Historia

Durante el apogeo de la civilización griega clásica apareció la denominación ártico para denotar al polo Norte, porque sobre él se, ubicaba una estrella llamada Polar, adjudicada a la constelación de la Osa Menor (arktos es el nombre griego que significa "oso"). Desde entonces, al otro extremo del mundo se lo denomina- "antártico",que significa "anti-ártico". La idea de la existencia de un continente antártico parece ser muy anterior a su descubrimiento una leyenda de los indios aush de Tierra del Fuego, ya extinguidos, cuenta que los primeros pobladores de las islas migraron hacia el sur, a través de los archipiélagos, hasta llegar a la " tierra de los hielos". otra leyenda, ésta de los pueblos maoríes de Nueva Zelanda, dice que un navegante de la tribu llegó en su canoa hasta un sitio donde flotaba en el mar una sustancia blanca y fría que lo obligó a retroceder.

Terra Australis Incognita

El Mapamundi de Abraham Ortelius (1570), donde aparece la Terra Australis Incognita, este mapa como en el de Martin Waldseemüller es uno de los primeros que representa al "Nuevo Mundo" (América) separado de la Terra Incognita por el estrecho de Magallanes aunque el marino al servicio de España llamado Fernando de Magallanes en realidad lo que había descubierto era el estrecho interoceánico que hoy lleva su apellido, en cuanto a la real separación entre América y la Antártida, la misma fue descubierta en 1526 por el español Francisco de Hoces y por este motivo los expertos en geografía denominan al área oceánica en cuestión: Mar de Hoces.

El navegante español Gabriel de Castilla zarpó de Valparaíso en marzo de 1603 al mando de tres naves en una expedición encomendada por su primo hermano, el virrey del Perú Luis de Velasco y Castilla, para reprimir las incursiones de corsarios neerlandeses en los mares al sur. Al parecer esa expedición alcanzó los 64° de latitud sur. No se han hallado aún en archivos españoles documentos que confirmen la latitud alcanzada y si realizaron avistamientos de tierras, sin embargo, el relato del marinero holandés Laurenz Claesz (en un testimonio sin fecha, pero probablemente posterior a 1607), documenta la latitud y la época. Claesz declara que él:

ha navegado bajo el Almirante don Gabriel de Castilla con tres barcos a lo largo de las costas de Chile hacia Valparaiso, i desde allí hacia el estrecho [de Magallanes], en el año de 1604; i estuvo en marzo en los 64 grados i allí tuvieron mucha nieve. En el siguiente mes de abril regresaron de nuevo a las costas de Chile.

Otro documento neerlandés publicado en Ámsterdam en tres idiomas en 1622 afirma que a los 64ºS hay tierra "muy alta y montañosa, cubierta de nieve, como el país de Noruega, toda blanca, que parecía extenderse hasta las islas Salomón", lo que podría confirmar un avistamiento previo a la publicación. Las tierras avistadas serían las islas llamadas desde el siglo XIX con el nombre de Shetland del Sur. El documento neerlandés, tal cual se puede notar, aunque ya distinguía la separación entre Tierra del Fuego y la Antártida aún mantenía la creencia de que el continente hoy llamado Antártida incluía a Australia y zonas próximas a las ecuatoriales islas Salomón en las que se suponían grandes minas de oro.

Otros historiadores atribuyen el primer avistaje de tierras antárticas al marino neerlandés Dirk Gerritsz, que habría avistado las islas Shetland del Sur. Según su relato, su nave fue desviada de curso por una tormenta después de trasponer el estrecho de Magallanes en el viaje de ida de una expedición neerlandesa a las Indias orientales en 1599. Existen dudas sobre la veracidad del relato de Gerritsz.

En los mapas de la época, la Antártida y Australia formaban parte de un inmenso continente conjetural llamado Terra Australis Incognita, el primero en descubrir la existencia de un mar que separaba a América de la posible Terra Australis Incognita fue el español Francisco de Hoces motivo por el cual el mar por él recorrido es llamado mar de Hoces (aunque es más frecuente en la cartografía la denominación pasaje de Drake para referirse al mismo).

El 30 de abril de 1606 Pedro Fernández de Quirós tomó posesión de todas las tierras del sur hasta el Polo para la corona de España en la isla Espíritu Santo en Vanuatu, a la que llamó Austrialia del Espíritu Santo pensando que era parte de la Terra Australis Incognita.

Otra suposición es que en el siglo XVIII la península Antártica y los archipiélagos de las Antillas del Sur fueron frecuentemente visitados por cazadores de focas españoles e hispanoamericanos, quienes habrían ocultado los territorios en cuestión para evitar la competencia (en especial de los británicos). La presencia de estos cazadores estaría atestiguada por el encuentro de posibles restos de sus refugios en las costas orientales de la península Antártica.

El británico James Cook en 1773 circunnavegaría la Antártida no llegaría a divisar tierra alguna de ese continente. Varios descubrimientos oficiales tuvieron lugar en 1819, tales como el del foquero inglés William Smith a bordo del Williams, quién también alcanzó las Shetland del Sur. En 1820 dos expediciones, una rusa al mando de Fabian Gottlieb von Bellingshausen y otra estadounidense al mando de Nathaniel Palmer, realizaron los mayores descubrimientos antárticos de la época.
Sin embargo, existen pruebas de que foqueros de diversas naciones, entre ellos rioplatenses, visitaban aquellas tierras en sus viajes de caza antes que los exploradores, pero no informaban de su destino para no atraer competencia. Si bien la presencia privada predominó en aquella época conocida como la "era comercial", a fines del Siglo XIX, junto con la irrupción de expediciones balleneras, tienen lugar una serie de expediciones exploratorias oficiales que inauguran la "era heroica" de la Antártida y es al comienzo de ese periodo que el Estado argentino desarrolla sus primeros planes para lanzarse al sexto continente.

Terra Australis Ignota

Terra Australis Ignota
La Terra Australis fue un continente imaginario con orígenes en la Grecia clásica que solía aparecer en los mapas europeos a partir del siglo XV y hasta el siglo XVIII. El 24 de enero de 1539 Pedro Sánchez de la Hoz firmó con el emperador Carlos V una capitulación, por la que fue nombrado gobernador de las tierras al sur del estrecho de Magallanes, llamadas entonces Terra Australis, y de las islas no asignadas que descubriese. Sin embargo, esta capitulación no tuvo efecto alguno.

Pedro Sánchez de la Hoz  - historia de la antartida

Pedro Sánchez de la Hoz
Pedro Sánchez de la Hoz fue un comerciante español, conquistador y adelantado. En 1534 obtuvo los derechos de una capitulación al sur del Estrecho de Magallanes. Sánchez de la Hoz tuvo una relación conflictiva con el conquistador rival Pedro de Valdivia. En 1547, Francisco de Villagra, uno de los hombres de Valdivia, hizo ejecutar a Sánchez de la Hoz, luego de reconocerse involucrado en una confabulación que buscaba destituirlo como gobernador suplente. 

Pedro Fernández de Quirós

Pedro Fernández de Quirós
Pedro Fernández de Quirós en 1603 partió de Perú con la intención de encontrar la Terra Australis Ignota, la «gran tierra del sur mítica», y conquistarla para España y la Iglesia. La expedición de Quirós, con las tres naves Santos Pedro y Pablo, San Pedro y Los Tres Reyes, partió del Callao el 21 de diciembre de 1605 con 300 marineros y soldados. La expedición alcanzó en 1606 las Tuamotu y las islas más adelante llamadas Nuevas Hébridas (ahora, como nación independiente, Vanuatu). Descubrió la isla Ducie el 26 de enero de 1606, nombrándola la «Encarnación».

Segundo viaje de James Cook

Segundo viaje de James Cook
El segundo viaje de James Cook (1772-1775), encargado por el gobierno británico con el asesoramiento de la Royal Society,​ fue diseñado para circunnavegar el globo tan al sur como fuese posible para determinar finalmente si había alguna gran masa de tierra austral, o Terra Australis Incognita.
El 17 de enero de 1773, Resolution fue el primer barco en cruzar el Círculo Polar Antártico, haciéndolo dos veces más en el viaje. El tercer cruce, el 3 de febrero de 1774, iba a ser la penetración más al sur, llegando a la latitud 71 ° 10 ' Sur en la longitud 106 ° 54' Oeste. Cook llevó a cabo una serie de grandes barridos a través del Pacífico, para demostrar que no había Terra Australis ya que en su recorrido navegó atravesando la mayoría de las localizaciones predichas para esa supuesta masa continental.

Primeras expediciones a la península Antártica y mares australes

En 1815 el comodoro de marina al servicio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Guillermo Brown, emprendió una campaña para hostigar a la flota española en el océano Pacífico y al transponer el cabo de Hornos con los navíos Hércules y Trinidad los vientos los llevaron hasta el paralelo 65º S. En la memoria naval institucional llamada Acciones navales de la República Argentina, 1813-1828 escrita por Brown, escribió:

Después de dar vuelta el cabo de Hornos y de soportar los vientos reinantes en estos parages, y después de haber llegado hasta los 65 grados de latitud, en cuyo parage la mar se les presentó muy llana con horizonte claro y sereno, sin malos signos, lo que indicaba que no estaban muy lejos de la tierra, el bergantín Trinidad perdió el tajamar ...

Algunas fuentes argentinas mencionan que Brown habría avistado tierras antárticas en esa expedición, afirmando que es la razón por la cual en la cartografía argentina suele llamarse Tierra de la Trinidad a la parte más septentrional de la península Antártica (por el navío Trinidad), pero Brown tampoco hizo mención alguna de ese supuesto avistaje en sus Memorias escritas cuando ya se conocía la existencia de la Antártida, en las que se refiere al hecho de la siguiente manera:

Después de dar vuelta al cabo de Hornos, soportando los acostumbrados temporales de viento de esos mares, el bergantín Trinidad, al mando de D. Miguel Brown, mi hermano, perdió el tajamar (al cual están asegurados los barbiquejos de la roda), exponiendo a peligro inminente al bauprés ...

El 25 de agosto de 1818 el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata otorgó las primeras concesiones para la caza de focas y pingüinos en territorios correspondientes al continente antártico a Juan Pedro de Aguirre, quien operaba con los buques Pescadora Director y San Juan Nepomuceno. En el petitorio que Aguirre había presentado el 18 de febrero solicitó autorización para la instalación de un establecimiento para caza de lobos marinos en alguna de las islas existentes a la altura del Polo Sur.

El viaje de William Smith

En 1819, mientras navegaba en el Williams de Buenos Aires a Valparaíso, navegó mucho más al sur del Cabo de Hornos intentando captar vientos favorables. El 19 de febrero de 1819 localizó la nueva tierra a 62° Oeste, sin desembarcar. Las autoridades navales no creyeron su descubrimiento, pero en un siguiente viaje el 16 de octubre de 1819 desembarcó en la isla más grande. La llamó King George island (isla Rey Jorge), y South Shetland islands (islas Shetland del Sur) al archipiélago, en honor a las islas Shetland que están al norte de su pueblo natal. Al comienzo del siguiente año, 1820, la Armada Real envió a Smith con el teniente Edward Bransfield en el Williams para confirmar el descubrimiento. Desembarcaron en la isla Rey Jorge y la investigaron durante una semana.
El 27 de enero de 1820 partieron, y navegaron a lo largo de la costa sur de las islas Shetland. El 29 de enero siguieron viaje hacia el sur, en condiciones meteorológicas difíciles. El 30 de enero la expedición avistó la isla Deception (isla Engaño) y más tarde ese mismo día, avistaron una cadena montañosa que corría de noreste a suroeste. Posiblemente, se trataba de la península Trinidad, que es la región más septentrional de la península antártica. El Williams siguió viajando a través de las islas Elefante y Clarence, donde desembarcaron.
William Smith bautizó al archipiélago como Nueva Bretaña del Sur y tomó posesión de él a nombre de la corona británica, dando a conocer sus descubrimientos al llegar a Montevideo cuando esta ciudad formaba parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
En 1819 la polacra argentina San Juan Nepomuceno al mando del capitán Carlos Tidblon (o Timdblon) viajó a las islas Shetland del Sur para cazar focas y lobos, regresando a Buenos Aires el 22 de febrero de 1820 con 14 600 cueros de focas. Es el primer barco del que se tiene registro que se dirigió de cacería a esas islas.
El foquero argentino Spiritu Santo al mando del capitán Francisco de Paula Fernández y cuyo propietario era Martín Elordi, fue seguido en septiembre de 1819 desde las islas Malvinas por el brig estadounidense Hercilia (cuyo segundo al mando era Nathaniel Palmer) alcanzándolo en la isla Decepción en las Shetland del Sur. Palmer se enteró que el barco iba con destino a un lugar donde se encontraban millares de focas. El hecho de que estos foqueros se dirigieran a las islas con rumbo fijo suele ser considerado como prueba de que las conocían anteriormente.


Co-descubrimiento de la Antártida de Nathaniel Palmer

A la edad de 19 años se convierte en patrón. En 1820, durante una campaña de caza ballenas en las cercanías de las islas Shetland del Sur a bordo del "Hero", un sloop de 14 m de eslora, decide aventurarse más al sur en busca de nuevas colonias de cría de focas a fin de cazarlas.
El 17 de noviembre de 1820, descubre una tierra que no aparece en los mapas. Por esas fechas tanto un barco de la Marina Imperial Rusa comandado por Fabian Gottlieb von Bellingshausen como otro de la Royal Navy británica al mando de Edward Bransfield navegan por la misma zona, es por esta razón que estas 3 personas son consideradas como los co-descubridores de la Antártida. Durante esta expedición, Palmer descubriría también las islas Orcadas del Sur.
Palmer seguiría su carrera como comandante, para pasar posteriormente a diseñador y constructor y finalmente propietario de clippers. Murió en 1877, a la edad de 78 años. Fue enterrado cerca de su casa victoriana en Stonington que fue transformada en museo.
Las tierras que descubrió recibieron el nombre de Palmer Land aunque posteriormente los británicos las rebautizarían como Graham Land. Actualmente se conocen como península Palmer. En honor del capitán, también llevan su nombre el archipiélago Palmer, una estación científica estadounidense (Estación Palmer), situada en una de las islas del mismo archipiélago y un rompehielos estadounidense, el RV Nathaniel B. Palmer.


