Estando el general Perón en el país, nadie puede ser presidente de los argentinos más que él, declara el 12 de julio Victorio Calabró, vicegobernador de Buenos Aires. Se acabó la joda, sintetiza José Rucci. Disciplinadamente, Hector J. Cámpora y Vicente Solano Lima presentan sus renuncias. Cámpora era, según Perón, hombre de una lealtad insobornable. Durante la campaña electoral, la JP lo llamó cariñosamente el Tío, y subrayó el carácter vicario de su poder. Ya sea por tolerancia, simpatía o debilidad, en esos 49 días la primavera popular se desarrolla con amplitud: al Devotazo y la liberación de los presos siguieron una serie de tomas de empresas estatales, hospitales y oficinas, por parte de la Tendencia y, también, de sus adversarios dentro del peronismo. Se genera así la sensación de desgobierno, acrecentada por la jornada de Ezeiza. Luego de consultar con los comandantes militares y el jefe de la oposición, Perón baja el pulgar, e inicia el camino hacia el ejercicio efectivo del poder.
Apenas 49 días de gobierno de una intensidad extraordinaria. Ahora que Héctor J. Cámpora fue desplazado de la presidencia por el jefe político que lo condujo a ese puesto, acompañado por una movilización popular sin precedentes, los observadores se preguntan si Perón (que asumió la presidencia el 12 de octubre) será capaz de seguir conteniendo las fuerzas que supo desatar y mantener unidas.
Y si además de autoridad política sobre los sectores del peronismo que hoy parecen enfrentados el líder justicialista gozará de la suficiente salud como para timonear las tormentas que parecen avecinarse.
Sobre la primera pregunta, lo sucedido en Ezeiza parece inducir a una respuesta más que inquietante. En cuanto a lo segundo, la salud del anciano general, nadie quiere incomodar a nadie con un asunto tan delicado como inoportuno.
Sobre la intensidad del proceso abierto en el efímero período camporista alcanza con recordar lo sucedido pocos meses atrás, el 25 de mayo pasado, desde el momento de la asunción. Desde la mañana, en la Plaza de Mayo, las impresionantes columnas de la Tendencia Revolucionaria cantando la consigna “Se van, se van, y nunca volverán”, dirigida al helicóptero que se llevaba de la Casa Rosada a las autoridades de facto. Y por la misma noche, sin que pudieran cumplirse las formalidades institucionales, la ley de amnistía decidida de urgencia –así de imperioso era el reclamo popular ante las cárceles de todo el país, respaldado luego por el Congreso– que permitió la liberación de centenares de presos políticos, incluyendo a integrantes de las diversas organizaciones armadas.
Fue un 25 de mayo con una clara orientación ideológica de la que habló de manera elocuente la presencia en Buenos Aires del presidente de Chile, Salvador Allende, y del cubano Osvaldo Dorticós, ambos exponentes de las dos experiencias socialistas de América latina. Apenas tres días después el gobierno reanudó las relaciones diplomáticas con Cuba interrumpidas por presión de EE.UU. También comenzó a estimular el intercambio comercial con la Cuba de Fidel, con o sin bloqueo estadounidense.
Quedó claro en esos gestos iniciales la orientación que imprimiría a su gobierno el nuevo presidente y también su sustento político: los jóvenes de la Tendencia, los gremios combativos, el sector de la Iglesia sostenedor de las posturas tercer mundistas, sectores intelectuales.
No sucedió lo mismo con el gabinete, en el que Cámpora intentó hacer convivir a los diversos sectores del peronismo. Si hubo un guiño de Perón a la designación de José Ber Gelbard como ministro de Economía, lo mismo sucedió con el entonces misterioso José López Rega, ahora menos enigmático, ya que cada día asciende un peldaño más en la escalera del poder. Hasta ahora Gelbard ha podido plasmar en algún grado –merced al tejido que pudo armar por capacidad y por el liderazgo que ejerció desde la Confederación General Económica– el pacto social entre un sector del empresariado, la CGT y el Estado. Pero ya hay quienes, por izquierda, cuestionan ese pacto y quienes alertan por derecha acerca del riesgo de desbordes inflacionarios y escenarios de alta conflictividad sindical.
Los moderados dicen que la política de Gelbard no es más que un retorno a los preceptos del peronismo histórico: un mercado interno sólido sostenido en aumento de salarios, congelamiento de precios, una política con fuerte presencia estatal, industrialista y distribucionista. Es en consignas tales como “liberación nacional” o “patria socialista” donde el peronismo está lejos de ponerse de acuerdo, y mucho menos en lo que fue el reparto original de poder.
Para la derecha del movimiento, demasiados gobernadores, legisladores y funcionarios ligados a la Tendencia Revolucionaria o a las organizaciones armadas. Si es por las gobernaciones, alcanza con mencionar tres provincias de primer orden: Buenos Aires, Córdoba, Mendoza. Si es por los ministerios y las universidades, la presencia de lo que hasta hace poco el general Perón llamaba “juventud maravillosa” ya sea en la UBA, Educación o Salud. En algún punto Cámpora pareció mostrar que no era el ignoto dentista de San Andrés de Giles del que se mofaban sus adversarios. Cierto, “el Tío”, en sus años mozos, fue quien acompañó a Eva Perón en el legendario viaje a Europa de 1947. Y una vez elegido diputado nacional, llegó a ejercer la presidencia de la Cámara baja entre 1948 y 1952. Pero también es cierto que la relación de absoluta lealtad de Cámpora hacia Perón hablaba de una enorme asimetría. El 50 por ciento de los votos con que Cámpora obtuvo la presidencia, dicen las malas lenguas peronistas, que no faltan, “fueron puramente del General”. Finalmente, fue el propio Cámpora el que expresó en el texto de su renuncia, el 13 de julio pasado, que “el anhelo profundo y enraizado en el alma del pueblo argentino no era ni es otro que el de restituir al general Perón el mandato que le otorgara años atrás y del que fue injustamente desposeído”.
Ya no hay Cámpora, y López Rega parece sonreír desde las sombras. Acaso ese conjunto siempre incierto que es el peronismo debería preocuparse.
Hector J Cámpora emitiendo el voto el 11 de marzo de 1973
Tapa de la revista Gente con el traspaso de mando de Lanusse a Cámpora , el 25 de mayo de 1973 Héctor Cámpora asumió la presidencia de la República después de haber ganado los comicios del 11 de marzo de ese año
Hector J Cámpora con su gabinete el dia de la sunción del mando el 25 de mayo de 1973, en la foto estan Antonio Benítez fue a Justicia, era un peronista histórico; igual que Jorge Taiana, médico personal de Perón, que fue a Educación. Hubo dos ministerios que eran corporativos: José Ber Gelbard (Economía) y Ricardo Otero (Trabajo, bajo la mirada atenta de Lorenzo Miguel). En cambio, Juan Carlos Puig (Relaciones Exteriores) y yo éramos Cámpora puro. Encima yo no venía del peronismo. A Defensa fue Ángel Robledo, que había sido el abogado de Cámpora cuando le incautaron sus bienes en 1955.
