Historia de Buenos Aires

La historia de la provincia de Buenos Aires abarca muchos hechos que son parte historia de la Argentina y muchos otros comparte también con la de la ciudad homónima. Este artículo describe fundamentalmente los hechos de importancia para la provincia, como la separación del resto del país, su posterior unificación, la separación de su antigua capital y la fundación de su capital actual.

Epoca Colonial

La historia de la provincia de Buenos Aires empieza junto con la historia de la Argentina, cuando el Río de la Plata es descubierto por la expedición de Juan Díaz de Solís, quien buscaba un paso hacia las Indias Orientales.​ Solís desembarcó en la Isla Martín García, siendo así el primer europeo en pisar suelo argentino, pero murió en un ataque de un grupo de aborígenes y los restantes tripulantes regresaron a España. Mientras por un lado Fernando de Magallanes continuaba la búsqueda del paso que llevara a los navegantes europeos hacia Asia (la cual encontraría al cruzar el Estrecho de Magallanes) 

El Rey de España nombró a Pedro de Mendoza , como primer Adelantado del Río de la Plata . El rey le otorgó , por capitulación , 200 lengua de tierra de norte a sur y un ancho con límites imprecisos desde el océano Atlántico al Pacífico. Debía fundar una fortaleza y ese fue el orígen de Buenos Aires. Llego con una dotación de 1200 hombres y mujeres en febrero de 1536 . Luego de recorrer la zona se decidió realizar la fundación que estuvo situada ente el actual Parque Lezama  y lo Altos de San Pedro y se la llamó Ciudad y Puerto Santa María de los Buenos Aires.   Al poco tiempo llegaron los indígenas con los que se tuvieron buenas relaciones comerciales en un principio intercambiando objetos a cambio de alimentos, con el paso del tiempo esta relaciones se fueron empeorando, hasta transformares en hostil, hasta llegar a la lucha armada. Los pobladores decidieron resistir a los ataques  y el hambre pero Irala fundo Asunción en 1541 y ordeno la evacuación de la ciudad. 

En 1580, Juan de Garay fundó por segunda vez la ciudad de Buenos Aires, esta vez con el nombre de Ciudad de la Santisima Trinidad y Puerto Santa María de los Buenos Aires . Garay  plantó el árbol de la justicia en la actual Plaza de Mayo y dispuso el trazado de la ciudad según las Ordenanzas de Población de las Leyes de Indias  de Felipe II de 1573. Repartió solares y designo a los integrantes del Cabildo, los cuales eligieron por sorteo el Santo Patrono de la ciudad , a San martín de Tours y el escudo . 

A continuación, acompañado por un grupo de pobladores, inició la primera expedición a lo que hoy es el interior bonaerense. En dos meses recorrió las zonas del Tuyú, Tordillo y Kakel Huincul, llegando hasta el cabo Corrientes.
Garay repartió tierras entre sus seguidores y dejó demarcadas las primeras posesiones de campo. Además ubicó vaquerías para la cría de ganado. Pero el acoso permanente de los indios no sometidos determinó que las vaquerías se convirtieran también en puestos militares Nació así el fortín 

La preocupación  por reducir pacificamente a los indio movió al Cabildo de Buenos Aires en 1740 a promover la creación de reduc- ciones a cargo sacerdotes jesuitas. En este plan Matías Strobel fundó en 1741 la reducción de Nuestra señora Concepción de las Pampas al sur del rio Salado en el actual partido de Castelli. Que debio abandonarse en 1753 luego de una matanza a indios realizada por las tropas del rey.

Otros dos jesuitas, Tomás Falkner y José Cardiel, fundaron en 1746 la reducción de Nuestra Señora del Pilar, junto a Laguna de los Padres, entre indios serranos o patagones del norte. Tres años después erigieron en las cercanías la reducción Nuestra Señora de los Desamparados. Un levantamiento general, dirigido por el cacique Cangapol, arrasó con estas dos reducciones en 1751.

En 1790, después de numerosos y crueles sucesos ocurridos en las luchas con los aborígenes, se decretó una paz general, fijándose el río Salado como límite del desierto, poco respetado por ambas partes. Los indios maloneaban frecuentemente hacia el norte buscando ganado y caballos; el blanco intentaba ocupar nuevos territorios hacia el sur del Salado.