Primera expedición Antártica Rusa

La primera expedición antártica rusa tuvo lugar en 1819-1821 bajo la dirección de Fabian Bellingshausen y Mikhail Lazarev . La expedición tenía como objetivo llegar al Océano Austral para probar o refutar la existencia de un supuesto sexto continente, la Antártida . El sloop Vostok estaba bajo el mando de Bellingshausen, mientras que Lazarev comandaba el sloop Mirny . En general, la tripulación estaba compuesta por 190 personas.
Debido a la extrema prisa en equipar el viaje (la orden se emitió el 15 de marzo y la partida tuvo lugar el 4 de julio de 1819), fue imposible reunir un equipo científico. Por lo tanto, casi todas las observaciones científicas en los campos de geografía, etnografía e historia natural fueron realizadas por oficiales y el único científico a bordo, el profesor asociado Ivan Mikhailovich Simonov , que enseñó en la Universidad Imperial de Kazan . Un pintor novato, Pavel Mikhailov  , fue contratado para representar los eventos, paisajes y especies biológicas encontradas durante la expedición. Sus pinturas de las Islas Shetland del Sur se utilizaron en direcciones de navegación en inglés.hasta la década de 1940. En 1821 avistaron una isla a la que denominaron Tierra de Alejandro I (69º 53'S) en honor al zar de Rusia de aquel entonces.
La expedición antártica rusa terminó en completo éxito y se convirtió en la segunda expedición en circunnavegar la Antártida después de la expedición de James Cook medio siglo antes. De los 751 días de la expedición, 527 se gastaron en el mar; La longitud total de la ruta fue de 49.860 millas náuticas . Durante 127 días la expedición estuvo por encima de los 60 ° de latitud sur; la tripulación se acercó a la costa antártica nueve veces, cuatro veces más cerca de 13-15 kilómetros (8.1-9.3 millas) del continente. Alrededor de 28 objetos se representaron en el mapa de la Antártida que emergió, y se descubrieron y nombraron 29 islas en las altas latitudes del sur y los trópicos.
En enero de 1820, de acuerdo con corroboraciones posteriores, avistó territorio continental.  La cuestión acerca de quién entre Palmer, Von Bellingshausen o el teniente británico Edward Bransfield, que acompañó a Smith en el verano de 1819-20, fue el primero en avistar territorio continental antártico, sigue siendo controvertida.​


Los viajes de James Weddell

Primer viaje de Weddel a los mares del sur

En 1819 Weddell conoció al capitán James Strachan, empresario naviero y propietario de astilleros que, junto a un agente de seguros londinense llamado James Mitchell, poseía un bergantín de 160 toneladas llamado “Jane”. Se trataba de una nave de construcción norteamericana, capturada durante la guerra de 1812 y reacondicionada para la caza  de focas.
Acababan de llegar a Inglaterra las noticias del descubrimiento de las Islas Shetland del Sur, una cadena de islas ubicadas a 120 kilómetros de la costa antártica. La información daba cuenta del avistamiento de ingentes poblaciones de focas y lobos marinos en las Shetland, por lo que Weddell sugirió a Mitchell y Stachan que las tierras recién descubiertas podían representar un terreno fértil en la actividad lobera. La idea fue aceptada por los armadores, y Weddell, puesto al mando del Jane por sus propietarios, zarpó por primera vez hacia los mares australes. En su primer viaje como capitán del Jane, Weddell recorrió el archipiélago de las Malvinas y luego siguió hacia el sur. La captura de focas fue tan abundante y las pieles de tan buena calidad, que al regresar a Inglaterra los armadores se encontraron en posesión de una gran fortuna que les permitió construir un segundo buque foquero, un cúter de 65 toneladas al que bautizaron Beaufroy.

El segundo viaje de Weddel

Weddell zarpó por segunda vez hacia las heladas aguas antárticas en un viaje de dos años (1821-22), esta vez directamente hacia las Shetland. Para su disgusto, descubrió que ya habían operado allí más de 45 buques loberos y foqueros, y que la población de focas, destruida por la brutal sobrecaptura, estaba desapareciendo. Esto ocurría a solo dos años del descubrimiento del archipiélago, lo que da una buena idea de la salvaje tasa de matanza que se estaba ejecutando contra estos mamíferos marinos.
Por lo tanto, el capitán Weddell ordenó que ambos buques se dirigieran más al sur, intentando encontrar un territorio menos explotado por la competencia. Así, el 22 de noviembre de 1821, el capitán del Beaufroy, Michael McLeod, avistó las Órcadas, un archipiélago subantártico ubicado en aguas de la Antártida Argentina que habían sido descubiertas por el comandante Powell apenas unos días antes en forma independiente. Los buques de Weddell pasaron mucho tiempo cazando en ese archipiélago, y solo retornaron a Inglaterra en julio del año siguiente.

Tercer viaje de Weddel y marca mundial

El tercer viaje austral de Weddell, que le ocuparía desde 1822 hasta 1824, lo encontró nuevamente al mando del Jane, mientras que Matthew Brisbane comandaba el Beaufroy. Ambas naves navegaron hasta las Orcadas, pero las focas habían disminuido hasta tal grado que no valía la pena detenerse por ellas. Así, decidieron continuar hasta las Shetland, con la esperanza de descubrir nuevas tierras entre ambos archipiélagos para intentar continuar con la tarea. Pero no había ninguna, por lo que, descorazonado, el comandante de la expedición ordenó virar al sur en busca de presas.
En medio de un verano suave y libre de tormentas, el convoy llegó el 17 de febrero de 1823 a los 74º34´ de latitud sur y 30º12´ de longitud oeste: una posición tan austral que configuraba una marca mundial, ya que superaba en más de 3º la del capitán James Cook. Nunca un ser humano había llegado tan al sur, y este récord fue tan extremo para la época que se mantuvo durante más de ocho décadas antes de ser superado. A pesar de avistar varios icebergs, los marinos no encontraron tierra alguna, lo que impulsó a Weddell a conjeturar que el mar abierto continuaba hasta el Polo Sur. Si hubiese seguido navegando al sur hubiese llegado a la costa antártica en menos de 48 horas, pero Weddell decidió regresar. Esas aguas no volvieron a ser visitadas por ser humano alguno hasta que el alemán Wilhelm Filchner descubrió la barrera de hielo que lleva su nombre en 1911. Navegando al norte, Weddell y los suyos llegaron a las Georgias del Sur y a las Sandwich, donde no cejaron en su empeño de encontrar a sus tímidas presas. No encontrándolas, buscaron refugio en las Malvinas durante el invierno, y regresaron a las Shetland en noviembre de 1823.

Comandancia Político Militar de las Islas Malvinas

El 10 de junio de 1829 el gobierno de la provincia de Buenos Aires dictó el decreto de creación de la Comandancia Político Militar de las Islas Malvinas incluyendo a las islas adyacentes al cabo de Hornos, lo que interpreta en Argentina como que incluyó a las islas antárticas.

Expedición Wilkes

En 1838 fue nombrado jefe de la expedición The United States Exploring Expedition, conocida también como expedición Wilkes, organizada por el Gobierno de Estados Unidos con el ánimo de dar una vuelta al mundo en labores de exploración e investigación, que incluía una gran variedad de científicos como naturalistas, botánicos, geólogos, taxidermistas y un filólogo. El viaje partió de Hampton Roads en la costa atlántica en 1838, visitaron las Islas Madeira, Río de Janeiro, bordearon América por Tierra del Fuego y llegaron a Chile, Perú, El archipiélago Tuamotu, Samoa y Nueva Gales del Sur. Desde Sídney navegaron hacia el Océano Antártico en diciembre de 1839 e informaron del descubrimiento «de un continente Antartico al oeste de las islas de las ballenas», visitaron también Fiyi y las islas Hawái en 1842, exploraron la costa oeste de Estados Unidos, incluido el estrecho de Juan de Fuca, el río Columbia, la bahía de San Francisco y el río Sacramento en 1841, y volvieron por Filipinas, Borneo, Singapur, Polinesia y el cabo de Buena Esperanza, alcanzando Nueva York el 10 de junio de 1842. Su narración de la exploración, que comprende cinco volúmenes y un atlas, fue publicada en 1844, también editó un informe científico de la expedición que comprende veinte volúmenes y 11 atlas.


Expedición de Jules Dumont D'Urville

El contralmirante Jules Sébastien César Dumont d'Urville al mando del Astrolabe y el Zélée zarparon de Toulon el 7 de septiembre de 1837, después de tres semanas de retraso respecto a los planes de Dumont. Sus objetivos eran alcanzar el punto más al sur que fuera posible en esa época de la temporada en el mar de Weddell, para pasar luego a través del estrecho de Magallanes; luego viajaría remontando la costa de Chile hasta poner rumbo a Oceanía con el objetivo de inspeccionar las nuevas colonias británicas en el oeste de Australia; proseguirían navegando a Hobart y continuarían a Nueva Zelanda para encontrar oportunidades para los balleneros franceses y examinar los lugares en que pudiera establecerse una colonia penal. Después de pasar por las Indias Orientales, la misión tendría que doblar el cabo de Buena Esperanza y estar de vuelta en Francia.
Al poco de iniciada la travesía parte de la tripulación participó en una pelea de borrachos y fueron detenidos en Tenerife. Se realizó una breve escala en Río de Janeiro para desembarcar a un oficial enfermo. Durante la primera parte del viaje también hubo problemas de aprovisionamiento, en particular por la carne en mal estado que afectó a la salud de la tripulación. A finales de noviembre, las embarcaciones llegaron al estrecho de Magallanes. Dumont pensaba que tenía tiempo suficiente para explorar el estrecho en tres semanas, teniendo en cuenta los precisos mapas elaborados por Phillip Parker King en el HMS Beagle entre 1826 y 1830, antes de dirigirse de nuevo al sur.
Dos semanas después de ver su primer iceberg, el Astrolabe y el Zélée se vieron de nuevo frente a una masa de hielo el 1 de enero de 1838. La misma noche, la banquisa impidió al convoy continuar hacia el sur. En los siguientes dos meses Dumont hizo intentos cada vez más desesperados para encontrar un pasaje a través del hielo que le permitiera llegar a la latitud deseada. Durante un tiempo los buques intentaron mantener un canal libre de hielo, pero poco después se quedaron atrapados de nuevo, tras un cambio de viento. Fueron necesarios cinco días de trabajo continuo para abrir un corredor en el hielo para liberarse.
Después de llegar a las islas Orcadas del Sur, la expedición se dirigió directamente a las islas Shetland del Sur y al estrecho de Bransfield. A pesar de la espesa niebla, encontraron algo de tierra apenas esbozada en los mapas, que Dumont llamó Terre de Louis-Philippe (ahora llamada Tierra de Graham), el grupo de islas del archipiélago de Joinville y la isla Rosamel (ahora llamada isla Andersson).
Las condiciones a bordo se habían deteriorado rápidamente: la mayoría de la tripulación tenía síntomas evidentes de escorbuto y las cubiertas principales estaban cubiertas por el humo de los fuegos de los barcos y los malos olores se hicieron insoportable. A finales de febrero de 1838, Dumont admitió que no era capaz de continuar hacia el sur, y siguió dudando de la latitud real alcanzada por Weddell. Por lo tanto, dirigió las dos naves hacia Talcahuano, en Chile, donde estableció un hospital temporal para los miembros de la tripulación afectados por el escorbuto (38 casos en el Zélée y 20 en el Astrolabe).
Durante los meses de exploración del Pacífico hicieron escala en puertos en varias islas de la Polinesia yterminaron el el puerto de Hobarten Australia.  Viendo la reducción constante de las tripulaciones, diezmadas por las desgracias, Dumont expresó su intención de partir esta vez hacia la Antártida con solo el Astrolabe, para intentar llegar al polo sur magnético alrededor de la longitud 140°. Profundamente herido, el capitán Jacquinot le instó a que contratasen sustitutos (casi todos desertores de un ballenero francés anclado en Hobart) y le convenció para que reconsidere sus intenciones. El Astrolabe y la Zelée zarparon de Hobart el 1 de enero de 1840; el plan de Dumont era muy simple: ir de cabeza al sur tanto como lo permitiesen las condiciones del viento.
Los primeros días de la travesía supusieron cruzar veinte grados y una corriente occidental; a bordo hubo más desgracias, incluida la pérdida de un hombre. Cruzando el paralelo 50°S, experimentaron inesperadas caídas en la temperatura del aire y del agua. Después de completar el cruce de la Convergencia Antártica, el 16 de enero, a los 60°S avistaron el primer iceberg y dos días más tarde los barcos se encontraron en medio de una masa de hielo. El 19 de enero la expedición cruzó el Círculo Polar Antártico, con celebraciones similares a las ceremonias de cruce del Ecuador, y vieron tierra esa misma tarde. Los dos barcos navegaron lentamente hacia el oeste, bordeando las paredes de hielo, y en la tarde del 21 de enero algunos miembros de la tripulación desembarcaron en una isla rocosa e izaron la bandera tricolor francesa.​ Dumont la llamó punta Geología (Pointe Géologie) y la tierra más allá, Terre Adélie (Tierra Adelia),​ en honor a su esposa.
En los días siguientes a la expedición siguió lo que presumían era la costa. Vieron la goleta americana Porpoise, de la Expedición de Exploración de los Estados Unidos (United States Exploring Expedition), comandada por Charles Wilkes, pero hizo una maniobra evasiva y desapareció en la niebla. El 1 de febrero Dumont decidió regresar y pusieron rumbo al norte hacia Hobart, que los dos barcos alcanzaron 17 días después. Estaban presentes en la llegada los dos barcos de la expedición a la Antártida de James Clark Ross.
El 25 de febrero, las goletas zarparon hacia las islas Auckland, donde llevaron a cabo mediciones magnéticas y dejaron una placa conmemorativa de su visita (como había hecho anteriormente también el comandante de la Porpoise), en la que anunciaron el descubrimiento del Polo Sur Magnético. Volvieron a través de Nueva Zelanda, vía el estrecho de Torres, Timor, Réunion, Saint Helena y, finalmente, Toulon, regresando el 6 de noviembre de 1840, siendo la última expedición francesa de exploración a vela. En el transcurso de la expedición se habían perdido 25 vidas, de ellas 5 oficiales, habían desertado 13 personas y 14 más habían desembarcado.


gullermo brown en la antartida - historia de la antartida

La primera presencia argentina oficial en aguas antárticas data de septiembre de 1815, durante la guerra de independencia, cuando el entonces coronel de marina Guillermo Brown, a bordo de la fragata Hércules, acompañada del bergantín Trinidad, fue arrastrado por un temporal al sur de la convergencia antártica y observó indicios de tierra cercana: “Después de dar vuelta el cabo de Hornos y de soportar los vientos reinantes en estos parajes, y después de haber llegado hasta los 65 grados de latitud, en cuyo paraje la mar se les presentó muy llana con horizonte claro y sereno, sin malos signos, lo que indicaba que no estaban muy lejos de la tierra...”