El presidente Hector Cámpora toma el juramento del nuevo ministerio de Bienestar Social José Lopez Rega, primer cargo público que ostenta "El Brujo".
Durante la campaña electoral dominan las consignas de la JP como Cámpora al gobierno, Perón al poder y La patria socialista.
Se realiza un debaten por televisión José I. Rucci y A. Tosco, quien apoya la fórmula cordobesa del FREJULI.
Pero en el país arrecia la violencia ya que el ERP asalta un regimiento, secuestra a un almirante y a un oficial de Gendarmería; un grupo disidente asesina al almirante Hermes Quijada como venganza de los fusilamientos de Trelew.
Montoneros mata a un coronel del Ejército y secuestra empresarios. FAP asesina al dirigente de SMATA, Dirk Klosterman. ERP anuncia que continuará la lucha armada después de las elecciones; FAR y Montoneros, que finalmente se unen, anuncian una actitud vigilante.
El 11 de marzo, el Frejuli obtiene el 49,5% y la UCR, el 21%; no habrá segunda vuelta para presidente. R. Galimberti anuncia la creación de milicias populares y Perón lo separa del Consejo Superior.
Hay una multitud en la transmisión del mando, el 10 de mayo en el acto es organizado por la JP; los militares son abucheados y agredidos: Se van, y nunca volverán, es la consigna a la asunción asisten los presidentes de Chile, Salvador Allende, y de Cuba, Osvaldo Dorticós.
Por la noche, 25.000 personas se reúnen frente a la cárcel de Villa Devoto y logran la liberación de los presos políticos se produce un indulto presidencial y luego una ley de amnistía.
Cámpora designa su gabinete: E. Righi en Interior y J. C. Puig, en Relaciones Exteriores; Perón impone a José Ber Gelbard en Economía, al metalúrgico J. Otero en Trabajo y a su secretario J. López Rega en Bienestar Social;
El 25 de mayo con apenas unas horas de sueño, a las 10.30 de la mañana , el flamante ministro del interior Esteban. Righi de solo 32 llegaba a la Casa Rosada a bordo de su propio auto, se hizo paso entre la multitud que coreaba por Perón y por la libertad de los presos.
Una vez que estuvo adentro tomó nota de que todavía no tenía oficina. Se instaló con su gente en la Casa Militar, a cargo del brigadier Roberto Bortot, a quien había tratado porque era el hombre que el presidente de facto Alejandro AgustÍn Lanusse había designado como enlace con Cámpora tras el contundente triunfo electoral del 11 de marzo.
De acuerdo a la Constitución, el nuevo gobierno tomaba posesión tras el discurso presidencial en la Asamblea Legislativa, de modo que Lanusse todavía estaba a cargo de las decisiones. Righi, sin embargo, debió parar la primera embestida.
El propio Lanusse lo hizo llamar. Righi, que había ido al Liceo Militar y se acerca al metro ochenta, parecía pequeño al lado del macizo y colérico Lanusse.
-¡Haga algo Righi –le espetó el general- lo escupieron a Coda cuando cruzaba la Plaza de Mayo!
El almirante Carlos Coda era el jefe de la Armada y no resultaba persona grata para las decenas de miles de manifestantes que gritaban "¡Se van, se van, y nunca volverán!".
-¡Haga lo que quiera –devolvió Righi-. Usted es el presidente!
-¡Pero usted va a ser el ministro del Interior, ya lo tiene a Ferrazzano en la sede de la Policía Federal!
Heraclio Ferrazzano había llegado a general en tiempos del segundo gobierno de Perón. Acreditaba una lealtad a prueba de balas, literalmente, en las horas difíciles.
Dieciocho años después, por consejo del mismo Perón, era el hombre que se hacía cargo de la temible policía que había cargado en cuanta manifestación hubiera y en cuyas dependencias se torturaba a militantes peronistas y de izquierda.
El 29 de mayo se celebró un nuevo aniversario del Cordobazo, sólo habían pasado cuatro días de la asunción de Cámpora como presidente y de Obregón Cano como gobernador cordobés.
El entusiasmo y la alegría se percibían en la multitud reunida en la intersección de bulevar San Juan y Arturo M. Bas. Aunque en esa misma esquina, cuatro años atrás, hubiera caído, herido de muerte, el joven trabajador Máximo Mena. El inicio del acto, que fue también una asamblea, se demoró hasta que un grupo de hombres, abriendo con esfuerzo un angosto surco entre la abigarrada concurrencia, llegó hasta el palco de oradores.
Desde los altoparlantes se anunció que se trataba de Osvaldo Dorticós, el presidente de Cuba socialista. Sofocado, el mandatario cubano se quitó el saco. La respuesta de la multitud cordobesa no se hizo esperar, y a coro lo saludó al grito de “descamisado”.
Atilio López, Agustín Tosco y René Salamanca fueron los tres dirigentes obreros, designados por la CGT de Córdoba, que tomaron la palabra ante la multitud. López, además de líder sindical, era flamante vicegobernador de la provincia; Tosco salió de la cárcel en septiembre del año pasado. El momento más tenso de la jornada se empezó a vivir cuando Salamanca tomó la palabra y fue agredido por grupos sindicales que se le oponen. Pero quien no terminó su discurso fue el representante de las 62 Organizaciones, Carlos Dreysik. Silbado y abucheado, un tornillo llegó a lastimarlo.
Buena parte de lo acontecido este 29 de mayo lo sabemos por la filmación que hizo el documentalista cubano Santiago Álvarez.
Quien vea algunas de estas imágenes en su documental El nuevo tango, se dejará ganar por la impresión de que, tras las pancartas y banderas de organizaciones políticas revolucionarias, lo que despuntaba era el protagonismo social de los trabajadores. Incluso manifestándose a través de conflictos como los señalados.
El presidente electo Hector J. Cámpora en la CGT , flanqueado a la derecha por Ignacio Rucci y a la izquierda por Juan Manuel Abal Medina , secretario general del movimiento justiciaista
El 22 de mayo en horas de la mañana, las Fuerzas Armadas Peronistas-Comando Nacional, dirigidas por Raimundo Villaflor y Enrique Néstor Ardetti (el “Gordo Ramón”), asesinaron al líder metalúrgico Dirck Henry Kloosterman, secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), un hombre moderado, amigo del diálogo y el entendimiento que había intentado conciliar a los trabajadores con la clase patronal a efectos de lograr un mayor entendimiento en materia de salarios y producción.