La creación en 1776 del Virreinato, del Río de la Plata, con el puerto de Buenos Aires como epicentro, dio un gran impulso a la expansión del hombre blanco en la provincia bonaerense. junto a las rutas que unían el puerto de Buenos Aires con las ciudades importantes del virreinato, surgieron diversas poblaciones, como Baradero, Pergamino y San Antonio de Areco. Hacia fines del siglo XVIII con la implantación de la industria del saladero, que impulsó la exportación de carnes, cueros y lanas, la estancia, heredera de las antiguas vaquerías, cobró mayor importancia y se convirtió en la base del desarrollo económico de la región.

Los Jesuitas

Los Jesuitas
La Compañía de Jesús comúnmente conocidos como jesuitas, es una orden religiosa de la Iglesia católica fundada en 1534 por el español Ignacio de Loyola,​ junto con Francisco Javier, Pedro Fabro, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla, Simão Rodrigues, Juan Coduri, Pascasio Broët y Claudio Jayo en la ciudad de Roma. Fue aprobada por el papa Paulo III en 1540



Virreinato del Rio de la Plata

Virreinato del Rio de la Plata 
En 1776, el rey de España Carlos Ill decidió crear un virreinato en las provincias del extremo sur del continente americano, para hacer frente a las ambiciones de Portugal sobre el Río de la Plata.

 



Cabildo de Buenos Aires

Cabildo de Buenos Aires 
El Cabildo de Buenos Aires fue una institución que funcionó desde la fundación de la ciudad en 1580 hasta 1821, año en que fue reemplazada en sus funciones legislativas por la Junta de Representantes de Buenos Aires.


 



De la Revolución de Mayo al ascenso de Rosas

La Revolución de Mayo abrió interesantes perspectivas para la ganadería, ya que no sólo implicaba el fin del monopolio español del comercio exterior sino también la introducción de sistemas y mejoras en la actividad desarrollados en otros países y de otras razas de ganado. La incorporación del alambrado permitió definir la propiedad de la tierra trazando límites claros, que hasta entonces eran vagos e imprecisos.​

El 16 de febrero de 1820, a consecuencia de la Anarquía del Año XX, la provincia se constituyó en entidad política autónoma, designándose a Manuel de Sarratea como su primer gobernador. Su territorio nominal abarcaba desde la ciudad de Buenos Aires hasta la cordillera de los Andes por el oeste, y hasta la Patagonia oriental por el sur, incluyendo las islas Malvinas. Se excluyeron los territorios asignados a Entre Ríos y Corrientes, creadas en 1814, y de Santa Fe, de 1815.​

Pero el territorio bajo control efectivo era muy limitado: desde la ciudad de Buenos Aires hasta unos 60 km a la redonda. Los amerindios se resistían tenazmente a la penetración del hombre blanco en las tierras que habitaban. La introducción al continente americano del caballo durante la primera fundación de la ciudad y la habilidad de los aborígenes para domesticar a los que se habían vuelto cimarrones, les permitió lanzar violentos ataques llamados malones. Sucesivos gobiernos bonaerenses intentarían, por un lado, frenar los malones, y por otro, controlar territorios mediante diversas operaciones: la construcción de fortines defensivos, la realización de expediciones punitivas, la Zanja de Alsina, etc. En 1823 la primera ciudad que había sido fundada en la época patria, Dolores, un malón la destruyó por completo, lo cual aumentó la preocupación de los pobladores respecto de los grupos aborígenes y la frontera con sus territorios.

Entre 1820 y 1824 gobernó Buenos Aires Martín Rodríguez, que realizó históricas reformas (como la primera ley electoral argentina en 1821, aplicada sólo a la provincia de Buenos Aires). Dictó la ley de supresión de los cabildos de origen hispánicos y creó la justicia de paz el 22 de enero de 1822. Fueron nombrados 28 jueces de paz de campaña, uno para cada partido. Durante su gobierno, los estancieros se expandieron hacia el sur, hasta el río Quequén Grande, apoyados por algunas expediciones militares.

En 1823, Dolores fue casi totalmente destruida por los indios. El gobernador Martín Rodríguez realizó una campaña militar contra ellos y llegó hasta Bahía Blanca. En el camino, fundó un fuerte que dio origen a la actual ciudad de Tandil. Esta campaña animó a muchos estancieros a ampliar sus campos hacia el sur, lo que les permitió obtener grandes extensiones de tierras bajo el régimen de la enfiteusis (contrato de posesión a cambio del pago de un alquiler anual), con opción a compra. Así fue poblándose la costa del océano Atlántico hasta el río Quequen Grande.

