Bartolomé Mitre

Características

Luego de la Batalla de Pavón Mitre proyectó su influencia sobre todo el país: todos los gobernadores federales ―con la notable excepción de Urquiza― fueron derrocados en las semanas finales del año y en las primeras de 1862. Algunos lo fueron por los unitarios locales, contando con la cercanía de las fuerzas porteñas,26​ y otros lo fueron directamente por el ejército porteño que invadió esas provincias. Los que lograron evadir esa suerte se unieron a los otros en aceptar que el Gobierno Nacional había caducado

Gobernador de Buenos Aires Encargado del Poder Ejecutivo Nacional.

Ya desde antes de la campaña de Pavón, una guerra civil intermitente sacudía a Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca; la noticia de la victoria de Pavón permitió al caudillo unitario Manuel Taboada imponer la victoria del partido porteño en todas las provincias del norte. Una división comandada por Ignacio Rivas y Domingo Faustino Sarmiento, se dirigió a Cuyo y derrocó a los gobernadores de San Luis, Mendoza y San Juan. Sarmiento elegido gobernador de su provincia natal.​

En La Rioja, el caudillo federal Ángel Vicente Peñaloza, apodado "El Chacho", impidió el avance de las tropas porteñas y de sus aliados, iniciando una complicada guerra civil en esa provincia y las vecinas que duró tres meses, hasta que –tras el sitio de San Luis por las fuerzas del Chacho– se firmó la Paz de la Banderita, del 4 de junio, por la cual Peñaloza reconoció la autoridad nacional de Mitre. A lo largo de la primera mitad de 1862 se celebraron elecciones de diputados y senadores en todo el país, y el nuevo Congreso de la Nación se reunió oficialmente a fines de mayo en Buenos Aires.​

Uno de los mayores problemas que enfrentaba Mitre, como presidente de facto de la Nación, era la indefinición sobre la capital federal del país, que impedía tener un lugar donde establecer el gobierno federal. La Constitución de 1853 había establecido que la ciudad de Buenos Aires era la capital federal de la Nación Argentina. Buenos Aires sin embargo, no había sido parte de esa Constitución, se organizó como Estado autónomo separado de la Confederación Argentina y se negaba a perder su ciudad principal. La "cuestión capital" llevó a la guerra a la Confederación y el Estado porteño. En una primera etapa de la guerra, la Confederación al mando del general Urquiza, venció en la Batalla de Cepeda a las tropas de Buenos Aires al mando del coronel Mitre. Urquiza sin embargo, no exigió la rendición incondicional del Estado de Buenos Aires y aceptó firmar el Pacto de San José de Flores, que reconocía a Buenos Aires su derecho a preservar la integridad territorial y a que cualquier decisión sobre la federalización de la ciudad-puerto, contara con la autorización de la legislatura porteña.

El Pacto de San José de Flores, fue formalizado con la Reforma constitucional de 1860, que entre otras muchas reformas eliminó la cláusula que establecía la capital federal en Buenos Aires e hizo posible de ese modo que Buenos Aires ingresara a la federación. Pero al no poder establecerse una capital federal, el gobierno nacional se quedó sin un lugar donde instalarse. Elegido presidente por unanimidad de los electores, en cuanto asumió la Presidencia, Mitre logró que el Congreso Nacional aprobara una ley federalizando toda la provincia de Buenos Aires. Pero la Legislatura de Buenos Aires no dio su aprobación, como era indispensable según la norma incluida en la Constitución por la reforma de 1860.

El 7 de junio de 1862, Mitre envió un mensaje al Senado de la Nación solicitando la ley de Capital de la República y el 20 de agosto el Congreso votó la ley federalizando todo el territorio de la provincia de Buenos Aires. Inmediatamente después, Mitre, como gobernador de la provincia y presidente de la Nación, le solicitó a la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, que aceptara la federalización de la misma, pero los diputados provinciales rechazaron de plano la ley nacional. El intento de federalizar la provincia intentado por Mitre, causó la división del Partido Unitario de Buenos Aires en dos: el Partido Nacionalista –liderado por Mitre– y el Partido Autonomista, cuyo líder era Adolfo Alsina; este último defendía la integridad territorial y la autonomía política de la provincia. Los mitristas fueron conocidos como "cocidos" y los opositores como "crudos". En 1865, Alsina sería elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires.​

El conflicto sólo fue solucionado por medio de la Ley de Compromiso del 3 de octubre de 1862, sancionada nueve días antes de que Mitre asumiera constitucionalmente el cargo de presidente de la Nación, que ya ostentada de facto desde el año anterior. La Ley de Compromiso aplazaba la discusión sobre la "cuestión capital" por cinco años, mientras permitía al gobierno nacional residir en la ciudad de Buenos Aires y recaudar los derechos de aduana, garantizando al gobierno porteño su presupuesto anual. Buenos Aires conservaría su Guardia Nacional, destinada a la defensa de la frontera con los indígenas.