El 25 de mayo de 1973 por la noche se produjo la liberación de los presos políticos de la cárcel de Devoto, era un total de 447 presos salieron en libertad desde los penales de Devoto, Rawson, Caseros, La Plata, Tucumán y Córdoba
El 25 de mayo tras la asunción de Cámpora hubo una claro cambio de orientación ideológica ya que en la ceremonia de cambio de mando estuvieron en Buenos Aires el presidente de Chile, Salvador Allende, y el presidente de cuba Osvaldo Dorticós, ambos exponentes de las dos experiencias socialistas de América latina. Apenas tres días después el gobierno reanudó las relaciones diplomáticas con Cuba interrumpidas por presión de Estados Unidos y también comenzó a estimular el intercambio comercial con la Cuba de Fidel, con o sin bloqueo estadounidense.
El 15 de junio de 1973, el presidente de Argentina en ejercicio, Héctor José Cámpora viajó en visita oficial a España para acompañar a Perón en su retorno definitivo al país. Perón no fue a recibirlo al aeropuerto ni concurrió a su alojamiento en el Palacio de la Moncloa por lo que el Presidente fue a verlo a su residencia de Puerta de Hierro. Al día siguiente, Perón se quejó de la falta de decisiones de su gobierno que favorecía a los provocadores y le anticipó que no concurriría a la cena de gala con la cual Francisco Franco agasajaba esa noche a Cámpora.
Para la recepción a Perón se organizó un acto cuyo lugar el expresidente dejó con calculada indiferencia a la elección de las autoridades partidarias.2 Una vez desechadas las propuestas de quienes proponían hacerlo en la Plaza de Mayo o en la Avenida 9 de julio. Cámpora optó –a proposición del general retirado Jorge Manuel Osinde– por el cruce de la autopista Ricchieri con la ruta 205, sobre el puente del Trébol, a 3 kilómetros del Aeropuerto de Ezeiza.
Los Montoneros (rama izquierdista del peronismo, que comenzaba a cuestionar el poder sindical) se sintieron alentados por la elección, pues para impresionar a Perón querían mostrarle el poderío de las masas a través de una gran movilización. Por su parte, los sindicalistas agrupados en la CGT, que algunos historiadores consideran "de derecha" o sea más alineados con la figura personal de Perón, también se propusieron llenar el acto con sus partidarios. Cinco personas asumieron la responsabilidad de organizar la movilización del movimiento peronista hacia Ezeiza: José Ignacio Rucci, Lorenzo Miguel, Juan Manuel Abal Medina (padre), Norma Kennedy y Jorge Manuel Osinde.
El 19 de junio, unos 2000 integrantes de la agrupación armada de derecha peronista Comando de Organización, al mando del general retirado Miguel Ángel Iñíguez, ocupó el Hogar Escuela Santa Teresa, a unos 500 metros del puente El Trébol. El Hogar Escuela forma un triángulo agudo con el puente El Trébol y el Hospital de Ezeiza, en el centro del barrio Esteban Echeverría, lo que la convertía en una posición estratégica para controlar la zona.3. Hombres armados del sector sindical ocuparon el palco y sus inmediaciones, en tanto los movimientos se coordinaban a través de la red de comunicaciones del Automóvil Club Argentino y sus radios móviles montadas en los vehículos de auxilio mecánico. El propósito de este despliegue era el de evitar que las agrupaciones de izquierda cumplieran su propósito de copar las posiciones cercanas al palco desde el que hablaría Perón.
El día 20, tras dieciocho años de exilio, Perón regresaba a Argentina, donde lo esperaba una de las mayores movilizaciones populares de la historia política. Pero la tragedia no tardaría en llegar. La pelea en la Autopista Ricchieri marcaba el final del período de transición de Cámpora, entre el gobierno de facto del general Alejandro Lanusse y el Perón del final. La izquierda disputó con la derecha peronista, armada con francotiradores, fuerzas de choque y fusiles de asalto, la cercanía a su máximo líder y su influencia en la reconquista del poder. En el palco estaban los miembros de la UOM, la Juventud sindical peronista y otros sectores de centro derecha. Hacia allí fueron las FAR, Montoneros, la JP y otras organizaciones de centro izquierda. Las FAP se habían desmembrado desde el 25 de mayo de ese año, solo una facción acudió a Ezeiza.
El país está viviendo uno de los momentos más convulsionados de su vida política. Montoneros se adjudicó el asesinato del jefe de Inteligencia del III Cuerpo de Ejército, coronel Héctor Iribarren.
El 4 de abril, una camioneta chocó su vehículo y, antes de que reaccionara, le dispararon hasta matarlo. También se les atribuye el asesinato de José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT, quien fuera ejecutado el 25 de septiembre, dos días después de que Perón fuera elegido presidente. La Juventud Peronista y Montoneros habían coreado: “¡Rucci, traidor! ¡A vos te va a pasar lo mismo que a Vandor!”.
Sin embargo, los Montoneros no reconocieron su responsabilidad y por su parte, el ERP junto con el PRT asaltó sin éxito el Comando de Sanidad del Ejército para conseguir armamento, munición y equipos médicos.
El domingo 20 de mayo, un comando del ERP intentó apoderarse del Subcomando Radioeléctrico de la policía bonaerense en Merlo, ubicado en Av. Hipólito Yrigoyen al 1500, esquina Carabobo, a catorce cuadras de la estación del Ferrocarril Sarmiento y la Ruta Nacional Nº 7.
El edificio, se hallaba en construcción y tenía una salida posterior, un portón metálico de doble hoja sobre la calle Tala, que aún era de tierra.
Ocho agentes custodiaban el lugar después de que un mensaje anónimo alertara sobre un supuesto ataque antes del 25 de mayo (fecha de la asunción de Cámpora), para emitir desde allí una proclama revolucionaria. La información fue confirmada a las 08:10 de aquella mañana cuando un Dodge celeste, patente C-444753, se detuvo frente al inmueble, llevando a bordo dos hombres jóvenes y una mujer.
Alertados por la presencia, el cabo Norberto Terencio se les acercó para pedirles su identificación pero cuando se hallaba a 20 metros de distancia, una voz femenina partió del interior del vehículo, ordenándole detenerse y arrojar el arma. Cuando el suboficial intentó extraer su pistola 9 mm., uno de los ocupantes, sujeto morocho, de anteojos negros, bajó del vehículo, se parapetó detrás del automóvil y abrió fuego con su ametralladora, alcanzando a Terencio en sus piernas.
Al ver a su compañero caído y a los desconocidos en actitud hostil, el personal policial comenzó a tirar, alcanzando al Dodge en diversos puntos de su carrocería, entre ellos su parabrisas, el ataque fue repelido pero en el enfrentamiento fue muerto el agente aspirante Juan C. Alegrini.
En el combate murió el teniente coronel Raúl Duarte Ardoy y hubo once detenidos. El ERP-2 2 asesinó al contralmirante retirado Hermes Quijada, ex jefe del Estado Mayor Conjunto.
