Dualidad de la conducción

La dualidad expresada en la proclama del 6 de septiembre, se mantuvo durante todo el período del gobierno provisional.


Se dejó a los políticos y expertos en materia económica y financiera la conducción de esas áreas para las cuales los militares no se sentían con suficiente preparación, pero por otro lado la presión del grupo que rodeaba a Uriburu en la Casa de gobierno seguía otras directivas y tenía otras finalidades.

Juan Bautista Molina, nacionalista extremista, era secretario de la presidencia; el teniente coronel Emilio Faccione, secretario militar; el teniente coronel Alvaro Alsogaray era jefe de la Casa Militar, y del ambiente creado por esos colaboradores y otros afines al uriburismo emanaban orientaciones y decisiones que no coincidían con las que propiciaban los civiles y menos los partidos políticos antiyrigoyenistas.

Aquellos hombres que, en su calidad de oficiales del ejército, querían la vuelta a la normalidad constitucional, fueron considerados molestos en Buenos Aires; J. M. Sarobe fue relevado de su acción docente en el Colegio militar y enviado como agregado militar al Japón; el coronel Descalzo fue enviado como interventor al territorio de Formosa; una media docena de coroneles y tenientes coroneles que los uriburistas de la Casa de Gobierno juzgaban como obstáculos peligrosos, fueron alejados en una especie de exilio diplomático, la mayoría de ellos de la órbita de Justo: Ricardo Miró, Carlos Casanova, Guillermo Valotta, Florencio Campos, Avelino Alvarez, Pedro P. Ramírez, Juan Tonazzi, Armando Verdaguer, Angel Solari.

Algunos adeptos de Justo, sin embargo, fueron ubicados en puestos importantes: Adolfo Espíndola en la escuela de artillería de Campo de Mayo; Santos V. Rossi en el regimiento de infantería 2, en Buenos Aires; Héctor Pelesson en el comando del regimiento de granaderos General San Martín.

Los militares yrigoyenistas o legalistas fueron obligados de algún modo a pedir el retiro o enviados a guarniciones del interior, lejos de la capital federal, como Gregorio Pomar, en Paraná.