Vuelve a agudizarse la lucha económica entre Buenos Aires y la Confederación. Esta última sufre una crisis por las rentas, y se nota el rápido crecimiento de Rosario alentada indirectamente por la nueva situación. Arriba al país el geólogo, paleontólogo y botánico Burmeinster a fin de realizar estudios integrales y redactar después una descripción física de la República Argentina.

Este año se inaugura el servicio de alumbrado a gas y se construye el Mercado del Plata. Aparece el periódico militar “El Soldado de la Ley”. Se funda la municipalidad de la ciudad de Buenos Aires y la Sociedad de Farmacias. Estimulada por la construcción del ferrocarril del Oeste, comienza la especulación en créditos y tierras.

Funciona en la ciudad el Club Germanía y se instala en Baradero una colonia agrícola integrada por suizos recién llegados a nuestro puerto. Se construye un segundo puente de Burgos, sobre el Riachuelo, pero se derrumba por fallas técnicas. Se sanciona la primera Constitución de Santiago del Estero, y una convención especial dicta la correspondiente a la provincia de San Juan.

Es un año signado por el buen ánimo hacia todos los países vecinos, fruto de lo cual son varios tratados de amistad, comercio y navegación con el Brasil, de amistad y navegación con Paraguay, y sólo de amistad con Chile. En este último se incluye una cláusula - la número 39 - que es mal mirada por algunos diputados que elevan su crítica. Su texto es el siguiente: “Ambas partes convienen en aplazar la cuestión de límites suscitada y las que pudieran suscitarse para discutir pacíficamente, sin recurrir jamás a medidas violentas y, en caso de no arribar a un arreglo, someter la discusión al arbitrio de una nación amiga”.

A raíz de una revolución, el Gobernador José María Cullen, de Santa Fe, es derrocado. Una asamblea popular nombra a su reemplazante: el General Juan Pablo López. La muerte del año: Vicente López y Planes, autor del Himno Nacional Argentino, a los 71 años de edad. La Sociedad de Beneficencia aprueba una moción de la señora Benita Guerrico de Eguren a fin de que sean repatriados los restos de Bernardino Rivadavia.

Para el ejército de la Confederación es creado el Batallón Nº6 de Infantería, dándose este nombre a la compañía de Infantería que tiene a su cargo la guarnición de Rosario. Ganado por la ciudad, Sarmiento se mueve en ella como un viejo porteño. Este año es elegido miembro del Concejo Municipal por la parroquia de Catedral al Norte; a su vez, el gobierno bonaerense lo designa jefe del Departamento de Escuelas. De la campaña bonaerense llegan noticias de un desastre: hordas del cacique Calfucurá saquean la localidad de Azul. A fin de reprimir las depredaciones el gobierno envía al General Hornos, quien es vencido por el audaz cacique. Eso motiva una nueva expedición, esta vez al mando de Mitre. Soldados e indios pelean en Sierra Chica y otra vez la victoria es de los indios. Ante esta realidad no queda otro recurso que el de transar, por lo que se concerta un tratado de paz y amistad.

Y Sarmiento sigue siendo noticia. A partir de la Constitución la ciudad se ha repartido políticamente. Por un lado, los reformistas, que critican el carácter insular adoptado por Buenos Aires y buscan la integración; por el otro, los que apoyan decididamente al gobierno. A los primeros se les llama “Chupandinos”, a los segundos “Pandilleros”. Desde sus respectivos diarios, Sarmiento - defensor de los pandilleros - y Juan José Soto -vocero de los chupandinos- se atacan constantemente, con la pluma. Pero en marzo de este año se encuentran en la calle y pasan a otras armas: la disputa termina a bastonazos y golpes de puño.

Entretanto, se nota un gran movimiento en nuestra agricultura. Dos franceses - Augusto Brougnes y Juan Lelong - preparan el primer proyecto de colonización sistemática y su primer gran fruto es la Colonia Esperanza, que empieza a poblarse a 8 leguas al oeste de la ciudad de Santa Fe, con 200 familias, en su mayoría provenientes de Suiza. Es su fundador el salteño Aarón Castellanos, un activo empresario que viajó a Europa buscando los colonos en combinación con las firmas Vanderest, de Dunkerque; Textor de Francfort, y Beek y Herzog, de Basilea. La mayor parte de estos suizos han sido cazadores y soldados y protagonistas en las revoluciones de 1848, en Roma, Sicilia y Nápoles.

Por fin el verano y algo grato Para los porteños. El hielo, artículo de lujo, llega en barcos especiales de Estados Unidos, envuelto en aserrín, usado como lastre. Un portugués - Miguel Ferreira -, dueño del café del Plata vende entonces los primeros helados. Y éstos causan sensación.