Días antes de la fecha de su asunción a la presidencia, Juan Domingo Perón, alterado por el asesinato de José Ignacio Rucci, condenó a los grupos marxistas acusándolos de infiltrarse en el peronismo. Lo hizo en una reunión muy especial de la que participaron el ex presidente Raúl Lastiri el nuevo ministro del Interior, Benito Llambí, los gobernadores de las distintas provincias y el secretario general del PJ, Humberto Martiarena.
“Hay que terminar con los marxistas infiltrados, para evitar que destruyan al Movimiento Nacional Peronista”, dijo. Y entregó un documento reservado con instrucciones sobre las medidas que tomará el Gobierno a este respecto.
El cofundador del Movimiento de Renovación y Cambio de la UCR, Hipólito Solari Yrigoyen, está muy grave tras un atentado en el que intentaron matarlo.
Hipólito Solari Yrigoyen era senador nacional por la Unión Cívica Radical. Pocos días antes, el jueves 16 de noviembre, había expresado su oposición al proyecto de ley de Asociaciones Profesionales, que consolidaría la "oligarquía sindical".
El senador, en el debate, objetó la reelección de autoridades gremiales por más de dos períodos, la centralización de las recaudaciones de las obras sociales y propuso la inclusión de la representación de las minorías, en favor de la "democracia sindical".
Su discurso en el Senado duró 4 horas y 12 minutos. Finalmente, la ley –enviada por el presidente Perón al Congreso- obtuvo media sanción. "El debate terminó a las cuatro de la mañana. Lorenzo Miguel (jefe de la UOM) lo había presenciado desde el palco. Cuando le preguntaron por mi discurso, respondió 'Solari Yrigoyen es desde este momento el enemigo público número uno de la clase obrera organizada'. Sostenía la necesidad de defender a las minorías, no quería el pensamiento único. Había participado de la fundación de la CGT de los Argentinos (CGTA) y hasta mi elección como senador había sido abogado del gremio ferroviario, conducido por los radicales", según explicó entonces.
El fin de semana posterior al debate, Solari Yrigoyen fue a Puerto Madryn, Chubut, donde vivía, y el lunes 20 volvió a su estudio jurídico de Lavalle 1438, en Buenos Aires. Su secretaria le dio un sobre que había recibido con su nombre. Cuando lo abrió, sólo tenía tres letras: "A A A". No entendió el significado. El remitente daba una dirección: Tucumán 1660, la sede del Comité Capital de la UCR. Envió a su secretaría para que explicaran qué quería decir ese mensaje. Desde la casa radical respondieron que no habían enviado la carta y tampoco entendían el sentido de las tres letras.
En el palco grupos armados ligados al ministro López Rega y al teniente coronel Jorge Osinde, ocuparon el palco desde el cual iba a hablar Perón . Hubo francotiradores y cadáveres colgados de los árboles. Ante la gravedad de los hechos , el avión que llevaba a Perón aterrizo en la base aérea de Morón.
La vuelta definitiva de Perón ocurrió el 20 de junio de 1973, lo que iba a ser un gigantesco recibimiento de dos millones de personas, desemboco en una jornada de inusitada violencia. Sectores de la derecha y de la izquierda del peronismo se enfrentaron en las cercanías del Puente 12 de la Autopista Riccheri.
El asesinato de José Ignacio Rucci ocurrio el 25 de septiembre de 1973 a las 12:11 por un grupo conducido por Juan Julio Roqué esto ocurrio cuando Rucci cuando éste salía de la casa de calle Avellaneda 2953 en el barrio de Flores. Posteriormente, cuando en Montoneros conocieron por los medios de difusión que el cadáver del dirigente obrero peronista tenía 23 impactos de bala, denominaron al hecho «Operativo Traviata», porque el comercial de las galletitas Traviata decía: «Las de los veintitrés agujeritos».
El asesinato no fue reivindicado ni por sus autores ni por la conducción de Montoneros que, además de no tomar ninguna medida interna contra los responsables, negó enfáticamente la autoría del hecho.
Imagen del diario La Nación del Dodge celeste patente C-444753 en el que llegaron los atacantes que atacaron Subcomando Radioeléctrico de Merlo por elementos del ERP
El contraalmirante Hermes Quijada en 1972 fue el encargado de leer por televisión la versión oficial sobre los sucesos del 22 de agosto en la base aeronaval Almirante Zar de Trelew, cuando fueron asesinados por las fuerzas armadas 16 guerrilleros detenidos sin posibilidad de defenderse, en lo que luego se conoció como la Masacre de Trelew.
Hermes Quijada fue atacado como venganza por lo de Trelew un año antes cuando viajaba en su automóvil en el cruce de las calles Junín y Cangallo (actualmente llamada Tte. Gral. Perón) en el barrio Congreso de la ciudad de Buenos Aires. Recibió seis disparos a quemarropa, uno de ellos en la cabeza, que le produjeron la muerte poco después de ingresar al Hospital Naval. En la oportunidad resultó muerto también uno de los atacantes, Víctor José Fernández Palmeiro, miembro del ERP-22. Al ser asesinado tenía el grado de de contralmirante y fue promovido post mortem al grado inmediato superior por la llamada ley secreta 20 339/73.
El martes 21 de noviembre, Solari Yrigoyen salió de su departamento de la avenida Santa Fe, su residencia secundaria, y fue en busca de su auto, estacionado en la cochera 171 del edificio de Marcelo T de Alvear 1276. Había comprado ese espacio en la década del '60 para guardar su Renault 6. Ese día tenía previsto dar un reportaje junto al dirigente sindical cordobés Agustín Tosco, al que había defendido en su condición de "preso político" y visitaba en la cárcel de Rawson durante la dictadura del general Lanusse. Cuando Solari Yrigoyen colocó la llave en el tambor y la giró, la bomba estalló.
"El Renault 6 era un auto muy frágil y la onda expansiva se fue por todos lados. Si hubiera sido un coche compacto hubiera muerto instantáneamente. La bomba era para matarme. El coche voló contra la pared de enfrente y empezó a incendiarse. Dios me ayudó porque alcancé a salir, caí envuelto en sangre, y vinieron a auxiliarme", aseguró entonces Solari Yrigoyen
Desde la asunción del presidente Héctor Cámpora, el 25 de mayo, muchas instituciones han sido ocupadas por distintos grupos pertenecientes al peronismo. En los edificios de la UBA ahora Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires impera la presencia de la Juventud Universitaria Peronista. El profesor Rodolfo Puiggrós, defensor del nacionalismo popular, asumió en junio el cargo de rector interventor, con un programa de renovación pedagógica y de recambio en la relación entre la universidad y la sociedad.
El ministro Estebán Righi ordena a la Policía Federal que cese de perseguir al Pueblo y el canciller reanuda relaciones con Cuba, Vietnam y Corea del Norte; el vicecanciller J. Vázquez propone la readmisión de Cuba en la OEA. FAR y Montoneros se proponen construir el poder popular para alcanzar el socialismo nacional.
