En Córdoba se anida una venenosa serpiente cuya cabeza, pido a Dios, me depare el honor histórico de cortar de un solo tajo, afirma José Camilo Uriburu, gobernador de Córdoba. La frase polariza los ánimos, agitados desde el Cordobazo. Días después, en una refriega entre los obreros de Fiat y la policía, hay un muerto. El 15 de marzo se decide hacer un paro activo, con concentración en la plaza Vélez Sarsfield. Tosco llama a la unidad, los obreros discuten públicamente sus diferencias tácticas, y distintos grupos se dispersan por la ciudad y realizan acciones violentas. Las organizaciones guerrilleras, en particular el ERP, actúan públicamente, y por varias horas la ciudad está fuera de control. Por la noche, fuerzas especiales de la Policía Federal empiezan a restablecer el orden. Al día siguiente hay cerca de 300 detenidos y la ciudad es declarada zona de emergencia. El Viborazo tiene cola: acelera el fin de Levingston.
La dictadura militar, el gran capital nacional y transnacional, la burocracia sindical y la jerarquía eclesiástica están siendo cuestionados con intensidad por distintas expresiones obreras y populares que llegan desde el interior del país.
Esta vez, como hace menos de dos años, la agitación vino desde Córdoba. Terminó derribando al gobernador provincial y precipitando la renuncia del presidente Levingston.
La sociedad cordobesa desde fines de los años 50, al calor de las políticas económicas impulsadas por el desarrollismo, se produjo un crecimiento importante de sectores industriales de punta (automotores, siderurgia, química y petroquímica) que se sumaron a la estructura industrial preexistente. Las nuevas industrias se radicaron en el cinturón que bordea el río Paraná desde el norte de Rosario, en algunos suburbios de Buenos Aires y en Córdoba, donde es notorio el crecimiento en algunas ramas de producción como la automotriz, que a su vez transformaron la conformación de la clase obrera, con la incorporación de nuevas camadas de trabajadores jóvenes ajenos a las tradiciones burocráticas y abiertos al nuevo clima de ideas rebeldes y contestatarias que se halla generalizado en la Argentina de hoy.
Algunas de estas industrias adoptaron una política laboral que implicó profundos cambios en la estructura de las negociaciones colectivas; conformaron sindicatos por empresa que sirvieron a los sectores patronales y a los gobiernos de turno en su afán de resquebrajar el poder del sindicalismo peronista y disponer de una fuerza laboral poco inquietante.
Sólo hasta ahora lograron este objetivo, ya que en los sindicatos de planta de Fiat (Sitrac y Sitram) desde al año pasado un nuevo sindicalismo clasista, identificado con la supresión del capitalismo y la creación de una sociedad socialista y que ensaya novedosas formas de lucha, tomó las riendas, sumándose a un combativo movimiento obrero local.
Ya desde enero la relación entre la Fiat y los trabajadores es muy tensa. Frente al despido de siete obreros, las plantas fueron tomadas con dos funcionarios como rehenes.
La empresa pidió la intervención del ejército para desalojaras y el conjunto de los trabajadores mecánicos locales llamó a la huelga en solidaridad. Intervino entonces el gobernador Bas, que impidió la ocupación del ejército.
Rápidamente Levingston lo reemplazó por un miembro de una aristocrática familia representante de la derecha católica: José Camilo Uriburu. A pocos días de asumir como gobernador mostró sus intenciones y cuando fue invitado a la Fiesta Nacional del Trigo en Leones arremetió contra “la siniestra organización antiArgentina” y manifestó a viva voz su deseo de que Dios le depare “el honor histórico de cortar de un solo tajo la cabeza de la serpiente venenosa que anida en Córdoba”.
Las reacciones ante tamaña amenaza no se hicieron esperar, y el movimiento obrero cordobés programó una acción conjunta para unos días después.
No pudieron ponerse de acuerdo; en tanto la CGT local y Luz y Fuerza, liderada por Agustín Tosco, propusieron ocupaciones de los lugares de trabajo, Sitrac-Sitram decidió realizar una marcha con concentración. Cuando ésta se produjo, la policía disparó sobre los manifestantes y asesinó a un trabajador de sólo 18 años: Adolfo Cepeda.
Mientras se desencadenaba una enorme protesta con enfrentamientos con la policía, la CGT nacional liderada por José Rucci observaba impávida cómo los trabajadores eran reprimidos una y otra vez en Córdoba. Ello contrastó con la indignación popular que se expresó en el gigantesco acompañamiento al sepelio del 14 de marzo.
Entonces se observó por primera vez una situación particularmente irritante para los militares: la presencia de militantes de las distintas organizaciones armadas con sus banderas y sus consignas.