Bartolome Mitre

Retrato del Coronel Bartolomé Mitre, realizado por Ignacio Manzoni en la epoca de la batalla de Pavon.



Tapa de Marcha a los trinfadores de Pavon

Marcha dedicada a los vencedores de Pavón, por Augusto Nannetti



Angel Chacho Peñaloza

Angel Chacho Peñaloza
Fallida rebelión de Angel Chacho Peñaloza que comando un violento ataque contra las tropas de Buenos Aires, encabezadas por Paunero y Rivas, el chacho abandonado por Urquiza fue derrotado.



Elección presidencial

El Congreso dictó una ley el 5 de junio disponiendo la convocatoria a la elección de presidente y vicepresidente de la Nación dentro del plazo de tres meses a contar desde la publicación de la misma.  En virtud de ella Mitre convocó el comicio para los días 27, 28 y 29 de julio. La elección de electores de presidente y vicepresidente se hizo de acuerdo con la ley nacional electoral de 1859, con excepción de Buenos Aires, en la que se aplicó la ley electoral propia de 1860.

El sufragio de los electores favoreció por unanimidad al general Mitre, que obtuvo 133 votos, entre los que figuraban los de la provincia de Entre Ríos regida por Urquiza; para la vicepresidencia, Marcos Paz recibió 91 votos, contra 16 en favor de Manuel Taboada. Los electores eran 136, pero los votantes fueron solamente 133, pues los conflictos políticos internos impidieron la elección en algunas provincias.

Practicado el escrutinio de los votos emitidos por el Congreso el 5 de octubre, proclamó elegidos presidente y vicepresidente a Bartolome Mitre y Marcos Paz, respectivamente, y fijó el 12 de octubre para que asumieran los cargos. La comisión escrutadora estuvo compuesta por Cleto Aguirre, de Salta; Francisco Delgado, de Mendoza; Dermidio Ocampo, de La Rioja; Manuel Quintana, de Buenos Aires, siendo este último el que proclamó el resultado ante el Congreso, que presidía Valentín Alsina.

Obtuvieron votos para la vicepresidencia, además de los 16 de Manuel Taboada, el general Anselmo Rojo, Domingo Faustino Sarmiento, Mariano Fragueiro, Dalmacio Vélez Sarsfield, Manuel A. de Undinarrain, Manuel Ocampo y Valentín Alsina.

Asumió el presidente electo el mando el 12 de octubre de 1862 y prometió ejercer el gobierno con la colaboración de los mejores; dijo que lo haría "con la concurrencia de todos los hombres de buena voluntad que con las manos puras y el corazón exento de rencores quieran asociarse a esta obra en que todos estamos comprometidos". Bartolmé Mitre tenía entonces Mitre 41 años.

El debate de la capital de la nación

Mitre el 6 de junio de 1862, se dirige a la Asamblea nacional señalándole la necesidad de "determinar lo que corresponde con relación a los tratados del 11 de noviembre de 1859 y 6 de junio de 1860" y también a "lo que respecta a la Capital de la República" con arreglo al artículo tercero de la Constitución nacional.

En el mensaje a la Asamblea no enuncia Mitre un proyecto concreto acerca del último punto, pero su texto lo sugiere al afirmar que "siendo el deber, la gloria y la conveniencia de Buenos Aires contribuir eficazmente .y con todos sus medios a consolidar para los tiempos presentes y venideros la nueva situación que le ha tocado crear, dando a la nacionalidad bases inconmovibles y siendo ésta la creencia y la esperanza de todos los pueblos, tan grandes objetos sólo pueden alcanzarse de dos modos: o bien poniendo desde luego a disposición del gobierno nacional todas aquellas cosas que por su naturaleza le correspondan en el territorio de la provincia de Buenos Aires, aun renunciando voluntariamente, si fuese necesario, en el interés propio y de la comunidad, y hasta donde fuese compatible con su vida propia, la posición especial que le han dado los pactos existentes; o bien, dando por base a la organización nacional la misma provincia, de Buenos Aires con sus elementos de gobierno, en el modo, forma y extensión que el Congreso halle conveniente"

Fue en razón de esa sugestión del poder ejecutivo nacional como el Congreso acordó la ley que federalizaba la ciudad y la provincia de Buenos Aires por tres años hasta resolver en definitiva cuál sería el asiento del gobierno federal. Rechazada la ley por la legislatura bonae-rense, volvió a insistir Mitre en que ésta contribuyese a resolver la cuestión.

