rivadavia.
El tranvía y
más tarde el subterráneo, contribuirán y en
mucho al desarrollo de este barrio, hoy en día uno de los
más residenciales de Buenos Aires, y en cuyo interior se
encuentra localizado el centro geográfico de nuestra ciudad.
En la plaza Primera
Junta, una réplica de la tradicional veleta del caballito
nos retrotrae a aquellos tiempos en que el barrio era el descanso
obligado antes de ingresar a Buenos Aires.
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Esquina
de Alberdi y Beaucheff en 1936 |
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Edificio
de Obras Sanitarias en J. M. Moreno y Viel en 1936 |
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Subterraneo
de la línea A |
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