El “Ferreyrazo”, como lo llaman los trabajadores de Fiat, no fue el final del conflicto. Apenas marcó el comienzo de una nueva insurrección obrera que agitó a la ciudad de Córdoba unas pocas horas después, cuando miles de trabajadores abandonaron las plantas fabriles para concentrarse en el centro, el lunes 15 de marzo. Después del acto que tuvo a los dirigentes de Sitrac-Sitram como oradores, los obreros se dispersaron por los barrios, algunos para apoyar la ocupación que los trabajadores de Luz y Fuerza hacían de la Usina de Villa Revol. A la tarde había más de 550 manzanas tomadas y cientos de Barricadas en los barrios.
La destrucción era mayor que en el 69 y también la pérdida de vidas; es notorio que los sindicatos cordobeses han fracasado en la coordinación de la protesta. La represión fue muy rápida y violenta y a ella contribuyeron las fuerzas entrenadas especialmente para combatir este tipo de acciones urbanas. La ciudad fue puesta bajo control militar. Después del Viborazo y de las puebladas que en los días siguientes se desataron en puntos tan distantes como Casilda (Santa Fe), Orán (Salta) y Cipoletti (Río Negro), el hombre fuerte de la dictadura, el teniente General Alejandro Lanusse, asumió la presidencia.
El despido de trabajadores de la FIAT desencadenó una movilización contra la dictadura Levingston renunció y asumió Lanusse.
El 12 de marzo de 1971 también encabezó la represión contra la huelga de los obreros mecánicos y metalúrgicos durante el llamado Viborazo (nombre que quedó como respuesta popular a un dicho del interventor civil Camilo Uriburu, cómplice de la dictadura, quien había ordenado «cortar la cabeza a la víbora»). El general Alcides López Aufranc ocupó las sedes de los gremios, y envió a Gendarmería a ocupar las fábricas. Así Fiat pudo despedir a los delegados y a otros 300 trabajadores.
El humorista Cognigni graficó en el diario el 17 de marzo de 1971, cuando la serpiente se devoraba al interventor en el diario La Voz de interior.
Agusatin Tosco fue el principal organizador del vivorazo que obligo a renunciar al intervernor enviado por Levingston
El presidente Levingston convoca a la generación intermedia de políticos mientras Oscar Alende ataca a los monopolios y Celestino Gelsi a Bunge y Born.
Levingston designa gobernador de Córdoba a J. C. Uriburu y acusa a Lanusse porque durante el Viborazo el general López Aufranc no reprimió a tiempo.
Luego de 300 dias de gobierno Levingston es depuesto por la Junta de Comandantes y designa al general Alejandro Lanusse como presidente de facto, Lanusse mantiene su cargo en la junta de Comandantes.
Ante el fracaso del plan para la segunda etapa de la “Revolución Argentina”, el 23 de marzo la Junta de Comandantes pidió la renuncia del presidente de facto Roberto Levingston, quien acató la orden.
Levingston había sido designado en el cargo el 8 de junio de 1970, era un oficial de inteligencia, ocupaba un cargo diplomático en Estados Unidos y por entonces era un desconocido para la opinión pública. “Jeep” –como lo llamaron socarronamente– pretendió desconocer la autoridad política de Alejandro Agustín Lanusse y argentinizar el proceso de crecimiento económico.
Para ello estimuló la industria con la consigna del “compre nacional” y con préstamos a bajo costo. Sin embargo, la inflación recrudeció y los capitales extranjeros se esfumaron.
Mientras tanto, en la Confederación General del Trabajo (CGT) se impuso José Ignacio Rucci, que promovió una serie de paros generales que afectaron a la industria, el transporte y los servicios. La gota que rebalsó el vaso fue la huelga de los trabajadores de El Chocón, apoyada por la población y el obispo Jaime de Nevares.
El radical Arturo Mor Roig es nombrado ministro del Interior y lanza el Gran Acuerdo Nacional. Francisco Manrique, ministro de Bienestar Social, inaugura el Prode. El Estatuto de los Partidos Políticos desalienta las fuerzas pequeñas y estimula las alianzas. Lanusse se reúne con la CGT y con La Hora del Pueblo, y en Salta, con el presidente de Chile, Salvador Allende en donde se abren las negociaciones por el Beagle.
El coronel Cornicelli se entrevista en Madrid con Perón; el embajador en España le devuelve su pensión de ex presidente y el 1 de septiembre, tras el inclaudicable reclamo por parte de la familia Duarte, fue restituido el cuerpo de Eva Perón. Fue trasladado por un grupo militar desde el cementerio Maggiore de Milán, en Italia, hasta Madrid, en España, donde está exiliado su viudo, Juan Perón. Se dispuso entonces que el cadáver permaneciera en Puerta de Hierro, la residencia del ex presidente, para luego ser traído a la Argentina. En 1955, con la llamada Revolución Libertadora, el cadáver de Evita, que había fallecido en 1952, fue escondido sucesivamente en distintos lugares de la Capital Federal hasta que en 1957, en un operativo secreto, se lo trasladó a Milán, bajo el falso nombre de María Maggi de Magistris, donde estuvo enterrado hasta este año.