Juan Pedro Aguirre

Juan Pedro Aguirre y explotacion pesquera
El descubrimiento fisco de la Antartida se concreto por expediciones pesqueras, en relacion directa con la explotacion de la fauna marina del Atlántico Sur Occidental y del Oceano Glacial Antartico. Segun esa teoria, la persecution de las presas -que en su huida emigraban cada vez mas al Sur- habria llevado a los cazadores rioplatenses a las zonas antarticas, silenciando su descubrimiento para evitar la competencia sobre los beneficios de tan redituable explotacion. La prueba principal la constituian los excepcionales volumenes de captura, como los registrados por los buques Pescadora Director, propiedad de Juan Pedro Aguirre, o el de la polacra San Juan Nepomuceno, que ingreso al puerto bonaerense en febrero de 1820 con mas de 14,000 cueros. Podemos agregar ademas que el citado Aguirre habia solicitado -el 18 de febrero de 1818- al Consulado de Buenos Aires la autorizacion de una factoria foquera y ballenera, en las islas que el designaba como "proximas al Polo Sud".

Loberos exterminan 1.200.000 lobos marinos Entre los años 1819 y 1824  según los cálculos de James Weddell, los loberos extrajeron 1.200.000 pieles de lobos marinos, en las colonias de las islas y costas del Atlántico Sur. Este gigantesco exterminio �

Loberos exterminan 1.200.000 lobos marinos 
Entre los años 1819 y 1824  según los cálculos de James Weddell, los loberos extrajeron 1.200.000 pieles de lobos marinos, en las colonias de las islas y costas del Atlántico Sur. Este gigantesco exterminio “significó la virtual extinción de la especie”. El descubrimiento de los mares aledaños a la Antártida “constituyó el inicio de un ciclo que culminó con la depredación de focas y lobos marinos en la región. Según investigaciones practicadas, entre 1819 y 1824 se desarrollaron cinco temporadas de intensa y devastadora cacería de focas antárticas”

Mapa de las expediciones en la Antártida de Bellingshausen: 1819-21.

Mapa de las expediciones en la Antártida de Bellingshausen: 1819-21.
Entre 1819 y 1821 los buques Vostok y Mirny al mando del marino ruso, Fabian Gottlieb von Bellingshausen, navegaron por los mares antárticos. En enero de 1820, de acuerdo con corroboraciones posteriores, avistó territorio continental. En 1821 avistaron una isla a la que denominaron Tierra de Alejandro I (69º 53'S) en honor al zar de Rusia de aquel entonces

Nathaniel Brown Palmer

Nathaniel Brown Palmer
Nathaniel Brown Palmer fue un cazador de focas , explorador, capitán de vela y diseñador de barcos estadounidense. Dio su nombre a Palmer Land , Antártida , que exploró en 1820 en su Sloop Hero  . 

James Weddell en el atlántico sur

James Weddell en el atlántico sur
James Weddell no sólo fue un cazador de focas, sino un verdadero explorador, un hombre preocupado por la ciencia y un auténtico líder. Las observaciones realizadas y los mapas que trazó fueron ejemplo de meticulosidad y fiabilidad. A pesar de las penalidades que tuvieron que sufrir, era muy apreciado por sus hombres, que estaban ansiosos de trabajar para él. En el ámbito científico, por ejemplo, se preocupó de llevar a la Jane y Beaufroy Universidad de Edimburgo muestras de piel y cráneo de unas focas que eran desconocidas y que Robert Jameson, en dicha universidad, clasificó como una nueva especie, la foca de Weddell. 


Cutter Beaufoy .

Cutter Beaufoy
El Beaufoy esta un buque de la clase cutter de 1 palo, solía salir aparejado con trinqueta, foque, petifoque, tormentín en proa y cangreja con escandalosa y era tripulado por 13 personas con un desplazamiento de 65 toneladas.

Un viaje hacia el Polo Sur, realizado en los años 1822-1824

Un viaje hacia el Polo Sur, realizado en los años 1822-1824
En Londres sus armadores convencieron a Weddell para que escribiera sus aventuras y así, en 1825, publicó "Un viaje hacia el Polo Sur, realizado en los años 1822-1824", en que narra la expedición del Jane y del Beaufroy. En las primeras páginas rinde homenaje a los exploradores que le precedieron. Del prólogo se han extraído las sencillas palabras del encabezamiento. En la imagen se ve una ilustración del libro de 1822 y 1824

Ruta de la expedición Wilkes en la Antártida.

Ruta de la expedición Wilkes en la Antártida.
En 1838, aunque todavía no era un experimentado oficial de línea naval, Wilkes tenía experiencia en trabajos de prospección náutica y trabajaba con científicos civiles. En este contexto, se le dio el mando del gobierno para explorar la expedición "... con el propósito de explorar y estudiar el Océano Austral, ... así como para determinar la existencia de todas las islas y cardúmenes dudosos, para descubrir y con precisión arreglar, la posición de aquellos nuestros buques en ese cuarto, y [podrían] haber escapado a la observación de los navegadores científicos. El Escuadrón de Exploración de los Estados Unidos fue autorizado por ley del Congreso el 18 de mayo de 1836.
La Expedición de exploración, comúnmente conocida como la "Expedición de Wilkes", incluía naturalistas , botánicos , un mineralogista , taxidermistas , artistas y un filólogo , y fue realizada por el USS  Vincennes (780 toneladas) y el USS  Peacock (650 toneladas), el bergantín USS  Marsopa (230 toneladas), el buque de carga USS  Relief , y dos goletas , USS  Sea Gull (110 toneladas) y USS  Flying Fish (96 toneladas).


USS Vincennes en la Antártida

USS Vincennes en la Antártida
El USS Vincennes (1826) fue una balandra de guerra de 703 toneladas de la clase Boston en la Marina de los Estados Unidos desde 1826 hasta 1865. Durante su servicio, Vincennes patrullaba el Pacífico , exploró la Antártida y bloqueó la costa del Golfo Confederado en la Guerra Civil . Llamada así por la Guerra de Batalla Revolucionaria de Vincennes , fue el primer buque de guerra estadounidense en circunnavegar el mundo. Pintura del siglo XIX (basada en un boceto del teniente Charles Wilkes, USN), que representa al USS Vincennes en Disappointment Bay, Antártida , alrededor de enero-febrero de 1840.

Astrolabio y Zélée varados en el Océano Austral. Pintura de Louis Lebreton

Astrolabio y Zélée varados en el Océano Austral. Pintura de Louis Lebreton
Astrolabio era una barcaza convertida en un barco de exploración de la Armada francesa y originalmente se llamaba Coquille . Es famosa por sus viajes con Jules Dumont d'Urville . El nombre deriva de un antiguo instrumento de navegación , el astrolabio , un precursor del sextante .

El Astrolabe tomando agua en un témpano el 6 de febrero de 1838.
El Astrolabe tomando agua en un témpano el 6 de febrero de 1838.

Ruta del Astrolabe desde Hobart (1839-40).

Ruta del Astrolabe desde Hobart (1839-40).

Descubrimiento de la tierra de Adelia, 19 de enero de 1840. Atlas pintoresco, placa 168
Descubrimiento de la tierra de Adelia, 19 de enero de 1840. Atlas pintoresco, placa 168
Corveta l'Astrolabe.
Corveta l'Astrolabe
Corveta l'Astrolabe, lanzada en Toulon en 1811 l'Astrolabe, llamada Coquille por primera vez, es famosa por haber sido utilizada en viajes de exploración desde Dumont-d'Urville. Después de haber recorrido el mundo en 1822 bajo las órdenes del Comandante Duperrey, del cual Dumont-d'Urville fue segundo. El Astrolabio realizó otros dos viajes con este último, en 1826-1829, luego en 1838-1840.

Participación argentina en la exploración antártica

En 1848 el futuro comandante argentino Luis Piedra Buena viajó a la Antártida como grumete del barco de William Smiley.

Expedición Científica Austral Argentina

En 1880 proyectó una expedición a la Antártida, pero tuvo que abandonar la idea por falta de apoyo económico. Estanislao Zeballos, fundador y presidente del Instituto Geográfico Argentino, se enteró de los planes de Bove a través de la prensa y decidió patrocinarlo —con la ayuda económica conseguida a través de una comisión cooperadora creada para tal fin— y darle el apoyo logístico necesario. Sin embargo se decidió modificar los destinos: en lugar de la Antártida, el objeto de estudio serían las costas de la Patagonia, para hacer un reconocimiento de faros y balizas, y estudio del suelo y la fauna.

Así se iniciaría la «Expedición Científica Austral Argentina» o bien «Expedición Italoargentina de 1881-1882», con Bove como jefe científico, que partió desde Buenos Aires en diciembre de 1881 y regresó en septiembre de 1882, habiendo recorrido toda la costa atlántica incluyendo la isla de los Estados y el canal Beagle.​ Formaban parte de la expedición, entre otros, el comandante Luis Piedrabuena, el cirujano de primera clase Federico R. Cuñado, el geólogo Domenico Lovisato, el botánico Carlos Luis Spegazzini, el ictiólogo Decio Vinciguerra y el teniente Giovanni Roncagli, geógrafo, dibujante y pintor. Para la expedición se destinaron la cañonera Uruguay y la corbeta Cabo de Hornos, bajo el mando militar del teniente coronel Rafael Blanco.
El 17 de diciembre de 1881 zarparon desde Buenos Aires con rumbo a Montevideo, en donde estuvieron hasta el 25, cuando iniciaron el itinerario rumbo al sur. Bove escribió un extenso informe, Patagonia - Terra del Fuoco. Mari australi, donde además del relato pormenorizado de los sucesos durante el viaje, constan los apuntes de Vinciguerra acerca de la zoología de la zona, los de Spegazzini sobre botánica y los de geología de Lovisato, y un vocabulario aborigen de unas doscientas palabras. Según Bove los más completos informes fueron los realizados en la isla de los Estados. Desde esta isla zarparon el 28 de marzo de 1882 rumbo a Punta Arenas a través del estrecho de Magallanes. Allí Bove logró fletar una goleta, la San José (antes Golden West),​ para poder navegar por el canal Beagle en dirección a Ushuaia.​ En ese recorrido hicieron un alto en el monte Sarmiento al que Lovisato ascendió sin lograr llegar a la cúspide.
En Ushuaia recibieron a la expedición el encargado de la misión anglicana Thomas Bridges y los pastores John Lawrence y Roberto Whaits. Bridges deseaba trasladar la misión anglicana a la isla Gable por ser más favorable para los aborígenes, por lo que Bove lo invitó a acompañarlo en su nuevo itinerario por el Beagle; el misionero y el aborigen Ascapan se sumaron al viaje rumbo a bahía Sloggett, lugar donde, una vez echada el ancla, la acción del viento y la marea hicieron encallar a la San José volteándola sobre su lado izquierdo.​ El grupo de científicos y su tripulación fueron rescatados, pero la gran cantidad de muestras de especies terrestres y marítimas que habían logrado colectar se perdieron en el naufragio.

La expedición del rumano Julio Popper se frustró durante su alistamiento por su muerte en 1893.

El 29 de diciembre de 1894 el presidente argentino Luis Sáenz Peña autorizó a Luis Neumayer para explorar el territorio situado al sur de la Patagonia y denominado Tierra de Grand (península Antártica), aunque prohibiendo cualquier tipo de explotación, pero la expedición no se realizó.

Expedición Antártica Belga (1897-1899)

En 1897, Amundsen supo de un proyecto belga para explorar la Antártida. Después de entrevistarse con Adrien de Gerlache, el líder de la expedición, Amundsen consiguió el puesto de timonel. A bordo del buque Bélgica zarpó la exploración desde Amberes (Bélgica) el 16 de agosto de 1897. Ahí conoció al estadounidense Frederick Cook, el médico de la expedición, con el que lograría cultivar una duradera amistad. La expedición belga fue la primera en invernar al sur del círculo polar antártico.El buque quedó atrapado en el mar helado en las coordenadas 70°30'S, al oeste de la península antártica. La tripulación debió enfrentar un crudo invierno sin estar preparada correctamente para hacerlo. Frederick Cook alimentó a la tripulación con carne cruda de animales marinos, evitándole así la posibilidad de contraer escorbuto y Amundsen dio estímulos a la tripulación y mandó confeccionar abrigos con piel de foca. Esta sería una lección importante para los siguientes viajes de Amundsen.

