MARTÍN FIERRO 1039 Mientras suene el encordao, mientras
encuentre el compás yo no he de quedarme atrás sin defender la
parada, y he jurado que jamás me la han de llevar robada.
1040 Atiendan, pues, los oyentes y cáyense los mirones; a
todos pido perdones, pues a la vista resalta que no está libre de
falta quien no está de tentaciones.
1041 A un cantor le llaman güeno cuando es mejor que los
piores; y sin ser de los mejores, encontrándose dos juntos, es
deber de los cantores el cantar de contrapunto.
1042 El hombre debe mostrarse cuando la ocasión le
llegue; hace mal el que se niegue, dende que lo sabe hacer; y
muchos suelen tener vanagloria en que los rueguen.
1043 Cuando mozo fuí cantor (es una cosa muy dicha); mas la
suerte se encapricha y me persigue costante: de ese tiempo en
adelante canté mis propias desdichas.
1044 Y aquellos años dichosos trataré de recordar; veré si
puedo olvidar tan desgraciada mudanza, y quien se tenga
confianza tiemple, y vamos a cantar.
1045 Tiemple y cantaremos juntos; trasnochadas no
acobardan. Los concurrentes aguardan, y porque el tiempo no
pierdan, haremos gemir las cuerdas hasta que las velas no ardan.
1046 Y el cantor que se presiente, que tenga o no quien lo
ampare, no espere que yo dispare aunque su saber sea mucho: vamos
en el mesmo pucho a prenderle hasta que aclare.
1047 Y seguiremos si gusta hasta que se vaya el día; era la
costumbre mía cantar las noches enteras: había entonces, donde
quiera, cantores de fantasía.
1048 Y si alguno no se atreve a seguir la caravana, o si
cantando no gana, se lo digo sin lisonja: haga sonar una
esponja o ponga cuerdas de lana.
EL MORENO 1049 yo no soy, señores míos, sino un pobre
guitarrero, pero doy gracias al cielo porque puedo, en la
ocasión, toparme con un cantor que esperimente a este negro.
1050 Yo también tengo algo blanco, pues tengo blancos los
dientes; sé vivir entre las gentes sin que me tengan en
menos: quien anda en pagos ajenos debe ser manso y
prudente. |