Lo sucedió Juan Gregorio de Las Heras, que reunió el Congreso General de 1824, por el cual se pretendió unificar el país. En 1826, el Congreso nombró presidente a Bernardino Rivadavia, de tendencia centralista, que continuó con la política económica librecambista que venían llevando adelante los gobiernos porteños.​

Cuando Rivadavia asumió la presidencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, presentó al Congreso un proyecto de capitalización de la Ciudad de Buenos Aires, mediante el cual la Ciudad de Buenos Aires y gran parte de la campaña circundante se proclamaba capital del Estado, y se dividía el resto de la provincia en dos.​ El proyecto originó fuertes resistencias: el federalismo porteño, se opuso, en defensa de las instituciones de las provincias garantizadas por la ley fundamental, en especial el puerto y la aduana, principal fuente de recursos de la provincia. No obstante, la ley fue sancionada ese mismo año.

El gobernador de la provincia, Las Heras, cesó en su cargo por decreto del Poder Ejecutivo. La Junta de Representantes fue disuelta, y se nacionalizaron el ejército de la provincia, las tierras públicas, la aduana y todas las propiedades provinciales.​

La Guerra del Brasil, que finalizó con la independencia uruguaya, y la Constitución unitaria de 1826, rechazada en el Interior del país, terminaron con la caída de Rivadavia. En su lugar asumió como gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego, partidario del federalismo, quien finalizó la guerra con los brasileños y reconoció la independencia del Uruguay. Los unitarios, sublevados por Juan Lavalle, fusilaron a Dorrego. Esto terminó con el régimen presidencial y reanudó la guerra civil entre unitarios y federales.

Revolución de Mayo

Revolución de Mayo 
La Revolución de Mayo fue una serie de acontecimientos revolucionarios ocurridos en la ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, dependiente del rey de España, que se sucedieron durante el transcurso de la llamada Semana de Mayo, entre el 18 de mayo de 1810, fecha de la confirmación oficial de la caída de la Junta Suprema Central, y el 25 de mayo, fecha en que se destituyó al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y se lo reemplazó por la Primera Junta de gobierno.
Si bien inició el proceso de surgimiento del Estado Argentino no hubo una proclamación de la independencia formal, ya que la Primera Junta no reconocía la autoridad del Consejo de Regencia de España e Indias, pero aún gobernaba nominalmente en nombre del rey de España Fernando VII, quien había sido depuesto por las Abdicaciones de Bayona y su lugar ocupado por el francés José Bonaparte.






Martín Rodríguez

Martín Rodríguez 
Martín Rodríguez ocupó durante cuatro años el cargo de gobernador de Buenos Aires.
Durante los inicios de su gobierno se produjo un levantamiento que contó con el apoyo federal, pero que fue sofocado a la fuerza por Juan Manuel de Rosas, que entró a la ciudad con los "Colorados del Monte", un grupo de gauchos altamente disciplinados y armados a su costa, reponiendo a Rodríguez en su cargo. Fue en ese momento que Rosas recibió el título de Ilustre Restaurador de las Leyes.
La Junta de Representantes le entregó al nuevo gobernador Rodríguez “el lleno de las facultades”, con las cuales pudo devolverle el orden a la ciudad.
Martín Rodríguez gobernó la provincia de Buenos Aires entre 1820 y 1824. Su gobierno fue de tendencia unitaria y sus obras se vieron encauzadas principalmente por Bernardino Rivadavia, ministro de Relaciones Exteriores, junto a Manuel José García, ministro de Hacienda, y desde 1823, por el asesor gubernamental Miguel Mariano de Villegas.
Una vez terminado el mandato de Rodríguez asumió el gobierno de la provincia el general Juan Gregorio de Las Heras.



Gobierno de Juan Manuel de Rosas

Juan Manuel de Rosas, tras derrotar a Lavalle en 1829, asumió el gobierno de la provincia con "Facultades Extraordinarias", y conservando la delegación de las relaciones exteriores por parte de las demás provinciasy gobernó hasta 1832 con rasgos autoritarios y personalistas. Rosas realizó una campaña en la Patagonia, donde luchó contra las tribus indígenas. Desde 1832 hasta 1835 gobernaron tres gobernadores débiles: Juan Ramón Balcarce, Juan José Viamonte, y Manuel Vicente Maza. Los tres renunciaron por presión de los "rosistas", y el último de ellos a causa del asesinato del caudillo Facundo Quiroga en Barranca Yaco, ideado por los hermanos cordobeses Reynafé.

