El archipiélago de las Malvinas e islas adyacentes está constituido por un conjunto de más de 200 grupos de formaciones rocosas emergentes del mar Argentino, en el océano Atlántico. La superficie total es de aproximadamente 11.410 km2 siendo las islas con mayor extensión la Gran Malvina, al oeste, con 5.413 km2 y la isla Soledad, al este, con 6.760 km2 .
Estas islas están separadas por el estrecho de San Carlos. Entre las islas menores, emergentes de las aguas del mar epicontinental argentino se encuentran las islas Sebaldes, del Pasaje, San Rafael y San José, al oeste de la Gran Malvina, y las islas Águila, Jorge, Pelada, de los Leones marinos, María y Bougainville, al sudeste de la isla soledad. Actualmente las islas están bajo dominio británico, y tienen su capital en Puerto Stanley (puerto Argentino), en la isla Soledad. En la isla Rasa del oeste, del grupo de las Sebaldes, al noroeste del archipiélago de las Malvinas, se ubican su punto extremo norte (50º 59´ Sur y 61º 27´ 0este).
La población de las islas era de 2967 en julio de 2003. Está compuesta en su mayoría por descendiente de británicos (aproximadamente el 70 %), principalmente descendientes de galeses y escoceses asentados en el territorio desde la invasión de 1833.
Los ciudadanos de Reino Unido que han obtenido el estatus de residentes en las islas son conocidos como belongers. No obstante, existen también individuos con ascendencia escandinava habitando las islas. Otra parte de la población está formada por los descendientes de los balleneros que arribaron en los siglos pasados. Finalmente, el restante de la población está compuesto por una minoría de la parte continental sudamericana (principalmente chilenos, alrededor de un 10%, mientras que los argentinos continentales suman 29 personas en 2012) y algunos individuos provenientes de Santa Elena y Tristán de Acuña, que han llegado más recientemente a las islas en búsqueda de trabajo.
A los residentes de las Malvinas se los conoce como kelpers; este gentilicio deriva de las algas que se encuentran alrededor de las islas, llamadas kelp en inglés. No obstante ellos prefieren llamarse islanders (isleños). En español su gentilicio es «malvinenses», ya que «isleño» no designa ningún lugar específico pues puede aplicarse a cualquier persona nacida en cualquier isla.
En el censo de 2012, la mayoría de los residentes describieron su nacionalidad como "Falkland Islander" (un 59 %), seguido por los británicos (29 %), originarios de Santa Helena (9,8 %) y chilenos (5,4 %).
En el mismo censo también se indicó que unos 38 nacidos en la parte continental de la Argentina viven en las islas, de las cuales solo cinco eran ciudadanos argentinos.
El censo de 2006 mostró que algunos residentes se identificaron como descendientes de franceses, gibraltareños y escandinavos. El mismo censo indica que solo un tercio de los residentes nacieron en el archipiélago y que algunos residentes de origen extranjero se han asimilado en la cultura local.
La población de las Islas Malvinas se estimaba en 2008 que alcanzaba los 3140 habitantes. Según el censo 2012, Puerto Argentino/Stanley, con una población de 2121 habitantes (concentrando el 75% de la población), es la zona más poblada del archipiélago, seguido de Mount Pleasant con 369 residentes y el Camp con 351 personas.
La mayor parte de la población se encuentra en edad de trabajar (entre 20 y 60 años). Los hombres superan a las mujeres (53-47 %), y la desviación es más prominente en el grupo de edad 20-60. Además, el censo de 2006 arrojó unos 2478 habitantes, creciendo un 4% hacia 2012.
En su discurso anual, el gobernador Colin Roberts afirmó en junio de 2014 que uno de los principales problemas de las islas es la población. El último censo reveló una población estática y envejecida. Vaticinó que «esto resultará en problemas de empleo y servicios para el futuro».
Ante ese panorama, la Asamblea Legislativa encargó en 2013 un estudio para reformar la política inmigratoria. La intención es tanto rejuvenecer a la envejecida población como aumentar la mano de obra disponible para los proyectos petroleros. Roberts remarcó la necesidad de «formular un justo, transparente y sencillo sistema» que permita «equilibrar la necesidad de una fuerza laboral más amplia para facilitar el crecimiento económico con la aspiración de preservar el modo de vida de las Islas».