Hay descontento militar y es desbaratado un complot del general Labanca; se sofoca un levantamiento en Tandil y Azul, encabezado por jefes nacionalistas.
Se produce la convocatoria a elecciones para el 25 de marzo de 1973 pero los radicales no aceptan integrar el gabinete.
En noviembre, sorpresivamente, Perón convocó Héctor Jorge Cámpora y lo designó su delegado personal en reemplazo de Jorge Daniel Paladino. Cámpora, que había sido presidente de la Cámara de Diputados entre 1948 y 1952, se había mantenido en un segundo plano desde la fuga de la cárcel de Río Gallegos en 1957 junto a John William Cooke, Jorge Antonio, Guillermo Patricio Kelly y José Espejo.
Desde abril de 1971, el presidente Alejandro Lanusse inició la búsqueda de una salida política para la Revolución Argentina, negociando con los partidos reunidos en La Hora del Pueblo, de la que Paladino era un importante animador, con la designación de Cámpora indica que Perón quiere controlar personalmente,y sin intermediarios independientes, la compleja negociación que se ha iniciado. Por lo pronto, Perón acusó a Paladino de ser “agente del dictador Lanusse” y acentuó sus ataques al Gobierno.
Además, estimula a los grupos juveniles con el ingresó al Consejo Superior Peronista Rodolfo Galimberti, por la Juventud Peronista y ataca a las Fuerzas Armadas desde la revista Las Bases, que dirige la hija de su secretario López Rega. ;
Alejandro Agustín Lanusse fue de facto presidente de la Nación Argentina entre el 26 de marzo de 1971 y el 25 de mayo de 1973, durante la Revolución argentina reemplazando al general Levingston.
Arturo Mor Roig el ministro del interior de Lanusse ante el agotamiento de la llamada Revolución Argentina que encabezaba y en busca del acercamiento con la dirigencia política generaron el Gran Acuerdo Nacional proponía un acuerdo entre las principales fuerzas políticas a fin de restablecer las reglas del juego electoral y del régimen político democrático, hacía una amplia convocatoria a toda la ciudadanía para que participara activamente en este proceso.
Perón designó como su delegado personal a Jorge Daniel Paladino, que exhibió una postura favorable aceptar el pacto con los militares, en la mesa de partidos políticos denominada La Hora del Pueblo, creada para negociar con la dictadura. Sin embargo, en 1971 Perón cambió de estrategia y apoyándose en la tendencia revolucionaria del peronismo y en un acuerdo reservado con su histórico adversario, el radical del pueblo Ricardo Balbín, decidió impulsar una salida civil respaldada en un acuerdo entre la CGT y la CGE, sin ningún control militar. Para conducir ese cambio de estrategia, Perón designó en 1971 a tres personas: Héctor Cámpora, como su nuevo delegado personal; Juan Manuel Abal Medina, como secretario general del Movimiento Peronista y Rodolfo Galimberti -cercano a Montoneros-, como secretario de la Juventud Peronista. A ellos tres se sumó al apoyo brindado a José Ignacio Rucci al frente de la CGT, enfrentado a la mayoría del sindicalismo peronista de ese momento, que mantenía una postura favorable al GAN y de postergación de la vuelta de Perón al país.
El ERP secuestra a un cónsul británico y exige el reparto de alimentos en barriadas populares.
Las FAR liberan a detenidas en la cárcel del Buen Pastor y el ERP, a Benito. Urteaga y otros presos. En la batalla de Ferreyra, FAP, FAR y Montoneros, que actúan en conjunto, pierden a algunos de sus dirigentes.
Son asesinados Juan Pablo Maestre y su esposa y Marcelo Verd y su esposa Sara Palacio de Verd de las FAR son secuestrados el 2 de julio de 1971 durante la autodenominada Revolución argentina, durante la dictadura del teniente general Lanusse. Este fue el primero de una serie de secuestros que comenzaron a poner a punto la metodología delictiva, que habría de utilizar sistemáticamente a partir del golpe de estado del 1976. El 17 de septiembre de 1971 Luis Enrique Pujals perteneciente al ERP fue detenido por la policía y entregado al Ejército. Su familia afirmó que había podido averiguar extraoficialmente que había sido trasladado en secreto a la Jefatura de Policía en Rosario, donde fue torturado y asesinado, tambien es abatido el jefe de Montoneros Sabino Navarro, remplazado por Mario Firmenich. Detención de Roberto Quieto, de FAR, y de Roberto Santucho del ERP. Aparece Nuevo Hombre, que será dirigido por Silvio Frondizi. Se crea la Cámara Federal Penal de la Nación, para casos de subversión, y se autoriza la intervención de las Fuerzas Armadas en la represión. Primer Congreso de las Ligas Agrarias del Chaco.