En 1835, en medio de esta anarquía, Rosas fue elegido gobernador de Buenos Aires, con el agregado de tener la «Suma del Poder Público», esto es: los poderes del Estado resumidos en su persona. Un posterior plebiscito popular legitimó en forma amplia su designación. Inició una política económica proteccionista, aunque sin fomentar explícitamente nuevas industrias,6​8​ y hubo una cierta regresión en la educación popular. Con sus atribuciones inició un régimen dictatorial que se caracterizó por la persecución de los opositores —unitarios, federales "cismáticos", ciertos extranjeros, y ciertos intelectuales— que en muchos casos fueron ejecutados o asesinados, u optaron por exiliarse en países limítrofes.8​ Su política centralista generó sublevaciones en su contra en el interior del país, y su autoritarismo provocó la oposición de los romanticistas de la «Generación del 37», grupo de jóvenes intelectuales, entre ellos, Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, y Domingo Faustino Sarmiento, que desde el Salón Literario criticaron mucho al régimen.

Entre 1838 y 1840, Rosas resistió el bloqueo francés, establecido con la excusa de supuesta discriminación a ciudadanos de esa nacionalidad. Una vez levantado éste, venció a la poderosa Coalición de las provincias del Norte, y sitió Montevideo entre 1843 y 1851, ayudando al expresidente uruguayo Manuel Oribe, derrocado en su país. Además, resistió de forma admirable el bloqueo anglo-francés, desde 1845 a 1848,y logró aplastar una última sublevación de la provincia de Corrientes.

En sus últimos años de gobierno, las renuncias de Rosas se repitieron simbólicamente; el caudillo entrerriano Justo José de Urquiza aceptó una de ellas con su denominado «Pronunciamiento», y decidió asumir él mismo las relaciones exteriores de su provincia. El caudillo porteño respondió con furiosas invectivas, pero su reacción militar fue insuficiente: se enfrentaron en la Batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. En esta batalla, la más grande de la historia sudamericana, el Ejército Grande, al mando de Urquiza, derrotó a los miles de soldados del ejército federal. Tras este hecho, Juan Manuel de Rosas inició su exilio en Inglaterra.

Juan Manuel de Rosas durante su campaña al Desierto

Juan Manuel de Rosas durante su campaña al Desierto
Rosas realizó una campaña hacia el sur agrandando la extensión de la provincia y lentamente su poblamiento.Más tarde, la implementación del alambrado produjo un hecho de gran trascendencia, debido a que definió con claridad la propiedad de la tierra. Hasta entonces era imposible determinar los límites por ejemplo de una estancia, una parcela, o incluso de un asentamiento poblacional.



Batalla de Caseros

Batalla de Caseros 
La batalla de Caseros fue un enfrentamiento armado ocurrido el 3 de febrero de 1852, en el cual el ejército de la Confederación Argentina, al mando de Juan Manuel de Rosas —gobernador de la provincia de Buenos Aires y Encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina—, fue derrotado por el Ejército Grande, compuesto por fuerzas del Brasil, el Uruguay, las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe y los unitarios exiliados, liderado por Justo José de Urquiza —gobernador de Entre Ríos, quien se había sublevado contra Rosas el 1 de mayo de 1851 en el Pronunciamiento de Urquiza—, y que tuvo como consecuencia la renuncia inmediata de Rosas al gobierno y su exilio en Gran Bretaña.



Estado de Buenos Aires

El triunfo militar de Urquiza sobre Rosas cristalizó con la organización de la Confederación Argentina por medio de una constitución federal. Entre las imposiciones que se realizaban a Buenos Aires estaba nacionalizar los ingresos aduaneros de su puerto y federalizar su capital, la ciudad de Buenos Aires, que pasaría a ser capital de la Confederación. Esto no fue de agrado de los porteños, que experimentaban una prosperidad muy superior al resto de las provincias gracias a los ingresos de la Aduana. Así, algunos grupos de políticos apoyaron la exclusión de Buenos Aires de la Confederación constitucional, recién creada.​

La revolución del 11 de septiembre de 1852 tomó el poder, excluyendo a los partidarios y representantes del general Urquiza; éste se negó a aplastarla, por considerar que gozaba de apoyo popular.

El régimen establecido en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, acaudillado por líderes unitarios tales como Valentín Alsina y Bartolomé Mitre retiró sus representantes del Congreso Constituyente, antes de que éste adoptara la Constitución Argentina de 1853. Igualmente, se negó a tomar parte en la elección de las autoridades nacionales ni aceptar su autoridad.​

La constitución provincial promulgada en abril de 1854 establecía los siguientes límites de la provincia:

Su territorio se extiende Norte-Sur desde el Arroyo de El Medio hasta la entrada de la Cordillera en el mar, lindando por una línea al Oeste y Sud-Oeste con las faldas de las Cordilleras, y por el Norte y Este con los rios Paraná y Plata y con el Atlántico.​

Durante los años en que rigió el Estado de Buenos Aires, fueron fundados varios pueblos que actualmente pertenecen a la Provincia, como Chivilcoy (1854), Bragado (1854), Las Flores (1856) y Lomas de Zamora (1860).