La discusión volvió a retemplar los ánimos, porque hizo resurgir el localismo porteño, tan arraigado, y entre otras consecuencias que tuvo, una de ellas fue la escisión del partido liberal, que tenía a Mitre como único jefe; reapareció el autonomismo con un jefe muy popular, Adolfo Alsina, que encabezó a los crudos, contra la fracción que respondió a la corriente nacionalista de Mitre, la de los cocidos.

Félix Frías informó en el Senado de la provincia contra la ley del Congreso de la nación el resultado de los debates, en presencia de una barra vibrante, como en los tiempos del rechazo del acuerdo de San Nicolás, fue 31 votos contra la federalización de Buenos Aires y 9 a favor, entonces volvió a. quedar en peligro la unificación nacional y a punto de crisis el gobierno nacional provisional.

Eduardo Costa y Norberto de la Riestra hicieron dimisión de cargos; Mitre aceptó la dimisión de de la Riestra, cuyos merecimientos como financista reconocía bien, y persuadió a Costa para que permaneciese en el gobierno.

En 1866 la municipalidad volvió a depender de la provincia, después de una agitada oposición de los alsinistas a una ley que se aplicaba al municipio. La ley de federalización provisional sería revisada a los cinco años por el Congreso nacional y la legislatura provincial. Las autoridades nacionales, pues, residirían en el municipio de Buenos Aires bajo los términos y condiciones ofrecidas por la legislatura de la provincia y hasta tanto se estableciera la capital permanente de la Nación.

Los presidentes Rivadavia, Urquiza y Mitre querían que la capital fuese Buenos Aires; Valentín Alsina, Salvador María del Carril y Rufino Elizalde, que fuese el territorio que forma el partido de San Nicolás y el comprendido entre los arroyos del Medio y Pavón, en la provincia de Santa Fe; el primero con la división de la provincia; Florencio Varela creía que la capital debía fijarse en un punto que no fuese Buenos Aires, como opinaba también Alberdi, que pensó al principio en Paraná; así lo expresaron Carlos Tejedor, Juan José Montes de Oca, José Mármol; Sarmiento proponía la isla de Martín García, más tarde Rosario y por último una ciudad aún no formada; Vélez Sarsfield y Juan S. Fernández se inclinaban en favor de San Fernando; Luis Vélez, Warcalde, Villada, Terán, Quinteros, Guillermo Rawson y Achával Rodríguez querían que fuese Córdoba, aunque el penúltimo quiso después una ciudad futura y el último se inclinó por Buenos Aires, etc., etc. Joaquín Granel insistió ario tras ario en que la capital fuese Rosario y logró la aprobación de leyes al respecto; también estuvieron en favor de Rosario, Achával Rodríguez, Igarzábal, Villada, Warcalde, Manuel Quintana y Funes.

La federalización de Buenos Aires ya había sido una de las causas de la caída de Bernardino Rivadavia, por la resistencia hecha a su ley de febrero de 1826, el problema de la federalización siguió siendo un problema por muchos arios, hasta 1880.

Bartolomé Mitre
Bartolomé Mitre 
En agosto se realizaron las elecciones de electores presidenciales y el 5 de octubre se reunió el Colegio Electoral, eligiendo por unanimidad a Mitre como presidente constitucional de la Nación. Como vicepresidente fue elegido Marcos Paz, elegidos por el colegio electoral el día 5 de octubre. La presidencia de Mitre fue la cuarta de la presidencias constitucionales y la primera de las tres que suelen denominarse presidencias históricas. Estas presidencias históricas, que —junto con las de Justo José de Urquiza y Santiago Derqui— fundaron el Estado argentino moderno y restablecieron la hegemonía política de Buenos Aires sobre el resto de las provincias, perdida luego de la Batalla de Caseros. En conjunto, estas cinco presidencias suelen reunirse con el nombre de Organización Nacional. Mitre asumió la presidencia el 12 de octubre de 1862. Tres de los cinco ministros que lo acompañaban eran porteños; los otros dos eran provincianos que residían en Buenos Aires, uno de ellos desde hacía cinco años y el otro hacía cuarenta años.