Es detenido Agustín Tosco. Un Congreso de Sindicatos Combativos y Agrupaciones Clasistas aprueba en Córdoba el Programa Clasista.
El 3 de noviembre de 1971 aproximadamente a las 7 hs. de la mañana, se lleva a cabo en Ferreyra, Córdoba un encuentro desigual que la historia denominará «combate de Ferreyra, o Mataderos o combate de la Fiat». Allí mueren luchando Juan Carlos Baffi, militante de las FAR y Raúl Juan Peressini de las FAP. Y malheridos, son asesinados por la policía provincial, Carlos Enrique Olmedo y Agustín Villagra, ambos de las FAR.
El operativo planeado reunía las condiciones de imaginación y oportunidad necesarias: la dictadura militar había puesto en marcha la ocupación del complejo industrial Fiat, rodeando las plantas Materfer y Concord el 26 de octubre, había quitado la personería a Sitram-Sitrac y desencadenado persecuciones y allanamientos, todo por orden del Gral.Alcides López Aufranc.
La Fiat, por su parte, dentro de ese contexto represivo tratando de liquidar la organización sindical, había despedido 246 trabajadores, los más aguerridos: cuerpo de delegados y activistas. Surge de ese modo el planeamiento de la operación: detener a un alto funcionario de la Fiat y reclamar, a cambio de su libertad, la devolución de la personería sindical, la reincorporación de los despedidos y el cese de la ocupación militar.
El retraso imprevisto del ejecutivo de la empresa al lugar donde se hallaban los compañeros, torna insegura la operación’, que lo mismo se mantiene. Un empleado de la estación de servicio Esso avisa a la policía de la presencia que considera sospechosa, y a partir de esta delación, las fuerzas represoras surgen, produciendo la muerte de los combatientes. Fue un golpe durísimo para las organizaciones peronistas, no sólo por la pérdida en calidad político militante de los compañeros muertos, sino porque a partir de allí se produjeron nuevas bajas, algunas mortales como la de Miguel Ángel Castilla y detenciones como las de María Antonia Berger, Eduardo I. Rivas y Teófilo E. Arrascaeta, con la consiguiente caída de armas, documentos, casas, etc.
Elevada inflación; las convenciones colectivas acuerdan libremente aumentos salariales.
Entre otras consecuencias, el Cordobazo generó en la misma provincia una corriente sindical clasista liderada por los sindicatos de la empresa Fiat: Sindicato de Trabajadores Concord (Sitrac) y Sindicato de Trabajadores Materfer (Sitram), cuyas direcciones se renovaron a comienzos del año pasado.
La nueva conducción, elegida directamente por las bases, cambió las tácticas de acción gremial y materializó una ofensiva constante contra la empresa para obtener mejores condiciones de trabajo y mayores salarios.
En principio, el clasismo se manifiesta antiburocrático y basa su política sindical en la democracia interna y en la participación masiva y directa de los trabajadores.
La no pertenencia a federaciones de carácter provincial o nacional facilita esa prédica, aunque también la hace más vulnerable a la ofensiva empresarial y a la acción represiva.
En segundo lugar, esta corriente adhiere al clasismo obrero, una definición que postula la unidad de la clase obrera y la defensa de sus intereses, radicalmente opuestos al de los empresarios, así como la lucha contra el capitalismo y la imposición de una sociedad socialista.
El sindicato pretende ser un verdadero concientizador de los obreros. Por último, reformula la acción gremial; además de las huelgas y las ocupaciones fabriles, recurren a repertorios de confrontación menos formales como la acción directa (toma de rehenes, sabotajes), la alianza con organizaciones vecinales, parroquiales y políticas, y diversas formas de difusión de sus reclamos que abarcan métodos formales, como la apelación a los medios de comunicación, o informales, como la asistencia a asambleas universitarias o las huelgas de hambre.
El clasismo tuvo un rol principal en la radicalización del conflicto durante el Viborazo de mediados de marzo, pero la falta de acuerdo entre el Sitrac-Sitram y el resto del movimiento obrero cordobés facilitó la rápida y efectiva represión que acalló la revuelta. Estas posiciones se manifestaron también frente a la coyuntura política.
Ante la salida electoral proyectada por el presidente de facto Lanusse, Agustín Tosco propuso un frente de fuerzas progresistas y el sector combativo del movimiento obrero.
