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La fauna mayor está representada
por el Guanaco y el Suri Cordillerano, conocido en la región por
"Churi", el cual está considerado amenazado en el orden
internacional. El Guanaco suele formar tropillas que pueden llegar a ser
numerosas en este lugar, por ejemplo 150 o más individuos. El Suri, en cambio,
se lo ve en pequeños grupos, y a veces ejemplares aislados. Ambas especies podrían
recuperarse de continuarse con los trabajos de educación ambiental iniciados
por la Fundación Vida Silvestre Argentina en la zona de influencia y en la
medida que siga instrumentándose la reserva. Otros componentes habituales de
este sector oriental de los Andes son el Zorro Colorado y el Zorro Gris Chico;
el Chinchillón, un roedor de porte mediano característico de los paredones
rocosos; el Chiñe o Zorrino Común; y el Puma o León Americano, un gran félido
que aún encuentra refugio en estas vastas montañas despobladas. Las aves
cuentan con un vistoso elenco. Además del Suri Cordillerano debemos mencionar
al Águila Mora; el Cóndor Andino, el carroñero típico de los Andes; el
Tortolón, Corral o Agachona Chica, un ave con el porte de una Torcaza robusta,
de plumaje aperdizado, común en las ciénagas; y varios pájaros como las
Chamuchinas o Jilgueros Oliváceos y los "Boquenses" o Comesebos
Andinos, los cuales pueden llegar a formar grandes bandadas. Varias Lagartijas o
Chelcos junto a una Culebra Conejera son los representantes locales de los
reptiles. Entre la fauna exótica se destaca la Liebre Europea, muy extendida
por toda la región, que prefiere aquí las cercanías de la ciénagas, las
cuales le proveen alimento verde todo el año; y los Burros Cimarrones, animal
que ha retornado a su vida salvaje a partir de los ejemplares escapados y que se
insinúa como uno de los problemas de conservación más serios a resolver en el
corto plazo, dado que su proliferación desmedida podría originar cambios
indeseables en el funcionamiento del ecosistema original.
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