En junio la JP y el Ejército, organizan el Operativo Dorrego en zonas inundadas de la provincia de Buenos Aires: participan 5000 soldados y 800 jóvenes; posteriormente, luego de la renuncia de Cámpora es relevado el comandante del Ejército, general Carcagno.
El 13 de julio renuncian el presidente, el vice y el presidente del Senado; Raúl J. Lastiri, presidente de la Cámara de Diputados, es presidente interino, el nuevo presidente separa a los ministros Righi y Puig y al rector Puiggrós.
El PJ elige la fórmula presidencial J. D. Perón y M. E. Martínez de Perón. Fuerte movilización del sindicalismo en la campaña electoral; Perón obtiene el 62% de los sufragios.
Se solicita la incorporación al Movimiento de Países No Alineados; José López Rega lleva un mensaje del presidente Perón a la IV Cumbre, reunida en Argel.
El presidente paraguayo Stroessner suscribe el acuerdo para la represa de Yacyretá. Medidas de concertación y planificación económica: Acta de Compromiso Nacional o Gran Paritaria; Acta de Compromiso de Empresas Nacionales; creación de la Corporación de Empresas Nacionales; Acta del Campo; creación de la Corporación de la Pequeña y Mediana Empresa. Acuerdos comerciales con los países socialistas. La Ley Agraria no es aprobada en el Congreso, se elabora el Plan Trienal 1974-77.
Hay un exitoso desempeño económico baja la inflación y el desempleo, crece el PBI un 5,8%, aumenta el excedente del comercio exterior, hay un impacto negativo de la suba internacional del precio del petróleo.
Se estatizaron los canales de televisión 9, 11 Y 13, con la creciente cantidad de hogares en los que hay un televisor, los directivos de los canales están modificando la programación para que llegue a las clases de menos recursos. Se creó el Comité Federal de Radiodifusión, que dictamina pautas y limita el tiempo de la tanda publicitaria. La propaganda política llega a la TV con las campañas presidenciales. Por otra parte, vencieron las licencias para el manejo privado de los canales 9, 11 y 13 y, sin aviso, se decide no renovarlas. Pese a los juicios, se estatizan y se designan interventores. Comienzan las listas negras de actores y periodistas.
Esteban Righi fue egresado del Liceo Militar, doctor en Derecho Penal y Criminología y ocupó brevemente el Ministerio del Interior durante el gobierno de Héctor Cámpora entre el 25 de mayo de 1973 y 13 de julio de 1973, el 5 de junio de 1973, luego de 12 días desde el retorno de la democracia, como ministro del Interior del Gobierno de Cámpora dio un notable y famoso discurso a los comisarios de la Policía Federal Argentina:
Raúl Lastiri llega al poder por influencia de José López Rega que era ministro de Bienestar Social–, se consideró conveniente interferir el dispositivo constitucional de sucesión presidencial, para lo cual al vicepresidente provisional del Senado, Díaz Bialet (2º en la línea sucesoria), precipitadamente se lo embarcó en el primer avión para Argelia a cargo de una misión inexistente. De este modo, Lastiri (el tercero en la línea constitucional por ser presidente de la Cámara de Diputados) pudo asumir provisionalmente la presidencia y convocar a nuevas elecciones donde entregó el mando a Juan Domingo Perón, electo para su tercer mandato.
Se produce una ola de huelgas y de ocupaciones de fábricas que llegan a 176 en los primeros veinte días.
Se produce una reunificación de las 62 Organizaciones que incluyen a los peronistas disidentes de Córdoba, por medio de la Ley de Asociaciones Profesionales asegura la unidad de representación y fortalece a los dirigentes nacionales.
Agustín Tosco y René Salamanca forman el Movimiento Sindical Combativo; Tosco asiste en el Chaco a la reunión del Frente Antimperialista por el Socialismo. Las Juventudes Políticas Argentinas repudian el golpe militar de Chile: asisten 120.000 jóvenes.
El ERP anuncia que no dará tregua al Ejército opresor fracasado asalto al Comando de Sanidad. Montoneros afirman que Perón está cercado por Isabel y López Rega, el Brujo. Se completa la fusión de FAR y Montoneros. Comienzan los ataques de la Triple A a locales y militantes de la Tendencia.
José Ber Gelbard es el ministro de Economía del presidente Héctor Cámpora. Ambos asumieron el último 25 de mayo y el plan económico anunciado por José Ber Gelbard contempla el crecimiento del mercado interno, el incremento de los sueldos y el desarrollo de la producción industrial y agropecuaria para abastecer el consumo interno. La derecha se opone a él por su insistencia en la distribución del ingreso, y la izquierda ya le hace reclamos por su apoyo a las políticas capitalistas.
Su nombre original es Josef Gelbard y emigró de Polonia a los 14 años escapando al avance del nazismo, ya que su familia es judía. Llegó a la Argentina en 1930 y durante sus primeros años, en Tucumán, se ganó la vida como vendedor ambulante mientras que sus padres montaron un negocio de corbatas.
Poco a poco se hizo conocido entre los empresarios de la región, tanto por los pequeños como por los grandes, y con el tiempo fue elegido titular de la Federación Económica de Tucumán. Ya en 1950, le propuso a Juan Domingo Perón la creación de la Confederación Económica Argentina, para enfrentar a la oligárquica Unión Industrial Argentina (UIA). La CGE agrupó a pequeños y medianos comerciantes, industriales y productores agropecuarios.
Esa idea lo acercó al peronismo en forma definitiva. Si bien siempre ha sido un seguidor incondicional de Perón, estuvo aliado a las políticas económicas desarrollistas del ex presidente Arturo Frondizi, tuvo acercamientos con generales nacionalistas y con el ex presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse. Incluso, trascendió que militó en forma secreta dentro del Partido Comunista durante décadas.
Para asumir sus nuevas responsabilidades como ministro, tuvo que dejar su cargo como presidente del Comando Tecnológico.
Se inicia la construcción del Hospital Nacional de Pediatría, por el Estudio Abev. Manteola y otros conclu-yen el Conjunto Habitacional Rioja, de siete torres.
En la Iglesia de San Francisco en Córdoba se inaugura el Monumento a los Fundadores; conmemora los cuatro siglos de la ciudad. En Tucumán, la casa del escultor Juan Carlos Iramain se convierte en museo.
Victoria Ocampo dona a la UNESCO su casa de San Isidro. Manuel Puig publica The Buenos Aires Affair. H. Butler recibe el premio del Fondo Nacional de las Artes. Juan Carlos Distéfano exhibe El mudo, sobre la tortura conocida como submarino. Se inicia el Premio De Ridder. Estreno de Medea, de Claudio Guidi Drei, ganadora de un concurso del Teatro Colón. José Carreras canta La Traviata. Se estrena La guerra y la paz, de Prokofieff, cantada en español. Presentación del London Contemporary Dance Theatre, que dirige R. Cohan.