También se firmaron varios acuerdos de comercio con países vecinos y europeos, e incluso con la propia Confederación Argentina. Y en 1857 se instaló el que sería el primer ferrocarril en la Argentina, denominado Ferrocarril Oeste de Buenos Aires, cuya locomotora La Porteña, recorría un trecho de 10 kilómetros desde la Plaza del Parque (actual Plaza Lavalle), en la ciudad de Buenos Aires, hasta la estación La Floresta, cercana al pueblo de Flores.

En 1859, se realizó una exposición agrícola que permitió mostrar los adelantos tecnológicos que se habían conseguido en dicha área. La educación, por su parte, también efectuó un crecimiento, por impulso de Domingo Faustino Sarmiento. Además se emitió papel moneda y se realizaron campañas militares al sur contra los indígenas.

El desarrollo económico se estancaría alrededor de 1859, cuando comenzaron los enfrentamientos armados con la Confederación. El 23 de octubre de 1859 estalló la Batalla de Cepeda, con un triunfo de Urquiza. Tras el triunfo de la Confederación, se exigió el regreso de Buenos Aires a la misma. Sin embargo, el estado porteño no cumplió con la exigencia por la misma razón aduanera.​

Así, se desató, el 17 de septiembre de 1861 la Batalla de Pavón, con un inesperado triunfo de Bartolomé Mitre, comandante de las fuerzas porteñas. De esta manera, se acordó el regreso de Buenos Aires a la Confederación, pero bajo los términos que la provincia impusiese.​ Los porteños se comprometieron a compartir un porcentaje de sus ingresos aduaneros durante cinco años. En 1862, el gobernador Mitre disolvió el Estado formándose la República Argentina.

El Ferrocarril Oeste en la estación Del Parque

El Ferrocarril Oeste en la estación Del Parque
El Ferrocarril Oeste de Buenos Aires (FCO), inaugurado en la ciudad de Buenos Aires el 29 de agosto de 1857, fue el primero construido en territorio argentino y el iniciador de la extensa red ferroviaria que se expandió en los años siguientes, era un símbolo de la autocapitalización que había logrado Buenos Aires. El Ferrocarril Oeste fue para los porteños una de sus mayores glorias, justificada durante los 27 años que perteneció al Estado de Buenos Aires por toda la riqueza que llevó a la ciudad, su eficiencia y sus tarifas más bajas que la de los ferrocarriles administrados por firmas inglesas en el país. La presión e interés de los capitales británicos, y el endeudamiento del Estado Argentino, fueron determinantes para que se lo vendiera en 1890 a la empresa inglesa Buenos Aires Western Railway.




Batalla de Pavón

Batalla de Pavón 
La batalla de Pavón, librada en el sur de la provincia de Santa Fe el día 17 de septiembre de 1861, fue un combate clave de las guerras civiles que dividieron a la Argentina durante el siglo xix. Significó el fin de la Confederación Argentina, y la incorporación de la provincia de Buenos Aires en calidad de miembro dominante del país.




Organización Nacional

Luego de la victoria de Mitre sobre Urquiza, la situación comenzó a estabilizarse. El acuerdo entre los mitristas y los políticos del interior del país permitió finalmente la declaración de la Ciudad de Buenos Aires como capital del país. Pero el gobierno nacional debió aceptar quedar como huésped del gobierno porteño, lo que permitió a los porteños defender muy efectivamente sus intereses.

Entre 1876 y 1877 se construyó un sistema de fosas y fortificaciones en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires, conocida como la Zanja de Alsina; cuya función fue la de entorpecer el paso del ganado que era robado por grupos indígenas, evitando así los arreos de ganado robado por la ruta de la rastrillada grande.


La zanja se realizo en varios sectores de la provincia pero no pudo terminarse la idea de Alsina debido a su prematuro fallecimento. A la muerte repentina de Alsina en 1879 los sucede en el cargo  general Roca realiza la denominada conquista del desierto donde logra el control total de la Provincia , superando los límites de la misma. Roca pelea aprovechando la nueva tecnología de la época , como ser el telégrafo, el ferrocarril y la ametralladora , con lo cual la victoria es aplastante y terminando en solo 4 meses casi 4 siglos de dominación indigena en esas partes del territorio 

Ésta produjo la casi desaparición de las poblaciones mapuches, tehuelches y ranqueles, con el consecuente ensanche de la provincia hacia el oeste y el sur. Algunas poblaciones indígenas subsistieron hasta hoy, muy disminuidas, en el sudoeste del país. Pero desaparecieron como entidades política y culturalmente autónomas.