Expedición Antártica Sueca

Preparativos de la Expedición Antártica Sueca

La expedición de Nordenskjöld a la Antártida surgió luego de que los congresos internacionales de geografía realizados en Londres (1895) y Berlín (1899) recomendaran expedicionar a la Antártida para recabar información geográfica, preparándose varias expediciones en varios países europeos. Nordenskjöld realizó los preparativos en Gotemburgo.
Nordenskjöld era un geólogo reconocido en Suecia y ejercía su actividad como profesor titular en la Universidad de Upsala, donde desarrollaba su labor de investigación. Su idea era viajar a la Antártida en un buque apto para cruzar el pasaje de Drake y navegar en las peligrosas aguas del mar de Weddell. Allí establecería lo que él llamaba una estación invernal: una pequeña cabaña de madera que funcionaría como base de operaciones para la realización de investigaciones científicas durante el invierno austral de 1902. Mientras Larsen y otros investigadores debían explorar el mar de Weddell. Luego el Antarctic recogería a Nordenskjöld y regresarían a Suecia en la primavera de 1903 para procesar la información recolectada durante su estadía.
Carl Anton Larsen fue nombrado capitán de la expedición. Larsen era un marinero noruego con experiencia que ya había hecho varios viajes en la zona. Su tripulación se componía de Ole Jonassen y un equipo de 15 hombres, todos noruegos.
Los científicos fueron reclutados entre las facultades de ciencias naturales de la Universidad de Uppsala:

  • Johan Gunnar Andersson, arqueólogo, paleontólogo y geólogo.
  • Karl Andersson, zoólogo.
  • Gösta Bodman, químico, mineralogista y meteorólogo, fue responsable de las observaciones meteorológicas y magnéticas.
  • Samuel A. Duse, cartógrafo.
  • Erik Ekelöf, médico y bacteriólogo.
  • Axel Ohlin, zoólogo.
  • Carl Skottsberg, botánico.

Comienza el viaje a la Antártida

De camino hacia la Antártida Nordenskjöld llegó a Buenos Aires el 15 de diciembre de 1901, donde el Gobierno argentino le proporcionó suministros, combustible y otros tipos de ayuda con la condición de que incluyese en el grupo que iba a invernar al oficial de la Armada Argentina José María Sobral, de 21 años. Sobral y el artista estadounidense Frank Wilbert Stokes se unieron a la expedición y pasaron dos años con Nordenskjöld en la isla Cerro Nevado, convirtiéndose así Sobral en el primer argentino que invernó en la Antártida.
La presencia de este militar también fue un factor que probablemente influyó en el Gobierno de Argentina para organizar el rescate de la expedición sueca en 1903 con la corbeta ARA Uruguay, que logró rescatar a todos los miembros del grupo de Nordenskjöld y a los náufragos del Antarctic. Sobral debía llevar a cabo una serie de estudios científicos, mientras que Stokes era un dibujante que realizó pinturas al óleo y una serie de dibujos durante el viaje.
La expedición zarpó del puerto de Buenos Aires el 21 de diciembre de 1901 haciendo escala en Puerto Argentino de las islas Malvinas el 31 de diciembre de 1901, antes de llegar a las islas Shetland del Sur el 11 de enero de 1902. Luego de explorar algunas islas Nordenskjöld se dirigió a explorar el estrecho Orleans que se suponía que separaba la Tierra de Luis Felipe (península Trinidad) de la península Antártica, descubriendo que estaban unidas y no existía el estrecho Orleans. Pasaron a través del estrecho Antarctic (llamado así por el barco) y el 15 de enero descubrieron la bahía Esperanza, siguiendo viaje a la isla Paulet y el mar de Weddell. Esta expedición descubrió también que las islas Vega, Cerro Nevado y James Ross no eran parte de la península Trinidad como James Clark Ross pensó en su expedición de 1842. Luego desembarcaron y acamparon en la isla Seymour (o Marambio) en busca de fósiles, isla que Larsen ya había visitado en 1892. Exploraron luego la costa desconocida en dirección sur hasta los 60 ° 10 'S y 45 ° 7' O antes de regresar hacia el norte el 1 de febrero. El 9 de febrero se dirigieron a la isla Cerro Nevado.

Desembarco en el Cerro Nevado

El 14 de febrero de 1902 desembarcaron en la isla Cerro Nevado (64° 27' S, 57° 12' O), mientras el Antarctic,​ partió a explorar las islas alrededor de Georgia del Sur escapando a los hielos para regresar en el verano de 1902-1903. En las islas Georgias del Sur Larsen eligió un sitio para una futura estación de la caza de ballenas y el lugar fue nombrado Grytviken por Andersson. Luego llegaron a las Malvinas el 28 de febrero 1902, en donde el pintor Stokes abandonó la expedición.
En Cerro Nevado habían de pasar el invierno Nordenskjöld, el meteorólogo Gösta Bodman, el marinero Gustav Akerlund, y Sobral. Realizaron trabajos meteorológicos, magnéticos, astronómicos, hidrográficos, biológicos y geológicos, así como expediciones sobre el hielo del mar a las islas vecinas y a la zona próxima de la península Antártica, región luego conocida como Costa Nordenskjöld, y que se extiende al suroeste de la isla, llegando hasta las proximidades del Círculo Polar Antártico caminando más de 600 km.
En la isla se montó en la costa noreste una cabaña prefabricada de madera, cubierta exteriormente con chapas de cartón embreado. Constaba de cuatro pequeñas habitaciones, tres para servir de dormitorio a dos personas cada una, otra para la cocina y un espacio intermedio para ser utilizado como comedor y gabinete de trabajo. Tenía un altillo para guardar víveres y utensilios. Disponía de doble puerta que dejaban entre ellas espacio para un diminuto vestíbulo. Sus dimensiones eran de 6,5 m de largo por 4 m de ancho. La cabaña dio muy buen resultado, haciendo confortable los dos inviernos que en ella pasaron los cuatro expedicionarios. Nordenskjöld aconsejó después que si se volvía a emplear una cabaña de esta clase en próximas expediciones, sería aún más eficiente si era provista de doble pared, rellenando el espacio entre ambas paredes con aserrín. También aconsejaba que el suelo del altillo debería estar cubierto con una lona impermeable, pues a ellos les goteó continuamente sobre sus habitaciones la compota almacenada allí, que se había desparramado al reventar por el frío los envases de vidrio que la contenían. Adyacente a la cabaña fue construida una instalación para observaciones magnéticas y varias casillas para los instrumentos meteorológicos.
La República Argentina tomó posesión de la cabaña el 8 de enero de 1954, rebautizándola como Refugio Suecia. Desde el 26 de julio de 1965 es Monumento Histórico Nacional. Ha sido restaurada por el Instituto Antártico Argentino y está protegida por el Tratado Antártico, que la designó Sitio y Monumento Histórico N° 38. Está habilitada como museo y contiene objetos originales de la expedición.

Hundimiento del Antarctic

El Antarctic zarpó de las Malvinas el 5 de noviembre de 1902 a la búsqueda del grupo de Nordenskjöld, dirigiéndose a Ushuaia, en donde envió mensajes al Gobierno de Argentina y a las autoridades suecas sobre las rutas y campamentos planificados. Larsen había dejado las instrucciones necesarias para una operación de rescate que debería organizarse si en abril de 1903 no hubieran regresado. 
Al llegar diciembre el buque Antarctic que debía recogerlos no pudo llegar a la isla debido al abundante hielo que ese año se había formado a lo largo de la península Antártica, por lo que los expedicionarios de Cerro Nevado tuvieron que pasar otro invierno en la cabaña. No estuvieron privados de víveres ya que al desembarcar habían sido provistos con abundancia. El Antarctic se encontraba a tres días de navegación de la isla pero cuantas búsquedas de paso entre los hielos realizaron fueron infructuosas.

Del barco, al comprobarse que no podía abrirse camino a través del hielo, desembarcaron tres personas en la bahía Esperanza: J. Gunnar Andersson, S. A. Duse y Toralf Grunden, con provisiones para unos pocos días y dotados con un trineo. Debían caminar sobre el hielo de mar cerca de la orilla hasta la cabaña de Cerro Nevado para dar noticia de la imposibilidad del barco de pasar a recogerlos y proponer a Nordenskjöld realizar la marcha hacia el norte, al punto donde habían desembarcado, donde los del barco habían depositado abundantes provisiones para ellos, y pasarían a recogerlos. Calculaban que el viaje de ida duraría no más de cuatro días. Pero pronto encontraron que el mar estaba libre de hielo, extendiéndose el agua hasta la isla. No habiendo hielo de mar sobre el cual hasta entonces habían avanzado sin dificultad, tenían que continuar el viaje por tierra y, una vez estando a la altura de la isla, pasar a ella desde tierra firme. Abandonaron el hielo de mar y alcanzaron tierra firme pero el camino que podía llevarlos hacia el sur era muy rocoso, para el que no estaban preparados, por lo que avanzaron con gran dificultad. Apareció inesperadamente el mal tiempo del ya cercano invierno y ya ni podían avanzar hacia Cerro Nevado ni volver al punto en el que habían desembarcado. Decidieron invernar en aquel inhóspito lugar, para lo que adosado a la pared de una roca, construyeron con piedras un diminuto refugio que cubrieron con el trineo y una lona. Habían abandonado el buque con muy pocas provisiones ya que el viaje hasta la cabaña caminando sobre el hielo de mar no ofrecía dificultad y la distancia a recorrer era corta. Las pocas horas de buen tiempo que aún gozaron las aprovecharon para matar centenares de pingüinos y alguna foca, que quedaron pronto congelados, siendo el único alimento así como de grasa para cocinar que dispusieron hasta que llegó el buen tiempo y pudieron continuar el viaje, otra vez por el hielo de mar, consiguiendo finalmente alcanzar la cabaña. La cabaña de piedra construida en la bahía Esperanza, conocida como Choza de los Suecos, es administrada por la Base Esperanza de Argentina y fue declarada Monumento Histórico Nacional el 11 de agosto de 2010.

El Antarctic, tras desembarcar a las tres personas que habían de llegar caminando sobre el hielo hasta la cabaña, zarpó tratando de encontrar de nuevo un paso libre de hielo más al este de la península Antártica, que le permitiese llegar, dando un rodeo, a la isla. Sería su última travesía, el 12 de febrero, tras infructuosos intentos de salvar la nave que había quedado atrapada entre los hielos, Larsen debió dar la orden de abandonarla.

En la isla Paulet

Los náufragos consiguieron llegar con las barcas a la isla Paulet (63° 35' S, 55° 47' O) en la que construyeron una cabaña con piedras (Cabaña de Isla Paulet), utilizando los botes y el velamen como cubierta. Allí es donde la tripulación del Antarctic se refugió desde febrero hasta noviembre de 1903 tras el hundimiento del barco que quedó aprisionado por el hielo a 25 km de la isla. Los veinte tripulantes del Antarctic llegaron a ella con su bote de salvamento y construyeron una robusta cabaña de piedra cuyos restos son visibles hoy en día. Dado que llevaban consigo solo unos pocos suministros del Antarctic, pudieron sobrevivir gracias a los cientos de pingüinos que consiguieron cazar y a sus huevos.
Los expedicionarios quedaron divididos en tres grupos incomunicados entre sí. Luego de varios meses, al comenzar el deshielo, Larsen intentó encontrarse con el resto de sus compañeros, el 9 de noviembre de 1903 llegó finalmente a Cerro Nevado.

El rescate de la expedición

Ante la inquietud por la desaparición, el Gobierno argentino decidió enviar en misión de rescate a la corbeta ARA Uruguay, comandada por Julián Irízar. Construida en Inglaterra en 1874, la corbeta fue reacondicionada íntegramente para poder desempeñar la tarea. Se mejoró su resistencia al hielo y se aumentó su capacidad para almacenar agua, víveres y carbón. La tripulación quedó constituida por ocho oficiales, incluyendo al comandante Irízar, y 19 subalternos. Todos fueron cuidadosamente seleccionados, ya que la travesía requería no solo de la experiencia naval sino también de resistencia a climas muy fríos y el temple necesario para aventurarse en regiones inhóspitas.
La nave zarpó desde Buenos Aires rumbo al sur el 8 de octubre de 1903; 12 días después alcanzó Ushuaia. Allí se demoró hasta el 1 de noviembre, en espera de otras dos expediciones organizadas para el rescate, enviadas por Suecia y Francia. Al no recibir ninguna información y de acuerdo con sus instrucciones, la Uruguay zarpó de Ushuaia y pocos días más tarde navegaba a corta distancia de la isla Paulet, sin saber que allí estaban los náufragos del Antarctic. La travesía a Cerro Nevado fue rápida y sin contratiempos; el 8 de noviembre se produjo el encuentro con la expedición científica, sorprendente para estos, que esperaban al Antarctic. Al día siguiente, arribaron al campamento el capitán Larsen y seis tripulantes del Antarctic. Poco después, la Uruguay ponía proa hacia la isla Paulet, recogía a los náufragos y emprendía el regreso.
En el viaje de vuelta, a partir del 12 de noviembre, la Uruguay sufrió todas las agresiones del mar que le habían sido evitadas en el viaje de ida. El viento soplaba constantemente, el 13 y el 14 hicieron frente a un vendaval que destrozó buena parte de las instalaciones de cubierta y provocó rolidos de hasta 40 grados poniendo al buque en serio peligro. Un fuerte ruido precedió a la caída del palo mayor y el trinquete, que debieron ser hachados y arrojados al mar. El 22 de noviembre llegaron a Puerto Santa Cruz y desde Río Gallegos telegrafiaron sobre el rescate exitoso. La nave llegó a Buenos Aires el 8 de noviembre de 1903, siendo recibida por 100 000 personas y un centenar de barcos que hacían sonar sus sirenas y bocinas en su honor.

