Hipólito Yrigoyen asumió por segunda vez la presidencia de la nación a los 76 años de edad, cuando se salud ya era precaria. Tuvo que gobernar en uno de los períodos más complejos de la historia argentina, ya que la crisis mundial, iniciada en 1929, también afectó gravemente a nuestro país.
A fines de 1929 llegó a Buenos Aires la misión D'Abernon para tramitar la firma de un convenio recíproco de créditos con Gran Bretaña. Ambos países abrieron lineas de créditos por la suma de 100 millones de pesos cada uno durante dos años. Argentina adquirió material ferroviario y Gran Bretaña productos agropecuarios.
En materia de salud pública se creó el Ministerio de Salud Pública, el Instituto de Nutrición y se otorgaron varias subvenciones para investigaciones médicas.
Otras medidas estuvieron vinculadas a la educación, creó el Instituto de Pedagogía para perfeccionamiento del profesorado.
Para asegurar la expansión de YPF. Mosconi encargo a los ingenieros Gerardo Linderburg y Enrique Cánepa y al doctor Luis Landaburu comprar terrenos próximos al puerto de La Plata para construir una destilería , (arriba dos fotos de la construcción de la destilería)
Ordenó que se continúen las obras del Ferrocarril Transandino del Norte, abandonadas durante siete años y la continuación de otras obras ferroviarias en la zona mesopotámica y chaqueña.
Un hecho muy conflictivo durante su mandato lo constituyó el proyecto de ley sobre nacionalización del petróleo, que limitaba la concesión de zonas petrolíferas a empresas extranjeras. Fue sancionado por Diputados en 1927 pero la Cámara de Senadores se negó a tratarlo. Algunos periódicos de la época señalaron que la negativa de algunos senadores se debía a su vinculación con empresas petroleras extranjeras (Standard Oíl y del grupo Inglés). YPF no satisfacía la demanda del mercado interno por lo que necesitaba la producción y venta de ambos grupos, si estos se negaban a venderle a YPF la situación sería grave. Para evitar este inconveniente Yrigoyen inició tratativas, a principios de 1930, con una petrolera soviética, la Luyamtorg. Esta proveería 250.000 toneladas de petróleo a trueque de cueros, extracto de quebracho, lana, ovinos y caseína.
La oposición calificó a Yrigoyen de "Bolchevique". Algunos historiadores ven en este proyecto del petróleo una de las causas de la caída de Yrigoyen y consideran que fue determinante la acción de los trust internacionales.
La visita de Hoover a Sudamérica en diciembre de 1928 fue parte de un proyecto de búsqueda de prestigio internacional antes de asumir la presidencia de Estados Unidos en marzo de 1929. Animado por el propósito de inaugurar un nuevo estilo en las relaciones interamericanas, el presidente electo Hoover hizo una breve pero intensa gira de buena voluntad para interiorizarse de los problemas económicos y poder tener una imagen más cercana de la vida política en el cono sur.
La crisis económica y financiera se inició con el crack de la Bolsa de Wall Street el 29 de octubre de 1929.
Provocó en Europa y Estados Unidos la quiebra de numerosas entidades financieras. En la Argentina no se llegó a la quiebra de bancos pero sí de numerosos comercios e industrias.
Se paralizó la construcción, disminuyeron las ventas, bajaron los valores inmobiliarios y aumentó de manera alarmante la desocupación.
Otro elemento que acentuó los efectos en nuestro país fue el deterioro de nuestra balanza comercial. Argentina exportaba exclusivamente productos agropecuarios e importaba manufacturas, mientras los primeros perdían valor los segundos aumentaban vertiginosamente.
La gravedad de la crisis fue tal, que obligó a los países centrales a cambiar las reglas de intercambio. Europa y Estados Unidos impusieron fuertes medidas proteccionistas trabando las exportaciones para estimular así su producción local, evitar la salida de divisas y ocupar más trabajadores. También empezaron a retirar oro y dólares de nuestro país. El método era sencillo, obtenían prestamos bancarios a bajo interés para comprar aquí dólares y oro que luego transferían a Nueva York, salieron así 200 millones de pesos oro (equivalentes a las inversiones norteamericanas durante 1927 y 1928).
Para impedirlo Yrigoyen cerró la Caja de Conversión, impidiendo la salida de oro del país. también colocó títulos públicos en el sistema bancario y autorizó el cambio de papeles comerciales por billetes. Esto provocó la crítica de la oposición que consideró excesivas las medidas adoptadas.
El crack del 29 fue una crisis financiera que tuvo lugar en octubre de 1929 y fue la caída más devastadora de la bolsa en Estados Unidos. Tuvo terribles consecuencias sociales no solo sobre los norteamericanos, si no sobre todo el mundo. Tal fue su repercusión, que provocó un duro periodo de crisis económica conocido como la Gran Depresión.
En 1930, el país vivía un momento clave. La crisis internacional, con sus secuelas sociales de desocupación y miseria se sumaron a los inconvenientes de la última etapa de la gestión presidencial. Yrigoyen, ya anciano y enfermo se empeñaba en resolver personalmente todas las cuestiones de estado ocasionando demoras e ineficiencia en su resolución. También se lo acusó de rodearse de ineptos obsecuentes que obstaculizaban su gobierno.
Se inició así una acción opositora en la que intervinieron miembros del Congreso, la prensa, el Partido Socialista independiente y grupos nacionalistas, estos grupos constituían una nueva fuerza desprendida del conservadorismo, que simpatizaba con las ideas fascistas de Mussolini. Postulaban sustituir el sistema político constitucional por uno nuevo de corte corporativo y derogar ley electoral vigente (ley Saenz Peña). Encontraron partidarios en las filas del ejército y en algunos intelectuales como Leopoldo Lugones, autor de La Hora de la espada (1927).
El 9 de agosto se da a conocer el "Manifiesto de los 44" al que adhirieron parlamentarios de distintos sectores. Este manifiesto alteró aún más los ánimos y las críticas se hicieron más viruletas. Mítines políticos opositores, grupos universitarios y grupos nacionalistas provocaron disturbios reclamando la renuncia de Yrigoyen. Solo los socialistas auténticos y los demócrata progresistas reclamaron calma.
El Golpe de Estado de Argentina de 1930 se refiere al ocurrido el 6 de septiembre de 1930 en el cual un grupo de militares encabezado por el general José Félix Uriburu se apoderó del gobierno, derrocando al presidente Hipólito Yrigoyen y estableciendo una dictadura militar.
El ejército también manifestó su disconformidad con la gestión de gobierno. Pero había dos sectores con distintas propuestas. Uno encabezado por el general José Félix Uriburu proponía la reforma total del sistema y la eliminación del sufragio universal para reemplazarlo por un sistema corporativo.
El otro sector, liderado por el ex ministro de Guerra general Agustín P.Justo sostenía la necesidad de derrocar a Yrigoyen pero manteniendo el sistema vigente.
El golpe ya era un hecho pero Yrigoyen no creía en él, Dellepiane, ministro de Guerra renunció al sentirse impotente frente a la situación. El 5 de septiembre Yrigoyen delegó el mando en el vicepresidente Martinez, su salud era muy débil. Este declaró el estado de sitio pero la revolución ya estaba en marcha.
Uriburu llegó a la casa de Gobierno sin resistencia alguna. Horas después el vicepresidente entregaba el mando. Yrigoyen se entregó en la ciudad de La Platas donde fue arrestado y enviado a Martín García.