La oposición antiperonista se unió apresuradamente tras el llamado a elecciones. Prácticamente todas las fuerzas políticas que iban desde los conservadores hasta la izquierda radical configuraron la Unión Democrática, una enorme coalición electoral que tenía como objetivo acceder al poder tras el final de la dictadura.
Un mes antes del Día de la Lealtad, el 19 de setiembre de 1945 la oposición al peronismo apareció unida por primera vez con una enorme manifestación de más de 200.000 personas, la Marcha de la Constitución y la Libertad, que se dirigió del Congreso a la Recoleta. Cincuenta personalidades de la oposición encabezaban la marcha, entre ellos los radicales José P. Tamborini, Enrique Mosca, Ernesto Sammartino y Gabriel Oddone, el socialista Nicolás Repetto, los radicales antipersonalistas José M. Cantilo y Diógenes Taboada, el conservador (PDN) Laureano Landaburu, los demócratas cristianos Manuel Ordóñez y Rodolfo Martínez, el comunista Luis Reissig, el demócrata progresista Juan José Díaz Arana, el rector de la UBA Horacio Rivarola. La Bolsa de Comercio presionó a la Cámara de Comercio para cerrar todos los establecimientos de la ciudad el día de la marcha. Según algunos autores, dicha marcha era el inmovilismo agrarista que rechazaba la legislación social de la Secretaría de Trabajo y Previsión.
Luego del llamado a elecciones los partidos Socialista, Comunista, Demócrata Progresista y el Partido Demócrata Nacional, insistieron en la necesidad de realizar una alianza electoral con la Unión Cívica Radical. Esta sin embargo se mantuvo indecisa, debido a la oposición del sector intransigente, encabezado por Amadeo Sabattini, Arturo Frondizi y Ricardo Balbín, entre otros. Finalmente, el 14 de noviembre de 1945 se impuso el sector unionista de la UCR para crear la Unión Democrática (UD) pero con la condición de que la fórmula presidencial fuera exclusivamente radical y que se excluyera al Partido Demócrata Nacional.
El radicalismo eligió como candidatos a dos unionistas: José P. Tamborini y Enrique Mosca. Diversos historiadores destacan los valores morales de Tamborini pero critican su falta de "estatura política" para desafiar a Perón. Los otros partidos también criticaron la exclusión del Partido Demócrata Nacional, a quien la UCR no perdonaba la represión y el fraude electoral sistemático que había desplegado durante la Década Infame. De todos modos el PDN no presentó una fórmula presidencial y dio a sus candidatos a electores la orden de votar la fórmula Tamborini-Mosca, pero su exclusión de la alianza antiperonista facilitó su fragmentación. Mas, en algunos casos, como en Córdoba, el PDN integró formalmente la alianza.
La campaña electoral del peronismo comenzó a partir de octubre, poco tiempo después de la boda de Perón y Eva Duarte. Esta participó activamente en la campaña y tuvo un papel muy destacado, algo insólito en la historia argentina, donde aún no se había establecido el sufragio femenino ya que la participación de las mujeres en la política era nula. Aún antes de la campaña, el peronismo abogaba por el establecimiento del voto femenino para las elecciones de 1946, pero el proyecto finalmente no logró imponerse sino hasta después de la juramentación del gobierno constitucional y una larga discusión parlamentaria que duraría más de un año.
Un rol activo en la campaña cumplirá la Sociedad Rural Argentina (SRA) contando con el respaldo activo del Embajador norteamericano en Argentina, Spruille Braden. Durante la campaña se produjeron dos hechos que afectaron profundamente el resultado, por un lado el descubrimiento de un importante cheque entregado por una organización patronal como contribución a la campaña de la Unión Democrática. El segundo fue el involucramiento en cuestiones internas del Departamento de Estado de Estados Unidos -a instancias del embajador Braden- en la campaña electoral a favor de la fórmula Tamborini-Mosca.
Al mismo tiempo salió a la luz que Raúl Lamuraglia, un hombre de negocios, había financiado la campaña de la Unión Democrática, a través de millonarios cheques del Banco de Nueva York que habían tenido como destino sostener el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical y a sus candidatos José P. Tamborini y Enrique Mosca. Posteriormente en 1951 el empresario aportaría recursos para apoyar el golpe de Estado fallido del general Benjamín Menéndez contra Perón, y en 1955 financiaría el Bombardeo de Plaza de Mayo.
La Unión Democrática contaba con el apoyo de las principales organizaciones patronales de derecha, como la Sociedad Rural Argentina, así como los periódicos conservadores La Prensa y La Nación y la embajada de Estados Unidos, acentuando la alianza con los sectores más conservadores durante la campaña, con el obvio propósito de atraer a todas las fuerzas antiperonistas. Sin embargo, era liderada por la Unión Cívica Radical, partido tradicionalmente enfrentado con los conservadores, y estaba integrada también por el Partido Comunista y el Partido Socialista, hasta entonces las dos mayores fuerzas de la izquierda política del país. En diciembre de 1945, por presión peronista y de los sindicatos, el gobierno militar sancionó el Decreto-Ley 33.302/45 creando el aguinaldo y otras mejoras laborales.
Las organizaciones patronales resistieron abiertamente la medida. Al finalizar diciembre de 1945 ninguna empresa había pagado el aguinaldo. La CGT declaró entonces una huelga general, que fue respondida por el sector empresario con un lock-out en las grandes tiendas comerciales. La Unión Democrática, incluyendo contradictoriamente a los partidos de tendencia izquierdista que la integraban (Socialista y Comunista), apoyó en el conflicto al sector patronal criticando el aguinaldo. Sin embargo pocos días después fue el propio sector empresario el que llegó a un acuerdo con los sindicatos y decidió aceptar el aguinaldo, aunque pagándolo en dos cuotas, por lo que el evento solo consiguió deteriorar y socavar aún más la imagen de la oposición al peronismo.
Aunque se considera que la campaña fue limpia, ocurrieron algunos incidentes violentos durante la misma, provocados principalmente por la polarización "Perón-UD" , en medio de la campaña electoral de 1946, sectores ligados a la Sociedad Rural Argentina, la sección local de la Unión Cívica Radical y el Partido Liberal de Corrientes planearon un atentado contra la vida de Perón en Corrientes, el día 3 de febrero de 1946. Este grupo ante la marcha de Perón por las calles de Goya se posicionaron sobre los techos con armas. Desde un vehículo en el que viajaban los liberales Bernabé Marambio Ballesteros, Gerardo Speroni, Juan Reynoldi y Ovidio Robar, dispararon con armas de fuego a la gente que, desde el puerto enterada de la noticia, marchaba hacia el centro para repudiar el intento de asesinato.
El 9 de febrero de 1946 se realizó el cierre de campaña de la Unión Democrática, apoyada mayoritariamente por los medios de comunicación, (exceptuando los periódicos La Época y, posteriormente durante la campaña, Diario Democracia y El Laborista) quienes afirmaron que el acto gigantesco realizado por la coalición era una señal de su rotunda victoria y que "sepultaba las esperanzas de los laboristas".En el acto, los dos principales lemas fueron "Por la Libertad" y "Contra el Nazismo" debajo de grandes fotografías de Tamborini y Mosca, que declararon ser "los verdaderos candidatos del pueblo". Sin embargo, al día siguiente, el peronismo realizó un acto igual de multitudinario, lo que dejó en claro que sería una elección ajustada.
La confianza opositora
En general las fuerzas políticas y sociales de la época preveían una segura y amplia victoria de la Unión Democrática. El diario Crítica calculaba que Tamborini obtendría 332 electores contra sólo 44 de Perón. Incluso, en febrero de 1946, el Partido Demócrata Progresista y el Partido Comunista habían preparado un golpe de estado conducido por el Coronel Suárez, que la Unión Cívica Radical consideró innecesario porque la elección estaba ganada.Incluso el socialista Nicolás Repetto declaraba al cierre del comicio que: "Puede asegurarse que el régimen imperante ha sido abrumadoramente derrotado por las fuerzas democráticas, en una jornada cívica en que cabe reconocer que las fuerzas armadas han cumplido con su palabra de garantizar la pureza del acto electoral".
Jornada electoral
El domingo 24 de febrero se realizaron finalmente las elecciones. De acuerdo con los medios de comunicación de la época, hubo una masiva concurrencia desde incluso antes de que comenzara el horario de votación, formándose largas colas en la mayoría de los centros de todo el país. La votación comenzó formalmente a las 8:00 de la mañana, con normalidad., tanto la conjunción que apoyaba a Perón como la Unión Democrática admitieron ante los medios de comunicación que consideraban que la elección se desarrollaba con corrección, reconocieron que la Junta Militar estaba garantizando una elección libre y justa, y ambos grupos se adjudicaron el triunfo por un margen aplastante. Tamborini declaró que ganarían "por dos a uno" y Perón emitió declaraciones muy similares. Los dos candidatos presidenciales votaron temprano. Perón emitió su voto a las 8:20 de la mañana en un centro electoral de Buenos Aires con dirección la calle Juncal 2961, urna N.º 6, mientras que Tamborini votó en la misma ciudad, en el centro de la calle Carrizo 325, en presencia de varios simpatizantes, que lo aplaudieron.
Con respecto a los incidentes ocurridos durante la jornada, hubo dos accidentes destacados por la prensa el día de las elecciones cerca de centros electorales: en Ramallo, provincia de Buenos Aires, estalló una granada de mano y murieron dos suboficiales, sin que se dieran demasiados detalles al respecto. En la capital provincial de Córdoba, se produjo el vuelco de un camión militar, muriendo dos soldados mientras se dirigían al centro de votación que debían custodiar. Además, Abel Vezurra, apoderado legal del Partido Demócrata Nacional, denunció que un candidato a diputado por la formación en Buenos Aires, Ernesto Arroyo, había sido detenido arbitrariamente.
Las elecciones habían sido convocadas para el 24 de febrero de 1946. Se presentaron dos candidaturas, la Unión Democrática (alianza electoral de la U.C.R., el partido socialista, el comunista y el demócrata progresista) con la fórmula José P. Tamborini y Enrique Mosca. La otra fórmula estaba integrada por Juan Domingo Perón y J. Hortensio Quijano, era una coalición formada por el partido laborista, la U.C.R., junta renovadora y ex miembros del partido independiente.
Los comicios se realizaron con la garantía de las Fuerzas Armadas que movilizaron 14.000 conscriptos para custodiar las mesas y trasladar las urnas.
Los resultados dieron por ganadora la fórmula Perón-Quijano, que asumieron el mando el 04 de junio de 1946.
La coalición peronista obtuvo 1.527.231 sufragios que significaron 307 electores y la Unión democrática 1.207.155 votos que implicaron 72 electores.
Durante su primera presidencia se pueden distinguir claramente dos etapas, especialmente en el aspecto económico. La primera se extendió entre 1946 y 1948 y fue coordinada por el Presidente del Banco Central, Miranda. La segunda que fue entre 1949 y 1951 la dirigió el ministro Ramón Cereijó.