Luis Piedrabuena en la  Antartida

Luis Piedrabuena en la  Antartida
En  1848 Luis  Piedra Buena un joven marino argentino de 18 años se embarca en un ballenero y llegaría también a la Antártida , que en su segunda estancia en ese continente llego a permanecer un mes en Bahía Margarita, al sur del Círculo Polar Antártico y donde hoy se encuentra la Base San Martín.

Portada de la primera parte del reporte realizado por Bove de la Expedición Científica Austral Argentina (1881-1882).

Portada de la primera parte del reporte realizado por Bove de la Expedición Científica Austral Argentina (1881-1882).
La Expedición Argentina a las Tierras y Mares Australes de 1881 al mando teniente de la Marina Italiana Giacomo Bove exploró Tierra del Fuego hasta que su barco naufragó, el Instituto Geográfico Argentino a cargo de Estanilao Zeballos publicó el informe de Bove en 1882 (Expedición Austral Argentina. Informes preliminares presentados a SS.EE. los Ministros del Interior y de Guerra y Marina de la República Argentina) y en 1883 hizo lo propio el Boletín de la Sociedad Geográfica Italiana (La spedizione antartica italoargentina)

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Julio Popper
Julio Popper
El 6 de junio de 1893 Julio Popper fue encontrado muerto en misteriosas circunstancias en el hotel de Buenos Aires donde se hospedaba, es ese momento estaba planificando la explotación de la Antártida.
Popper tuvo problemas tanto con otros colonos como con el gobierno argentino por conducirse como una especie de dictador autónomo en su búsqueda de oro en  Tierra del Fuego

Adrien de Gerlache de Gomery, líder de la expedición
 Expedición  Belga entre 1897 y 1899
Entre 1897 y 1899 una expedición belga comandada por Adrien de Gerlache, de la que participó Roald Amundsen, debió invernar en la Antártida al quedar encerrada por los hielos.​
Estaban mal equipados y no tenían ropa de invierno para todos los hombres embarcados. Había escasez de alimentos, y muy poca variedad. Mataron pingüinos y focas y su carne fue almacenada antes de la llegada del invierno. La ropa de abrigo fue improvisada con los materiales disponibles. El 21 de marzo empezó la noche polar de 186 días , varias semanas después, el 17 de mayo, les alcanzó la oscuridad total, que duró hasta el 23 de julio.

Antarctic buque utilizado en la expedición Antártica Sueca
Antarctic buque utilizado en la expedición Antártica Sueca
Antarctic fue un barco de vapor sueco construido en Drammen, Noruega, en 1871. Fue utilizado en varias expediciones de investigación al Ártico y a la Antártida entre 1898 y 1903, después del invierno boreal de 1902, el barco zarpó de las Malvinas el 5 de noviembre y regresó a la península Antártica pasando previamente por Ushuaia en busca de suministros. El 29 de diciembre, el Antarctic quedó atrapado en el hielo cerca de la bahía Esperanza, y tres tripulantes (Johan Gunnar Andersson, Samuel A. Duse y Toralf Grunden) fueron desembarcados.
El barco luego se liberó y continuó hacia la isla Paulet; en el camino, el Antarctic una vez más quedó atrapado en el hielo el 3 de enero de 1903, en las aguas del golfo de Erebus y Terror, en el mar de Weddell. El 3 de febrero, nuevamente se liberó, pero estaba dañado y tenía fugas. El capitán Larsen intentó dirigirse hacia la isla Paulet, pero el barco se hundió a unos 40 kilómetros de la costa el 12 de febrero de 1903. Los sobrevivientes del naufragio construyeron una cabaña de piedra en la isla,​ actual sitio y monumento histórico. Los náufragos de la isla Paulet y la tripulación que había permanecido en Cerro Nevado y bahía Esperanza, fueron rescatados por la corbeta argentina ARA Uruguay, al mando de Julián Irizar.19​ Años más tarde, en 1944, Andersson publicó el libro Antarctic, Vivió orgullosa y orgullosa morirá.



Cabaña prefabricada de isla Cerro Nevado
Cabaña prefabricada de isla Cerro Nevado
En la costa noreste de la isla se montó una cabaña prefabricada de madera, cubierta exteriormente con chapas de cartón embreado. Constaba de cuatro pequeñas habitaciones, tres para servir de dormitorio a dos personas cada una, otra para la cocina y un espacio intermedio para ser utilizado como comedor y gabinete de trabajo. Tenía un altillo para guardar víveres y utensilios. Disponía de doble puerta que dejaban entre ellas espacio para un diminuto vestíbulo. Sus dimensiones eran de 6,5 m de largo por 4 m de ancho.
La cabaña dio muy buen resultado, haciendo confortable los dos inviernos que en ella pasaron los cuatro expedicionarios. Nordenskjöld aconsejó después que si se volvía a emplear una cabaña de esta clase en próximas expediciones, sería aún más eficiente si era provista de doble pared, rellenando el espacio entre ambas paredes con serrín. También aconsejaba que el suelo del altillo debería estar cubierto con una lona impermeable, pues a ellos les goteó continuamente sobre sus habitaciones la compota almacenada allí, que se había desparramado al reventar por el frío los envases de vidrio que la contenían. Adyacente a la cabaña fue construida una instalación para observaciones magnéticas y varias casillas para los instrumentos meteorológicos.
Otto Nordenskjöld (a la derecha) con José María Sobral en la isla Cerro Nevado. Otto Nordenskjöld (a la derecha) con José María Sobral en la isla Cerro Nevado.
Cabaña de Isla Paulet
Cabaña de Isla Paulet
La Cabaña de Isla Paulet fue una cabaña de piedra, hoy en ruinas, situada en la costa norte de la isla Paulet en el archipiélago de Joinville en la Antártida. Fue erigida en febrero de 1903 por los miembros de la Expedición Antártica Sueca de Otto Nordenskjöld, sobrevivientes del buque naufragado Antarctic dirigido por Carl Anton Larsen.
Carl Anton Larsen
Carl Anton Larsen
Larsen dirigió una expedición a la Antártida, al mando del barco Jason, de 1892 a 1894, en 1893 se convirtió en la primera persona en esquiar en la Antártida. Para 1895 era capitán de un barco ballenero. Luego capitaneó el barco Antarctic, como parte de la Expedición Antártica Sueca de 1901-1904 dirigida por Otto Nordenskjöld.​ Durante su misión algunos de los miembros de su tripulación invernaron por 10 meses en la Isla Cerro Nevado,​ y luego su barco fue atrapado por los hielos, él y su tripulación esperaron el invierno (1903) en la Isla Paulet, sobreviviendo de pingüinos y focas hasta ser rescatados por el barco argentino ARA Corbeta Uruguay.

Julián Irizar
Julián Irizar
Julián Irizar en 1903 tenía el grado de capitán a cargo del ARA Uruguay, cuando cundió la inquietud por el extravío de la Expedición Antártica Sueca encabezada por el explorador Otto Nordenskjöld. Irizar zarpó con su nave ARA Uruguay  desde Buenos Aires rumbo al sur el 8 de octubre de 1903
ARA Uruguay
ARA Uruguay
La nave argentina llamada corbeta ARA Uruguay, construida en Inglaterra, es el buque a flote de mayor antigüedad de la Armada Argentina, con más de 130 años desde su incorporación oficial en septiembre de 1874, es el último exponente de la legendaria Escuadra de Sarmiento. 
La corbeta Uruguay intervino en revoluciones, rescates, expediciones, y fue incluso sede flotante de la Escuela Naval, su acción más destacada se realizó entre 1901 y 1903 cuando al mando del almirante Julián Irizar apoyó y luego rescató a la expedición antártica de Otto Nordenskjöld. La corbeta fue retirada de servicio en 1962 fue declarada en 1967 Monumento Histórico Nacional y como tal hoy se exhibe amarrada en el dique 4 de Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires.
Sala de oficiales del ARA Uruguay
Sala de oficiales del ARA Uruguay
El Capitán Irizar, el Teniente Hermelo y dos oficiales en la sala de oficiales del ARA Uruguay, en 1903 rumbo al rescate de la expedición sueca.

Ocupación permanente de la Antártida

La Expedición Antártica Nacional Escocesa encabezada por William Speirs Bruce navegó al mar Antártico en el buque Scotia a partir de principios de 1903. Al recorrer las costas de las Orcadas del Sur, el barco quedó aprisionado por los hielos en la isla Laurie, donde se levantó el 1 de abril una precaria vivienda para invernar y realizar diversos trabajos científicos, la Omond House.

Al zafar el barco de su difícil situación, en el mes de diciembre, navegó hasta Buenos Aires para reaprovisionarse; como Bruce deseaba que tuvieran continuidad los estudios que había comenzado, ofreció en venta al gobierno argentino las instalaciones de Omond House, el depósito de instrumental y los aparatos de observación, fijando el precio en 5000 pesos moneda nacional, e incluyendo conducir al personal para atenderlos. En la negociación participó el gobierno británico, representado por el embajador en Buenos Aires William Haggard, quien hizo por nota la invitación al gobierno argentino el 29 de diciembre de 1903, y luego prestó su conformidad a lo acordado. El presidente Julio Argentino Roca, por decreto N° 3073 del 2 de enero de 1904, aceptó el ofrecimiento de las instalaciones y autorizó a la Oficina Meteorológica Argentina (dependiente del Ministerio de Agricultura) para mantener la estación. 

La corbeta argentina ARA Uruguay volvió a la Antártida en 1905 (zarpó desde le puerto de Buenos Aires el 10 de diciembre de 1904) para relevar a la dotación de las Orcadas del Sur y dirigirse a la isla Decepción y luego a la isla Wiencke en busca de Jean-Baptiste Charcot, cuya expedición francesa (1903-1905) se creía perdida. En agradecimiento a la colaboración argentina con su expedición Charcot bautizó a un grupo insular como islas Argentina. Una de esas islas fue nombrada como isla Galíndez en homenaje al capitán de la corbeta, Ismael Galíndez, y otra fue denominada isla Uruguay, en homenaje a la corbeta argentina de tal nombre.
El gobierno argentino decidió sumar dos observatorios meteorológicos, en la isla Georgia del Sur y en la isla Wandel, a los que ya tenía en las islas Laurie y Observatorio. 

Al regresar al puerto de la ciudad de Buenos Aires de la primera expedición francesa a la Antártida al mando del explorador francés Jean-Baptiste Charcot, el 22 de noviembre de 1905 fue adquirida en la suma de $ 50.000 por el gobierno de la República Argentina, urgido por tener un buque apropiado para misiones antárticas que reemplazara a la corbeta Uruguay.
Exigido por los tiempos (para sumarse a la campaña antártica debía estar operativo antes de empezar el verano austral) no se efectuaron mayores pruebas confiando en el feliz resultado de la expedición Charcot y la goleta Le Francais se incorporó de inmediato al servicio al mando del teniente de navío Lorenzo Saborido. Completaban su plana mayor el teniente de fragata J.Jalour, el alférez de navío Jorge Campos Urquiza1​ (oficial de derrota), los alférez de fragata José Gregores (maniobra) y Arturo López (observaciones electromagnéticas), y los guardiamarinas Daniel Capanegra (señales), Julio Turnetti (ayudante de derrota) y Raúl B. Moreno (ayudante de maniobra).

Considerando demasiado avanzada la temporada estival para una campaña antártica, Saborido solicitó zarpar en sólo dos semanas, el 8 de diciembre, pero debió esperar el arribo de instrumentos meteorológicos adquiridos a esos efectos en Europa.
El 17 de diciembre la goleta recibió el nombre Austral (o El Austral), aunque siguió siendo conocida durante el primer año por su nombre original. Tras ser rápidamente alistada, el 30 de diciembre zarpó rumbo a Ushuaia, donde arribó el 20 de enero de 1906. Pasó entonces a las Islas Orcadas del Sur con personal de relevo destinado al Observatorio Meteorológico de las Islas Orcadas y provisiones para el año y la misión subsidiaria de instalar un observatorio al sur de esa posición, en la isla Booth, también llamada isla Wandel, ubicada en el noreste del archipiélago Wilhelm, al oeste de la costa de la península Antártica.

El 2 de febrero de 1906 fondeó en la bahía Uruguay. El comandante Saborido tuvo grandes dificultades para maniobrar entre los témpanos por la débil propulsión del buque, insuficiente para vencer los fuertes vientos de la región que hacían derivar al buque y no permitiendo superar más que en condiciones extraordinarias los cuatro nudos. En su parte manifestaba que "no han faltado los momentos de ansiedad, por la debilidad del aparato motor, cuya medida creo expresar con claridad diciendo a V.E. que en una ocasión no se pudo tomar puerto en los canales fueguinos porque el barco no ganaba camino y tuvimos que entrar a otro que se hallaba a sotavento del primero, aun cuando las condiciones de viento y mar no eran anormales".
Ante los inconvenientes, Saborido desistió de instalar el nuevo observatorio y finalizada su misión en el observatorio zarpó el 22 de febrero de 1906. Confirmando sus temores, el buque fue arrastrado por los vientos y corrientes hasta una distancia de 60 millas de las Islas Malvinas y debió regresar a la isla de los Estados y Ushuaia para reparar máquina y caldera. El 17 de abril dejó finalmente Ushuaia llegando con dificultad a Buenos Aires el 4 de mayo de 1906. Allí presentó su informe y recomendó un urgente cambio de calderas y máquinas por otras más modernas y potentes, pasando entonces al Taller Naval de Dársena Norte para las modificaciones solicitadas que se dieron por terminadas antes del verano austral, a tiempo para que el buque iniciara la nueva campaña antártica. El nuevo programa era ambicioso. El primer objetivo era construir el nuevo observatorio en la isla Booth, en lo posible en la misma ubicación en que había invernado la expedición de Charcot. Hecho, debía instalar cuatro estaciones de refugio en la península Trinidad (tierra de Luis Felipe) y en la costa de Danco, y por último conducir el personal de relevo y las provisiones a la estación de isla Laurie.