José López Rega criticó la posición de Cámpora en reunión de gabinete; tras los hechos de Ezeiza en el retorno de Perón y presiono a Perón que obligo a reunirse con los líderes de la CGT y el Ejército,al enterarse esto tanto Cámpora como su vicepresidente renunciaron, y la presidencia quedó provisionalmente en manos del presidente de la Cámara de Diputados, su yerno Raúl Alberto Lastiri.
José Ber Gelbard, ministro de Economía, la CGE y la CGT ponen la firma al Pacto Social, al que adhieren las restantes organizaciones empresarias. Se concede una suma fija de aumento a todos los asalariados y se congelan los salarios y precios por un año.
Ante el triunfo del peronismo en 1973, las hermanas Victoria y Silvina Ocampo se precipitaron a donar sus residencias de Villa Ocampo y Villa Victoria a la UNESCO por el temor de la nueva llegada del peronismo al poder, ademas por los graves problemas económicos y la clara intención (en especial de Victoria) de que ambas propiedades fueran conservadas para ser utilizadas, con un sentido vivo y creador, en la producción, investigación, experimentación y desarrollo de las actividades culturales, literarias, artísticas y de comunicación social tendientes a mejorar la calidad de la vida humana, la cooperación internacional y la paz entre los pueblos.
Desde ese entonces, la UNESCO se hizo cargo del mantenimiento de las viviendas y las hermanas Ocampo lograron un acuerdo que les permitió residir en ellas hasta su muerte. En el mismo año, Victoria Ocampo renunció al Fondo Nacional de las Artes, puesto del que era presidenta desde 1958.
Se editan algunas nuevas revistas y aparece El Caudillo, peronista de derecha; su lema: El mejor enemigo es el enemigo muerto. Hugo Gambini edita Redacción y Rodolfo Terragno, Cuestionario.
El 3 de mayo apareció el primer número dela revista Crisis, dirigida por Eduardo Galeano y Juan Gelman. Es una publicación mensual, sin secciones fijas, que sale con una serie de cuadernos coleccionables. En el equipo de la redacción participan Ernesto Sabato, Abel Posse, Ernesto Epstein, Jorge Romero Brest, Roger Pla, Víctor Massuh, Ricardo Molinari y Julia Constenla.
Rodolfo Walsh publicó Caso Satanowsky, una investigación sobre al asesinato del abogado vinculado con la colectividad judía argentina. El libro de Manuel es una gran novela política de Julio Cortázar, en la que se define con precisión el estilo del escritor radicado en Francia. El periodista Osvaldo Soriano publicó su primera novela: Triste, solitario y final. Detrás del excelente título, hay una obra que está recibiendo abundantes elogios. La nueva novela de Silvina Bullrich, Maldon, habla sobre amores y desamores de veraneantes en una playa de moda.
En televisiٕón hay duelo de los almuerzos por televisión donde compiten Mirtha Legrand, Nélida Lobato y Haydée Padilla, La Chona, que almorfa. Jorge Porcel hace Porcelandia y Tato Bores, Dígale sí a Tato.
En septiembre se forma el Sexteto Mayor integrado por José Libertella, bandoneonista, arreglador y codirector , Luis Stazo, bandoneonista, arreglador y codirector , Reynaldo Nichele, violinista , Fernando Suárez Paz, violinista , Armando Cupo, pianista y Omar Murtagh, contrabajista. y graban Contrabajeando, de Piazzolla.
Armando Tejada Gómez, César Isella y Los Trovadores presentan El cóndor vuela en el Teatro IFT. Éxito de Los Tucu Tucu con Nada tengo de ti, de H. Guarany. Sui Generis presenta Vida en el Astros, a sala repleta; Canción para mi muerte, grabada con acompañamiento de E. Falú, se difunde por televisión; Aquelarre, una división de Almendra, graba Brumas. La nueva Ley de Cine apoya las películas de interés especial, y excluye a las que atenten contra el estilo nacional de vida.
Hugo del Carril dirige el Instituto Nacional de Cinematografía y Osvaldo Getino, el Ente de Calificación y su primer medida es el levantamiento de la censura: se exhiben La hora de los hornos, de E Solanas, y Operación Masacre, de Jorge Cedrón; es secuestrada El último tango en París. L. Torre Nilsson obtiene el Oso de Plata de Berlín por Los siete locos.
Es enorme el éxito que está teniendo la última producción de Leonardo Favio, Juan Moreira, que se estrenó el 24 de mayo y no para de llenar cines. Cuenta la historia del gaucho, quien fue encarcelado por un reclamo justo y decide hacer justicia por mano propia cuando es liberado. Lo espera un destino de persecuciones y muertes. Describe su participación en las huestes de Alsina y en la vida política. La protagoniza Rodolfo Bebán, junto con Alba Mugica, Elcira Olivera Garcés y Edgardo Suárez.
Huracán, sale campeón metropolitano bajo la dirección de Cesar. L. Menotti dirige a Housemann, Brindisi, Babington y Avallay y Rosario Central vuelve a ganar el Nacional, e Independiente, nuevamente gana la Libertadores y tambien la Intercontinental.
Se corre el Gran Premio Reconstrucción Nacional; Nasif Estéfano, muerto en un accidente, es declarado campeón de TC. Gran Premio F1 gana E. Fittipaldi; Reutemann abandona. Guillermo Vilas empieza a jugar en Europa.
Los Pumas vencen al seleccionado rumano, y pierden en Escocia e Irlanda. Nicolino Locche se retira, luego de perder ante A. Cervantes, Kid Pambelé. J. Sanguinetti, campeón de ajedrez. Turf: mueren dos destacados cuidadores: Sergio Lema y Juan Lapistoy, quien ganó siete estadísticas.
Crisis fue una revista política y cultural editada en Buenos Aires, Argentina, entre mayo de 1973 y agosto de 1976 entre las fechas mencionadas salieron 40 números.Su director fue el escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Crisis fue fundada por el empresario Federico “Fico” Vogelius quien para financiar el emprendimiento debió deshacerse de un cuadro de Marc Chagall. Ernesto Sabato fue quien sugirió su nombre.
Juan Moreira es una película dramática-histórica de 1973 dirigida por Leonardo Favio, producida por Juan Sires y protagonizada por Rodolfo Bebán. Está basada en la novela homónima escrita por Eduardo Gutiérrez. Fue estrenada el 24 de mayo de 1973, y ganó el Cóndor de Plata a Mejor película en 1974. Es considerado un clásico del cine de su país y uno de los mejores films de Favio.
Independiente gano una nueva Copa Intercontinental, la cuarta oportunidad de Independiente para ser campeón del mundo. Esta vez el rival fue la Juventus Football Club, que reclamó que la final sea disputada a partido único en el Estadio Olímpico de Roma debido a la mala reputación de los clubes sudamericanos generando violencia en territorio sudamericano. A pesar del claro dominio del club italiano, que pegó 2 tiros en los palos y erró un penal, Independiente venció 1-0 a la Juve con un gol de Ricardo Bochini, un juvenil de 19 años, a 10 minutos del final, para que Independiente por primera vez sea campeón del mundo. Cabe mencionar que el campeón europeo había sido el Ajax otra vez, pero rechazó jugar la copa y en su lugar entró Juventus, el equipo subcampeón.