En la primera etapa se desarrollo una política diseñada para un período de posguerra. Miranda especuló con la posibilidad de una nueva guerra y puso en marcha el plan quinquenal comprando equipos industriales, y material bélico. La exclusión Argentina del plan Marshall en 1948 agudizó la crisis, al reducirse las reservas de oro y las divisas Perón decidió entonces un cambio drástico en la política económica. Nombró para ello un nuevo equipo encargado de ordenar la situación reduciendo el déficit en la balanza de pagos y obteniendo un préstamo en los Estados Unidos.
Creación del Partido Peronista
El 23 de mayo de 1946 Perón ordenó disolver todos los partidos que apoyaron su candidatura con el propósito de crear una sola agrupación. La junta renovadora radical y los independientes acataron la orden pero los laboristas se negaron. Una vez en el gobierno Perón formalizó la creación del Partido Único de la Revolución el 21 de noviembre de 1946 cuyo nombre sería provisorio hasta la reunión del Congreso partidario nacional que le diera una carta orgánica y un programa de acción, hecho que se produjo en 1947. Los seguidores propusieron entonces llamar al partido, peronista.
El Partido Peronista se constituyó formalmente el 15 de enero de 1947. En su proceso de formación hubo fuertes pujas internas entre los miembros de la coalición que llevó a Perón al poder.
Los laboristas fueron el sector más combativo, sus jefes, Ciprianos Reyes y Luis Gay, ambos de extracción sindical (el primero de la carne y el segundo telefónico) no querían abandonar sus principios iniciales y convertirse en un movimiento de organización vertical como proponía Perón.
El enfrentamiento se agravó en el acto de asunción del gobernador de Buenos Aires, coronel Domingo Mercante, quien había sido candidateado por los laboristas.
Las candidaturas
Perón se presentó como candidato del Partido Laborista, fundado exclusivamente para respaldar su candidatura, y contó con el apoyo del Partido Independiente y de la Junta Renovadora de la Unión Cívica Radical. Este partido, desprendido del radicalismo, presentó a Hortensio Quijano como compañero de fórmula de Perón y candidato a vicepresidente.
La oposición antiperonista se unió apresuradamente tras el llamado a elecciones. Prácticamente todas las fuerzas políticas que iban desde los conservadores hasta la izquierda radical configuraron la Unión Democrática, una enorme coalición electoral que tenía como objetivo acceder al poder tras el final de la dictadura.
Luego del llamado a elecciones los partidos Socialista, Comunista, Demócrata Progresista y el Partido Demócrata Nacional, insistieron en la necesidad de realizar una alianza electoral con la Unión Cívica Radical. Esta sin embargo se mantuvo indecisa, debido a la oposición del sector intransigente, encabezado por Amadeo Sabattini, Arturo Frondizi y Ricardo Balbín, entre otros. Finalmente, el 14 de noviembre de 1945 se impuso el sector unionista de la UCR para crear la Unión Democrática (UD) pero con la condición de que la fórmula presidencial fuera exclusivamente radical y que se excluyera al Partido Demócrata Nacional.
Luis Gay en 1944, funda la Federación Obrera de Telecomunicaciones de la República Argentina (FOTRA), y sería clave en la histórica jornada del 17 de octubre de 1945 y, posteriormente, sería uno de los fundadores y referentes del Partido Laborista, la estructura política que acompañó la elección de Juan Domingo Perón. El 20 de abril de 1950, en el marco de regularización del gremio telefónico, se crea la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (FOETRA), que obtiene la personería gremial el 16 de junio. En octubre de 1945 fue el principal organizador, junto con Cipriano Reyes (sindicato de la carne), del Partido Laborista, resultando elegido como presidente del mismo. El Partido Laborista fue responsable del 85% de los votos que le dieron a Perón su victoria electoral del 24 de febrero de 1946.3más tarde fusionándose con otros partidos menores hasta desembocar en la creación del Partido Justicialista. junto con los radicales de Hortensio Quijano y los conservadores y la mayoría de los laboristas. En 1946 fue elegido secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) y designado presidente de la Caja Nacional de Ahorro Postal ese 20 de julio. Un año después, al llegar una delegación de la American Federation of Labour con el propósito de “investigar” la situación del movimiento obrero, esto desató una lógica repulsa de la C.G.T. que no podía permitir la injuriosa injerencia de los norteamericanos en los asuntos nacionales. Luis se entrevistó a solas con Romualdi en el hotel donde se alojaba confrontando con los dirigentes sindicales y con Juan Perón, por entonces presidente, cuyo candidato era, Gay fue desplazado de la conducción de la CGT y reemplazado por Aurelio Hernández.
Entre sus primeras medidas Perón modificó los mecanismos de gobierno del poder ejecutivo, para optimizar la coordinación de los trabajos y controlar personalmente los organismos claves. Para ello creó el Consejo Federal de Coordinación, encargado de vincular las actividades en las provincias, sistematizó las informaciones que debían brindar las reparticiones públicas mediante el Consejo Coordinador de Investigaciones, Estadísticas y Censos creado en julio de 1946. Creó también los ministerios de Asuntos Técnicos y Asuntos Políticos, reorganizó los viejos ministerios y creó nuevas secretarias dándoles a sus responsables rango ministerial y para estas reformas utilizó su experiencia como Vice presidente, Ministro de Guerra, Secretario de Trabajo y Previsión y Presidente del consejo Nacional de Posguerra en la gestión presidencial anterior.
Allí había trabajado con José M. Figuerola, jefe de estadísticas del Departamento Nacional del Trabajo hasta 1944. Ya en ese momento Perón había empezado a diseñar un plan general de industrialización con Figuerola que incluía medidas para intensificar la producción agrícola, promover la minería, proteger algunas industrias manufactureras, fomentar la investigación, generar estabilidad económica y reactivar la industria de posguerra.
Este plan constituyó el programa de gobierno que le permitió a Perón acceder al poder en 1946.Una vez en el gobierno le encargó a Figuerola la redacción y graficación clara del programa de gobierno, actividad que concluyó en octubre de 1946; como restaban cinco años de gobierno decidieron llamarlo Plan Quinquenal: 1947 - 1951. Este fue presentado el 21 de octubre de 1946 ante el poder legislativo y se informó de su puesta en marcha desde el 01 de enero de 1947. Constaba de cuatro aspectos fundamentales para su éxito:
Se incluyeron también una serie de medidas para reformar la educación en todos los niveles, organizar la sanidad y los servicios públicos.Otro hombre clave durante esta etapa fue el presidente del Banco Central, nombrado durante la gestión de Farrel, Miguel Miranda.
Desde su cargo y con el banco recién nacionalizado obtuvo el control de cambios, la emisión de 250 millones de pesos en bonos del Tesoro y la creación del IAPI (Instituto Argentino de Promoción de Intercambio), medidas todas realizadas para obtener la financiación del plan quinquenal.
En mayo de 1947 y con el objetivo de actualizar los datos nacionales para hacer más eficiente la aplicación del proyecto de gobierno se realizó el Cuarto Censo Nacional que contó una población total de 15.893.827 habitantes.Otro aspecto importante que caracterizó el primer gobierno peronista fue la nacionalización de los Servicios Públicos.Una de las primeras operaciones fue la compra de los ferrocarriles a Gran Bretaña.
Esta ofreció al gobierno argentino venderle la red ferroviaria a cambio del saldo en libras esterlinas acumulado en cinco años de exportaciones. La operación se realizó constituyendo una sociedad mixta en septiembre de 1946, el estado argentino incorporó a la sociedad 500 millones de pesos para modernizar las obsoletas unidades y le aseguró a los británicos un rendimiento del 4%, garantizándole una ganancia líquida de 80 millones de pesos anuales. También se prorrogó indefinidamente la cláusula octava de la Ley Mitre, que exceptuaba a los ferrocarriles de todo impuesto nacional, provincial o municipal.El total pagado por el estado a los británicos fue alrededor de 2.700 millones de pesos (tres veces el precios inicial), este precio fue considerado excesivo por la oposición que criticó duramente la operación.También en septiembre de 1946 pasó a manos del estado la empresa de teléfonos subsidiaria de la ITT y conocida popularmente como la Unión Telefónica, por la suma de 319 millones de pesos. También se constituyó como una sociedad mixta llamada Empresa Mixta Telefónica Argentina (EMTA).Otro problema a resolver lo constituyeron los transportes urbanos, se encontraban monopolizados desde 1936 por empresas británicas (la Anglo-Argentina, la Lacroze y la Chadopyf) y eran conocidas como la Corporación de Transportes. La Corporación tenía un importante déficit comercial que fue salvado en reiteradas oportunidades por el gobierno. El estado se convirtió así en su principal accionista y en 1946 las líneas de colectivos y troles fueron expropiadas.Durante 1946 y 1947 Perón trató de resolver la crisis del transporte originada en el aumento de usuarios y la falta de insumos por la guerra comprando nuevas unidades. En junio de 1948 se creó la Secretaría de Transportes que adquirió con la Constitución de 1949 el rango de ministerio. Estas medidas no solucionaron el problema y el déficit originado por los transportes siguió aumentando, por lo que se decidió iniciar la privatización de algunas líneas desde 1951. Se liquidó definitivamente en 1952 y se creó una nueva empresa, Transportes de Buenos Aires.
La política energética fue dirigida desde la Dirección Nacional de Energía, creada en 1943, por el coronel Bartolomé Descalzo, quien coordinó la creación en 1946 de cuatro entidades: Gas del Estado, Combustibles Sólidos y Minerales, Centrales Eléctricas del Estado y Combustibles Vegetales y Derivados.Durante 1947 se fusionaron Centrales Eléctricas del Estado y la Dirección General de Irrigación para dar nacimiento a Agua y Energía Eléctrica, cuyo director, Juan Eugenio Maggi, ejecutó desde allí los proyectos aprobados por el Plan Quinquenal que eran necesarios para industrializar el país y obtener energía barata. Esto solo sería posible si se suplía la energía termoeléctrica por la hidráulica y se generaban transportes baratos. para ello se construyeron diques con sus respectivas centrales hidroeléctricas como el Escaba en Tucumán, el Nihuil en Mendoza, Los Quiroga en Santiago del Estero y seis diques con usinas en Córdoba, seis en Catamarca, cuatro en Río Negro y tres en Mendoza, usinas térmicas en Mar del Plata, Mendoza, Río Negro y Tucumán. En 1943 Argentina tenía una potencia instalada en centrales de 45.000 kilovatios pasando en 1952 a producir 350.000 kilovatios.
Otro de los proyectos energéticos fue la explotación del yacimiento carbonífero de Río Turbio, que se inició en 1947. Para que la explotación fuera posible debieron construirse caminos, puentes, usinas, viviendas, traerse maquinarias y tenderse líneas férreas para unir Río Turbio con el puerto de Río Gallegos.
También se construyó entre 1947 y 1949 el gasoducto que unió Comodoro Rivadavia con Buenos Aires. Permitió aprovechar el gas que escapaba de los pozos petroleros y suspender la compra de carbón de hulla importado para fabricarlo. Costo 50 millones de dólares y fue en ese momento el más largo del mundo, con el la distribución de gas aumentó de 300.000 metros cúbicos por día a 15.000.000 de metros cúbicos y abarató su costo considerablemente.
