Galtieri esa tarde tuvo una reunión con los generales de división, donde no se plantearón problemas mayores, sólo hubo una discusión cuando los generales Edgardo Calvi , Llamil Reston y Horacio Varela Ortiz el cual plantea el tema de la no consulta con los generales, de las decisiones tomadas, luego de la discusión los tres pidieron el retiro.
Galtieri había citado a todos los generales de división para mantener una conversación el miércoles 16. El 16 continúan los cabildeos castrenses y se realiza otra reunión de altos mandos. Una minuta de esa reunión señala, entre otras cuestiones:
-Galtieri respondió: "Nosotros fuimos solidarios con Estados Unidos en todo, con las manos que les dimos que nos respondan así".
-"Sí, tiene razón —volvió a responder Reston—, pero lo fuimos solamente cinco meses. Hay otros países que llevan veinte años de solidaridad, como Inglaterra".
Párrafo de la síntesis de la reunión de generales con Galtieri
En esta oportunidad, los generales Reston, Varela Ortiz y Calvi sostienen que Galtieri debe renunciar.
"Mediten bien -dijo Galtieri- hacemos una nueva reunión el jueves para adoptar una decisión". Seguidamente, el general Antonio Vaquero (jefe del Estado Mayor) le dijo a Galtieri que los generales de brigada con destino en el Estado Mayor deseaban verlo. Galtieri se entrevista con ellos y éstos le transmiten la opinión que debe irse, ya que consideran que él es el responsable de la conducción de las operaciones militares y de la situación de vacío de poder que se vive en el país.
"Además de Vaquero—relató más tarde Galtieri al autor de esta crónica- estaban Rodolfo Wehner, Alfredo Sotera, Eduardo Espósito, Miguel Ángel Podestá, José Tacchi y Meli, el reemplazante de Menéndez en la Jefatura III.
La reunión se inicia a la una de la madrugada y termina a las tres y media. Al poco rato, empiezan una serie de planteos sobre los apoyos que estábamos recibiendo de países o mandatarios que, directa o indirectamente, habían apoyado a la subversión (Cuba y Libia).
Tampoco les gustaba que hubiera mandado a Costa Méndez a La Habana., para cerrar la reunión, a las tres y media les dije a los generales de brigada: Para continuar en el mando, yo necesito el respaldo expreso de la fuerza. A mi juicio, era necesario tomar una serie de medidas de trascendencia y, por lo tanto, se requería contar con el respaldo unificado de todo el Ejército. Deseo una respuesta en una semana. Después me voy a dormir. En verdad, antes paso por la Casa de Gobierno y aviso que 'mañana vengo al mediodía'. Me dirijo a Campo de Mayo. Era la madrugada del jueves 17".
En esas horas de fuertes discusiones, Vaquero fue tomando la opinión de cada uno de los generales de división. El general Osvaldo García no estuvo en las reuniones porque se encontraba al frente del Cuerpo V, pero de todas maneras fue consultado telefónicamente. Vaquero lo llamó para informarlo y consultarlo: "General García, aquí se han reunido los generales y determinaron relevar a Galtieri. ¿Usted está de acuerdo?". La respuesta del militar fue lacónica: "Sí, como militar estoy de acuerdo".
Sigue el relato de Galtieri: "Vaquero, a la mañana siguiente, me viene a ver. Me dice: 'Los generales te piden el retiro del Ejército y la renuncia a la Presidencia'. No sé qué pasó entre la madrugada y el mediodía. Seguro que habrán hablado con algunos retirados". Vaquero lo despertó y le anunció la decisión de los generales. Según se supo, la primera reacción de Galtieri fue explosiva. Se sentó en la cama y dijo: "Cómo me van a hacer esto a mí". Caminando por la habitación en calzoncillos, alzando la voz, le ordena una reunión con los generales por la tarde y Vaquero responde que el cónclave no debe hacerse porque carece de sentido. Finalmente, Galtieri aceptó los argumentos.
El general José Antonio Vaquero entre diciembre de 1979 y junio de 1982 fue el jefe del Estado Mayor General del Ejército. Durante su ejercicio de este cargo, se desarrolló la Guerra de las Malvinas entre abril y junio de 1982 fue uno de los principales genrales que auspicio la caida de Galtieri.
Tapa del diadio Clarin del 18 de junio de 1982 con la caida de Galtieri. el General Saint-Jean presidente interino (de facto). Tras la caída de Leopoldo Fortunato Galtieri el 17 de junio de 1982, debida a la derrota argentina en la Guerra de Malvinas, el General de División Alfredo Saint-Jean padeció el desprestigio asociado a la actuación de las fuerzas terrestres en el conflicto armado.El nombramiento de Cristino Nicolaides como titular del Ejército el 18 de junio de 1982, generó que Oscar Saint-Jean pase forzosamente al retiro.
La Junta Militar se disolvió debido a que la Fuerza Aérea y la Armada no aceptaban que el General de División retirado Reynaldo Bignone, propuesto por el Ejército, asumiera la presidencia. Tras la partición de la junta, el Ejército Argentino se hizo cargo enteramente del poder e impuso a Bignone, quien asumió inmediatamente el cargo, anunciando el inicio del proceso de entrega del poder a las autoridades civiles.
Sin embargo, el gobierno volvería a estar repartido equitativamente entre la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército. El 17 de agosto de 1982 tuvo lugar la asunción del brigadier general Augusto Jorge Hughes como titular de la Aeronáutica, en reemplazo de Lami Dozo. El almirante Rubén Oscar Franco reemplazó a Anaya como jefe de la Marina el primero de octubre de ese año. De esta manera gobierno pasó a estar nuevamente bajo el mando de una Junta Militar compuesta por los titulares de las tres Fuerzas Armadas a partir del 1 de octubre de 1982.
La Junta Militar se disolvió debido a que la Fuerza Aérea y la Armada no aceptaban que el General de División retirado Reynaldo Bignone, propuesto por el Ejército, asumiera la presidencia. Tras la partición de la junta, el Ejército Argentino se hizo cargo enteramente del poder e impuso a Bignone, quien asumió inmediatamente el cargo, anunciando el inicio del proceso de entrega del poder a las autoridades civiles.