El agro

Los cereales y las carnes fueron siempre el centro alrededor del cual giro la economía nacional. Entre 1880 y 1930 el campo bonaerense experimentó un gran avance, beneficiado por la inmigración europea y por el potencial natural propio: la calidad del suelo, el clima templado y las facilidades de acceso marítimo, además de la modernización del equipamiento empleado y la expansión industrial. En poco tiempo, la región se vio atravesada por una importante red ferroviaria que confluía hacia los puertos Buenos Aires y Bahía Blanca.
Los miles de inmigrantes -principalmente de italianos- y una considerable afluencia de capitales ingleses produjeron una verdadera revolución agrícola a partir de la chacra: pequeña parcela de tierra que se multiplicó rápidamente, labrándose así grandes extensiones de hectáreas vírgenes. Pero al extraordinario crecimiento provincial de los comienzos del siglo XX siguieron épocas de crisis que trabaron el avance sostenido de la economía.

Diversas causas han intervenido para que la Argentina fuera perdiendo su liderazgo cerealero en el mundo después de 1930. Algunas son externas, como la caída de los precios en el mercado internacional otras, internas, como una mala organización de los circuitos provinciales de comercialización y las crisis climáticas , que de manera cíclica afectaron y afectan el área pampeana bonaerense. Como consecuencia, se redujeron las áreas sembradas con trigo, mientras que las oleaginosas (girasol, lino) sufrieron un estancamiento. No obstante, a partir de 1974 se produjo una expansión del sorgo, la aparición de la soja como cultivo sustituto del trigo, y un mayor rendimiento del maíz. Pero más allá de las circunstancias favorables o negativas la producción agraria ha sido siempre una actividad de riesgo. Por esta razón, el hombre de campo generalmente elige combinar la siembra con la ganadería a fin de mejorar sus ganancias o compensar pérdidas debidas a condiciones climáticas y ecológicas adversas, gastos de insumos, como combustible, semillas, fertilizantes y equipamiento; altos costos de los créditos bancarios y otros aspectos complejos de la comercialización de los cereales.

Buenos Aires es la provincia argentina con mayor producción de ganado ovino, bovino y porcino. se destaca además por su producción avícola sin embargo el rubro más importante es el ganado vacuno.
Las principales razas destinadas a la cría son la Aberdeen Angus, la Shorthorn y la Hereford

La actividad tambera integra sus planteles con ganado Holando Argentino. Las mayores explotaciones, con modernas técnicas, se desarrollan en Olavarría, Azul, Tandil, General Pueyrredón, mar Chiquita, Suipacha, Chivilcoy y Navarro, entre otros partidos. En las mismas zonas de producción se encuentran importantes
establecimientos industriales que elaboran derivados de la leche, además de numerosas
plantas frigoríficas y curtiembres, los tres rubros relacionados con el ganado vacuno.
Muchas empresas vinculadas al rubro lechero se encuentran en el Gran Buenos Aires, cerca de los centros de gran consumo.

En la provincia se concentra la mayor y más variada producción industrial: complejos siderúrgicos y Petroquímicos, destilerías de petróleo, plantas metalmecánicas para autopartes y automotores fábricas de plástico y resinas sintéticas, de medicamentos y equipamiento hospitalario, establecimientos textiles y alimentarios, entre otros.

Acero

Buenos Aires es la principal productora de acero, palanquilla y laminados del país (Zárate, san Nicolás Campana, Ramallo). Se destaca Ramallo en la producción siderúrgica, que aprovecha las condiciones portuarias de Punta Argerich para el acceso del carbón y el mineral de hierro.

Grandes máquinas

La industria metalmecánica abarca la producción de material y equipo ferroviario fabricación de grandes motores Diesel, construcciones navales, generadores, motores, transformadores y máquinas herramienta.

Los recursos mineros de la provincia están integrados por minerales no metalíferos y rocas de aplicación. Entre las rocas de aplicación sobresalen el granito
en bloque o triturado, que se extrae en Olavaria , Tandil, Azul y Tornquist , las cuarcitas, de General Pueyrredón, Saavedra y Coronel Pringles, y la caliza, de Coronel Suárez y Olavaria .
Las reservas de minerales no metalíferos, como las arcillas, que se extraen en Olavaria , Juárez y Tandil, son considerables y se explotan en forma intensa.

Metalíferos

Se debe tener en cuenta además los yacimientos ferríferos y ferro-titaníferos, que se hallan contenidos en las arenas oscuras de las playas bonaerenses y son objeto de estudio por Su gran importancia económica potencial

Entre los años 1991 y 1994, el promedio anual del crecimiento de las exportaciones fue del 18%. En 1995 el valor
estimado de las exportaciones de Buenos Aires se aproximó a los 8.600 millones de dólares.
Entre los principales rubros exportados por la provincia se destacan los siderometalúrgicos, maquinarias y equipos, materiales de transporte, productos alimenticios y agrícola ganaderos.