En materia de explotación petrolera se renovó la flota de buques tanque para transporte comprando 18 barcos al extranjero y se construyó uno nacional, el Figueroa Alcorta. Se exploraron nuevas zonas y se descubrió petróleo en Neuquén, Salta, Tierra del Fuego y Mendoza. También se puso en funcionamiento la destilería de La Plata. En 1946 se inició la renovación de la Flota Mercante del estado con la compra de tres buques a Italia y la compra de la Compañía de Navegación Dodero. La flota Argentina llegó a 1.200.000 toneladas de desplazamiento, lo que le permitió que un importante porcentaje del comercio costero se realizara con la flota argentina.
En 1950 se creó una empresa estatal de vuelos, Aerolíneas Argentinas, que monopolizó el cabotaje y realizó viajes a Nuevas York Europa. Poseía 36 aviones Douglas DC 3 para cabotaje y nuevos DC 4 para vuelos internacionales y se construyó el aeropuerto internacional de Ezeiza Ministro Pistarini. Se desarrolló un importante plan de obras públicas cuyas actividades fueron coordinadas por el ministro de Obras Públicas general Juan Pistarini y por el Banco Hipotecario Nacional. Su actividad se centró especialmente en la construcción de viviendas ya que según el último censo el déficit habitacional del país era de 650.000 unidades. Se implementó para solucionarlo un sistema de préstamos de dinero en efectivo con un bajo interés anual y garantizados mediante una hipoteca. Otra de las funciones del BHN fue la Administración Nacional de la Vivienda, encargada de la construcción de monobloques. Las obras realizadas fueron las de Curapaligue y Avenida del Trabajo, Ricchieri y Avenida General Paz, el barrio San Martín en Merlo, el de Villa Concepción en San Martín, el de Martín Rodríguez en la Boca, el de Camino de Cintura, la autopista a Ezeiza, la Ciudad Evita en Ezeiza y otros núcleos habitacionales en las provincias.
También se construyó el aeropuerto de Ezeiza y una zona de esparcimiento compuesta por tres hoteles y seis piscinas. En una segunda etapa se realizaron hoteles turísticos en Corrientes, Paso de los Libres, Comodoro Rivadavia, Bariloche y San Luis, dos colonias de vacaciones con seis hoteles en Chapadmalal y Embalse de Río Tercero.
Impulsado por la Fundación Eva Perón se construyeron 1.000 escuelas en todo el país y otras importantes obras. También se ocupó de la legislación social, tarea que ya había iniciado en la Secretaría de Trabajo durante su gestión con Farrell. Se completó el sistema de jubilaciones beneficiando a trabajadores independientes, empresarios y profesionales. Se estableció en 1948 un fondo para pensionar a personas sin recursos no acogidas en el sistema jubilatorio y también se legisló sobre la pensión para viudas. En el curso de 1946 se consiguió por primera vez la efectivización del pago del aguinaldo (decreto 33.302 de 1945) que fue muy resistido por los empresarios.
Se crearon y se pusieron en funcionamiento los primeros juzgados laborales. Inicialmente inclinaron la balanza en favor del obrero pero luego mejoraron su funcionamiento y adquirieron respetabilidad. Se legisló sobre el peón rural y se reglamentaron las convenciones colectivas de trabajo reconociendo así el grado de evolución en la organización sindical del proletariado. En materia de asistencia social desarrollo una destacada labor la Fundación Eva Perón.
En política internacional el objetivo primordial fue reconquistar una posición internacional satisfactoria para la Argentina y mantener una postura equidistante de los bloques que lideraban Estados Unidos y la Unión Soviética a la que se llamó Tercera Posición. El punto de partida de esa rehabilitación lo constituyó la firma por parte de Argentina del Acta de Chapultepec (1945) por medio de la cual se reanudaban las relaciones con los países americanos. George Messermith fue nombrado embajador norteamericano en remplazo de Braden. El nuevo embajador fue partidario de una política conciliatoria con Perón, a diferencia del anterior que desarrollo durante su gestión una dura oposición.
Se reanudaron también las relaciones con la Unión Soviética, interrumpidas desde 1917 y se nombró embajador a Cantoni. En 1947 sesionó en Río de Janeiro la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores, conocida como Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad del Continente. Allí se firmó el Tratado de Río de Janeiro conocido como TIAR, Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, con la participación de todos los estados americanos excepto Ecuador y Nicaragua. Fue un pacto de defensa hemisférica por el cual cualquier ataque a una de ellas sería considerado contra todas y castigado con sanciones diplomáticas y comerciales, las sanciones militares serían optativas. Para su aplicación era necesario el voto de los dos tercios de los signatarios (posición contraria a la Argentina que mocionó el voto unánime). También se estableció la zona de seguridad continental desde el Polo Norte hasta el Polo Sur incluyéndose las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.
En abril de 1948 sesionó en Bogotá la IX Conferencia Interamericana que buscaba encontrar estructura de la Organización de Estados Americanos, OEA. La delegación argentina presidida por el canciller Bramuglia se opuso a que la OEA se constituyera en un superestado que limitara la soberanía de las partes. Durante 1948 y 1949 se suscribieron más de veinte convenios bilaterales con Europa, Asia y América, destacándose el convenio ANDES (febrero de 1948) con Gran Bretaña que establecía el pago de los ferrocarriles con exportaciones de ese año y la liberación de los saldos bloqueados en Londres aunque no podían usarse fuera del área de la libra esterlina, la compra los ingleses de carbón, petróleo, acero y productos químicos. Este convenio fue renovado anualmente hasta 1955. Con España suscribimos en abril de 1948 otro convenio por el que les otorgábamos un crédito de 1750 millones de pesos pagaderos en pesetas con cuatro de plazo y les asegurábamos la provisión de trigo y la compra de barcos mercantes.
En 1950 se evidenció una preocupante situación económica causada por la exclusión del plan Marshall, además durante dos años seguidos hubo una gran sequía que redujo el área cultivable, también el desmesurado aumento del gasto público fruto de las nacionalizaciones agotaron las divisas. Se hizo necesario recurrir a un préstamo de Estado Unidos por 125 millones de dólares. En agosto de 1951 el Congreso sancionó la ley que incorporaba con el carácter de provincias a los territorios nacionales de el Chaco, La Pampa y Misiones.
Nacionalización ferroviaria
Durante los años de la Segunda Guerra Mundial entre 1939 y 1945 la Argentina continuo con la exportaciones agrícolas y ganaderas a Gran Bretaña en guerra que dedicaba su economía a los gastos de guerra, esto causo un gran Crédito en libras a favor de la Argentina.
El 13 de febrero de 1947 se firmó el acta de compra y el 1º de marzo de 1948, el gobierno argentino tomó formal posesión de los ferrocarriles británicos. Para los argentinos, manejar los ferrocarriles era visto como un acto de soberanía. El proceso de industrialización que estaba desarrollando la Argentina requería de un Estado fuerte, y unos ferrocarriles en manos nacionales que impulsen la producción nacional.
La red ferroviaria continuó creciendo hasta 1954, año en que se llegó a los 47 mil kilómetros de extensión, el mayor récord de extensión en su historia. Junto a ello durante esta etapa peronista se crearon las escuelas técnicas; dentro de la Empresa FF.C.A se realizó la capacitación y posterior ingreso de los hijos de los ferroviarios ( Escuelas Fábricas: Ley Nº 12.921)
Entre 1946 y 1948 todas las líneas férreas fueron estatizadas bajo la órbita de la Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino (EFEA, luego Ferrocarriles Argentinos)8 y recibieron nombres de personalidades destacadas de la historia argentina: San Martín, Belgrano, Sarmiento, Urquiza, Mitre y Roca. Una particularidad es que cada línea pasa por zonas que recorrió la persona de la que lleva el nombre.La compra de los ferrocarriles significaba terminar con el drenaje de divisas que era multimillonario, recuperar el dominio de las tarifas y del trazado de los ramales lo que permitiría estimular actividades para lograr desarrollos regionales más equilibrados.
La nacionalización de los ferrocarriles se incluían unas 25.000 propiedades inglesas que aparecían como bienes indirectos y en los cuales se encontraban puertos como el de Bahía Blanca, empresas eléctricas, empresas de tranvías, de transportes automotores, hoteles, etc.
El 25 de marzo de 1946, Farrell dicta el decreto ley 8.503 mediante el cual nacionaliza el Banco Central y todo el sistema bancario de la Argentina, designándolo a Miranda presidente de aquél, manteniendo paralelamente su cargo en el IAPI. Llevó a cabo las negociaciones con empresarios ingleses para la estatización de la red ferroviaria argentina, dando lugar al nacimiento de Ferrocarriles Argentinos, lo que le valió ser conocido como el rey de la hojalata.
El Primer Plan Quinquenal argentino fue un procedimiento de planificación estatal argentino, del primer gobierno del general Juan Domingo Perón. A principios del segundo semestre de 1946, la Secretaría Técnica de la Presidencia comenzó a preparar un Pacto de Gobierno para el período comprendido por los años 1946 y 1952. El Plan Quinquenal se anunció en el mensaje presidencial del 19 de octubre de 1947 como "Proyecto de Ley" (El Art. 20º daba el "Plan de Realizaciones e Inversiones" y desarrollaba diversos proyectos de ley).
Ramón Cereijo
En junio de 1946, el presidente Juan Domingo Perón lo nombró su primer Ministro de Hacienda, cargo que ocupó hasta 1952. Durante su gestión se profundizó la intervención del Estado en la economía. Mantuvo al Banco Central de la República Argentina bajo control gubernamental, y le impuso un único objetivo: lograr el pleno empleo. En 1946 inició la renovación de la Flota Mercante del Estado con la compra de tres buques a Italia y la compra de la Compañía de Navegación Dodero. La flota Argentina llegó a 1 200 000 toneladas de desplazamiento, lo que le permitió que un importante porcentaje del comercio costero se realizara con la flota argentina.
En 1950 se creó una empresa estatal de vuelos, Aerolíneas Argentinas, que monopolizó el cabotaje y realizó viajes a Nueva York y Europa. Poseía 36 aviones Douglas DC-3 para cabotaje y nuevos Douglas DC-4 para vuelos internacionales; durante su gestión se construyó el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini en Ezeiza.
Se desarrolló un importante plan de obras públicas, cuyas actividades fueron coordinadas por el ministro de Obras Públicas general Juan Pistarini y por el Banco Hipotecario Nacional. Su actividad se centró especialmente en la construcción de viviendas. Se implementó para solucionarlo un sistema de préstamos de dinero en efectivo con un bajo interés anual y garantizados mediante una hipoteca. Otra de las funciones del BHN fue la Administración Nacional de la Vivienda, encargada de la construcción de monobloques. Se completó el sistema de jubilaciones beneficiando a trabajadores independientes, empresarios y profesionales. Se estableció en 1948 un fondo para pensionar a personas sin recursos no acogidas en el sistema jubilatorio, y también se legisló sobre la pensión para viudas. En el curso de 1946 se consiguió por primera vez la efectivización del pago del aguinaldo (decreto 33.302 de 1945). En 1952, como una de sus últimas medidas como ministro del gobierno peronista, saldó completamente la deuda externa: el país, que poco antes había sido deudor de m$n 12 500 millones se convertía en acreedor por más de m$n 5 000 millones.