Felix Frias

Félix Frías a fines de 1839 se unió a la "cruzada libertadora" del general Juan Lavalle, e hizo con él la larga campaña por el interior del país, luchando en las batallas de Don Cristóbal y Sauce Grande y en la invasión a Buenos Aires y Santa Fe. Tras la toma de Santa Fe, organizó una "junta de notables" que nombró gobernador a Pedro Rodríguez del Fresno, y fue ministro de gobierno de éste. Pero enseguida se unió a Lavalle en su campaña a Córdoba; combatió en las derrotas de Quebracho Herrado y Famaillá. Después de esa derrota, huyó a Bolivia y de allí pasó a Chile. 
En el congreso Félix Frías dijo en su exposición en el Congreso : "Nos gusta más ser provincia libre que nación sin libertad. . . Rechacemos resueltamente y sin vacilar esa ley y al mismo tiempo tendamos a sus autores la mano de amigos".



Eduardo Costa

Eduardo Costa fue varias veces diputado provincial, y durante la gobernación de Mitre fue su ministro de educación, y luego de gobierno. Cuando, después de la batalla de Pavón, Mitre fue electo presidente de la Argentina, nombró a Costa ministro de Justicia e Instrucción Pública.
Como ministro de justicia, logró la organización de la Suprema Corte de Justicia y la instalación de juzgados federales en todas las capitales provinciales. En la práctica, ese período fundó el Poder Judicial argentino, algo en lo que el gobierno de Urquiza había fracasado por completo. También creó los primeros registros civiles del país.
En cuanto ministro de educación, se concentró en fundar los Colegios Nacionales de muchas provincias – sobre la base de los existentes – para unificar la educación secundaria del país. Según el mismo Mitre, sus intereses no eran tanto educativos como políticos, ya que se proponía unificar ideológicamente a las clases medias y altas del país. Sus modelos principales eran el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay – modelo en su época para todo el país – y el de Colegio Nacional de Buenos Aires. Prestó relativamente poca atención a la educación primaria, que dejó generalmente en manos de los gobiernos provinciales. Apenas participó en la política interna de la Universidad de Buenos Aires y la de Córdoba, las dos únicas existentes en el país, que dejó en manos de sus respectivos consejos académicos.



Gabinete de mitre

Mitre nombró como ministros a figuras que aparte de gozar de su confianza personal también son reconocidos por su capacidad y experiencia: Guillermo Rawson en Interior, Rufino de Elizalde en Relaciones Exteriores y Culto, Juan Andrés Gelly y Obes en Guerra y Marina, Dalmacio Vélez Sarsfield en Hacienda y Eduardo Costa en Justicia e Instrucción Pública.



Organización del Estado

La cuestión de la Aduana fue resuelta con una ley de 1863 —que favorecía el comercio con Europa y bajaba los impuestos al comercio exterior—​ y con la reforma constitucional de 1866, que restableció la facultad de la Nación de establecer y percibir los derechos a la importación.
Instalado el Congreso y el presidente, faltaba organizar el Poder Judicial, que se rigió por una ley sancionada al día siguiente de la asunción de Mitre. La Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina comenzó a funcionar el 15 de enero de 1863, y en los meses siguientes se organizaron juzgados federales en todas las provincias.​ También nacionalizó la vigencia del Código de Comercio del Estado de Buenos Aires.

Su política educativa estuvo orientada a la extensión y unificación de la enseñanza secundaria, con la idea de extender las ideas liberales entre los jóvenes que pudieran acceder a ella;56​ se fundaron colegios nacionales en Salta, Tucumán, Mendoza, San Juan y Catamarca, y se nacionalizó el Colegio Nacional de Buenos Aires.​ Se inició la construcción de los ferrocarriles Central Argentino –de Rosario a Córdoba– y del Sur; el gobierno bonaerense provincializó el Ferrocarril Oeste.
Durante su presidencia fue fundado, el 15 de noviembre de 1867, el Ferrocarril Andino, siendo así el primero del Estado Nacional argentino. Permitió enlazar las provincias de San Juan, San Luis y Mendoza con la ciudad de Rosario, usando las vías del Ferrocarril Central Argentino.