En 1964, el incidente de Tonkin provocó que el presidente estadounidense Lyndon B. Johnson realizara el primer bombardeo de represalia contra objetivos de Vietnam del Norte .
Más adelante, Estados Unidos utilizó napalm y gas nervioso «naranja» para despejar áreas de selva impracticables . Después del ataque del Vietcong, en 1968 , Estados Unidos cesa los bombardeos y se muestra dispuesto a negociar. Entre 1965 y 1973 murieron 924.000 soldados norvietnamitas y del Vietcong, 183.000 survietnamitas, 57.939 estadounidenses y 5.225 soldados de países aliados de Estados Unidos. También perdieron la vida un millón de civiles survietnamitas y 450.000 civiles norvietnamitas.
Estados Unidos se retira de Vietnam con la firma del acuerdo en Paría que pone fin a la guerra de Vietnam e incrementa la esperanza de que termine una de las contiendas más largas del siglo.
Armisticio: El 28 de enero entra en vigor el armisticio firmado por el ministro de Asuntos Exteriores estadounidense, William P. Rogers, el ministro de Exteriores de la República Democrática de Vietnam del Norte, Nguyen Duy Trinh, y representantes del gobierno revolucionario provisional de Vietnam del Sur y de la República de Vietnam (Vietnam del Sur). Pero este acuerdo que, entre otras cosas, prevé la retirada de las tropas estadounidenses de Vietnam demuestra ser muy frágil.
Aunque el tratado pone fin a la participación militar de Estados Unidos en la guerra de Vietnam y en toda Indochina, la guerra civil se prolongará con la misma intensidad que hasta el momento. No parece posible llegar a una solución definitiva del conflicto. La línea defensiva de las tropas gubernamentales de Vietnam del Sur se sigue fortaleciendo frente a la del Vietcong comunista y la de Vietnam del Norte. Combates: En la víspera de la supuesta paz, en los campos de batalla se combate con una fuerza hasta entonces desconocida. Sobre todo en el sur del país, el ejército y las unidades del Vietcong intentan consolidar o ampliar sus posiciones. Incluso Estados Unidos reanuda sus bombardeos y los prolonga, pese a las masivas protestas internacionales, durante las primeras semanas de 1973.
Retirada: El 29 de marzo, las últimas tropas estadounidenses dejan Vietnam del Sur. En Saigón sólo quedan 159 infantes de marina para vigilar la embajada y algunos consejeros militares. Muchos de los soldados que regresan tienen problemas para reintegrarse a la vida civil.
En Laos, las facciones políticas enfrentadas firman un acuerdo de paz que, sin embargo, no será respetado durante mucho tiempo por ambas partes.
Representantes del gobierno monárquico, neutral, y de las llamadas Fuerzas Patriotas (Pathet Lao), de orientación comunista, firman en Laos un «acuerdo para la reconstrucción de la paz y de la unidad nacional». Con ello terminan las conversaciones iniciadas en octubre de 1972 sobre el fin de la guerra civil, que se prolonga desde 1959.
En este acuerdo, todos los partidos participantes en la guerra alcanzan un gran consenso en lb referente al compromiso formal de no utilizar el vecino Laos como base de operaciones.
El acuerdo prevé un armisticio, la formación de un gobierno de coalición y la retirada de las tropas extranjeras. El cumplimiento de los compromisos estará supervisado por una comisión mixta y por un grupo internacional de control.
Como ya sucediera anteriormente, este armisticio tampoco será respetado. Sólo un día después de su entrada en vigor, ambas partes se acusan de violar el acuerdo. En Laos, país que se vio involucrado en la guerra a partir de 1970 a causa de la continua penetración militar en su territorio de tropas survietnamitas, la toma del poder por parte de los comunistas en Vietnam y Camboya hace poible el acuerdo.
La retirada estadounidense de Laos en 1973 fue estimulada por el Acuerdo de Paz de París. Vietnam del Norte no requirió remover a sus fuerzas bajo los términos del tratado. El gobierno nacional fue forzado a aceptar al Pathet Lao para que este formara parte del gobierno. En 1975, Laos se convertirá en la República Popular de Laos.
En Camboya se perfila un triunfo militar de los Jemeres Rojos. El régimen de Lon Nol, apoyado por Estados Unidos, toca a su fin.
Tropas de los Jemeres Rojos cercan la capital. Sin embargo, en 1973, aún no es posible encontrar una solución definitiva para una guerra civil que ya dura tres años.
A mediados de los años sesenta, Camboya se vio arrastrada a la guerra. En 1970, un grupo bajo las órdenes de Lon Nol despojó del poder al príncipe Norodom Sihanuk; desde entonces, sus partidarios y los Jemeres Rojos, de orientación comunista, mantienen una guerra encarnizada contra el gobierno que no terminará hasta 1975
Pese a la segunda gran derrota de la Ofensiva de Pascua, los guerrilleros del FNLV y especialmente el EVN estaban preparados para una nueva ofensiva en 1973. En la imagen, un guerrillero armado con un fusil AK-47 frente a la bandera del FNLV.
En la foto, varios representantes firmando el acuerdo de paz el 27 de enero de 1973 en París la firma estaba compuesta por delegaciones de Vietnam del Sur, la norvietnamita, la estadounidense y la del Gobierno Provisional de la República de Vietnam del Sur (el FNLV o Vietcong) firmaron los Acuerdos de paz de París. El documento se componía de 23 artículos con las misiones de cada bando. Fue arduamente preparado hasta en los más mínimos detalles.
La retirada estadounidense de Laos en 1973 fue estimulada por el Acuerdo de Paz de París. Vietnam del Norte no requirió remover a sus fuerzas bajo los términos del tratado. El gobierno nacional fue forzado a aceptar al Pathet Lao para que este formara parte del gobierno. En 1975 las fuerzas subversivas y norvietnamitas atacaron las estructuras de gobierno. Una vez en el poder el Pathet Lao proclamó la República Democrática Popular de Laos derrocando a la monarquía constitucional. En 1979 se transformó en el Partido Popular Revolucionario de Laos (PPRL).
Pol Pot el lider de los Jemeres Rojos en 1973 produjeron los primeros éxitos significativos en Camboya contra el ejército republicano de Lon Nol, y el 60 % del país quedó bajo su control. Mientras tanto, Nixon, sin autorización gubernamental, intensificaba los bombardeos contra el país en un desesperado intento por detener el avance de la guerrilla, de la misma manera que estaba sucediendo en Vietnam del Norte.