A pesar de que el país se encontraba unificado luego de décadas de luchas internas, todavía existía el conflicto por la federalización de la Ciudad de Buenos Aires, proyecto que intentaba materializar el presidente Nicolás Avellaneda. La provincia de Buenos Aires no quería ceder a la Ciudad de Buenos Aires, tanto por motivos económicos como por motivos políticos. 

El conflicto estaba agravado por las diferencias políticas de Tejedor y Avellaneda, mientras el primero era un candidato mitrista, el segundo apoyaba la candidatura de Julio Argentino Roca, candidato por el Partido Autonomista Nacional. Finalmente se produce un enfrentamiento armado  entre el gobierno nacional presidido por Nicolás Avellaneda   y el  gobierno de la provincia de Buenos Aires presidido por Carlos Tejedor . Esto llega a la mudanza del gobierno a la ciudad de Belgrano. Este conflicto desembocó en una serie de enfrentamientos armados llamados Revolución de 1880 (Olivera, Puente Alsina, Barracas y los Corrales), en los cuales las tropas de Tejedor fueron derrotadas. Aunque Mitre había prestado apoyo a los insurrectos, ofició como mediador, y obtuvo la firma de un acuerdo disponiendo el desarme de la milicia provincial y la renuncia de Tejedor.

El 23 de junio, el gobernador nombró comandante en jefe de las fuerzas provinciales al expresidente Bartolomé Mitre, partidario evidente de los rebeldes pero que no se había comprometido hasta entonces. Éste se reunió con todos los jefes militares y con el gobernador, y al día siguiente comenzó a negociar con las fuerzas nacionales el fin de las hostilidades. Roca aceptó negociar un armisticio sin llamarlo rendición, pero en la práctica la ciudad rebelde se estaba rindiendo a discreción.

Avellaneda no aceptó una solución a medias. Intervino la provincia de Buenos Aires y disolvió las milicias provinciales. Por una ley del 21 de septiembre de ese año, declaró a la ciudad de Buenos Aires capital de la Nación. Poco después de la asunción presidencial de Roca, la legislatura provincial aceptó la federalización de la ciudad, a pesar de la oposición de unos pocos diputados, entre ellos Leandro Alem.

Finalizado el conflicto en los últimos tiempos de la presidencia de Avellaneda  se dicta la ley de federalización de la ciudad de Buenos Aires y a partir de alli ciudad y provincia tiene gobiernos  diferentes

Presidencias históricas -  Bartolomé Mitre -  Domingo Faustino Sarmiento -  Nicolás Avellaneda

Presidencias históricas
Las presidencias históricas es una denominación que suele utilizarse en la historiografía argentina para referirse a tres presidencias sucesivas constitucionales de Argentina: Bartolomé Mitre (1862-1868), Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) y Nicolás Avellaneda (1874-1880), que abarcaron el período de dieciocho años comprendido entre 1862 y 1880 durante el cual se terminó de consolidar la Organización Nacional.
Las mismas fueron consecuencia inmediata de la guerra entre el Estado de Buenos Aires y la Confederación Argentina que se resolvió con el triunfo porteño en la Batalla de Pavón, que llevó al gobernador de Buenos Aires, Bartolomé Mitre, a tomar de facto la presidencia de la Confederación Argentina en 1862.
Se sucedieron con posterioridad a la Reforma constitucional de 1860, que formalizó la integración de Buenos Aires a la Confederación Argentina, organizada nueve años antes por la Constitución de 1853.



Revolución de 1880

Revolución de 1880
La Revolución de 1880 es considerada el último episodio de las guerras civiles que enfrentaron a las provincias argentinas con Buenos Aires. El enfrentamiento, signado por la sucesión del presidente Nicolás Avellaneda y la federalización del territorio de la ciudad de Buenos Aires, se saldó con cruentos enfrentamientos que culminaron con la derrota de la Provincia de Buenos Aires, la ciudad convertida en territorio federal y el inicio de la larga hegemonía de Julio Argentino Roca en la política argentina.