Otras medidas administrativas

El 10 de setiembre de 1863, fueron condenados a desuso la vara, la libra y el cuartillo, herencia colonial, con una serie de múltiplos y submúltiplos, adoptando para las pesas y medidas el sistema métrico decimal.
Se dispuso la realización de un censo general de la población en todas las provincias y el establecimiento de tarifas postales en todo el país; fue nacionalizado el Correo de Buenos Aires. Se organizó el Crédito Público Nacional y fue sancionada la ley de patentes de invención. Para ordenar la libre navegación de los ríos, fueron creadas las capitanías de puerto en las provincias ribereñas, señalando los requisitos que debían llenar en cada caso los navíos que entrasen y saliesen; también se estableció el reglamento de policía para la navegación de cabotaje en todo el litoral de la República.
El 21 de septiembre de 1863 se firmó un tratado con España mediante el cual se reconocía la independencia de la República Argentina.
En cuanto a las relaciones exteriores Mitre inició una política de no intervención en los asuntos latinoamericanos. Mantuvo al país al margen de distintos conflictos como el de Perú y España cuando este no reconoció la independencia peruana, el de la intervención francesa a México o la reincorporación de la República Dominicana a España.

Comisiones para la reglamentación legal

Una ley del 9 de junio de 1863 autorizó al poder ejecutivo a designar comisiones encargadas de la redacción de los códigos civil, penal, de minería y las ordenanzas del ejército. En virtud de esa ley fue encargado Vélez Sarsfield de la redacción del Código civil, y Carlos Tejedor de la del Código penal.
El proyecto de Tejedor sirvió de fundamento al Código sancionado en 1886; el Código de minería, del que fue encargado Domingo de Oro, llevado al Congreso en 1864, promovió la disconformidad con las ideas que sustentaba contrarias a la propiedad minera de las provincias, pero asimismo sirvió para la redacción del código aprobado en 1886. El Código civil fue aprobado en 1869, en la presidencia de Sarmiento, y cuando Mitre era senador por la provincia de Buenos Aires. El puesto de Vélez Sarsfield en el gobierno fue ocupado por Lucas González, desde fines de 1863.

Medidas culturales y educativas

En el orden cultural, la presidencia de Mitre quedó ligada a varias iniciativas duraderas las que ya habían comenzado cuando Mitre era gobernador de Buenos Aires, con Sarmiento ministro de instrucción pública, primero, y luego jefe del departamento de escuelas, inauguró la escuela de Catedral al Norte, en las fiestas julias de 1860, con asistencia de UrquizaSarmiento. Como presidente de la Nación dictó una ley el 4 de noviembre de 1862 con la cual se ayuda a las provincias para subvenir a las necesidades del sostenimiento de la instrucción primaria.

Eduardo Costa dispuso la investigación del estado de los colegios secundario de Montserrat y de Concepción del Uruguay, misión encomendada a Juan D. Vico y Eusebio Bedoya; presentados los informes consiguientes, Mitre dictó el decreto del 14 de marzo de 1863, refrendado por Eduardo Costa, creando el colegio nacional Buenos Aires, para la educación científica preparatoria, sobre la base del Colegio seminario y de ciencias morales, dirigido por José Eusebio Agüero, que era, a través de múltiples transformaciones, el antiguo Colegio de San Carlos. El 9 de diciembre de 1864 se crean los colegios nacionales de Mendoza, San Juan, Tucumán, Salta y Catamarca. Para la dirección del colegio de Buenos Aires fue llamado de Tucumán el pedagogo francés Amadeo Jacques, que quedó en la historia tanto por la labor desarrollada como por la evocación que de él hace Miguel Cané en Juvenilia, y Federico Tobal en sus Recuerdos del viejo Colegio Nacional; Amadeo Jacques murió en el desempeño de la rectoría en 1865.

Mitre encargó a una comisión especial, en marzo de 1865, el estudio de un plan de instrucción general y universitario para someterlo en su oportunidad al Congreso; esa comisión fue compuesta por Juan María Gutiérrez, José B. Gorostiaga, Juan Thompson, Alberto Larroque y Amadeo Jacques, los cuales produjeron un informe de alto valor. Mitre y Sarmiento ofrecieron al sabio alemán Burmeister la dirección del museo de Buenos Aires en 1861 y con él se inició el estudio metódico de las ciencias naturales, especialmente en el campo paleontológico, y en 1864 comienzan a ver la luz los Anales del Museo Público de Buenos Aires, publicación de renombre mundial. La vida universitaria en Buenos Aires se reorganizó con la presencia en el rectorado de la universidad de Juan María Gutiérrez.
Es interesante recordar los sueldos que por ley se asignó a los funcionarios y congresales; al presidente de la República, 18.000 pesos al año; al vicepresidente, 8.000; los ministros, 7.000; a los diputados y senadores, por los cinco meses de sesiones, 3.500 pesos y un viático de un peso por legua desde el lugar de residencia. 