Gas del Estado Sociedad del Estado fue una empresa pública argentina dedicada a la distribución y comercialización de gas natural en todo el territorio del país, existente entre 1946 y 1992
Después de la capitulación de Alemania en 1945, se produce un masivo arribo de expertos extranjeros invitados por el Gobierno Nacional a continuar con sus desarrollos como sustento de la avanzada tecnológica que vive la Argentina entre 1947 y 1955. Uno de los primeros que aceptaría instalarse en suelo argentino fue Kurt W. Tank, conocido ingeniero que había sido Director de la Fábrica «Focke Wulf Flugzeugbau» de Bremen. Hombre de fuerte talento organizador y destacado aviador de 55 años de edad, Tank había reunido en Alemania su grupo de colaboradores y especialistas, aguardando propuestas de radicación. Inicialmente fue invitado por la Unión Soviética y luego por Inglaterra, sin llegar a un acuerdo. Se decidió por la Argentina que le ofrecía trabajar libremente para desarrollar sus ideas y así es que el científico alemán llega al país portando algunos microfilms y planos de construcción de aviones en desarrollo y algunos del tipo Focke Wulf ya probados. Sin demoras Kurt Tank es incluido en la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba para abocarse a la construcción de un caza a reacción de avanzada.
Hacia 1951, cincuenta y dos profesionales, algunos de renombre internacional como el profesor Thalau, ex Director de la Fábrica de aviones «Fieseler», Röthe, de la Empresa Daimler Benz, Pabst, especializado en dinámica de gases, el Ingeniero Otto Berhens, ex Director del Centro de Ensayos de la «Luftwaffe» en Rechlin, el Ingeniero P. Klages, conocido constructor de aviones, que en Córdoba diseña el «I.A. 35», bautizado posteriormente «Huanquero», Heintzzelmann, especialista en estática, el Ingeniero Rudolph Freyer, los especialistas aeronáuticos Mittelhuber y Bansemir, los Ingenieros Aeronáuticos Mathias y Wolf, Wehrse, especialista en materiales aeronáuticos, Röthkegel, especialista en modelos para túneles aerodinámicos, entre otros. Para 1953 suman 62 los científicos germanos incorporados.
Otros de los científicos que llegan a la Argentina a instancias de Kurt Tank son Ronald Richter, Ehrenberg, Beck, Greinel Seelman, Eggebert, y los científicos italianos Pinardi y Abele. Estos inician trabajos sobre tecnología nuclear en un pabellón de la Fábrica Militar de Aviones. Al poco tiempo, el equipo solicita un lugar propio para sus experimentos argumentando necesidades de espacio y seguridad. Se elije la Isla Huemul en el lago Nahuel Huapi en la provincia de Río Negro para proseguir con los experimentos. Allí trabajaron en su teoría de crear reactores de fusión nuclear utilizando el deuterio, o «hidrógeno pesado», como combustible principal. Esta era una teoría muy novedosa para la época y que aún no se ha logrado en ningún laboratorio del mundo, desarrollar tecnología de fusión nuclear controlada habría implicado contar con una fuente prácticamente inagotable de energía, que se pensaba utilizar en la transformación industrial del país.
En el Instituto Aerotécnico, en 1948, se crea la Fábrica de Motores a Reacción, que funcionaría hasta el 4 de marzo de 1955, año en que fue fusionada con carácter experimental con la Fábrica de Motores de Aviación. Por aquel entonces, el Instituto Aerotécnico había recibido de Inglaterra las patentes de las turbinas «Rolls Royce Nene II» y «Derwent V». El Ingeniero Raúl Argentino Magallanes fue el responsable de traer desde el Reino Unido el utilaje, máquinas-herramientas, calibres y todo el herramental específico para construir cien turbinas Derwent. Un técnico de Rolls Royce Fue enviado a Córdoba para dirigir todo el proceso de puesta a punto, maquinado de componentes de las turbinas y para preparar personal especializado.
La sostenida actitud de progreso tecnológico lleva a la Argentina a formalizar con la casa Rolls Royce de Inglaterra entre 1949 y 1950, la intención de instalar la «Fábrica de Turbinas a Reacción de América del Sur» en los alrededores de Córdoba Capital. Lamentablemente, este formidable plan tecnológico finalmente no pudo ser realizado. De esta época también data la Fábrica de Instrumentos y Equipos, la Fábrica de Paracaídas y la Fábrica de Máquinas y Herramientas. Muchas de éstas, ya funcionaban desde años anteriores, pero con carácter de talleres aislados. En aquellos años, el Instituto Aerotécnico logra destacarse a nivel mundial produciendo los primeros aviones a reacción en Latinoamérica, el Pulqui I en 1947, y el Pulqui II en 1950, bajo la dirección del francés Emile Dewoitine y de Kurt Tank.
Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado - IAME
Concluyendo la primera presidencia de Perón, la producción local de automotores no encontraba una base sólida para impulsar su desarrollo. Es por esto que Perón se reunió con representantes de industrias automotrices extranjeras, expresándoles el deseo del gobierno de contar con su apoyo para la producción de automóviles en el país. Por esta razón, el Instituto Aerotécnico de Córdoba se ofrece a encarar la creación de la industria automotriz argentina. La empresa comienza sus actividades dentro del ámbito de la Fábrica Militar de Aviones en la Provincia de Córdoba. La intención presidencial era comenzar con la producción seriada de automotores el 1 de noviembre de 1952.La incorporación de esta industria dinámica a la actividad de IAME significó un aumento de su personal del 55% llegando a ocupar entre operarios, técnicos y administrativos 9.000 personas.
Así es que se inicia una nueva etapa con la creación de la «Fábrica de Motores y Automotores» por Decreto 24103 de fecha 30 de noviembre de 1951, que poco después derivaría en una nueva Empresa del Estado denominada «Industrias Aeronáuticas y Mecánicas de Estado», IAME, como resultado de una reestructuración del «Instituto Aerotécnico» que cesa como cabeza directriz pasando a integrar la nueva organización como área exclusivamente dedicada a la investigación y a la formación.
El IAME fue creado mediante el Decreto Nro. 6191 del 28 de marzo de 1952. Las excavaciones para construir la fábrica se inician el 2 de diciembre de 1951 y en 1952 la planta de montaje inicia sus actividades con una superficie cubierta de 6713 m². IAME alumbraba a la naciente industria automotriz en la Argentina. De allí saldrían en poco tiempo ingenieros, técnicos y operarios especializados, generalmente formados en escuelas nacionales de educación técnica, que contrataría el resto de establecimientos automotrices instalados en el país, fortaleciendo a la industria metalmecánica nacional.
Se iniciaron los estudios para decidir qué vehículo se iba a producir, optándose finalmente por una serie de automotores utilitarios: una pickup para 750 kg de carga (el "Rastrojero"), un furgón, una rural de tres puertas (la "Gauchita") y un sedán dos puertas. Para la impulsión de los vehículos se optó por un motor bicilíndrico de dos tiempos. Para disminuir los plazos se importaron un automóvil y una rural DKW y se copiaron las mecánicas; las carrocerías fueron proyectadas por un equipo de diseñadores del área de aviones inspirados en el «Chevrolet 51». Durante el desarrollo se estimó que la potencia del motor dos cilindros sería deficiente. Un equipo de ingenieros y técnicos de la Fábrica de Motores, liderado por el Ingeniero Magallanes, diseña un motor también de dos tiempos pero con cilindros en V, solución utilizada por la fábrica austríaca PUCH en sus motores de 125 y 250 cc. Este motor absolutamente original, de cuatro cilindros con dos cámaras de combustión, tenía una cilindrada de 800 cc; se llamó «M-800» y fue luego construido para equipar los sedanes.
En un período de alrededor de un año se diseñaron los vehículos, se proyectó y montó la planta de fabricación, se instalaron las máquinas, construyeron los dispositivos y el herramental y montajes necesarios, se construyeron los prototipos y finalmente en 1953 comenzó la producción de utilitarios, furgones y sedanes que empezaron a distribuirse a través de la red de concesionarios montada por CIPA, empresa dependiente de IAME y creada para darle apoyo comercial y financiero. IAME (luego rebautizada IME) desarrolló cuatro modelos básicos: dos vehículos frontales (camión liviano y microómnibus), la clásica pick up -que incluyó una versión 4x4 para uso militar- y hasta un sedán de cuatro puertas, especialmente diseñado para taxi. En 1969, salió de la línea de montaje el Rastrojero Nº 50.000. La producción de IME se mantuvo en constante crecimiento pasando de 3.964 unidades en 1959 a su récord de 12.500 en 1975. Incluso se llegó a estudiar una asociación con Peugeot de Francia para desarrollar en forma conjunta una nueva versión del Rastrojero.
La Fábrica de Automóviles incursionó en el área de los automóviles deportivos, aplicando tecnologías de avanzada para la época, como el poliéster reforzado con fibra de vidrio. En 1952 IAME comenzó el desarrollo de la resina de poliéster para utilizarla en carrocerías de automóviles y embarcaciones, tecnología en la cual solamente Estados Unidos había incursionado, logrando una preserie de vehículos como base del «Justicialista Gran Sport». En 1954, IAME desarrolló un prototipo para montar un motor V8 refrigerado por aire, con la particularidad de que el block de dicho motor estaba realizado en semiblocks de 2 cilindros, lo que permitía una variedad de motores en V de 2, 4, 6 y 8 cilindros, permitiendo una variedad de cilindradas y potencias de acuerdo a la configuración usada. IAME desarrolló motos, tractores y armamento. También se destacó por realizar importantes avances en de lanchas deportivas y de competición, veleros y motores fuera de borda. El material utilizado para la fabricación motonáutica fue similar al de los autos deportivos, los cascos eran moldeados en una sola pieza sin presentar juntas, con características antiflama, de prolongada vida a la intemperie, y sin necesidad de calafateo. Dicha forma constructiva, permitió una reducción del 25% en el peso, facilitando más velocidad y aumentando la maniobrabilidad con respecto a lanchas de similares proporciones.
Eva fue la primera esposa de un candidato presidencial argentino en estar presente durante su campaña electoral y acompañarlo en sus giras.Perón venía proponiendo desde julio de 1945 que había que reconocer el derecho al voto de las mujeres, pero pocos meses después la Asamblea Nacional de Mujeres presidida por Victoria Ocampo y otros sectores conservadores se opusieron a que una dictadura otorgara el voto femenino con el argumento de que estaban a favor del «sufragio femenino, pero sancionado por un Congreso elegido en comicios honestos» y el proyecto finalmente no logró imponerse.
El 8 de febrero de 1946, pocos días antes de finalizar la campaña, el Centro Universitario Argentino, la Cruzada de la Mujer Argentina y la Secretaría General Estudiantil organizaron un acto en el estadio Luna Park para manifestar el apoyo de las mujeres a la candidatura de Juan Domingo Perón. Debido a que Juan Domingo Perón no pudo asistir por encontrarse agotado, se anunció que Eva María Duarte de Perón lo reemplazaría en el uso de la palabra. Era la primera vez que Evita hablaría en un acto político. Sin embargo la oportunidad resultó frustrada porque el público reclamó airadamente la presencia de Juan Domingo Perón e impidió que pudiera pronunciar su discurso.