La generación del 80

 El 11 de abril se realizaron las elecciones para presidente, surgió una amplia victoria para los electores de Roca, excepto en Buenos Aires y Corrientes.​ El 13 de junio se reunió el Colegio Electoral, que eligió presidente al general Roca y vicepresidente a Francisco Bernabé Madero. Pero en Buenos Aires se estaba gestando una revolución contra el triunfo de Roca y el proyecto de Nicolás Avellaneda de federalizar la ciudad de Buenos Aires.

Cuatro días más tarde comenzaron los combates, que terminaron el 25 de junio con un acuerdo entre la provincia y la Nación; la revolución de 1880 había costado 3000 muertos. Poco antes de la asunción presidencial de Roca fue aprobada en el Congreso la federalización de Buenos Aires.

Dardo Rocha en el año 1881 resultó elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires y al año siguiente envió el proyecto de ley por el cual se decidió fundar la ciudad de La Plata, como nueva capital de la provincia.

Al año siguiente se colocó la piedra fundamental y el cargo de gobernador lo ocuparía hasta el 30 de abril de 1884 y como diplomático tendría una gestión decisiva en las negociaciones sobre límites con Chile y Bolivia, luego de la guerra del Pacífico.

La provincia de Buenos Aires hizo importantes avances durante la gobernación de Dardo Rocha. En 1881 se realizó un censo que registró la existencia de una población de 521.581 habitantes, distribuida sobre una superficie demás de 300.000 km2. Este censo mostró que  la tercera parte del territorio de la provincia se encontraba comprendida en zonas de frontera, escasamente pobladas. Había 187 centros urbanos, de los cuales sólo uno, San Nicolás de Ios Arroyos, tenía 10.000 habitantes. El resto de los poblados oscilaba entre 5.000 y 9.000 habitantes. Ningún pueblo tenía agua corriente, en muchos no había iglesias,  ni escuelas, y solamente San Nicolás de los Arroyos y Tandil contaban con calles empedradas. Las tierras pertenecían a pocas personas y eran muy poco explotadas;la agricultura sufría un gran retraso: de cada1.000 Km2, unos 648 estaban dedicados a la ganadería y sólo 18 a la agricultura. El 14 demarzo de 1882, el gobernador Dardo Rocha elevó a la Legislatura un proyecto de ley, con la intención de crear una capital de la provincia.

Durante su gobernación Rocha fundó otros centros de población como las ciudades de Necochea el 12 de octubre de 1881 y en 1883 las de Coronel Vidal el 28 de mayo y Pehuajó el 3 de julio, y por último la ciudad de Tres Arroyos el 24 de abril de 1884. Además proyectó la construcción de los puertos de Ingeniero White —del Partido de Bahía Blanca— y Mar Chiquita, y del gran puerto de Ensenada.

La ley se sancionó el 27 de abril de 1882, y dio origen a la ciudad de La Plata , en 1884, la provincia perdió la parte asignada a La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y las Malvinas. Finalmente, en 1887 la provincia cedió los partidos de Belgrano y Flores, que pasaron a integrar la capital Federal. La Plata fue la primera ciudad sudamericana que contó con iluminación eléctrica. De los 521.581 habitantes que tenía la provincia en 1881, 125.400 eran extranjeros.

Entre 1890 y 1930 surgieron nuevas fuerzas políticas, principalmente la que acabaría siendo la actual Unión Cívica Radical que, bajo el liderazgo de Leandro N. Alem, se enfrentó a las estructuras de poder heredadas del roquismo. La industria provincial tuvo un gran impulso con el florecimiento del ferrocarril. En 1886 se promulgó a Ley orgánica de las municipalidades, que fortaleció a los municipios y aumentó su autonomía administrativa. Luego de la finalización de la Campaña del Desierto se crearon muchos nuevos partidos en las tierras ganadas al indio.

Ceremonia de piedra fundamental de La Plata

Ceremonia de piedra fundamental de La Plata
La ciudad fue planificada y construida específicamente para que sirviera como capital de la provincia después de que la ciudad de Buenos Aires fuera declarada como distrito federal en 1880. Además, es el principal centro político, administrativo y educativo de la provincia.
Entre todas las ciudades ya existentes en esa época, Dardo Rocha se inclinó por Ensenada, contigua al Río de La Plata y conectada con Buenos Aires a través del Ferrocarril Buenos Aires a Ensenada. El 14 de marzo de 1882 anunció la capitalización del municipio de Ensenada.9​ No obstante, la decisión no contemplaba instalar el gobierno y la administración en la costera Ensenada, sino que se proyectaba el emplazamiento de una nueva ciudad 10 km tierra adentro, en las Lomas de Ensenada.