Creación de la Sociedad Rural

Con independencia del gobierno, pero en el ambiente progresista creado, se constituyó el 10 de julio de 1866 la Sociedad Rural Argentina, que fue como un complemento de la acción colonizadora y de la producción agraria en general. Fueron sus iniciadores J. y F. Martínez de Hoz, Eduardo Luis Olivera, Amadeo Casares, Ricardo B. Newton, Francisco B. Madero, Lorenzo Fernández Agüero, Leonardo Pereyra, Jorge R. Stegman, Ramón Vitón, Juan N. Fernández, Jorge Temperley. Presidió sus destinos en 1866-70 José Martínez de Hoz, desde 1870 a 1874 Eduardo Olivera. Auspició esa entidad de exposiciones de productos ganaderos y agrícolas desde 1875 y su historia equivale a la historia de la riqueza ganadera, al mejoramiento de las razas y a la modernización, aprovechamiento y comercialización de las carnes.

Fue durante la presidencia de Mitre, en agosto de 1865, cuando llegó al actual Puerto Madryn, a bordo del Mimosa, un núcleo de colonos galeses, que poblaron y colonizaron la actual provincia de Chubut.

William Wheelwright

William Wheelwright construyó el Ferrocarril Central Argentino entre las ciudades de Córdoba y Rosario. La compañía que lo construyó se constituyó especialmente en Londres y firmó el contrato en marzo de 1863, con el ministro del interior, Guillermo Rawson. Del contrato firmado resaltan cuatro cláusulas: una cláusula de exclusividad para que únicamente esa compañía pudiera construir un ferrocarril hacia la Cordillera de los Andes; esta cláusula nunca fue aprovechada por el Central Argentino, porque no le convenía económicamente. Otra, fijando los tribunales de Londres para dirimir los posibles juicios entre el Estado argentino y la Compañía. También se le concedió la garantía de una ganancia mínima — que era muy alta en comparación con las ganancias que obtenían los ferrocarriles en Europa. Mucho más tarde, se utilizaría esta cláusula para estafar al fisco, declarando gastos inexistentes y obligando al Estado a cubrir los quebrantos que éstos ocasionaban. Por último, se le concedía en propiedad plena una legua de terreno a cada lado de las vías - excepto desde 4 leguas de Rosario, hasta 4 leguas de Córdoba - y una legua a cada lado de las ciudades de San Gerónimo y Villa María. En total, alrededor de 2 millones de hectáreas pasaron a ser propiedad de la empresa. Estas tierras fueron compradas a precio de desierto por el Estado nacional a sus dueños originales, aunque la mayor parte de las mismas eran de las mejores tierras agrícolas del país, que el Ferrocarril vendió lentamente durante décadas, después de haber sido valorizadas por el paso de las vías.




Ferrocarril central argentino

Locomotora del Ferrocarril Central Argentino que llevó a cabo el primer trayecto entre Rosario y Cañada de Gómez el 1 de mayo de 1866.



Amadeo Jaques

Amadeo Jaques fue un educador francés, filósofo, psicopedagogo, catedrático de la Sorbona de París. Tuvo a su cargo la cátedra de física de la Universidad de Buenos Aires, actuó como director del Colegio San Miguel de Tucumán1​ y como director de estudios del Colegio Nacional de Buenos Aires.Murió en Buenos Aires el 13 de octubre de 1865. La noche anterior había ido al teatro y a la mañana siguiente su hija lo encontró muerto en su cama.



Sociedad rural y sus fuindadores

Los socios fundadores de la sociedad Rural fueron sus iniciadores J. Martínez de Hoz, Eduardo Luis Olivera, Amadeo Casares, Ricardo B. Newton, Francisco B. Madero, Lorenzo Fernández Agüero, Leonardo Pereyra, Jorge R. Stegman, Ramón Vitón, Juan N. Fernández, Jorge Temperley. 



Paraguay luego de la muerte de su presidente, Carlos Antonio López, queda en manos del mariscal Francisco Solano López, su hijo - se ha transformado en el fenómeno más singular de América latina. Rodeado por poderosos vecinos, con fronteras no determinadas todavía, su situación especial obliga a una política de fortalecimiento interno y de militarización rigurosa. 

