Como los problemas más
graves se pueden mencionar: la acción depredadora de los cazadores
furtivos ; el ingreso de ganado doméstico perteneciente a particulares (causando
esto problemas de sobrepastoreo y consecuente erosión); la presencia
de especies exóticas como el Jabalí, el Ciervo Colorado y
la Liebre Europea, que compiten en numerosos aspectos con las especies
autóctonas. A fin de minimizar su impacto se están desarrollando
estudios para planificar el control de sus poblaciones.
YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS/PALEONTOLÓGICOS: Quizá
no exista en el país otro Parque Nacional que contenga tanta abundancia
de restos culturales en una superficie de casi 10.000 ha. La excepcional
bondad del ambiente, dentro del semiárido panorama circundante,
determinaron una recurrente ocupación humana de estas sierras a
lo largo de milenios. Existen representaciones de arte rupestre (estilos geométricos y símbolos complicados) de una antigüedad
mayor a los 2.000 años. Se distribuyen en los Valles de Namuncurá
y De las Pinturas, y coinciden con la ubicación de sitios arqueológicos
correspondientes, a grupos cazadores recolectores. Estas expresiones culturales
se atribuyen a los Tehuelches Septentrionales, que dominaron la llanura
pampeana hasta los tiempos de la conquista, momento en que se fusionaron
a la cultura Araucana. Las Sierras de Lihué Calel, ya en el siglo
XIX, fueron un sitio de fundamental importancia para estas culturas. Zona
de excelentes pastizales y abundante agua, constituía una de las
principales escalas de reaprovisionamiento, de la "rastrillada"
o "camino de los chilenos". Por allí se encaminaba el
producto de los malones, principalmente ganado capturado en la zona pampeana,
hacia su travesía hasta Chile, atravesando la Cordillera.
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