Los clasistas, entrampados en un fuerte purismo obrero, rechazan este tipo de alianzas y se aislaron del resto de los trabajadores.
A fin de año se produjo la intervención militar de la fábrica Fiat y se retiró la personería gremial del Sitrac-Sitram que fue adjudicada a la Unión obrera Metalúrgica, y así el gremialismo clasista recibió un duro golpe y el comienzo de su declive.
Ni golpe ni elección: ¡revolución! es la consigna de SITRAC-SITRAM, los sindicatos de los trabajadores de las plantas automotrices de Fiat. El año anterior, un nuevo grupo de dirigentes expulsó a la conducción pro patronal y logró ser reconocido por Fiat. Desde entonces desarrollan su acción contra las empresas y contra los dirigentes sindicales burocráticos. En marzo reaccionan contra el despido de algunos militantes: ocupan las plantas, toman rehenes y amenazan con volarlo todo. Momentáneamente ganan, pero son débiles, los clasistas no buscan aliados, ni siquiera entre los dirigentes combativos no peronistas, como Agustín Tosco
Juan Pablo Maestre y Mirta Misetich eran sociólogos. Pablo además estudiaba psicología. Trabajaba de bibliotecario en la Facultad de Sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Eran militantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Fueron detenidos en julio de 1971 en la puerta de la casa de los padres de Mirta, en la calle Amenábar de Belgrano, ciudad de Buenos Aires. El cuerpo de Juan Pablo apareció a pocos días de haber desaparecido en un paraje llamado Las Palmeras. El cadáver tenía la frente hundida y rastros de quemaduras en los pies. . Mirta no volvió a aparecer.
José Sabino Navarro el 21 de julio de ese año viaja a Río Cuarto, junto a «El santafecino» Jorge Cotone, la policía es alertada, monta operativos de control en toda la ruta que va de Río Cuarto a Córdoba y a los 40 ó 50 km, comienzan los enfrentamientos. El grupo montonero logra superar los primeros cercos pero deben abandonar uno de los vehículos, y en otro combate cae, en Berrotarán, el «Negro» Juan Antonio Díaz, quien también había participado en la toma de La Calera. El grupo, ya sin auto, se interna en el monte, que es bastante ralo y ofrece poca protección. Cecilio Salguero, otro de los militantes, se queda cuidando la retaguardia, para que los demás pudieran huir y es detenido al día siguiente. El «Negro» Sabino y Cotone siguen su huida y van obteniendo provisiones en las pocas casas que encuentran. A esa altura son rastreados por helicópteros y por la infantería. Se movilizan de noche y en cada intento de salir a la ruta se ven obligados a combatir y deben volver a internarse en el monte. Una noche encuentran el camino que buscaban, y que conducía al dique Los Molinos. Roban un Citroën, pero son perseguidos y Sabino es herido en un hombro. Para avanzar sustraen un colectivo que el propio Negro maneja, mientras continúa la persecución y el tiroteo. Chocan y se internan de nuevo en el monte. Luego de más de una semana de combates y persecución, están casi sin munición y Sabino Navarro había perdido bastante sangre, sin recibir atención médica. Le pide a Cottone que siga e intente salvarse, que él va a quedarse. Ante la negativa de Cottone a abandonarlo, Sabino se lo ordena: «Yo no caigo -le dijo-, no quiero caer (vivo) y me muero». A los 200 metros -contaría después Cottone-, cuando ya se alejaba, se escuchó un disparo. La policía lo busca durante semanas, hasta que lo encuentra muerto en una cueva, escondido entre las piedras, con su revólver 38 todavía en su mano derecha. Para dificultar su identificación, o quizás como trofeo, le cortaron las manos y escondieron su cuerpo, enterrándolo debajo de otra sepultura.
Roberto Quieto fue detenido el 4 de julio de 1971 y finalmente fue enviado a la cárcel de Rawson. Allí junto con otros detenidos se fugó del penal el 15 de agosto de 1972, escapó a Chile y siguió luego viaje a Cuba para volver más adelante a la Argentina y retomar su puesto en las FAR
Se coloca la piedra fundacional del edificio de la Biblioteca Nacional el 13 de octubre de 1971, once años después de la sanción de la Ley y la construcción fue llevada adelante por la firma Com-Ar-Co S.A. Las obras avanzaron lentamente se demoraron, y finalmente fueron suspendidas a comienzos de los '80, durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, retomándose hacia 1982. En el proyecto participaron importantes estudios de la época, como el de Mario Roberto Álvarez (cuarto premio), el de Rivarola y Soto (tercer premio), o el de los jóvenes arquitectos Justo Solsona y Javier Sánchez Gómez, pero el elegido entre decenas de propuestas fue el proyecto de los arquitectos Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga de Bullrich.