Gobernado férreamente, pero con orden, muy pronto alcanza un progreso extraordinario, al punto de motivar elogios en Europa. Ya en 1859 Paraguay contaba con un ferrocarril que era el primero de Sudamérica: 300 kilómetros de Asunción a Villa Rica. Su telégrafo tiene una extensión similar - Asunción a Paso de la Patria - y el pequeño territorio es asiento de importantes factorías. Entre otras fábricas, se destacan las de papel y jabón; posee astilleros, marina mercante propia, compuesta de 11 vapores, y, sobre todo semialtos hornos procedentes de Prusia.

A diferencia de Buenos Aires, no importa productos alimenticios ni tiene deuda externa, este milagro latinoamericano no cae bien a sus vecinos. La intervención brasileña en la Banda Oriental - consentida por Buenos Aires - es criticada por López, que ve en ella una futura amenaza. Inicia una laboriosa gestión diplomática exigiendo explicaciones, sin olvidar de mantener vivos sus contactos con Urquiza, su amigo. Intuye la marcha de la crisis y se prepara para la guerra.

Buenos Aires no condena la arbitrariedad brasileña ni hace respetar las obligaciones del tratado de 1828, y Paraguay queda solo. Los diarios porteños satirizan al gobernador paraguayo. Alberdi, Guido y Spano, Olegario Andrade, entre otros, denuncian el peligro y se ponen del lado de Asunción.
En 1865 se forma la triple alianza (Argentina, Brasil y Uruguay) contra Paraguay. La crisis existente se había deteriorado progresivamente con la ocupación brasileña de las ciudades orientales de Melo y Paysandú. El Mariscal López, que forzaba a expedirse a Buenos Aires buscando la rebelión mesopotámica contra Mitre, declaró la guerra al Brasil. Mitre, con astucia, dejaba hacer.

López solicitó pasar por una franja de territorio argentino obligado por la geografía: fue el motivo para que Mitre se resolviera por la guerra con Asunción. A esta altura, Uruguay, en distintas manos, integró la Triple Alianza. En forzoso discurso Mitre adelantó: “en tres días en los cuarteles, en tres semanas en el campo de batalla y en tres meses en la Asunción”.

La noticia conmocionó a la opinión pública local, que no vio con buenos ojos el ataque al Paraguay. La correlación de fuerzas, por otra parte, desató en la misma Europa una serie de críticas y casi todos sus países expresaron su simpatía por el gobierno de Asunción. Brasil contaba con 8.000.000 de habitantes y una renta de 20.000.000 de pesos fuertes. La Argentina, 1.200.000 habitantes y una renta de 8 millones. Uruguay, 350,000 habitantes y una renta de 2.918.000 pesos. Nada haría Paraguay con sus 600.000 habitantes y su renta de 1.200.000 pesos.

El desarrollo de los acontecimientos bélicos de este año tuvo como escenario a la Argentina y al Brasil, ya que la ofensiva paraguaya ganó suficiente terreno, llegando a ocupar Corrientes. Muy pronto el peso de los aliados ,se hizo sentir..y, pese a la heroicidad mostrada, el ejercito paraguayo frenó su ímpetu tras ser derrotado en Yatay y Uruguayana. Antes de terminar el año las fuerzas del mariscal  López se aprestaban a luchar en su propio territorio acosadas por un enemigo que actuaba sin piedad. La lucha repercute en Buenos Aires, la que no obstante la conflagración, proseguía su vida progresista.

Francisco Solano López

Francisco Solano López fue el segundo presidente constitucional de la República del Paraguay entre 1862 y 1870. Se desempeñó como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, presidente y jefe supremo de la nación paraguaya durante la Guerra de la Triple Alianza. Sucedió como presidente a su padre Carlos Antonio López, electo por el Congreso Nacional como presidente de la República por un período de diez años.



El embajador ingles Thornton presiono e influyo para la firma de un tratado el 22 de agosto de 1864 entre el representante del imperio brasilero José Antonio Saraiva , y el argentino Rufino de Elizalde , este acuerdo permitió que Brasil invadiera al Uru

El embajador ingles Thornton presiono e influyo para la firma de un tratado el 22 de agosto de 1864 entre el representante del imperio brasilero José Antonio Saraiva , y el argentino Rufino de Elizalde , este acuerdo permitió que Brasil invadiera al Uruguay y que Argentina no intervenga en ese tema , el documento fue el antecesor del documento secreto de la triple alianza.