dardo rocha
Dardo Rocha
Dardo Rocha fue un abogado, político, diplomático, militar, periodista y docente argentino, que actuó siendo joven en las guerras civiles argentinas y con el rango de sargento mayor en la Guerra del Paraguay, posteriormente se dio de baja en el Ejército Argentino y fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires desde 1881 hasta 1884, y ejerciendo su mandato fue el fundador de las ciudades de Necochea en 1881, de La Plata en 1882, de Coronel Vidal y de Pehuajó, ambas en el año 1883, y por último de Tres Arroyos en 1884, además de ser mentor y primer rector de la Universidad de La Plata desde 1897 hasta 1905.


Siglo XX hasta la actualidad

El radicalismo accedió al poder en 1916, gracias a la vigencia de la ley Sáenz Peña. Los ferrocarriles aumentaron su alcance al sur provincial, lo cual generó una mayor influencia de Bahía Blanca como puerto y enlace con la Patagonia. Aumentaron las superficies ganaderas en el oeste y centro, y se amplió la red vial.

El 24 de abril de 1917, la provincia es intervenida por el gobierno nacional, en lo que sería la primera intervención de las 20 que sufrirá la provincia durante el siglo XX.​

De 1930 a 1955

A principios de la década de 1930 comenzó una etapa de la historia nacional conocida como la Década Infame. Hubo períodos de crisis en los que tuvieron lugar la devaluación del peso y cesantías masivas, pero uno de los factores que más afectó a la economía provincial fue el Pacto Roca-Runciman que colocó a la industria de la carne y sus derivados bajo un fuerte control inglés, en diversas facetas como los precios o el transporte.

En 1934 se crea una nueva constitución de la provincia, la cual sigue vigente actualmente con algunas reformas introducidas en 1994.

Durante los gobiernos de la Revolución del 43 y los mandatos de Juan Domingo Perón tuvo lugar un fuerte proceso de migración interna, en el cual gran parte de la población rural se movió a las ciudades. Esto se notó especialmente en la ciudad de Buenos Aires, que aumentó su población tanto dentro de sus límites administrativos como en los partidos de la provincia lindantes con la misma, lo cual llevó a la conformación de la megaciudad conocida como Gran Buenos Aires.13​Carlos Aloé fue elegido para ese cargo en las elecciones de 1951, asumiendo el 4 de junio de 1952.
En el sistema eléctrico de la zona Norte, inauguró la ampliación de la Central Regional de Chivilcoy, inauguró la línea de Alta Tensión Luján-Morón, importante obra que había estado paralizada tres años. El sistema eléctrico de la zona Oeste, constituido por una central con tres grupos electrógenos, fue inaugurado en agosto de 1954 en Pehuajó.

En el de la zona Sudeste, abastecido por la gran central regional de Necochea, la gestión procedió a terminar el edificio de la misma y al montaje de sus instalaciones. En el del Sur, principalmente mejoró la red de distribución de la ciudad de Bahía Blanca, y en el del Este, Chascomús-Dolores, también se programaron y se pusieron en ejecución el tendido de 900 km de líneas de Alta Tensión, entre ellas la de Mar del PIata-Necochea. El incremento de la potencia instalada de 118.000 kW a 190.000 permitió ampliar la producción de energía.14​ En esas épocas aumentó también la industrialización, en detrimento del campo. Se tendió el gasoducto Comodoro Rivadavia-Buenos Aires, se pavimentaron varias ciudades del interior, se amplió la red vial y se trazaron las rutas 2 y 3 y se fortaleció la infraestructura educativa.

Hasta la actualidad

La etapa entre 1955 y 1983 tuvo a nivel nacional una alta inestabilidad política, en la cual cerca de 25 gobernantes de diversas extracciones ocuparon el poder ejecutivo. Una situación similar tenía lugar en la provincia, que en dicho período tuvo a más de 40 gobernadores.

Entre ellos se destaca Oscar Alende, que inició en la década de 1960 el proyecto de control de inundaciones más importante de la provincia, hasta el día de hoy, el dique Roggero, completado una década más tarde, en 1972, aunque inaugurado el año anterior.​

La Reforma de la Constitución Argentina de 1994 introdujo el sistema de elección directa para los cargos de presidente y vicepresidente nacional, anulando el uso del colegio electoral. Esto aumentó la importancia política de la provincia, que con su alta población respecto del resto del país se volvió determinante en la mayoría de los resultados electorales posteriores. Ese mismo año se reformó también la constitución provincial.​