Fin del período presidencial

El Congreso renovado realizó el escrutinio de las elecciones y proclamó triunfante a Julio A. Roca. La transmisión del mando se realizó el 12 de octubre de 1880, según la costumbre. Avellaneda estaba físicamente quebrantado, pero podía mirar hacia los seis años de su gobierno y comprobar que su presencia al frente de los destinos del país había sido fecunda: había terminado la conquista de La Pampa para la nueva civilización y había logrado resolver la cuestión capital de la República.


El 29 de julio un centenar de firmas, entre ellas la de Dardo Rocha, Bernardo de Irigoyen, Aristóbulo del Valle, Luis Sáenz Peña, Eduardo Wilde, Miguel Cané, apoya la política del nuevo gobernante electo, general Julio A. Roca.

Julio Argentino Roca al asumir el mando presidencial en su discurso, dijo a su antecesor:

"Descendéis las gradas del capitolio argentino con la satisfacción de haber dado realización a grandes aspiraciones nacionales, zanjando con honor las más graves y complicadas cuestiones internacionales, ensanchando los dominios de la Nación por la supresión de la pampa salvaje y apartando por siempre los últimos obstáculos que se oponían a la organización definitiva de la República".

Por su parte, al verse libre de la carga que había soportado seis años, declaró Avellaneda:

"Sólo necesito decir una palabra, y pido permiso al señor presidente para pronunciarla en su presencia. Los tiempos han sido tormentosos, y bajo su ruda influencia he podido a veces preguntarme si habría debido ambicionar el gobierno. Pero nunca me he arrepentido de haberlo ejercido con equidad constante y con benevolencia casi infatigable".