Desde, el siglo XVIII hasta el presente, la fauna bonaerense ha ido en constante disminución. El avance de los cultivos y de las ciudades, así como la persecución del hombre, han puesto en serio peligro de extinción a la fauna terrestre. Hace un siglo, la región estaba poblada por una rica variedad de especies.
En la Pampa como en el Delta, pululaban toda clase de carnívoros, edentados, roedores y aves. Especies que entonces abundaban, hoy son difíciles de encontrar, como ciervos, venados, guanacos, gatos monteses, pumas, hurones, zorros grises, mulitas, peludos, zorrinos, matacos, nutrias, tucutucos, cuises , liebres, vizcachas, comadrejas, ñandúes, lagartos verdes, víboras, tortugas, iguanas o carpinchos. |
Todavía es posible encontrar patos, teros, garzas, flamencos, chajáes, martinetas, caranchos y roedores. El murciélago sobrevive mejor que las demás especies por haberse adaptado a las ciudades, donde encuentra insectos para su alimentación y buen escondrijo.
Especies como el yaguareté o el tigre se encuentran casi totalmente extinguidas , hacia fines del siglo XIX se exportaban unos 2.000 cueros de este animal por año desde la región pampeana.
El partido de Tigre tomó su nombre de los yaguaretés y los pumas que merodeaban la zona hasta principios del siglo XIX. |
Es muy rica, en contraste con la fauna terrestre, y se puede acceder a ella en casi toda la extensión de la costa bonaerense.
Un factor importante contribuye a esta gran riqueza de nuestro país, que posee las condiciones apropiadas para que los peces se reproduzcan, reciban luz y se provean de crustáceos y moluscos.
Entre las especies de gran valor económico, cuya explotación se efectúa desde los puertos del sur de la provincia, se encuentran la anchoa, la merluza, el atún, la corvina y el pejerey de mar. |