Mitre y Lopez

Desde septiembre de 1863 Francisco Solano López tuvo correspondencia con Bartolomé Mitre al observar las operaciones realizadas por Mitre que pese a ser neutral hacia acciones que beneficiaban al partido Colorado al que pertenecía Venancio Flores pero también muchos de los oficiales del Ejercito Argentino que habían peleado contra Rosas y luego contra Urquiza



Alzamientos federales en el Interior

Contra el gobierno de Mitre se sublevó en 1862 desde La Rioja, Angel Vicente Peñaloza, "el Chacho", quien contaba con apoyo en las zonas rurales del interior. Esto le permitió extender su influencia a Catamarca, San Juan, San Luis y Córdoba. Denunció la nueva política centralista porteña y los asesinatos cometidos en su nombre. Inicialmente Mitre llegó a un acuerdo con Peñaloza pero este consideró a Mitre un traidor ya que continuó persiguiendo a sus seguidores, por lo que reinició la guerra.

El Chacho Peñaloza

Los intentos de protesta contra el predominio de Buenos Aires tuvieron por cabeza y por bandera al general Ángel Vicente Peñaloza, el Chacho había combatido junto con Lavalle y disfrutaba de una popularidad y un prestigio enormes. Durante la batalla de Pavon el Chacho había mandado una división del ejército en el Centro de la batalla de Pavón , una vez derrotada la Confederación, siguió luchando contra los vencedores , tomando como  campo de acción abarcó varias provincias, y cuando la superioridad militar lo abatía en una provincia, reaparecía en otra con huestes fieles. 
Paunero quiso negociar con él para que depusiera las armas, valiéndose de varios comisionados, pero no logró ningún resultado efectivo, reanudando la lucha al poco tiempo

Peñaloza  fue batido completamente por el coronel Sandes el 19 de marzo, pero el Cacho no tardó en reponerse del desastre y en reunir un millar de combatientes con los que presentó batalla al coronel Iseas y le arrebató la caballería. 

Para derrotarlo se organizaron fuerzas militares con colaboración de los gobernadores de Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y San Juan. Mitre le dio a Sarmiento, gobernador de San Juan, la dirección de esta guerra. Peñaloza resistió con sus montoneras hasta noviembre de 1863, fecha en que fue tomado prisionero y muerto en Olta (La Rioja).

Entre 1864 y 1866 hubo en las provincias del interior distintos alzamientos contra las autoridades nacionales y contra los reclutamientos forzosos para obtener soldados en la impopular guerra del Paraguay. En 1866 estalló en Mendoza la "rebelión de los colorados" liderados por Juan Saa y en 1867 el sanjuanino Juan de Dios Videla entró en San Juan, la rebelión continuó y Saa tomó San Luis mientras el riojano Aurelio Zalazar avanzó sobre La Rioja.
Felipe Varela, hombre del Chacho, regresó de su exilio en Chile y organizó a las fuerzas contrarias al gobierno nacional. Antonio Taboada, caudillo santiagueño aliado de Mitre enfrentó a Varela y lo venció en abril de 1867 en Pozo de Vargas. Este huyó primero a Bolivia y luego a Chile donde murió en 1870.

EL Chacho Peñaloza

En noviembre de 1863 el coronel Irrazábal persiguió al Chacho hasta Los Llanos, pero mientras lo buscaban Peñaloza se rindió al comandante Ricardo Vera en Loma Blanca, un paraje aledaño al pueblo de Olta, entregándole su puñal, la última arma que le quedaba. Una hora más tarde llegó Irrazábal y de forma vengativa lo asesinó con su lanza, y a continuación hizo que sus soldados lo acribillaran a balazos. Su cabeza fue cortada y clavada en la punta de un poste en la plaza de Olta. Una de sus orejas presidió por mucho las reuniones de la clase "civilizada" de San Juan. Su esposa, Victoria Romero, fue obligada a barrer la plaza mayor de la ciudad de San Juan, atada con cadenas



Felipe Varela

La Sucesión Presidencial

Cuando finalizaba el período presidencial de Mitre surgieron distintas candidaturas a la presidencia. El autonomismo porteño postuló a Adolfo Alsina, los federales del interior a Justo José de Urquiza, el partido nacionalista a Rufino de Elizalde (ministro de Relaciones Exteriores de Mitre) y la oficialidad del ejército y algunos gobernadores presentaron a Sarmiento.

Mitre anunció su prescindencia en la cuestión pero envió una carta a Jose María Gutiérrez que fue publicada en el periódico La Nación Argentina donde le objetaba todas las candidaturas menos la de Sarmiento. Esta carta se conoce como el testamento político de Mitre.

Alsina sin ningún apoyo en el interior retiró su candidatura y se unió a Sarmiento para vencer a los nacionalistas. Se integró así la fórmula SarmientoAlsina que triunfó en las elecciones el 12 de abril de 1868.