Durante la campaña electoral ya en ese momento era evidente que su intención era desempeñar un papel político autónomo, incluso aunque las actividades políticas estuvieran prohibidas para las mujeres. Esta visión que ella misma tenía de su papel en el peronismo, fue expresada claramente en su primer discurso por radio, pronunciado el 27 de enero de 1947 y dirigido «a la mujer argentina»:
La gira europea
En 1947 Evita abre las puertas de Argentina a Europa: invitada oficialmente por el Gobierno Español, inicia una gira que la lleva por ese país, Italia, Francia, Suiza, Portugal, Mónaco, Brasil y Uruguay.EI 5 de junio se realizó una concentración popular de despedida en Plaza Italia-El día 6, en horas de la tarde, miles de personas se dieron cita en el aeródromo militar de El Palomar donde partiría su vuelo. Asistieron también el vicepresidente, los ministros, algunos gobernadores y miembros del cuerpo diplomático. Perón, Evita y otros dirigentes peronistas pensaron en una gira internacional para 1947, inédita en aquel momento para una mujer, que pudiera ubicarla en el primer plano político.
La gira se extendió durante 64 días, partiendo el 6 de junio y regresando el 23 de agosto de 1947. Durante la misma visitó España (18 días), Italia y el Vaticano (20 días),93 Portugal (3 días), Francia (12 días), Suiza (6 días), Brasil (3 días) y Uruguay (2 días). Su intención oficial era oficiar de embajadora de buena voluntad y conocer los sistemas de ayuda social instalados en Europa con la obvia intención de impulsarla a su regreso a hacerse cargo de un nuevo sistema de obras sociales.En el cortejo viajó el padre jesuita Hernán Benítez, por quien ella se dejaba aconsejar, y que tendría influencia, a su vuelta, en la creación de la Fundación Eva Perón.
Derechos de la mujer
En la historia argentina existe un reconocimiento unánime sobre el hecho de que Evita realizó una tarea decisiva para el reconocimiento de la igualdad de derechos políticos y civiles entre hombres y mujeres. Durante su gira Eropea precisó con claridad su punto de vista frente a esta cuestión:
Este siglo no pasará a la historia con el nombre de «siglo de la desintegración atómica» sino con otro nombre mucho más significativo: «Siglo del feminismo victorioso».
Eva Perón
Eva Perón fue muy amiga de María Cristina Vilanova de Árbenz, primera dama de Guatemala, quien también fue una mujer muy influyente en el Gobierno revolucionario de Jacobo Árbenz.
Sufragio femenino
Durante la campaña para las elecciones de 1946, la coalición peronista incluyó en sus plataformas el reconocimiento del sufragio femenino. Perón desde su cargo de Vicepresidente, intentó sancionar la ley del voto femenino. Sin embargo las resistencias en las Fuerzas Armadas en el gobierno, como de la oposición, que alegaba intenciones electoralistas, frustraron el intento, luego de las elecciones de 1946, Evita comenzó a hacer abierta campaña por el voto femenino, a través de mítines de mujeres y discursos radiales, al mismo tiempo que su influencia dentro del peronismo crecía. Más tarde, Evita creó un partido de mujeres líderes, con unidades de base, algo que no existía en ningún otro lugar del mundo. Decía que las mujeres no solo tienen que votar, sino que tienen que votar a mujeres: por eso en esa época había mujeres en Diputados y Senadores, que aumentaron en las elecciones posteriores. Argentina fue muy avanzada. El 27 de febrero de 1946, tres días después de las elecciones, Evita ―de veintiséis años de edad― pronunció su primer discurso político en un acto organizado para agradecer a las mujeres su apoyo a la candidatura de Perón. En esa oportunidad Evita exigió la igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular el sufragio femenino:
La mujer argentina ha superado el período de las tutorías civiles. La mujer debe afirmar su acción, la mujer debe votar. La mujer, resorte moral de su hogar, debe ocupar el sitio en el complejo engranaje social del pueblo. Lo pide una necesidad nueva de organizarse en grupos más extendidos y remozados. Lo exige, en suma, la transformación del concepto de mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus deberes sin pedir el mínimo de sus derechos.
Eva Perón
El proyecto de ley fue presentado inmediatamente después de asumido el nuevo gobierno constitucional, el 1 de mayo de 1946, la oposición de los prejuicios conservadores resultaba evidente. Evita presionó constantemente a los parlamentarios para que lo aprobaran, causando incluso protestas de estos últimos por su intromisión.A pesar de que era un texto brevísimo en tres artículos, que prácticamente no podía dar lugar a discusiones, el Senado recién dio media sanción al proyecto el 21 de agosto de 1946, y hubo que esperar más de un año para que la Cámara de Diputados sancionara el 9 de septiembre de 1947 —por unanimidad— la Ley 13.010, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres y el sufragio universal en la Argentina.
Para celebrar la ley que reconocía los derechos políticos de las mujeres la CGT convocó a un acto en la plaza de Mayo el 23 de septiembre, en el que hablaron Eva, el exdirigente sindical y ministro del Interior Ángel Borlenghi y Perón, en ese orden.Durante el acto, el presidente firmó el decreto promulgando la ley en el balcón y se lo entregó a Eva, que inmediatamente después pronunció su discurso dirigido a las «mujeres de mi patria», que comenzó con los siguientes párrafos:
Mujeres de mi patria, recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos, y lo recibo ante vosotras con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria. Aquí está hermanas mías resumida en la letra apretada de pocos artículos una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas, por eso hay en ella crispaciones de indignación, sombras de aucasos amenazadores, pero también alegre despertar de auroras triunfales, y esto último que traduce la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional, sólo ha sido posible en el ambiente de justicia, de recuperación y de saneamiento de la Patria, que estimula e inspira la obra de gobierno del general Perón, líder del pueblo argentino.
Eva Perón
Pareja Eva Duarte y Juan Perón
Los sectores más conservadores del Ejército y la Marina destacaban el hecho que para ellos inmoral de que Perón tuviera una relación pública de pareja con una actriz sin estar casados.
En octubre de 1945 con el nombramiento de Oscar Nicolini en el Correo produjo la crisis política en la que se produciría la histórica movilización obrera del 17 de octubre.
Esto era debido a que Nicolini era amigo de la madre de Eva Duarte esto causo un intento de golpe de estado encabezado por Avalos el 8 de octubre y que desembocaria en el histórico 17 de octubre una vez liberado Perón se casaron el 22 de octubre de 1945 en Junín.
La actividad por la cual Evita se destacó durante el gobierno peronista fue la ayuda social orientada a atender la pobreza y otras situaciones sociales de desamparo. Tradicionalmente en Buenos Aires esa actividad estaba en manos de la Sociedad de Beneficencia de la Capital Federal, una antigua asociación cuasi-estatal creada por Bernardino Rivadavia a principios del siglo XIX dirigida por un selecto grupo de mujeres de la clase alta.
Ya en la década de 1930 comenzó a ser evidente que la Sociedad de Beneficencia y otras instituciones similares en otras partes del país, así como la beneficencia, se habían vuelto obsoletas e inadecuadas para la sociedad urbana industrial. A partir de 1943, las organizaciones de beneficencia comenzaron a ser reorganizadas y el 6 de septiembre de 1946 la entidad capitalina fue intervenida. El peronismo reorganizó completamente la acción del Estado en materia de asistencia social. Parte de esa tarea fue desarrollada a través del exitoso plan de salud pública que llevó adelante el Ministro de Salud Ramón Carrillo; parte fue desarrollada a partir de las nuevas instituciones de previsión social como la generalización de las jubilaciones y pensiones; y parte fue desarrollada por la Dirección Nacional de Asistencia Social creada en septiembre de 1948, que con el tiempo llegaría a organizarse como ministerio, bajo diversos nombres, como «Bienestar Social» o «Desarrollo Social». En ese contexto apareció la Fundación Eva Perón (FEP), con el fin de organizar institucionalmente la acción social que Eva venía realizando en la Secretaría de Trabajo y Previsión (STP), tarea que la prensa denominaba su «Cruzada de Ayuda Social», y las donaciones sindicales que habían comenzado a multiplicarse.
El 8 de julio de 1948 se creó la Fundación Eva Perón, presidida por Evita, que desarrolló una gigantesca tarea social que llegó prácticamente a todos los niños, ancianos, madres solteras, y mujeres que eran único sustento de familia, pertenecientes a los estratos más carenciados de la población. Eva explicó en La razón de mi vida cuál era su enfoque sobre la acción social, dándole prioridad a la personalización y dignificación inclusiva de los sectores vulnerables:
Muchas obras han sido construidas con criterios de ricos... y el rico, cuando piensa para el pobre, piensa en pobre. Otras, han sido hechas con criterio de Estado; y el Estado sólo construye burocráticamente, vale decir con frialdad en la que el gran ausente es el amor.
Eva Perón
La Fundación realizó un amplio espectro de actividades sociales, desde la construcción de hospitales, escuelas, hogares de tránsito y de ancianos, colonias de vacaciones, proveedurías populares, hasta el otorgamiento de becas para estudiantes, ayudas para construir viviendas populares, un plan agrario de apoyo a los pequeños productores rurales, entregas masivas de máquinas de coser y promoción de la mujer en diversas facetas. Construyó las modernas viviendas obreras de Ciudad Evita, doce avanzados policlínicos en todo el país, donde la atención fue completamente gratuita y dirigió la Escuela de Enfermería. La Fundación realizaba anualmente los famosos Juegos Nacionales Evita, en los que participaban cientos de miles de niños y jóvenes de sectores humildes, que a la vez que promovía el deporte permitió también realizar masivos controles médicos. La Fundación entregaba también masivamente, cada fin de año, sidra y pan dulce a las familias más carenciadas, hecho este último muy criticado por los opositores antiperonistas. La Fundación empleaba 14 000 personas, entre ellas 850 enfermeras que eran uno de sus principales emblemas. Evita atendía además personalmente cada carta y cada reclamo 13.402 mujeres consiguieron empleo gracias a la Fundación, entre 1948 y 1950 y 8.726 chicos fueron internados para su cuidado en colegios o instituciones de la Fundación entre 1948 y 1950. La Fundación brindó asistencia también a otros países, entre otros, a Croacia, Egipto, España, Francia, Israel, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Honduras, Japón y Chile.
Los principales colaboradores de Eva en la FEP fueron el prestigioso cirujano Ricardo Finochietto, el padre Hernán Benítez que instaló su parroquia en el barrio obrero de Saavedra construido por la Fundación, Atilio Renzi, Alfredo Alonso y Ramón Cereijo.