El 7 de diciembre de 1906 el gobierno argentino nombró a Guillermo Bee al frente de la nueva estación en la isla Booth, bajo la dependencia de la Gobernación de Tierra del Fuego. El 19 de diciembre de 1906 soltó amarras en el puerto de Buenos Aires, ahora al mando del teniente de navío Arturo Celery.2​Acompaban a Celery cinco oficiales y una tripulación de veintidós hombres. Iba también a bordo la comisión científica integrada por William Robert Bruce, Ernesto Miller, Enrique Ferningó, B.Greenvivord y N.Cherkoff. El clima era malo, y tras aguardar inútilmente alguna mejora, el 20 de diciembre de 1907 Celery decidió poner proa al sur. Antes de abandonar el estuario del Río de la Plata, el 21 de diciembre durante un fuerte temporal la Austral fue arrastrada por un fuerte viento pampero del sudoeste y varó en el Banco Ortiz. Tras abrirse varias tablas del casco el agua inundó el buque rápidamente por carecer de compartimentos estancos, y a las 9:25 naufragó pese a los esfuerzos de su tripulación y el trabajo de las bombas de achique.

Los botes eran insuficientes para evacuar tripulación y pasajeros en esas condiciones. Una balsa improvisada por el cocinero y el carpintero se hundió, por lo que Celery dispuso que la tripulación al mando del teniente de la Vega abordara los pocos botes mientras él con sus restantes oficiales y la comisión científica, que optó por acompañarlo, se refugiaban en las jarcias en espera de un eventual rescate. Al amainar algo el viento, uno de los botes encontró en el canal de acceso al puerto al trasatlántico francés Amazone, que rescató a los náufragos y los trasladó a Montevideo, donde fueron transbordados al Eolo y conducidos a Buenos Aires. El aviso Gaviota acudió rápidamente al sitio del naufragio pero los intentos de salvar el buque y su carga fueron inútiles.

La expedición que debía instalar uno en el puerto en donde invernó Charcot en 1904 en la isla Wandel (hoy isla Booth) partió de Buenos Aires el 30 de diciembre de 1905 al mando del teniente de navío Lorenzo Saborido en el barco Austral, que era el Le Français comprado a Charcot cuando éste viajó a Buenos Aires en febrero de ese año. Luego de relevar a la dotación de las Orcadas del Sur, regresó a Buenos Aires sin poder llegar a la isla Wandel. En un nuevo intento, al mando del teniente de navío Arturo Celery, el 22 de diciembre de 1906 el barco encalló y se hundió en el banco Ortiz del Río de la Plata, por lo que el observatorio nunca se construyó.​

En junio de 1905 el transporte Guardia Nacional al mando del teniente de navío Alfredo P. Lamas llevó adelante la tarea de levantar el observatorio de las Georgias del Sur en la bahía Cumberland, renombrada como «bahía Guardia Nacional».

Un decreto emitido por Chile el 27 de febrero de 1906 cedió la explotación industrial agrícola y pesquera por 25 años, en las islas Diego Ramírez, Shetland del Sur, Georgias del Sur y la Tierra de Graham (Tierra de O'Higgins/San Martín) a Enrique Fabry y a Domingo de Toro Herrera, encargándoseles también el resguardo y la custodia de los intereses soberanos de Chile en la zona. La Argentina protestó formalmente el 10 de junio de 1906 por esas acciones de Chile y al año siguiente Chile invitó al Gobierno argentino a negociar un tratado para dividir las islas y la Antártica continental americana, pero no fue aceptado.

El 21 de julio de 1908 el Reino Unido anunció oficialmente sus reclamos a todas las tierras dentro de los meridianos 20º O a 80º O al Sur del paralelo 50º S, que en 1917 trasladó al sur del paralelo 58º S debido a que con ese reclamo se incluía parte de la Patagonia.
En la década de los 1920 se destacó el accionar investigador y concientizador en Argentina de los derechos en el sector antártico del ingeniero civil José Manuel Moneta que intervino en las expediciones a las islas Orcadas del Sur de los años 1923, 1925 ,1927 y 1929, dejando testimonio de ello en el libro Cuatro años en las Orcadas del Sur y, como diplomático, desempeñó en nombre del gobierno argentino varias funciones vinculadas a la Antártida. Fue en la primera mitad del siglo XX quien mediante publicaciones impresas y filmes quizás más tempranamente difundió entre la población la conciencia de una soberanía argentina en la Antártida.

El 30 de marzo de 1927 fue inaugurada en las Orcadas del Sur la primera estación radiotelegráfica de la Antártida. El 15 de diciembre de 1927 la Dirección General de Correos y Telégrafos de la República Argentina comunicó a la Oficina Internacional de la Unión Postal Universal que  la jurisdicción territorial argentina se extiende, de derecho y de hecho, a la superficie continental, al mar territorial, a las islas situadas sobre la costa marítima, a una parte de Tierra del Fuego y a los Archipiélagos de los Estados, Año Nuevo, Georgia del Sur, Órcadas del Sur y a las tierras polares no delimitadas.

En 1939 la Argentina crea transitoriamente para asistir a una invitación noruega a la Comisión Nacional del Antártico mediante el decreto N° 35821, pero por el decreto N° 61852 del 30 de abril de 1940 pasó a ser un organismo permanente con el objeto de intensificar las investigaciones en la zona. Se realizaron exploraciones, tareas científicas, relevamiento de terreno y balizamiento. El 6 de noviembre de 1940 Chile estableció por decreto los límites de sus reclamaciones antárticas.

El gran despliegue de Bases Antárticas en 1947

En 1947 comienza el período de mayor expansión de la presencia argentina en la Antártida. Antes de cumplirse una década la Argentina pasaría de poseer una sóla estación antártica, instalada cuarenta años antes, a detentar ocho estaciones y veintiocho refugios. Los destacamentos navales instalados en aquellos años por la Armada Argentina fueron denominados:

  • Base Melchior (1947)
  • Base Decepción (1948)
  • Base  Alte. Brown (1951)
  • Base  Esperanza (1952) 
  • Bahía Luna (1953), hoy llamado Cámara.

Por su parte el Ejército instaló las bases

  • Base San Martín (1951)
  • Base Esperanza (1952)
  • Base  Belgrano (1955).

Después de 1957

Argentina y el Año Geofísico Internacional

Treinta mil científicos de sesenta y seis países participaron del Año Geofísico Internacional (AGI) en 1957-58, que tuvo como eje principal el continente antártico, en donde sólo actuaron doce países, entre ellos la Argentina. Las investigaciones del Instituto Antártico Argentino se destacaron por el Proyecto Aurora, un importante aporte para la comprensión de aquel fenómeno atmosférico, así como las investigaciones glaciológicas. Al finalizar el AGI el gobierno estadounidense cedió a Argentina la Estación Científica Ellsworth que pasó a ser administrada y operada por el IAA hasta fines del año 1962 cuando tuvo que ser evacuada por el movimiento de la barrera de hielos Filchner. El AGI, como experiencia de cooperación internacional a través de la ciencia en la Antártida constituyó sin duda el preludio del Tratado Antártico.

El Tratado Antártico

El Tratado Antártico fue firmado en Washington el 1˚ de Diciembre de 1959 y entró en vigor desde 1961. Consolidado en las décadas posteriores como el marco jurídico más apropiado para proteger al vasto continente antártico, con base en los principios de paz, libertad de investigación científica y cooperación internacional. La República Argentina pertenece al grupo de los doce signatarios originales y entre ellos a los siete países reclamantes de territorio, siendo parte consultiva del mismo. Entre los aportes más destacados de la Argentina se encuentra la propuesta de la desnuclearización de la Antártida, adoptada como el Artículo 5˚ que prohíbe "toda explosión nuclear en la Antártida o eliminación de desechos radioactivos". La Reunión Consultiva del Tratado Antártico en la que se reúnen todos sus miembros se realizaba originalmente cada dos años, pero a partir de 1994 posee carácter anual, siendo la Argentina el país en donde se realizaron la mayor cantidad de reuniones.

Primer Presidente argentino en la Antártida

El 8 de marzo de 1961 el Presidente Dr. Arturo Frondizi arribó el Destacamento Naval de la Isla Decepción transformándose así en el primer presidente argentino en visitar aquel territorio. Desde allí pronunció un discurso transmitido por Radio Nacional donde destacó el esfuerzo conjunto de investigadores científicos, técnicos y personal de las Fuerzas Armadas en la Antártida. Su visita se condice con el enfático apoyo de su administración a la participación argentina en la Conferencia del Tratado Antártico en Washington en 1959 y su esfuerzo por lograr la ratificación del mismo, que fue concretada el 23 de junio de ese año. Desde entonces, Argentina es Parte Consultiva del Tratado.

La conquista argentina del Polo Sur

Si bien la idea de alcanzar el Polo Sur Geográfico se encontraba desde hacía décadas en la mente de los exploradores antárticos argentinos, este objetivo se lograría a principios de la década de '60, con tres expediciones argentinas, pertenecientes a cada una de las Fuerzas Armadas. La primera en hacerlo fue la de la Aviación Naval de la Armada Argentina en enero de 1962, en forma aérea, al igual que la expedición transpolar de la Fuerza Aérea Argentina que alcanzó el Polo Sur en noviembre de 1965, seguida por la expedición terrestre del Ejército Argentino que lo hizo un mes después.

Vuelo de la Aviación Naval Argentina al Polo Sur

La primera de las expediciones argentinas al Polo Sur Geográfico alcanzó su objetivo el 6 de enero de 1962, cuando dos aviones C- 47 de la Aviación Naval Argentina aterrizaron en el extremo austral del Sector Antártico Argentino. La expedición se encontraba comandada por el entonces Capitán de Fragata Hermes José Quijada. Los aviones habían partido de la ciudad de Buenos Aires el 5 de diciembre de 1961 con escalas en Rio Gallegos, el Aeródromo Provisional Capitán Campbell, en la barrera de hielos Larsen y la Estación Científica Ellsworth, perteneciente al Instituto Antártico Argentino. Actualmente, uno de los aviones puede observarse en el Museo de la Base Aeronaval Comandante Espora, en la ciudad de Bahía Blanca.

Vuelo Transpolar de la Fuerza Aérea Argentina

Luego de un intento fallido en 1962, tres años después la Fuerza Aérea Argentina alcanzaría el Polo Sur. Su expedición transpolar, planificada y encabezada por el vicecomodoro Mario Luis Olezza, aterrizó en el Polo Sur el 3 de noviembre de 1965 con dos monomotores DHC-2 Beaver y un bimotor C-47. Este avión a hélice, contaba también con cohetes auxiliares de despegue y una turbina injertada, lo que lo transformaba en el único avión en el mundo con los tres tipos de propulsión. Luego de continuar éste avión hasta la base McMurdo, se reunió nuevamente con los Beaver en el Polo Sur y emprendieron el camino de regreso. Hoy uno de los Beaver y el C-47 se encuentran exhibidos en el Museo Nacional de Aeronáutica de Morón.

Expedición Terrestre del Ejército Argentino al Polo Sur

El 10 de diciembre de 1965 el Ejército Argentino logra alcanzar el Polo Sur Geográfico con una expedición terrestre conocida como Operación 90. Los diez integrantes, comandados por el entonces coronel de caballería Jorge Edgard Leal, partieron el 26 de octubre con vehículos Snow-Cat desde la Base Belgrano I, situada en la Barrera de Hielos Filchner. Los expedicionarios se desplazaron durante sesenta y seis días por casi tres mil kilómetros íntegramente dentro del Sector Antártico Argentino, realizando en el camino una serie de mediciones científicas en los campos de glaciología, meteorología y gravimetría. El 31 de diciembre finalmente la expedición arribó a la Base Belgrano completando exitosamente su objetivo. Uno de los vehículos utilizados en la expedición se encuentra hoy en el Museo de la Dirección Antártica de Ejército en la ciudad de Buenos Aires.

Estación Científica Alte. Brown

A fines de 1964 el Destacamento Naval Almirante Brown fue cedido por la Armada Argentina al Instituto Antártico Argentino que lo reinauguró el 17 de febrero de 1965 como "Estación Científica Almirante Brown". El IAA la dotó del mejor laboratorio científico de la Argentina en la Antártida en aquel momento, además de un acuario y de realizarle una modernización general. Durante décadas fue el centro de la ciencia argentina en la Antártida, aprovechando la condición de laboratorio natural de su entorno, por la rica biodiversidad de la bahía en la que se encuentra situada. Lamentablemente el 12 de abril de 1984 un incendio destruyó la mayoría de sus instalaciones lo que limitó considerablemente su actividad. Actualmente se están realizando trabajos de reequipamiento para que la base recupere plenamente su capacidad científica.

Primeras científicas argentinas en la Antártida

En noviembre de 1968 fue derribada una barrera de género con la llegada a la Base Melchior de las primeras científicas argentinas que realizaron trabajo de campo en la Antártida. El grupo estaba compuesto por cuatro biólogas del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia" (MACN): la profesora Irene Bernasconi, especialista equinodermos, María Adela Caría: bacterióloga y miembro del CONICET, Elena Martínez Fontes, jefa de la Sección invertebrados Marinos del MACN y la Licenciada Carmen Pujals, reconocida ficóloga. Las cuatro serían acompañadas por el Dr. Norberto Bellisio. Durante dos meses y medio tomaron miles de muestras científicas destacándose los más de dos mil ejemplares de equinodermos, lo que permitió el hallazgo de una familia no citada para esa región. Una importante novedad fue la identificación del alga parda Cystosphaera jacquinotii en su lugar de arraigo.

