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La flora corresponde, dada la ubicación austral
área, a la del bosque subantártico y a la de la zona de transición
con la estepa, que ocupa la franja oriental del parque. En el bosque hay
un amplio predominio del Ñire, la Lenga y el Guindo o Coihue Magallánico. Desde el paralelo de 470 hasta
Tierra del Fuego inclusive, esta última especie reemplaza a su congénere
más norteño, teniendo su mismo aspecto y sus mismas exigencias
ecológicas. En estas latitudes no encontraremos la Caña Colihue
ni el Ciprés, dado que no soportan la rigurosidad climática
de la región. Con la eliminación del ganado intensivo fue
posible la recuperación del Ciprés de las Guaitecas, situado
en lugares de difícil acceso cercanos al Lago Roca. El estrato arbustivo
está compuesto por el Notro , fácilmente identificable por sus llamativas flores rojas; el Calafate
, una mata de frutos violetas y flores amarillas; el Sauco del Diablo,
que se asocia a los lugares más húmedos del bosque. Las herbáceas
están representadas por Orquídeas y Topa-Topa, Musgos, Helechos y Líquenes. También aparece
aquí una planta carnívora, que se alimenta de insectos: la
Arvejilla, que reviste de azul las inmediaciones de los glaciares. En la
estepa, la escasa humedad y los fuertes vientos determinan la existencia
de una flora adaptada a estas condiciones climáticas. Es por esto
que las matas son bajas y compactas, y sus hojas son de pequeña
superficie y están cubiertas con una espesa cutina que atenúa
el proceso de evaporación.
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