Los fondos de la Fundación provenían de diversas fuentes: impuestos provenientes de loterías, casinos y carreras (leyes 13941 y 14044), donaciones personales, cuotas establecidas en los convenios colectivos, aporte del 2 % del aguinaldo (Ley 13992), cuotas establecidas en los convenios colectivos, los salarios del 1 de mayo y 12 de octubre (Resolución 266/1950), excedente del seguro de vida en espectáculos públicos, recargo en las entradas cinematográficas, ingresos de los hoteles y colonias, los recursos presupuestarios no ejecutados por los ministerios, etc. En total 2350 ancianos pudieron ser internados en los hogares para ancianos que construyó la Fundación. El 17 de octubre de 1949 se inauguró el primero de ellos en Burzaco y, hasta 1950, se abrieron otros cuatro. Allí eran alimentados y atendidos por enfermeras y monjas. En total 60.180 personas fueron atendidas al año de haberse habilitado el primer Hogar de Tránsito. Se construyeron tres, con un total de 1.150 camas. El objetivo era remediar la escasez de vivienda, dando un amparo momentáneo.
El Estado no solo aportó fondos, sino también inmuebles, personal y medios de transporte, la oposición le reprochaba que pese a que los aportes, algunos de ellos compulsivos, provenían de todos, la obra se realizara en nombre de Eva Perón. La Fundación realizó también ayudas solidarias para diversos países como Estados Unidos, Israel, Perú, Ecuador y Colombia, en 1951, Golda Meir, por entonces ministra de Trabajo israelí y una de las pocas mujeres que en el mundo habían alcanzado una posición política destacada en democracia, viajó a la Argentina para entrevistarse con Eva Perón y agradecerle las donaciones a Israel en los primeros momentos de su creación.
La Fundación Eva Perón funcionó en varios edificios y depósitos, mientras que Evita instaló su despacho en una oficina ubicada en el primer piso del Ministerio de Comunicaciones, actual Centro Cultural Kirchner donde la habitación se mantiene como museo. A fines de 1950 el Congreso de la Nación donó a la FEP un terreno sobre el Paseo Colón al 800, al lado del nuevo edificio de la CGT, donde comenzó a construirse la sede, un gran edificio en estilo neoclásico, con grandes estatuas alegóricas de Leone Tommasi en su parte superior , la destrucción de documentación por parte de la Revolución Libertadora ha impedido saber exactamente cuándo Eva Perón comenzó a atender en el nuevo edificio, pero hay coincidencia en que fue durante muy poco tiempo , en 1955 el edificio sería asaltado por los grupos golpistas, destruyendo la documentación y las estatuas de Tommasi; poco después fue entregado a la Universidad de Buenos Aires, que instaló allí la Facultad de Ingeniería. En 2011 el edificio fue declarado monumento histórico nacional por Ley 26714.155
La escritora Aurora Venturini, que trabajó en la Fundación Eva Perón como psicóloga, ha dejado su recuerdo sobre Evita en ese ámbito:
Eva Perón trabajó personalmente recibiendo a personas y familias necesitadas de ayuda social. A la Fundación llegaba a las ocho de la mañana y se iba a las cuatro del día siguiente. Las piernas se le hinchaban, se sacaba los zapatos debajo del escritorio y quedaba descalza... había que verla de cerca, en el trato diario, podía ser insoportable de tan inmediata. Cuando me decía a mí o a otros «esto lo quiero para mañana», había que tenerlo listo porque si no se le escapaban insultos gruesos, descargaba toda su rabia en el que tenía adelante, le saltaba la bronca. Era difícil estar con ella en esos momentos. Después, la entendí: se le acababa el tiempo, estaba muy apurada... Me acuerdo del chico de las moscas. Yo la había acompañado a una recorrida por las barriadas pobres. Por entonces, las villas eran buenas, se podía entrar, no había violencia, sólo pobreza, mucha pobreza. Se nos acercó un chico que tenía la cabecita completamente negra… eran moscas. Evita no se contuvo y se largó a llorar, después pidió que lo lleváramos al hospital donde se curó, pero a ella nunca se le fue la impresión. Esas cosas le daban una rabia inmensa, se volvía loca.
El 28 de agosto de 1948, Eva publicó su Decálogo de los Derechos de la Ancianidad, una iniciativa mundialmente precursora en la lucha por el reconocimiento de las personas de la tercera edad, a partir de ese momento se celebra en el país el Día de la Ancianidad el 28 de agosto. En esa oportunidad Evita dio lectura, en el Ministerio de Trabajo, a la declaración de los Derechos de la Ancianidad, que puso en manos del Presidente Juan Perón, solicitando que fuera incorporada a la legislación y a la práctica institucional de la Nación. El decálogo estableció los siguientes derechos: a la asistencia, la vivienda, la alimentación, el vestido, la salud física, la salud moral, la recreación, el trabajo, a la expansión y al respeto.
Ese mismo año Argentina llevó el decálogo a las Naciones Unidas, proponiendo a la Asamblea General aprobar una norma reconociendo los derechos humanos de las personas ancianas. Por entonces las Naciones Unidas aún no había aprobado el primer instrumento de derechos humanos, que recién sería aprobado como mera «declaración» no obligatoria, en diciembre de ese año, luego de sortear varios inconvenientes. En apoyo del reconocimiento universal de los derechos de la ancianidad, Evita publicó dos artículos en periódicos franceses: «El mundo no puede ser insensible a la suerte de los ancianos» en Ce Matin y «Emoción cristiana y justicia social» en la revista Le Tribune des Nations.
Los derechos de la ancianidad elaborados por Evita y propuestos por Argentina, finalmente no fueron incluidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos ni aprobados como una declaración complementaria. Deberían pasar 43 años para que la temprana propuesta argentina, finalmente llevara a la aprobación por las Naciones Unidas de los Principios de las Naciones Unidas en Favor de las Personas de Edad, mediante la Resolución 46/91 de la Asamblea General del 16 de diciembre de 1991.En 1949 la Convención Constituyente incorporó el Decálogo de la Ancianidad elaborado por Evita y lo incorporó al nuevo texto de la Constitución como artículo 37, III.
Destrucción y saqueo después del golpe de 1955
Después del golpe militar, la Fundación fue saqueada en septiembre de 1955, la Dirección de Asistencia Integral sostuvo como objetivo intervenir, desmantelar y disolver toda la obra de la Fundación Eva Perón. Marta Ezcurra, fundadora de la juventud de la Acción Católica en 1931, ordenó el 23 de ese mes de ese mismo año la ocupación militar de cada una de las Escuelas Hogar. Se retiraron o se destruyeron todos los símbolos peronistas. Los niños alojados en ellos fueron testigos, en cada uno de los patios, de la quema de frazadas, sábanas, colchones, pelotas y juguetes con el logo de la FEP. Cada Hogar fue intervenido por Comandos Civiles que, en el caso de la Clínica de Recuperación Infantil Termas de Reyes, de Jujuy, llegaron al extremo de expulsar a los niños internados para dejar inaugurado allí, muy poco después, un casino de lujo. En Mendoza los golpistas tiraron al río toda la vajilla y cristalería, que había sido importada de Finlandia y Checoslovaquia, con la que habían comido los niños internados. En todo el país, además de la destrucción de los pulmotores en cuyas placas estaban grabadas las iniciales de la FEP.Marta Ezcurra dispone la intervención inmediata de cada uno de los institutos el día 24 de septiembre. Convoca para ello, a los miembros de los “comandos civiles” de la Acción Católica Argentina, ordena el desalojo inmediato de todos los niños y niñas, manda destruir todos los frascos de los Bancos de Sangre de los Hospitales de la Fundación porque contenían sangre “peronista”. Ordena el asalto militar contra la Escuela de Enfermeras, y dispone su cierre definitivo. Determina la confiscación de todos los muebles de los hospitales, hogares para niños, hogares escuelas y hogares de tránsito por ser demasiado lujosos y los lleva a las casas de los miembro de los comandos civiles, el mobiliario que terminaría en las casas de los miembros de los comandos civiles
Publicidad oficial de la época el texto dice "La felicidad de un pueblo en cuanto a sus medios de vida se refiere, se logra con una adecuada legislación en materia de Justicia Social y una equitativa distribución de la Ayuda Social "
La llamada Doctrina de la Tercera Posición será enunciada por primera en el mensaje de Perón difundido el 6 de julio de 1947, en donde se convoca a los Pueblos y naciones a la paz, no ya por la victoria, sino por la justicia social y la dignidad del hombre. Tres acciones son parte del contenido teórico de esta postura frente al poder: se concibe a la humanidad (conjunto de pueblos) evolucionando hacia nuevas estructuras, dentro de ella aparece la integración geopolítica y la integración histórica. A su vez, estas acciones aparecen sustentadas por cuatro valores: un ideal de hombre justo, un sentimiento de Patria, el amor por la libertad esencial a la persona y la constitución de la Comunidad Organizada como forma armónica de convivencia social.
Los elementos centrales de esta concepción pueden enunciarse sistemáticamente en 1) la Nación como eje ordenador de lo político 2) reconocimiento del derecho soberano de cada Pueblo 3) la integración continental como arma de lucha contra los imperialismos. En un extenso artículo publicado el 28 de agosto de 1952 en el diario Democracia bajo el seudónimo «Descartes», Perón diseña una suerte de mapa del poder mundial y sus relaciones. Allí sostiene que entre las numerosas tendencias que caracterizan las naciones y los Pueblos del siglo XX, el internacionalismo y el nacionalismo son dos modalidades trascendentes. Desde la Edad Media hasta el último cuarto del siglo XIX se produce la formación de las nacionalidades, es decir, es la etapa del nacionalismo. Simultáneamente, en la segunda mitad de este medio siglo, nace el internacionalismo doctrinario, encarnado en el socialismo y el comunismo.
Sin embargo, el nacionalismo culmina en el mundo entre el Congreso de Viena de 1815 y la Primera Guerra Mundial de Alemania. Después de 1918 el internacionalismo y el nacionalismo se enfrentan. Toma en Rusia la forma comunista, en Alemania la nacional-socialista y en Italia la fascista, manteniendo en el resto la forma de un nacionalismo burgués. El imperialismo anglo-sajón -con su rama europea y americana- mantiene esta forma, aunque influenciada por un internacionalismo sui generis, producto de su tipo imperialista.
Terminada la Segunda Guerra Mundial, quedan enfrentados el internacionalismo ruso y el nacionalismo burgués anglo-sajón, ambos bajo las formas imperialistas predominantes. El fracaso del internacionalismo en nuestros tiempos parece ya perfilarse. El mundo no está maduro para formas semejantes porque se aferra y se aferrará todavía a las formas locales y nacionales, que están en la naturaleza misma de los hombres actuales. El imperialismo capitalista, que odia y desprecia el internacionalismo desde su nacionalismo materialista, practica un nacionalismo extremo para uso interno, en tanto que, impelido por la necesidad de
Aquí es necesario realizar una distinción de dos concepciones de lo nacional que se producen en la Argentina. Encontramos, por una parte -que muy especialmente en las décadas del ’40 al ’60- los denominados grupos nacionalistas que, tomando como fuente inspiradora el pensamiento de Charles Maurras, George Sorel, José Antonio Primo de Rivera, Enrst Jünger y algunos discursos o folletos propagandísticos del fascismo, tendrán influencia en sectores militares, católicos y universitarios. Entre ellos aparecerá una concepción de la nación aristocrática, vinculada a la tradición hispana y la postura eurocéntrica. Ello era un cúmulo de abstracciones: 1) se reivindicaba el pasado hispánico bajo la forma de una leyenda “rosa” del período colonial en contraposición a la llamada “leyenda negra” de origen anglo-sajón; 2) a pesar de partir de una idealización del gaucho -inaugurada por Leopoldo Lugones y el tratamiento que le otorga al poema Martín Fierro– el eurocentrismo dominante no permite reconocer a los descendientes directos del gaucho, caracterizando a ellos con el mote despectivo de «cabecita negra» (aludiendo al color del cabello y piel del mismo). De allí que la nación y la patria de la que hablaban no contemplaban la realidad efectiva que vivía el pueblo argentino.