El 1 de julio, el gobierno municipal de Saturnino Montero Ruiz convirtió a las once cuadras de la calle Florida –conocida así desde 1856 – en una larga senda peatonal.
Florida nace en Rivadavia y concluye después de su cruce con Marcelo T. de Alvear, frente a la Plaza San Martín, en el barrio de Retiro.
Ya figuraba en el plano de calles trazado por Juan de Garay en 1580 y funcionó como vía de acceso entre las chacras que abastecían la ciudad. Fue la calle elegida para las comparsas, el paso de los ejércitos y hasta para las corridas de toros. Ya hacia 1880 se pobló de grandes residencias pertenecientes a las familias de la elite porteña. Allí tenía su casa, por ejemplo, Mariquita Sánchez de Thompson. Hacia fines del siglo XVIII, fue la primera en tener pavimento de piedra. Se convirtió en el centro de la moda gracias a las grandes tiendas que imitaban el modelo europeo, entre las que estaban Harrod´s, Gath & Chaves y la Galería Güemes.
El primer ascensor a vapor que funcionó en Buenos Aires estaba en la calle Florida, en la casa de Torcuato Tornquist. También en Florida sonó el primer teléfono, en la casa de Bernardo de Irigoyen, dirigente de la UCR y familiar del futuro presidente radical.
Se inaugura la Terminal de Omnibus de Córdoba y se Celebra el Centenario del Observatorio de Córdoba para lo cual se reúne en Carlos Paz el Simposio de la Unión Astronómica Internacional. En Tucumán, se realiza el Primer Congreso de Historia Regional de la Academia Nacional de la Historia. Se suprimen las Escuelas Normales: la formación de maestros corresponde a un ciclo terciario. Oscar Masotta dirige los Cuadernos Sigmund Freud.
Impulsado por la agitación política, un grupo disidente renuncia a la Asociación Psicoanalítica Argentina. Orientados por los prestigiosos Marie Langer y Emilio Rodrigué, habían constituido en 1969 el grupo Plataforma: reclamaban mayor compromiso político —que juzgaban indispensable para una terapia eficaz— y la apertura de las estructuras institucionales de la APA, excesivamente jerárquicas. En 1971 se suma el. grupo Documento. Luego de presionar y agitar en las asambleas, ambos optan por separarse de la APA. Enrique Pichon Riviére y José Bleger, dos figuras rectoras de los disidentes, deciden permanecer en la institución.
El gobierno del presidente Arturo Frondizi por medio de la Ley Nº 12.351 de 1960 se destinaron tres hectáreas ubicadas entre las avenidas del Libertador y Las Heras, y las calles Agüero y Austria, donde hasta 1956 se levantó el Palacio Unzué, utilizado por Juan Domingo Perón como residencia presidencial y demolido por esta razón. La obra fue adjudicada mediante un concurso nacional que cerró en abril de 1962, y cuyo veredicto se anunció el 12 de octubre siguiente. Participaron importantes estudios de la época, como el de Mario Roberto Álvarez (cuarto premio), el de Rivarola y Soto (tercer premio), o el de los jóvenes arquitectos Justo Solsona y Javier Sánchez Gómez, pero el elegido entre decenas de propuestas fue el proyecto de los arquitectos Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga de Bullrich.
"Homenaje al Ballet Nacional", de Carlos de la Cárcova. Monumento realizado en ofrenda al Elenco Estable de Baile del Teatro Colón, fallecidos el 10 de octubre de 1971.
Astor Piazzolla desde 1967 empieza su colaboración con el poeta Horacio Ferrer, con quien compuso la operita María de Buenos Aires, que se estrenaría al año siguiente, con la cantante Amelita Baltar. Por otra parte, Piazzolla inicia con Baltar una relación sentimental que durará cinco años. En 1969, Piazzolla y Ferrer componen la exitosa Balada para un loco, que supondría una popularidad súbita para Piazzolla. En 1970 retornó a París donde nuevamente junto a Ferrer, creó el oratorio El pueblo joven, estrenado poco después en 1971 en Saarbrücken, Alemania. Al año siguiente fue invitado por primera vez a presentarse en el Teatro Colón en Buenos Aires, junto con otras importantes orquestas de tango. También en 1972, Piazzolla compone, para su Conjunto 9 el «Concierto de Nácar, para nueve tanguistas y orquesta filarmónica», primer antecedente de sus obras sinfónicas para bandoneón posteriores.