Nace la Dirección Nacional del Antártico

El 31 de diciembre de 1969 fue creada la Dirección Nacional del Antártico (DNA) a través de la ley 18513. Con el Instituto Antártico Argentino como su brazo científico y bajo dependencia del Ministerio de Defensa la DNA nació con el fin de programar, planear, coordinar, dirigir y difundir la actividad antártica argentina, a fin de lograr el cumplimiento de los objetivos de la Política Nacional Antártica. Desde 2004 depende del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y junto a la Dirección Nacional de Política Exterior Antártica de ese ministerio interviene en la gestión e instrumentación de los objetivos de política exterior vinculados a la actividad antártica argentina. Su primer director fue Jorge Edgar Leal, quien comandara la primera expedición terrestre argentina al Polo Sur.

Marambio: centro de la logística aérea

El 29 de octubre de 1969 era inaugurada la primera pista de aterrizaje de tierra, precisamente permafrost, en el Continente Antártico, al aterrizar en la isla Marambio un Fokker F-27 de la Fuerza Aérea Argentina proveniente de Río Gallegos. La pista, construida con herramientas de mano por los hombres de la Patrulla Soberanía, significó la puerta de entrada aérea argentina a la Antártida. El 11 de abril de 1970, gracias a la extensión de la pista, aterrizaba el primer C-130 Hércules con tren de aterrizaje convencional en la Antártida. Hoy la Base Marambio constituye un centro de logística fundamental del Programa Antártico Argentino desde el cual se distribuyen campamentos científicos y se realiza la conexión aérea entre distintas bases, además de realizar operaciones de rescate.

Convención para la protección de focas antárticas

En 1972 se celebró en Londres la Convención para la Conservación de las Focas Antárticas, acuerdo internacional que tres años después entró en vigor como parte del Sistema del Tratado Antártico. El mismo posee el objetivo de promover, proteger, estudiar y gestionar de forma razonable los fócidos (elefante marino, leopardo marino, foca de Weddell, foca cangrejera, foca de Ross y el lobo de dos pelos) para mantener su población en un equilibrio satisfactorio en el sistema ecológico de la Antártida. El acuerdo surgió debido a la disminución drástica que habían sufrido las poblaciones de fócidos en la Antártida a raíz de la magnitud de la actividad de foqueros en el Siglo XIX. Su antecedente inmediato fueron las medidas convenidas para la protección de la fauna y de la flora en la Antártida, adoptadas por la Reunión Consultiva del Tratado Antártico en 1964.

El Rompehielos ARA Alte. Irízar

El 15 de diciembre de 1978, la República Argentina recibió al rompehielos ARA Almirante Irízar construido en 1977 en los Astilleros Wärtsilä en Finlandia, de acuerdo al contrato firmado en diciembre de 1975 con el Director Nacional del Antártico Jorge Fraga. Este excelente buque capaz de embestir una capa de hielo de hasta seis metros de espesor, participó año tras año de las campañas antárticas abasteciendo a las bases argentinas, así como ocasionalmente a bases de otros países, además de contribuir a la actividad científica y realizar tareas de cooperación internacional y salvamento, como el rescate del buque alemán Magdalena Oldendorff en el invierno de 2002. Luego de estar diez años en reparaciones debido a un incendio sufrido el 10 de abril de 2007, el rompehielos se encuentra nuevamente participando de las campañas antárticas, ahora modernizado y con sus laboratorios ampliados.

Primera población en la Antártida

Desde los años del gran despliegue antártico de la Argentina a fines de los años '40 y principios de los 50', existieron diversos proyectos nacionales para instalar un poblado en ese continente. El plan más destacado fue el del General Hernán Pujato, director del Instituto Antártico Argentino. Sin embargo, por cuestiones políticas internas, ese plan no pudo ser concretado hasta dos décadas después, en 1977, cuando se materializa el Fortín Sargento Cabral en Base Esperanza inaugurado oficialmente al siguiente año. En enero de 1978 allí tuvo lugar el primer nacimiento de un ser humano en la Antártida continental: un niño llamado Emilio Marcos Palma al que le seguirían siete nacimientos más en los años siguientes. Las familias asentadas cuentan también con una escuela y una capilla en la que se concretó el primer matrimonio religioso del continente en febrero de 1978.

CCRVMA

La Convención para la Conservación de las Focas Antárticas abrió el camino para la consideración de cuestiones ligadas a la posible explotación a gran escala del krill, que podría tener graves repercusiones en otros organismos antárticos dependientes de él. Por este motivo el 20 de mayo de 1980 se firmó en Canberra, Australia, la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), la cual entró en vigor dos años después. Este acuerdo se ocupa de la conservación y el uso racional del krill, los peces y otros recursos vivos marinos en un área que incluye la abarcada por el Tratado Antártico y también otra situada entre el límite de ésta y la convergencia antártica. El acuerdo se centra en los efectos en el ecosistema del manejo de la explotación de recursos marinos. La República Argentina es parte de la CCRVMA.

Estación Científica Jubany

El 12 de febrero de 1982 el Destacamento Naval Jubany comenzó a ser administrado por la Dirección Nacional del Antártico - Instituto Antártico Argentino y adquirió el estatuto de Estación Científica. Posteriormente fue renombrada "Carlini" en marzo de 2012, en honor del Dr. Alejandro Carlini, científico del IAA fallecido en 2010. La Base Carlini es la principal usina científica de la Argentina en la Antártida con investigaciones que incluyen la biología costera y terrestre, oceanografía, geología y glaciología, entre las más relevantes. Estas actividades se realizan de manera ininterrumpida desde décadas, lo que ha posibilitado una de las recopilaciones de serie de datos científicos de las más completas y de larga data de la región Antártica.

El "Protocolo de Madrid"

El Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, también conocido como Protocolo de Madrid, procura una amplia protección del medio ambiente de la Antártida, y de los ecosistemas dependientes o asociados y es parte del Sistema del Tratado Antártico. Fue concluido en Madrid en 1991 y ratificado por todos los países miembros del Tratado Antártico en diciembre de 1997, entrando en vigor un mes después. La condición para su entrada en vigor fue que lo ratificaran todos los miembros consultivos del Tratado Antártico. La Argentina, fue uno de los países que le dio forma y se encuentra entre los primeros que firmaron el Protocolo, reafirmando su compromiso medioambiental en la Antártida.

Laboratorio Dallmann

En 1994, fue inaugurado el Laboratorio argentino-alemán “Dallmann” en la Base Carlini, en aquel momento llamada Base Jubany. El laboratorio tuvo su origen en un convenio de cooperación con el Instituto Alfred Wegener (AWI) de Alemania. Se trató del primer laboratorio de investigación en la Antártida operado por más de una nación, donde los investigadores de Argentina y Alemania trabajan juntos durante las campañas antárticas de verano, entre los meses de octubre a abril. El trabajo en el laboratorio se centra en biología marina, glaciología, geología y en oceanografía contando ya con más de dos décadas de actividad que continúa en la actualidad, con el invalorable trabajo de muestreo que realizan los buzos argentinos en la caleta Potter. Las instalaciones del laboratorio cuentan también con un acuario, un almacén y un taller. Los resultados obtenidos contribuyen a evaluar el efecto del cambio climático sobre los ecosistemas en el área de estudio.

Argentina sede de la Secretaría del Tratado Antártico

Luego de un largo proceso de negociaciones diplomáticas, el 7 de Septiembre de 2004 la sede de la Secretaría Ejecutiva del Tratado Antártico se inauguró formalmente en Buenos Aires, en instalaciones provistas por el Estado argentino. La Secretaría surgió debido a la necesidad de crear una estructura administrativa estable para apoyar el trabajo de los foros del Sistema del Tratado Antártico. Para la Argentina, ser la sede de la Secretaría del Tratado Antártico significa no sólo un reconocimiento a su prolongado protagonismo antártico, sino también un motivo de compromiso y responsabilidad especiales para con el Sistema del Tratado Antártico, su Secretaría Ejecutiva y las Partes Consultivas.

RCTA en la Argentina

Entre el 13 y 3l 18 de mayo de 2018 tuvo lugar en Buenos Aires la Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RCTA). Se trata de la reunión anual de los doce signatarios originales y otras partes consultivas del Tratado para intercambiar informaciones, consultarse mutuamente sobre asuntos de interés común relacionados con la Antártida, y formular, considerar y recomendar a sus Gobiernos medidas para promover los principios y objetivos del Tratado. Entre las organizaciones participantes se encontraron la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), el Consejo de Administradores de Programas Nacionales Antárticos (COMNAP) y el Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR). La Argentina es el país que más veces a sido sede de la RCTA, sumando un total de cuatro ocasiones (1962, 1981, 2011 y 2018), lo que constituye una clara expresión del compromiso de nuestro país con el Sistema del Tratado Antártico.

Observatorio en las Orcadas del Sur, 22 de febrero de 1904
Observatorio en las Orcadas del Sur, 22 de febrero de 1904
El 22 de febrero de 1904 la República Argentina toma posesión del Observatorio Meteorológico en las Islas Orcadas del Sur y se establece así la presencia permanente de la Argentina en la Antártida, hasta hoy la presencia más antigua en forma ininterrumpida. Desde entonces la actividad científica de la Argentina en la Antártida ha sido continua. Por este motivo en cada aniversario es celebrado el Día de la Antártida Argentina. Entre los miembros de aquella primera dotación se encontraba el joven voluntario Hugo Acuña, estafeta postal cuyo diario es una de las primeras obras de la literatura antártica argentina. El observatorio original, que consistía de una casa de piedra conocida como la casa Omond, había sido instalado por la Expedición Antártica Escocesa en 1903, liderada por William Speirs Bruce, quien donó el observatorio al Estado Argentino a fines de 1903 y efectivizó la entrega aquel 22 de febrero.

Fundación de Grytviken y la Compañía Argentina de Pesca
Fundación de Grytviken y la Compañía Argentina de Pesca
El rescate de la Expedición Antártica Sueca realizado por la corbeta ARA Uruguay tuvo también como consecuencia la fundación de la primera empresa ballenera austral: la Compañía Argentina de Pesca, cuyos barcos navegaban bajo bandera argentina y llevaban sus colores en las chimeneas. La compañía, conocida como CAP, surgió del contacto de empresarios argentinos con Carl Anton Larsen, comandante del buque de la expedición sueca, que se desempeñaría como gerente de la flamante empresa. Él mismo dirigió en noviembre de 1904, con apoyo del ARA Guardia Nacional, la instalación de la factoría en Grytviken, Georgias del Sur, islas que hasta ese momento se encontraban deshabitadas. Al año siguiente se instalaría allí un observatorio meteorológico y magnético argentino que funcionó hasta 1950 informando a los barcos de la CAP, muchos de los cuales participaron de numerosas campañas antárticas argentinas brindando apoyo y relevando dotaciones.

El buque polar Austral
El buque polar Austral
A principios de 1905 la corbeta ARA Uruguay se interna por segunda vez en aguas antárticas nuevamente en misión de rescate debido a que no se tenían noticias de la Expedición Antártica Francesa de Jean-Baptiste Charcot, que había invernado en la Antártida con la goleta Le Francais. Afortunadamente la expedición francesa retorna en perfectas condiciones. A su regreso, Charcot vende su goleta al Estado argentino que la renombra Austral y a fines de ese año realiza el relevo del observatorio de Orcadas del Sur. Al año siguiente el Austral zarpa de Buenos Aires con esa misma misión y con el objetivo de instalar otro observatorio en una isla junto a la Península Antártica, transportando a bordo a las primeras autoridades antárticas argentinas, pero la goleta naufraga en un fuerte temporal en el Río de la Plata, causando una considerable postergación en los planes antárticos argentinos.


Ilustración del naufragio de la goleta Austral
Ilustración del naufragio de la goleta Austral
El clima era malo, y tras aguardar inútilmente alguna mejora, el 20 de diciembre de 1907 Celery decidió poner proa al sur. Antes de abandonar el estuario del Río de la Plata, el 21 de diciembre durante un fuerte temporal la Austral fue arrastrada por un fuerte viento pampero del sudoeste y varó en el Banco Ortiz. Tras abrirse varias tablas del casco el agua inundó el buque rápidamente por carecer de compartimentos estancos, y a las 9:25 naufragó pese a los esfuerzos de su tripulación y el trabajo de las bombas de achique.
Los botes eran insuficientes para evacuar tripulación y pasajeros en esas condiciones. Una balsa improvisada por el cocinero y el carpintero se hundió, por lo que Celery dispuso que la tripulación al mando del teniente de la Vega abordara los pocos botes mientras él con sus restantes oficiales y la comisión científica, que optó por acompañarlo, se refugiaban en las jarcias en espera de un eventual rescate.

Christophersen, Amundsen y Nilsen en una cena de honor en Buenos Aires, junio 1912

Christophersen, Amundsen y Nilsen en una cena de honor en Buenos Aires, junio 1912
El 14 de diciembre de 1911 la Expedición Polar Noruega liderada por el explorador Roald Amundsen alcanza el Polo Sur Geográfico. Sería seguido un mes después por el británico Robert Scott que falleció en el camino de regreso junto a sus compañeros. La historia es bien conocida, no así la ayuda que la expedición de Amundsen recibió de la Argentina. En junio de 1911 el Fram, barco de la expedición de Amundsen, llegó a Buenos Aires en busca de provisiones y su capitán Thorvald Nilsen, se encontró con que no poseían fondos suficientes para continuar con la expedición. Entonces recibe la fortuna de un millón de pesos de Pedro Christophersen, diplomático argentino-noruego casado con Carmen de Alvear, hija del Presidente Torcuato de Alvear. Amundsen, agradecido, bautizó a un monte en la Antártida con el nombre de Christophersen y le agradecería nuevamente en su libro sobre la expedición, que en buena parte escribió en la estancia del benefactor en la Provincia de Santa Fe.