Por otra parte, existían los grupos que provenientes de movimientos populares -tal como el caso de FORJA- expresan un sentido y sentimiento de lo nacional, profundamente popular y que nutre al Justicialismo de su concepción. Así surge un concepto de «Patria viva», cuyos límites coinciden con los miembros del pueblo, con la dimensión del mismo. Esta concepción de la nación cuyos límites son su pueblo y cuya vida y movimiento expresan la vida nacional, fundamenta una política tradicional argentina de no-intervención en las cuestiones internas de otros Pueblos. A su vez, impide una concepción totalitaria propia de las ideologías europeas que, en algún momento, deben plantearse la necesidad de exportar la revolución.
Así, el fundador del Justicialismo concebirá la política internacional durante el período 1946-1955 como la constitución de bloques de naciones a partir de la integración real y efectiva de intereses y objetivos. A su vez, ello supone un mundo en el cual los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se habían dividido los sectores de influencia, pero que desde el punto de vista del origen de su poder son iguales. Ambos se construyen sobre la necesidad de negar a un «otro» considerado como enemigo mostrando hacia los demás -política del terror- la posibilidad de que ese «otro» los destruya, cohesionando así a los «amigos». Aquí la política es concebida como guerra -aunque no haya combate- y podríamos asegurar que Carl von Clausewitz es leído al revés: la política es la guerra continuada por otros medios.
El Justicialismo interpone un elemento novedoso en esta concepción: la formación de un bloque latinoamericano que permita integrar los Pueblos del continente y cuyo punto de partida será lo que se denominó el ABC: Argentina, Brasil y Chile. Este proyecto tiene origen en la convicción de Perón a comienzos de la década del ’50 de la posibilidad inminente de una Tercera Guerra Mundial que se produciría a partir del reparto conflictivo de las zonas de influencia de los imperialismos (Corea, Medio Oriente, Vietnam, etc.) y frente a ello solo un bloque fuerte latinoamericano podría evitar arrastrar a nuestros países a una nueva guerra. En la medida que avanza la década comprobará que la posibilidad de la guerra es improbable pero la idea de construir un bloque toma un nuevo cariz a partir, precisamente, de la necesidad de tratar con un imperialismo que en estas tierras se muestra conviviente.
El golpe de 1955 en la Argentina plantea la posibilidad de transformarse en una guerra civil y Perón se aleja del Gobierno para evitarlo, ello es la causa por la cual no puede participar de la reunión de Bandung (Indonesia) junto a quienes aparecen sustentando posiciones similares: Josip Broz Tito, Sri Pandit Jawaharlal Nehru, Ahmed Sukarno y Gamal Abdel al-Nasser.
La hostilidad norteamericana
La hostilidad norteamericana, estaba alimentada por competencia económica en la agricultura, y las posición neutral de la Argentina durante casi toda la Segunda Guerra Mundial, es por estas razones, los Estados Unidos plantearon un boicot sistemático a la Argentina, en ese momento ante una tercera guerra mundial habría cambiado la situación de tal manera que la Argentina podría volver a verse beneficiada; pero esto no se dio. Los rasgos principales de este boicot fueron:
El 03 de septiembre de 1948 Perón anunció al país la próxima reforma de la Constitución Nacional. el 27 de agosto de 1948 el Congreso sancionó la Ley № 13.233 declarando la necesidad de la reforma de la Constitución Nacional. El 20 de septiembre se sancionó la Ley 13.262 donde se establece que elección de convencionales constituyentes se efectuaría junto a la de diputados nacionales y electores para senadores.
El 24 de enero de 1949 quedó constituida la Convención Reformadora, presidida por el coronel domingo Mercante.
La oposición negó la validez del cuerpo legislativo y se retiró de la Convención. Por lo tanto el 09 de marzo de 1949 se aprobaron sin discensos las reformas propuestas. Las principales reformas incorporadas incluían los derechos del trabajador, la familia y la ancianidad, el derecho a la propiedad privada con una función social y el capital al servicio de la economía nacional. Por el artículo 40 se nacionalizaban los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas y las demás fuentes de energía exceptuando los vegetales. Nacionalizaba también los servicios públicos y prohibía su enajenación o concesión a particulares. No estableció un monopolio rígido estatal sino que prohibió el lucro privado permitiendo sociedades mixtas o cooperativas.
En el plano político permitía la reelección presidencial y constituía también a la Suprema Corte de Justicia como un tribunal de casación.
Durante el período peronista el enfrentamiento entre el oficialismo y la oposición fue muy duro y se desarrolló tanto en ámbitos partidarios como estudiantiles y obreros. Entre sus causas debemos considerar lo innovador de algunas de sus medidas, lo reciente que era la irrupción política de algunos sectores que apoyaban a Perón y las técnicas que el propio oficialismo aplicaba a sus opositores. Uno de los ámbitos donde se desarrolló con mayor aspereza este enfrentamiento fue en el Congreso de la Nación, más específicamente en la Cámara de Diputados, que contaba con un importante número de opositores. Se destacaban entre ellos Arturo Frondizi y Ricardo Balbín, quien inclusive perdió sus fueros y fue encarcelado.
También fueron tenazmente perseguidos los militantes comunistas y socialistas y se clausuraron diversas publicaciones opositoras como "La Vanguardia" socialistas. Otra forma de limitar la libre expresión fue mediante la regulación de la provisión de papel prensa que obligó a diarios como La Nación o La Prensa a reducir su formato. Esta situación se vio agravada ya que el oficialismo controlaba un importante número de publicaciones como El Mundo, Crítica, Noticias Gráficas y La Razón además de la mayoría de las radios locales.
Perón tampoco popular entre los estudiantes universitarios resentidos con la supresión de la autonomía universitaria y el despido de profesores no adscriptos al peronismo. Otros descontentos fueron algunos sectores no adscriptos al peronismo. Otros descontentos fueron algunos sectores de la clase media, molestos con los logros de los obreros sindicados.
Las modificaciones introducidas por la reforma constitucional de 1949 marcaron una nueva etapa del gobierno de Perón y afectaron tanto las relaciones con los opositores como con las fuerzas armadas al fortalecer tendencias hegemónicas del gobierno y del Partido Peronista. La nueva ley electoral que limitó los derechos de nuevos partidos y prohibió las coaliciones, así como las medidas para controlar la prensa como, por ejemplo, la acción de la Comisión Visca y la expropiación del diario La Prensa convencieron a varios dirigentes de la oposición de que Perón solamente dejaría el gobierno por la fuerza, posición que encontró cierto eco en oficiales retirados como el general Benjamin Menéndez.
Ejecución del golpe
En la madrugada del día 28, el capitán Alejandro Agustín Lanusse con efectivos de la Escuela de Equitación de Campo de Mayo se apoderó de la puerta número 8 del mismo y por ella ingresaron Menéndez y su estado mayor. Desde allí fueron a la Escuela de Caballería que había sido sublevada por el capitán Víctor Salas y luego al Regimiento C-8 en el cual, cuando eran ya las 7 de la mañana, encontró que no había combustible para movilizar los tanques. A todo esto llegó el jefe del C-8 teniente coronel Julio Cáceres que recibió el apoyo de los suboficiales, produciéndose un tiroteo en el cual cayó muerto el cabo Miguel Farina pero finalmente los sublevados dominaron la situación. De los treinta tanques, sólo pudieron movilizar a siete –probablemente por sabotaje de los suboficiales- pero antes de llegar a la salida otros cinco tuvieron desperfectos y debieron ser abandonados, por lo que en definitiva la columna golpista partió al mando del general Menéndez con dos tanques Sherman, tres unidades blindadas y 200 efectivos a caballo.
La columna se dirigió al Colegio Militar de la Nación ubicado en la localidad de El Palomar a una hora de camino pero si bien no fueron reprimidos por sus efectivos, tampoco recibieron el apoyo que esperaban de sus autoridades y Menéndez ordenó seguir viaje hacia el punto de encuentro acordado con el destacamento mecanizado de La Tablada que presumía todavía sublevado pero hacia las tres de la tarde se enteró que ante la movilización de tropas leales que había realizado el comandante en jefe del ejército general Ángel Solari, aquel se había rendido. Menéndez junto con algunos de sus oficiales volvió al Colegio Militar entregándose detenidos.
Mientras tanto la escuadra aeronaval y la base militar de Punta Indio, que se habían sublevado, impedían que despegaran aviones desde Buenos Aires. El Presidente decretó el estado de guerra interno y la CGT dispuso un paro general por 24 horas al mismo tiempo que, a su convocatoria, una multitud concurrió a la Plaza de Mayo donde Perón les dirigió algunas palabras desde el balcón de la Casa Rosada. Una escuadrilla de 20 aviones estaba próxima a despegar desde Punta Indio dispuesta bombardear la Casa de Gobierno, pero advertido de la presencia de los manifestantes, su comandante Baroja para evitar una masacre abortó la operación en momentos que ya se acercaban a la base unidades motorizadas desde La Plata. Lo cierto es que de nada valía el dominio del aire por los rebeldes si carecían de fuerzas terrestres. Poco después Baroja escapaba en su avión a Montevideo asumiendo la total responsabilidad por los actos de quienes estuvieron a su mando.
Consecuencias de la rebelión
El día 29 renunciaron los ministros de Aeronáutica César Ojeda y de Marina, Enrique B. García, que fueron inmediatamente reemplazados. El cabo Farina fue sepultado con todos los honores y el jefe insurrecto y sus más inmediatos colaboradores detenidos fueron enjuiciados de inmediato y recibieron penas de prisión:
El 20 de febrero de 1951 el Consejo Superior del Partido Peronista y, días después, la C.G.T. emprendieron la acción destinada a reelegir a Perón por segunda vez en la Presidencia de la Nación, aún sin mencionar su compañero de fórmula.os hasta que fue liberado el 19 de septiembre de 1955, un día antes del derrocamiento de Perón por el levantamiento dirigido por Eduardo Lonardi, el golpe de estado comenzó el 16 de septiembre.