El proceso Watergate, que principio se centraba en la cuestión de la intrusión ilegal y en los imputados por tal acción, se va esclareciendo y acaba convirtiendose en el mayor escándalo con trasfondo político de la historia de Estados Unidos. En 1972, una serie de políticos influyentes dimitieron de sus cargos y de ello deben responder ante la justicia algunos miembros de la Casa Blanca. Los redactores del Washigton Post Carl Bernstein y Robert Woodward fueron, en parte, responsables del alcance del caso y de que se hiciera público. Conectaron con individuos que les facilitaron el acceso a material secreto Ambos periodistas suministraron la prueba indiscutible de que los autores materiales del asalto al Hotel Watergate habían recibido dinero a través de la oficina el electoral. Bernstein y Woodward obtuvieron en 1973 el Premio Pulitzer por su trabajo sobre e caso.
El presidente Nixon pretende acallar los rumores sobre su directa participación en el caso y cesa a algunos de sus más próximos colaboradores.
Nixon acepta la dimisión del ministro de Justicia, Richard Kleindienst, y hace público el cese de sus consejeros personales, Harry R. Haldeman, John D. Ehrlichman, John Dean y Jeb Stuart Magruder.
El 23 de abril, Kleindienst renuncia a dirigir la investigación del caso Watergate y argumenta que es personalmente responsable de los errores cometidos en el procedimiento. El 26 de abril, el jefe del FBI, Patrick Ray, también dimite de su cargo al descubrirse que había suministrado, interceptado e incluso destruido documentos importantes para el consejero legal del presidente, Dean, sin informar previamente al ministro de Justicia.
El jefe del FBI dice abiertamente que el abogado del presidente, Herbert W. Kalmbach, y otras personas estaban vinculadas a cargos importantes del gobierno. Con todos estos acontecimientos, el caso de la intrusión en el cuartel general del Partido Demócrata continúa implicando a más personas. El propio presidente, que hasta el momento no había considerado necesario manifestar públicamente su posición, comparece por primera vez, a finales de abril, para asegurar su inocencia. Su credibilidad se está desmoronando.
El 30 de octubre empezará el proceso para la destitución del presidente Nixon (impeachment). Es la primera vez en 100 años que se pone en marcha un procedimiento formal contra un presidente de Estados Unidos para alejarle del cargo a causa de delitos graves. El caso se centra ahora en las preguntas ¿cuándo fue informado Nixon de la intrusión? y ¿está implicado en los intentos de encubrimiento descubiertos?, extremos que él niega. El testimonio de un empleado de la Casa Blanca supuso un punto de inflexión en el caso ya que, según él, desde 1971 se registraban en una cinta todas las conversaciones importantes.
Los reporteros Bob Woodward y Carl Bernstein del Washington Post descubrieron información que sugiere que el conocimiento de la invasión y los intentos de encubrirlo implicaban profundamente a los niveles superiores del Departamento de Justicia, el FBI, la CIA y la Casa Blanca . Woodward y Bernstein entrevistaron a Judy Hoback Miller, la contable de Nixon, quien les reveló información sobre el mal manejo de fondos y registros que estaban siendo destruidos.
Richard Nixon fue el único presidente que tiene que dimitir de la historia de EE.UU por el caso Watergate.
El miércoles 27 de junio de 1973, argumentando que "la acción delictiva de la conspiración contra la Patria, coaligada con la complacencia de grupos políticos sin sentido nacional, se halla inserta en las propias instituciones, para así presentarse encubierta como una actividad formalmente legal", el entonces presidente Juan María Bordaberry disolvió las Cámaras de Senadores y Representantes con el apoyo de las Fuerzas Armadas, anunció la creación de un Consejo de Estado con funciones legislativas, constituyentes y de contralor administrativo, restringió la libertad de pensamiento y facultó a las fuerzas armadas y policiales a asegurar la prestación interrumpida de los servicios públicos.
Los militares comenzaron entonces a ocupar cargos de responsabilidad en el gobierno en lo que se denominó el "proceso cívico militar".
En respuesta al golpe de Estado, en la misma madrugada en que se gesta el golpe, el secretariado de la CNT (Convención Nacional de Trabajadores) comenzó la huelga general más larga en la historia del país, que duró 15 días.
Juan María Bordaberry, el presidente uruguayo que suprimió las instituciones democráticas en 1973 por medio de un autogolpe y abrió la puerta a una dictadura que se prolongó hasta 1985
El golpe de Estado liderado por el general Pinochet acabó con la ‘vía chilena al socialismo’ y el bombardeo del palacio de la Moneda, donde se hallaba el presidente Salvador Allende, y su decisión de morir antes que entregar el mando a los golpistas, se convirtió en un símbolo de la reciente historia de Chile.
La última imágen del presidente Salvador Allende, con casco y una metralleta AK-47, mientras el palacio de La Moneda era bombardeado
El 6 de octubre de 1973, coincidiendo con el Yom Kipur, día sagrado del judaísmo, Egipto y Siria atacaron Israel con la intención de recuperar el Sinaí y los Altos del Golán que había capturado Israel en el transcurso de la Guerra de los Seis Días en 1967.
Si bien al principio la iniciativa correspondió a la coalición árabe, en pocos días más el ejército israelí, superada la sorpresa inicial, hizo retroceder a Siria e incluso bombardeó Damasco, y luego cruzaron el canal de Suez hasta Egipto.
Anwar Sadat esperaba que al infligir una derrota incluso limitada sobre los israelíes, la situación actual podría alterarse. Hafez al-Asad, el líder de Siria, tenía un punto de vista diferente. Él tenía poco interés en la negociación y sintió que la reconquista de los Altos del Golán sería una opción puramente militar. Después de la guerra de los Seis Días, Assad había puesto en marcha un rearme militar masivo y la esperanza de hacer que Siria fuera el poder militar dominante de los estados árabes. Con la ayuda de Egipto, Assad consideró que su nuevo ejército podría ganar de manera convincente contra Israel y asegurar así el papel de Siria en la región. Assad sólo veía que las negociaciones comenzaran una vez que los Altos del Golán hubieran sido reconquistados por la fuerza, lo que induciría a Israel a renunciar a la Ribera Occidental y Gaza, y hacer otras concesiones.
En la semana previa al Yom Kipur, el ejército egipcio organizó un ejercicio de entrenamiento de una semana junto al canal de Suez. La inteligencia israelí, detectando grandes movimientos de tropas hacia el canal, desestimó estos movimientos como meros ejercicios de entrenamiento. También se detectaron movimientos de las tropas sirias hacia la frontera, al igual que la cancelación de los permisos y una llamada de reservas en el ejército sirio. Se consideraron estas actividades desconcertantes, pero no una amenaza porque, Aman creía que no atacarían sin Egipto, y Egipto no atacaría hasta que llegara el armamento que quería. A pesar de esta creencia, Israel envió refuerzos a los Altos del Golán. Estas fuerzas sirvieron para justificar las críticas durante los primeros días de la guerra.