Al norte de Jujuy, casi en el límite con Bolivia, existe un pueblito que tiene una historia muy curiosa. Su nombre es Yavi. El lugar donde se encuentra era un paso obligado para llegar al Alto Perú. Allí mismo hubo un asentamiento indígena sobre el llamado "Camino del Inca". Se dice que a mediados del siglo XVII llegó a Yavi un español y se casó con la hija del jefe indígena de la región. Cuando éste murió, el español, de nombre Pablo Bernarelez de Ovando, heredó esas tierras puneñas. Instalado definitivamente, hizo construir una casa grande, amueblada al estilo español, y junto a ella su propia iglesia, que quedó terminada en 1690.
El templo aún se conserva y contiene impresionantes obras de arte originales. Muchas de ellas son artesanías de madera laminadas en oro. Cuadros y esculturas fueron traídos desde el Cuzco. En 1708, un sucesor del español obtuvo del rey de España el título de Marqués de Tojo y Yavi . Desde entonces, la casa lleva el nombre de Casa del Marqués El último marqués de este linaje ayudó a los ejércitos patriotas en la lucha por la Independencia. Se dice que en su morada estuvieron Belgrano y San Martín.
También, que cuando mataron a Juan Lavalle, sus partidarios llevaron la cabeza del muerto hacia el norte y, al pasar por -Yavi, fueron alojados en la vieja Casa del Marques. Estas y otras muchas cosas extraordinarias se cuentan allá en el noroeste, en un legendario poblado de la puna jujeña