Las elites argentinas comenzaron a dejar sus residencias al sur de Plaza de Mayo debido principalmente a las epidemias, sobre todo a partir de la de fiebre amarilla de 1871. Decidieron entonces mudarse a una zona más alta de la ciudad y escogieron los alrededores de Plaza San Martín. En 1872 se convirtió en una calle comercial. Se instalaron boticas, mueblerías, joyerías y sombrerías que ofrecían lo último en moda Europea. En la intersección con la avenida Córdoba, entre 1888 y 1894 se construyó un enorme edificio de galerías comerciales para instalar una sucursal de la tienda departamental parisina Au Bon Marché, que aunque no llegó a instalarse fue luego conocida como Galerías Pacífico, que un siglo después sería declarado edificio histórico.
La ciencia perdió este año a uno de sus mejores investigadores, Bernardo Houssay, quien murió el 21 de septiembre, a los 91 años. Fue Premio Nobel en Medicina y Fisiología en 1947 y el creador, en 1958, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), del que fue su primer presidente.
Recibió muchos reconocimientos internacionales, como el premio de la Sociedad de Endocrinología de Londres, en 1960, y más de 40 membresías honorarias en las principales universidades del mundo. Creó el Instituto de Biología y Medicina Experimental, de donde surgió Luis Federico Leloir, quien también fue galardonado con el Premio Nobel , en este caso de Química.
El 13 de mayo, el Ejército Revolucionario del Pueblo secuestró en Rosario a Stanley Sylvester, cónsul de Inglaterra en esa ciudad y gerente general de frigorífico Swift. Sylvestere , que tiene 59 años e ingresó a la empresa como mensajero hace tres décadas, estaba a un año de jubilarse . Comandado a nivel nacional por Mario Roberto Santucho, el ERP lo mantuvo en cautiverio siete días en el sótano de una vivienda del barrio Acindar, al sur de la ciudad. Lo liberó una vez que el frigorífico accedió a repartir víveres y útiles escolares en los barrios y a cambiar las condiciones de trabajo para los operarios de la planta, según lo reclamado. También debió reincorporar a obreros despedidos.
En septiembre murió el abogado, político, historiador y economista Federico Pinedo. Porteño, de familia patricia, fue diputado por el PS Independiente, crítico acérrimo del pacto Roca-Runciman y ministro de Hacienda de las presidencias de Justo y Castillo, y de Economía de Guido. Fue casi el único estadista argentino prominente que apoyó a los EE.UU. y a los Aliados en 1940.
El 17 de noviembre murió el médico Manuel Fresco, quien fundó el imponderable Instituto Dr. Luis Güemes , en Haedo. Como diputado conservador, Fresco apoyó el golpe de Estado contra Yrigoyen. En 1945 se reunió con Perón para apoyarlo como conservador independiente en las elecciones del 24 de febrero de 1946.
Dos novedades interesantes se han producido este año en el ámbito de la prensa escrita con la aparición del diario La Opinión y la reapertura de la revista Primera Plana. Ambas publicaciones son dirigidas por Jacobo Timerman.
La Opinión está en la calle desde el 4 de mayo y su tamaño tabloide está inspirado en Le Monde de Francia. La preparación del diario estuvo a cargo del propio Timerman, secundado por el subdirector, Julio Algañaraz y los secretarios de redacción Horacio Verbitsky y Juan Carlos Algañaraz. La pauta editorial está bien definida: “A la derecha en economía, centristas en política, y a la izquierda en cultura”.
Primera Plana vuelve a salir, luego de que fuera cerrada por el ex presidente Ongañía , en agosto de 1969. Durante los seis años anteriores de publicación dejó en claro que era mucho más que un semanario político, se trataba de un semanario de temas generales que adoptó un estilo novedoso en nuestro país.
De variados estilos, cuatro filmes se han destacado del resto en la cartelera de cine de este año. Bananas, de Woody Allen, es una sátira (desde la visión estadounidense) de la situación política e institucional que suelen vivir muchos países tercermundistas. La Naranja Mecánica, por su parte, es sin duda la mejor película que hasta ahora ha filmado Stanley Kubrick. Basada en el libro de Anthony Burgess , relata las andanzas de un grupo de jóvenes violentos en una Gran Bretaña futurista.
En Harry el sucio, de Don Siegel, Clint Eastwood interpreta a un duro policía que se ha criado en la calle y que para luchar contra la delincuencia utiliza métodos al borde de la ilegalidad. En Muerte en Venecia, Luchino Visconti muestra a un compositor alemán que a principios de siglo llega a aquella ciudad, cercada por la epidemia, para enamorarse de una joven y angelical adolescente.
Bernardo Alberto Houssay además de su trabajo pionero en la Argentina, dejó también a decenas de discípulos de importancia mundial entre los cuales se destacan Luis Federico Leloir (Premio Nobel de Química en 1970) y Christiane Dosne de Pasqualini.
