Las
tierras de este barrio pertenecieron antiguamente a los jesuítas,
que tenían grandes chacras allí. Su nombre proviene del diminutivo
de la palabra "chacra" o "chácara". Al ser expulsados
en el año 1767, todos sus bienes fueron declarados propiedad de
la Corona. Allí tenían las casas de campos para las vacaciones de
los estudiantes, por eso empezó a llamarse a toda esa zona Chacarita
de los Colegiales.
Entre
tantas casas quintas queda aún la de la familia Comastri, (actualmente
es la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 34). La construcción
es de 1870, y fue famosa porque en ella durmieron Roca y Pellegrini
unos días antes de la Revolución de Mayo. Eran visitantes del señor
Comastri, el Gral. Mitre y el doctor Alem y sirvió de escondite
a Hipólito Yrigoyen durante el movimiento cívico de 1893.
Cabe
enumerar dentro de su historia la fábrica de acordeones artesanales
del italiano Juan Anconetani, de la calle Guevara 478, que desde
el año 1917 son famosos no sólo por la calidad de su artesanía sino
porque sus hijos fueron muy buenos violinistas. También son históricos
los sombreros, fabricados por el genovés Pascual Massera, muy usados
por los porteños de entonces.
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