Expediciones científicas subantárticas
Expediciones científicas subantárticas
En los diez años comprendidos entre 1923 y 1933 el Estado argentino emprende una serie de expediciones científicas subantárticas. La primera de ellas tiene lugar a comienzos de 1923 con el buque ARA Guardia Nacional, bajo el mando del capitán de fragata Ricardo Vago. A bordo se encontraban el malacólogo Alberto Carcelles acompañado del ictiólogo Aurelio Pozzi, ambos miembros del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN). Al año siguiente Pozzi, acompañado de su hermano Antonio Pozzi, taxidermista del MACN, regresa a las Georgias del Sur con el ARA Guardia Nacional recolectando una interesante colección de aves y pinnípedos, así como el esqueleto de una ballena. En 1926 Carcelles realiza estudios también en las Orcadas del Sur y en 1929 se concentra nuevamente en la isla San Pedro. Algunos de los valiosos ejemplares recolectados por estos científicos en aquellas expediciones pueden ser observados actualmente en la muestra permanente del MACN

Comunicación radial de Baldoni y Moneta con la radio en las Orcadas del Sur en 1927

Comunicación radial de Baldoni y Moneta con la radio en las Orcadas del Sur en 1927
El 30 de marzo de 1927 se estableció por primera vez contacto radial entre la Argentina americana y la Antártida cuando el radiotelegrafista del observatorio meteorológico argentino en las Islas Orcadas del Sur, Emilio Baldoni, contactó a la estación de Ushuaia, y, mediante su enlace, a Buenos Aires. El Jefe del observatorio, José Manuel Moneta, envió mensajes al Presidente de la Nación Marcelo Torcuato de Alvear, a los Ministros de Agricultura y de Marina y al Director General de Meteorología. Desde ese día los datos meteorológicos obtenidos en la estación fueron transmitidos a Buenos Aires para mejorar la calidad de los pronósticos y contribuyeron a lograr una navegación más segura en el Océano Atlántico Sur.


Cartel del primer documental antártico argentino
Cartel del primer documental antártico argentino
El 23 de junio de 1928 se estrena en los cines de la ciudad de Buenos Aires el documental Entre los hielos de las Islas Orcadas rodado por José Manuel Moneta en las Islas Orcadas del Sur el año anterior. Éxito en su tiempo, la obra de Moneta acercó al público la vida de los científicos y técnicos argentinos en la Antártida, causando fascinación por la vida en aquellas condiciones extremas y sus imponentes paisajes. Se trata de un documento cinematográfico de gran valor histórico debido a que es el primer documental a nivel mundial que retrata la vida cotidiana de los invernantes en una estación científica permanente en la Antártida que es relevada anualmente, práctica que hoy es distintiva de la actividad científica antártica. Años después Moneta publicaría el libro Cuatro años en las Orcadas del Sur, a través del cual los lectores argentinos y de otras naciones accedieron a la vida cotidiana de los invernantes.

Comisión Nacional del Antártico
Comisión Nacional del Antártico
En junio de 1939 el presidente Dr. Roberto Ortiz estableció una comisión antártica provisional para participar en la Conferencia Polar Internacional que tendría lugar en Noruega en 1940. La comisión estaba integrada por el Dr. Isidoro Ruiz Moreno, experto en relaciones internacionales, el Ingeniero Alfredo G. Galmarini, del Ministerio de Agricultura y el capitán de navío Francisco J. Clariza. Entre sus tareas debía organizar exploraciones antárticas y elaborar un plan de acción que incluyera estudios oceanográficos, meteorológicos y de pesca. El 30 de abril de 1940, el presidente Ortiz, a través de un decreto, crea la Comisión Nacional del Antártico con carácter permanente y con los tres miembros originales más el secretario, el Dr. Raúl C. Migone. En 1946 fue reorganizada y ampliada con representantes de los Ministerios de Justicia, Guerra y Agricultura, y la Secretaria de Aeronáutica. La Comisión fue la institución que organizó las actividades antárticas argentinas, y constituyó un antecedente a la Dirección Nacional del Antártico creada en 1969

Glaciólogos del IAA al sur de la Península Antártica durante el AGI

Glaciólogos del IAA al sur de la Península Antártica durante el AGI
El Año Geofísico Internacional fue propuesto en 1952 por el Consejo Internacional de Uniones Científicas (ICSU, por sus siglas en inglés) sobre el modelo de los Años Polares Internacionales de 1882-83 y 1932-33. Se pretendían utilizar varias tecnologías heredadas de la Segunda Guerra Mundial con fines pacíficos, decidiendo concentrar los esfuerzos en la Antártida, poco conocida en aquella época. En 1955 tanto EE. UU. como la URSS anunciaron públicamente su intención de lanzar en los años siguientes satélites artificiales al espacio, como contribución al AGI, para la realización del Año Geofísico Internacional se eligió el periodo comprendido entre julio de 1957 y diciembre de 1958 ya que coincidía con un periodo de intensa actividad solar


Adolfo Scilingo, representante de la delegación argentina firma el Tratado Antártico, Washington 1˚ de diciembre de 1959.

Adolfo Scilingo, representante de la delegación argentina firma el Tratado Antártico, Washington 1˚ de diciembre de 1959.


El Presidente Frondizi en la Isla Decepción, 8 de marzo de 1961.

El Presidente Frondizi en la Isla Decepción, 8 de marzo de 1961.
El 1° de diciembre de 1959 Argentina  había firmado el tratado Antártico juntamente con otros 11 países con pretensiones territoriales sobre partes de la Antártida. Después de ese tratado, el 8 de marzo de 1961 Frondizi fue el primer presidente que viajó a la Antártida; con motivo de ese viaje Chile y Gran Bretaña protestaron ; asimismo algunos colaboradores del propio Frondizi criticaron tal viaje porque les dio argumentos a los opositores a la Declaración Frondizi-Alessandri,


Expedición polar de la Aviación Naval Argentina en 1961/2.

Expedición polar de la Aviación Naval Argentina en 1961/2.


Vuelo Transpolar de la Fuerza Aérea Argentina en 1965
Vuelo Transpolar de la Fuerza Aérea Argentina en 1965
El “Primer Vuelo Transpolar Transcontinental”, que estuvo al mando del Vicecomodoro Mario Luis Olezza, líder y alma mater de esta empresa, se realizó en noviembre de 1965 por un avión bimotor Douglas C-47, matrícula TA-05, denominado “El Montañés”, que había partido de la I Brigada Aérea con asiento en El Palomar, provincia de Buenos Aires, el 20 de septiembre de 1965 con destino a Rió Gallegos en la provincia de Santa Cruz..

Los expedicionarios saludando la bandera argentina en el Polo Sur en la Operació 90 en 1965
Los expedicionarios saludando la bandera argentina en el Polo Sur en la Operació 90 en 1965
La Operación 90 fue la primera expedición terrestre hecha por la Argentina al polo sur, realizada en 1965 por 10 soldados del Ejército Argentino bajo el mando del coronel de caballería Jorge Edgar Leal. La operación fue llamada así por los 90 grados sur de latitud que tiene el polo sur. La operación tenía como objetivo la afirmación de la capacidad argentina de alcanzar todos los rincones de lo que considera su territorio soberano, buscando afirmar así los derechos de la soberanía territorial esgrimidos por el país en la Antártida Argentina. Durante la marcha se hicieron observaciones científicas y técnicas, tales como geológicas, gravimétricas y meteorológicas.

Primera dotación científica de la Estación Científica Alte. Brown en 1965
Primera dotación científica de la Estación Científica Alte. Brown en 1965
El destacamento naval funcionó como observatorio meteorológico anual y base de apoyo para las campañas antárticas hasta que fue temporalmente cerrado en diciembre de 1959, continuando su uso como depósito. El 29 de noviembre de 1964 la Armada Argentina transfirió al Instituto Antártico Argentino las instalaciones, la base fue ampliada habilitándose una casa-habitación de 292 m², y un edificio con tres laboratorios, gabinete fotográfico, estación de radio de emergencia, oficina y biblioteca. El 17 de febrero de 1965 fue reinaugurada como base permanente con el nombre de estación científica Almirante Brown, conteniendo un laboratorio de biología muy completo.

Las cuatro científicas Argentinas en Melchior en 1968
Las cuatro científicas Argentinas en Melchior en 1968
En el verano de 1968, Irene Bernasconi se convirtió en una de las cuatro primeras científicas argentinas que realizaron trabajo de campo en la Antártida tras viajar allí a los 72 años. Estuvo acompañada por otras tres científicas: la microbióloga María Adela Caría, la bióloga marina Elena Martínez Fontes y la botánica Carmen Pujals. Todas formaban parte del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia

Creación de la Dirección Nacional del Antártico
Creación de la Dirección Nacional del Antártico
La ley de facto n.º 18513 sancionada y promulgada el 31 de diciembre de 19694​ creó la Dirección Nacional del Antártico, bajo dependencia del Ministerio de Defensa. El Instituto Antártico Argentino, creado en 1951, pasó a ser su organismo científico. Por decreto n.º 207 de 2003, la Dirección Nacional del Antártico pasó a ser dependencia de la Subsecretaría de Política Exterior dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Por decisión administrativa 509/2004 fue puesta bajo dependencia directa de ese ministerio.

El Rompehielos ARA Alte. Irízar avanzando en el Mar de Weddell
El Rompehielos ARA Alte. Irízar avanzando en el Mar de Weddell
El ARA Almirante Irízar (Q-5) (RHAI) es un rompehielos perteneciente a la Armada Argentina, construido en 1977 en los Astilleros Wärtsilä en Helsinki de Finlandia. El 15 de diciembre de 1978, fue entregado a la República Argentina y recibió el Pabellón Nacional. Su madrina fue la señora María Celia Villanueva de Fraga. Desde entonces participó año tras año en las campañas antárticas de Argentina realizando el abastecimiento de las bases antárticas Argentinas y de otros países en la Antártida Argentina. Siendo el buque insignia de la Fuerza Naval Antártica, es el rompehielos más grande de todo el hemisferio sur. Estuvo fuera de servicio en reparación entre abril de 2007 y octubre de 2017 por un incendio desatado en el buque a su regreso de la Campaña Antártica de 2007.

Estación Científica Jubany
Estación Científica Jubany
La base antártica Carlini o base Carlini (denominada así base Jubany hasta el 5 de marzo de 20123​) es una estación científica permanente de la República Argentina en la Antártida. Se halla en la península Potter de la isla 25 de Mayo (o Rey Jorge) perteneciente al archipiélago de las Shetland del Sur. Las actividades científicas en la base están reunidas en el LACAR ex LAJUB (Laboratorio Antártico Mutidisciplinario en Base Carlini),​ y en el Laboratorio Dallmann.

Laboratorio Dallmann
Laboratorio Dallmann
El Laboratorio Dallmann (en alemán: Dallmann-Labor) es una instalación de investigación de biología y ciencias de la tierra en la Antártida, que opera el Instituto Alfred Wegener de Alemania y el Instituto Antártico Argentino durante temporada estival en la Base Carlini (ex Jubany) de Argentina. La base se encuentra en la isla Rey Jorge (o 25 de Mayo) en las islas Shetland del Sur. Fue inaugurado el 19 de enero de 1994 tras un convenio de cooperación entre el Instituto Antártico Argentino y el Instituto Alfred Wegener.​ Su nombre es en homenaje a Eduard Dallmann, un explorador polar alemán. Constituyó el primer caso de un acuerdo de cooperación internacional en la Antártida para usar instalaciones de una base de un país por científicos de otros. Se lo habilita en los meses estivales (octubre a marzo) para ser usado por 12 científicos de Alemania, Argentina, y Países Bajos, y en ocasiones de otros países. Está equipado con 4 laboratorios, un acuario y dependencias. ​
El 1 de enero de 2004 fue inaugurado un centro hiperbárico para buceo con cámara de descompresión y una amplia planta de aire comprimido, en colaboración con el Instituto Alfred Wegener. El laboratorio examina la composición y estabilidad de las comunidades de algas y animales y el conocimiento sobre las relaciones de alimentación y la fisiología de las especies.

Argentina sede de la Secretaría del Tratado Antártico
Argentina sede de la Secretaría del Tratado Antártico
El 14 de enero de 2004, por Decreto Nº 46/2004, el Poder Ejecutivo Nacional declaró al año 2004 como "Año de la Antártida Argentina" a fin de conmemorar el centenario de la ocupación permanente e ininterrumpida de nuestro país en la Antártida. Se recuerda así un acontecimiento especialmente significativo en la historia antártica argentina: el izamiento de la bandera nacional el 22 de febrero de 1904 en el observatorio meteorológico y magnético de la isla Laurie, archipiélago de las Orcadas del Sur, hoy Base Orcadas, dónde se instaló también la primera oficina de correos que funciona en la Antártida.
La presencia argentina en territorio antártico data de largo tiempo, puesto que, ya antes de 1819, los roqueros de Buenos Aires capturaban lobos de dos pelos en la Antártida y en 1815 el Almirante Guillermo Brown navegó por aguas antárticas.
Difundirá información acerca del Sistema del Tratado Antártico así como de las actividades que se desarrollan en la Antártida.
En su condición de estado anfitrión de la Secretaría, la República Argentina aprobó mediante Ley 25.888 el instrumento constitutivo y el Acuerdo de Sede a fin de facilitar su adecuado funcionamiento en nuestro país. La Secretaría inició sus actividades en su sede en Buenos Aires el 1 de septiembre de 2004.