Fallece los consevadores Pinedo y Fresco ambos muy importantes durante la década infame
Jacobo Timerman edita el matutino La Opinión. Su modelo es el francés Le Monde, y su lema: El diario de la inmensa minoría. Se caracteriza por la selección informativa, los análisis profundos y las notas firmadas. Reúne una redacción notable: Julio Algañaraz, Horacio Verbitsky, José María Pasquini Durán, Francisco Urondo, Enrique Raab y Juan Gelman, que dirige La Opinión Cultural.
Este año Independiente vuelve a ganar el torneo Metropolitano; Carlos Bianchi, es el goleador de Vélez Sarfield y debuta en River Norberto Alonso.
En la semifinales del Campeonato Nacional en la cancha de River se enfrentan los dos equipos rosarinos. Rosario Central vence a Newell's Old Boys por 1-0, con un gol obtenido por Aldo Poy, de palomita. Pocos días después, y en el propio estadio de Newelrs, Rosario Central derrota en la final a San Lorenzo por 2-1. Los goles son de Gramajo y Colman, y se destacan el capitán Carrascosa, Landucci, Fanessi y Mesiano. Fiesta completa para los canayas, y duelo para los leprosos. Desde entonces, todos los años, un grupo de ellos repite ritualmente el gol de Poy.
Luis Rubén Di Palma gana en TC con un Torino Tornado Berta; el 24 de enero, con 29 años, Carlos Reutemann debutó en Fórmula 1. El bautismo internacional fue en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires, en una carrera sin puntos, al volante de un McLaren M 7 C-Cosworth, perteneciente a Joachim Bonnier, con el que logró ubicarse en el tercer lugar del podio. El 24 de octubre, “el Lole” pasó a integrar el selecto lote de los 20 mejores pilotos del mundo, al ser contratado por un equipo oficial de Fórmula 1. Manejó un Brabham BT-33 en Brands Hach el autódromo inglés de la ciudad de Kent, disputando la Carrera de los
Campeones. El piloto santafesino debe su alias a que de chico decía “lo lechone”, en referencia al criadero porcino de su padre.
Reutemann en 1971, Reutemann había participado del Gran Premio de Argentina de Fórmula 1, una carrera no puntuable para el campeonato mundial disputada en el autódromo de la Ciudad de Buenos Aires, ubicándose tercero al comando de un McLaren alquilado.
Pablo Neruda recibe el premio Nobel de literatura, la Academia Sueca consideró candidato al Premio Nobel de Literatura a Neruda en 1963, cuando fue parte de una lista junto con el británico-estadounidense W. H. Auden, el irlandésSamuel Beckett, el japonés Yukio Mishima, el danés Aksel Sandemose y el griego Giorgos Seferis. Luego, formó la terna final junto con Auden y Seferis, a quien finalmente le fue concedido.
Ocho años después, el 21 de octubre de 1971, Neruda fue galardonado con el Nobel y viajó a Estocolmo a recibirlo el 10 de diciembre. En sus Memorias, el poeta recuerda: «El anciano monarca nos daba la mano a cada uno; nos entregaba el diploma, la medalla y el cheque [...] Se dice (o se lo dijeron a Matilde para impresionarla) que el rey estuvo más tiempo conmigo que con los otros laureados, que me apretó la mano con evidente simpatía. Tal vez haya sido una reminiscencia de la antigua gentileza palaciega hacia los juglares»
Pablo Neruda en 1971 aceptó el cargo de embajador en Francia, y el mismo año se le otorgó el Premio Nobel de Literatura. En el país europeo comenzó sus memorias, publicadas en forma póstuma: Confieso que He Vivido (1974).
El 4004 fue lanzado en un paquete de 16 pines CERDIP el 15 de noviembre de 1971. El 4004 fue el primer procesador de computadora diseñado y fabricado por el fabricante de chips Intel, quien previamente hacía semiconductores de chips de memoria. La implementación del microprocesador sólo comenzó en 1970 cuando Federico Faggin fue empleado por Intel, procedente de Fairchild Semiconductor, para dirigir el proyecto y para diseñar el 4004 (1970-1971), en Fairchild, Faggin había desarrollado la tecnología pionera llamada Silicon Gate Technology (SGT) y había también diseñado el primer circuito integrado MOS usando la tecnología SGT (el Fairchild 3708), en 1968, demostrando la viabilidad de la nueva tecnología.
El nombre del grupo hacía referencia a la posibilidad de que, al ser una zona sísmicamente inestable, las pruebas atómicas que allí se realizaban pudiesen provocar un maremoto. Para llevar a cabo su protesta, inspirada en las protestas silenciosas de los Quaqueros, el comité organizó un viaje en barco, el Phyllis Cormack, el cual le renombraron Greenpeace. Recaudaron fondos para el viaje con un concierto en el cual actuaron Joni Mitchell, James Taylor y Phil Ochs.