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La fauna de la zona serrana de Córdoba está
conformada por especies que también están presentes en el
resto de la región. Al igual que la vegetación, la fauna
también varía con la altura y las condiciones ambientales.
Sobre los ríos y arroyos se hallan especies ligadas la humedad y
a los ambientes acuáticos. En estos sectores bajos y húmedos
se evidencia una gran actividad animal, ya que la mayoría de las
especies descienden de las zonas más altas en busca de agua o de
presas. En las orillas de los arroyos encontraremos los rastros de mamíferos
como el Zorro Gris y el Gato Montés, aves acuáticas como
Garzas y aves de bosques como el Zorzal Chiguanco, entre muchas otras especies.
Habitando los bosques serranos hallaremos al Rey del Bosque. Este pájaro
es una de las especies más perseguidas para ser vendida como mascota.
Tal persecución le ha valido ingresar en el listado nacional de
animales en peligro de extinción. El Naranjero o Siete Colores es
otro habitante frecuente de los bosques y nos llamará la atención
por su bello colorido y hermoso canto. Tanta hermosura le ha costado la
libertad a muchos ejemplares, siendo incesantemente capturado para ser
mantenido como ave de jaula. A pesar de estar prohibida la captura de ambas
especies, la falta de control y educación de la población
llevará, en poco tiempo, a la desaparición de las más
bellas aves de nuestras sierras. Visitando las flores tubulares, en busca
de néctar y pequeños insectos, podrá observarse al
espléndido Picaflor Cometa. La larguísima cola del macho
de un rojo iridiscente le ha valido tal nombre. Habita tanto el bosque
serrano como los matorrales de altura, bajando incluso hasta los jardines
de las viviendas de las poblaciones vecinas. Ya sobre los Pastizales Serranos
y las altas cumbres, se encuentran poderosas rapaces como el Halcón
Peregrino y el Águila Mora o Águila Escudada. El primero
se especializa en la caza de otras aves y es frecuente verlo perseguir
velozmente a los Vencejos. El Águila caza pequeños mamíferos
como las Liebres. Con suerte, podrá maravillarse con el sublime
y majestuoso vuelo del Cóndor, que es habitante frecuente de las
Sierras Chicas. A diferencia de las creencias populares, el Cóndor
no es un cazador, sino que como buen carroñero, se alimenta de presas
ya muertas. Gracias a esas supersticiones, esta ave ha sido perseguida
por los ganaderos desde tiempos inmemoriales, poniendo en peligro la subsistencia
de las poblaciones cordobesas de esta especie.
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