Don Florencio Núñez
fue el dueño de estas tierras, que comenzó a comprar en 1872. Allí
estableció su casa particular, en la calle Cabildo (ex 25 de Mayo)
y Republiquetas (ex Acosta), única casa del barrio con vereda donde
funcionaba su oficina de venta de lotes. Lentamente se fue poblando
esa zona que Núñez, loteó y vendió, con la ayuda del constructor
Protti, vecino de la localidad. Núñez, fomentó la llegada del tranvía,
abrió calles, construyó puentes y en una actitud altruista donó
una de sus casas para la construcción de una escuela.
En 1873 fue fundado este pueblo
por primera vez, en el Parque Saavedra que en aquel entonces tenía
un lago con puentes levadizos y góndolas. Fue una ceremonia presidida
por Núñez donde se cantó el Himno Nacional y se le otorgó el nombre
de Saavedra en homenaje al presidente de la Primera Junta de gobierno.
En esa ocasión se fundó también el actual barrio de Núñez.
La segunda fundación, ya exclusiva
de Saavedra se hizo en l891 con la inauguración de la estación del
F.C. Gral. Bartolomé Mitre, que impulsó el progreso de la zona.
Con sus primeros pobladores comenzaron
a aparecer las pulperías. Era famosa la de la calle Pinto entre
las calles Arias y Ramallo regenteada por su dueño Antonio Sarraino
(alias) Alpargata quien juntaba ciudadanos para el caudillo de turno.
Después de las pulperías fueron apareciendo las fondas o almacenes
atendidos por sus dueños que en general eran extranjeros (italianos,
españoles y alemanes) y las tabernas. Allí los parroquianos se divertían
con el juego de las bochas, sapos, tabas etc. Fueron muy conocidas
las de "El Tropezón", "La Dientuda", "La
Vasca Mariana", "La Vienesa".
Un comentario especial merece "La
Sirena" de avenida Del Tejar y Núñez, que fue fonda, bar, restaurante
y confitería sucesivamente mostrando con estas nuevas nomenclaturas
los cambios del contexto social y económico que fue sufriendo el
barrio hasta el presente. Al principio fue una fonda que funcionaba
2 veces a la semana, concurrida por feriantes, quienes estacionaban
sus camiones por ahí cerca. Junto con los obreros de las fábricas
saboreaban una rica sopa y el famoso puchero.
El negocio fue atendido por toda
la familia lo que le dio un carácter respetable. Tuvo su cancha
de bochas y espectáculos de varieté En la calle Cabildo, frente
al actual Puente Saavedra estaba el famoso "boliche" "El
Cajón".Hay varias versiones sobre esta denominación unos dicen
que es por la manzana en forma de ataúd donde está la cervecería
"Zurich", en Cabildo y Pico. Otros dicen que el dueño
de ese lugar fue dado por muerto por los médicos. Lo velaron normalmente
y cuando el cortejo fúnebre estaba llegando al cementerio, el féretro
se empezó a mover. A pedido del cura fue abierto y el finado salió
vivito y hablando pavadas ya que había sufrido un ataque de catalepsia.
El hombre que era pudiente y agradecido mandó construir esa casa
en forma de ataúd. Esto lo cuenta Edmundo Rivero en Una Luz de Almacén,
El lunfardo y yo, Bs. As. 1982, pág. 45/46.
Cuentan que El Puente Saavedra fue,
desde la década del 20, un lugar tenebroso, de diversiones marginadas
por la ley. Uno de los lugares regenteados por los hermanos "Trifulca",
que se dedicaban entre otras cosas a los juegos clandestinos y a
la prostitución. A tal punto funcionaba "ese negocio"
que todas las noches pagaban un tranvía que se llamó el "tranvía
de los patos" porque en el volvían "calladitos" y
sin un centavo los que habían estado jugando clandestinamente.
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