El renunciamiento de Evita
El 25 de julio de ese año, la Confederación General de Trabajadores hizo público su deseo de que el presidente participara en las elecciones de noviembre. Una semana después, la CGT también incluyó a Evita Perón en su fórmula presidencial, como vicepresidenta. La primera dama expresó de inmediato su rechazo a la propuesta política de la Confederación. Sin embargo, en el “Cabildo abierto del justicialismo”, que se celebró el 22 de agosto en las avenidas 9 de julio y Belgrano de Buenos Aires, con la presencia de más de dos millones de personas. Ángel Borlenghi se pronunció insistentemente a favor de la candidatura de Evita:
«…los empleados de comercio decimos, y los sindicatos obreros dicen, y toda la clase trabajadora organizada repite, con la CGT, que aunque Eva Perón no quiera aceptar, en eso también vamos a ser indisciplinados nosotros y vamos a hacer lo que nos parece, que es imponerla como candidata, porque con eso derrotamos a nuestros enemigos, refirmamos el movimiento justicialista, defendemos a la Revolución, y la Nueva Argentina, potente, tendrá un nuevo halito, un nuevo aliento y una frescura y lozanía que la hará marchar firme y segura hacia la senda de su grandeza futura».
Ahí, frente a los más de dos millones de personas que aclamaban su participación en la elección presidencial, Eva Perón pidió a los trabajadores que no la obligaran a “hacer algo que no quería hacer”. Ante la exigencia de la multitud y el rechazo a su negativa a aceptar la candidatura, Evita pidió unas horas más para decidir y conminó a los presentes a desconcentrarse. Horas más tarde, ya desde la residencia oficial argentina, Eva Perón dirigió a la nación un mensaje transmitido por la radio, para anunciar su decisión irrevocable de declinar la candidatura a la vicepresidencia. Este acto es conocido como el renunciamiento. Ante la decisión definitiva de Evita, el Consejo Superior del Partido Peronista decidió aceptar como causa de fuerza mayor la voluntad inquebrantable de la primera dama y retirar su candidatura, apoyada por los entusiasmos sindicalistas, para colocar a Quijano en la fórmula como acompañante de Perón en la elección.
La deteriorada salud de Eva Perón resultó a la postre un factor determinante del fracaso de su candidatura a vicepresidente. La salud de Quijano también estaba deteriorada, y de hecho moriría antes que Evita, el 3 de abril de 1952, sin haber asumido su segundo mandato, dejando la vicepresidencia vacante hasta 1954. Días después, agradeciendo el ofrecimiento, Evita anunció por radio su renuncia (el cáncer que padecía y la oposición que provocaría en las Fuerzas Armadas su candidatura, fueron dos importantes motivos de su decisión). El oficialismo contó, como instrumento de propaganda, con las obras concretadas por Perón en su gobierno y preparó una muestra de las mismas en la calle Florida. En plena campaña del ' 51 estalló una sublevación militar encabezada por el General Benjamín Menéndez (28 de septiembre) que fracasó rotundamente. En consecuencia el Congreso dispuso el "Estado de guerra interno", que suspendió la campaña opositora por unos días y puso a disposición del Poder Ejecutivo a cualquier habitante sin necesidad de orden judicial.
Discepolín en la campaña
La Subsecretaría de Informaciones de la Nación decidió emitir un programa radial para defender su propuesta del gobierno, fueron convocados para leer los guiones de Abel Santa Cruz estrellas como Tita Merello, Juan José Miguez, Pierina Dealessi, Lola Membrives y Luis Sandrini. A mediados de 1951 y con la colaboración en los libretos de Abel Santa Cruz y Julio Porter, Discépolo fue invitado a hacer Pienso y digo lo que pienso. El 11 de julio de 1951, Discépolo se transformó en una especie de Jauretche radial, desnudando las miserias esa mentalidad mediopelo, que se siente tan lejos del que tiene más cerca y más cerca, del que tiene tan lejos, como sentenció Don Arturo Jauretche
En total, fueron dos ciclos radiales que constaron de 39 cartas, en los que mantuvo un diálogo imaginario con un opositor al que bautizó Mordisquito. Discépolo le planteaba al opositor que los dos sabían perfectamente en qué pozo vivía el obrero y hasta qué superficie de dignidad había sido elevado. Decía que un hombre que construye un barco no es un prócer, pero es un hombre, y su trabajo merece una medida de respeto, y esa medida no es, simplemente, recibir unos pesos más de sueldo, sino ador¬nar el sueldo nuevo, la consideración nueva. Ante el intento golpista de 1951 había salido a la calle junto a Hugo del Carril, para repudiar junto a miles de trabajadores, el intento golpe que lideró Benjamín Menéndez, a fines de septiembre de 1951, ya por entonces, su salud, mostraba algunos signos preocupantes.
Discepolo defendió con convicción, ironía y vehemencia, lo que él entendía un avance en el campo político y social, el gobierno del General Juan Perón contra su oponente imaginario llamado Mordisquito. En la recta final de la campaña electoral, la hostilidad contra el intelectual había crecido muchísimo. Los antiperonistas le pegaban más a Discepolín, que a los símbolos más fuertes del Gobierno. Su teléfono recibe permanentemente, amenazas o insultos. La incomprensión, el desprecio y el repudio de muchos de sus pares golpeaban duro en un cuerpo muy débil. Una noche lo silbaron al ingresar a un restaurante del centro y el 9 de noviembre de 1951, el candidato del radicalismo, Ricardo Balbín, lo criticó en el cierre de campaña. Discépolo contestó al día siguiente:
Bueno, miró, lo digo de una vez. Yo no lo inventé a Perón. Te lo digo de una vez, así termino con esta pulseada de buena voluntad que estoy llevando a cabo en un afán mío de liberarte un poco de tanto macaneo. La verdad: yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón, la milagrosa. Ellos nacieron como una reacción a tus malos gobiernos. Yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón ni a su doctrina. Los trajo, en su defensa, un pueblo a quien vos y los tuyos habían enterrado en un largo camino de miseria. Nacieron de vos, por vos y para vos. Esa es la verdad. Porque yo no lo inventé a Perón, ni a Eva Perón. Los trajo esta lucha salvaje de gobernar creando, los trajo la ausencia total de leyes sociales que estuvieran en consonancia con la época. Los trajo tu tremendo desprecio por las clases pobres a las que masacraste, desde Santa Cruz a lo de Vasena, porque pedían un mínimo respeto a su dignidad de hombres y un salario que les permitiera salvar a los suyos del hambre. Sí, del hambre y de la terrible promiscuidad de sus viviendas en las que tenían que hacinar lo mismo sus ansias que su asco.
Le preguntaba a Mordisquito si se acordaba de los asilos. Discépolo quería saber si en su memoria estaba el desfile triste de los pibes huérfanos, con sus cabecitas rapadas y el guardapolvo gris. Porque esos asilos habían pasado a llamarse hogar, y allí vivían criaturas dignas, para que de ellas nazcan las personas más dignas. Los trabajadores que fueron a Plaza de Mayo, a festejar la victoria del 11 de noviembre de 1951, terminaron manifestando en la puerta de la casa de Discépolo, su gratitud por su trabajo en la campaña.
Los candidatos opositores
Tras la disolución de la Unión Democrática, luego de la derrota electoral de 1946, la Unión Cívica Radical (UCR) era el principal bloque opositor al gobierno peronista. Como tal, el radicalismo era víctima de una frecuente persecución de parte del peronismo. A finales de la década de 1940, la UCR se enfrentaba a una ruptura interna entre unionistas (partidarios de mantener la alianza Unión Democrática) y los intransigentes, impedida únicamente por la fuerza unificadora de convertirse en el principal partido de la oposición. En este contexto, el candidato presidencial de la UCR fue Ricardo Balbín, recientemente liberado tras su período de encarcelamiento en 1950. Su compañero de fórmula fue el intransigente Arturo Frondizi, del ala más centroizquierdista del partido.
Balbín y Frondizi integraban el llamado Bloque de los 44 (los 44 diputados radicales intransigentes electos en las elecciones de 1946). Frente al peronismo, el bloque de los 44 sostuvo una posición de apoyo a la sanción de leyes sociales y relacionadas con el nacionalismo económico, pero se opuso a las normas de características antidemocráticas, como aquellas que limitaban las libertades de expresión y prensa, o conferían amplias facultades a la policía. También se opuso al acuerdo que propuso el gobierno con Standard Oil, para la explotación de yacimientos petrolíferos, entregándole un predio de 50.000 kilómetros cuadrados. Los diputados del bloque de los 44 fueron perseguidos por el gobierno peronista y criticados por la dirigencia unionista radical, que consideraba a este bloque "colaboracionista".
La UCR, al igual que los demás partidos de la oposición, encontraba gran dificultad en el acceso a los medios de comunicación y era frecuentemente hostigada por el gobierno, lo que provocó que la oposición boicoteara la mayor parte de los debates en la Cámara de Diputados y todos los del Senado en el período previo a las elecciones.
Los partidos opositores presentaron las siguientes fórmulas:
Jornada electoral
El 11 de noviembre, día del comicio, inició el día con un clima húmedo y posteriormente se desataron lluvias torrenciales en la provincia de Buenos Aires, que sin embargo, no parecieron afectar el ánimo del electorado, en especial el femenino. La jornada electoral comenzó a las 8:00 de la mañana con una enorme afluencia de votantes. Los medios de comunicación destacaron que al principio de la jornada, en los centros donde votarían tanto mujeres como varones (aunque con padrones y mesas separadas), la concurrencia femenina prácticamente "doblaba" a la masculina, a partir del mediodía, ya había votado el 57% del padrón en Capital Federal, y un 55% en las provincias más pobladas como Buenos Aires, Córdoba, o Santa Fe.
Perón votó a las 8:15 en la mesa número 7 del circuito 193, circunscripción 21, y asistió acompañado por el jefe de policía Arturo Bertollo. Para entonces, sin embargo, ya había una multitudinaria fila de votantes, que al reconocerlo comenzó a vitorearlo y proponerle que se adelantara y votara primero. Perón rechazó la propuesta y esperó su turno junto a los demás votantes, por su parte, Balbín emitió su voto en la mesa funcional del Palacio de los Tribunales en la ciudad La Plata, a las 13:30. Encontrándose internada Evita después de su operación, la Junta Nacional Electoral envió autoridades al policlínico "Presidente Perón" en Avellaneda, cerca de las 10:30. La esposa del presidente emitió su voto desde la cama, en presencia de apoderados del Partido Peronista. En situación similar tras haber sido herido de bala, el candidato comunista Rodolfo Ghioldi también votó desde la internación, en el sanatorio Cussatis, Capital Federal, con apoderados del Partido Comunista Argentino acompañando a las autoridades electorales.
Jornada electoral
El 11 de noviembre, día del comicio, inició el día con un clima húmedo y posteriormente se desataron lluvias torrenciales en la provincia de Buenos Aires, que sin embargo, no parecieron afectar el ánimo del electorado, en especial el femenino. La jornada electoral comenzó a las 8:00 de la mañana con una enorme afluencia de votantes. Los medios de comunicación destacaron que al principio de la jornada, en los centros donde votarían tanto mujeres como varones (aunque con padrones y mesas separadas), la concurrencia femenina prácticamente "doblaba" a la masculina. A partir del mediodía, ya había votado el 57% del padrón en Capital Federal, y un 55% en las provincias más pobladas como Buenos Aires, Córdoba, o Santa Fe.
Afiche electoral del peronismo denunciando negativamente a la oposición, y afirmando que la derrota peronista implicaría la caída de las conquistas sociales.
Afiche mostrando el aumento de derechos del voto femenino utilizado en la campaña de 1951