Remoción de Viola

El viernes 11 de diciembre de 1981 finalmente el general Roberto Viola fue obligado a renunciar a la Presidencia de la Nación. Tras varias semanas de incertidumbre, culminaba así una crisis en el Proceso de Reorganización Nacional, y se abría la puerta para que un nuevo general, Leopoldo Fortunato Galtieri, gobernase la Argentina.

El día sábado 21 de noviembre de 1981 la Junta Militar declaró a Roberto Eduardo Viola incapaz de ejercer sus funciones de presidente de la Nación Argentina debido a «problemas de salud». En su lugar fue nombrado frente al poder ejecutivo el ministro del Interior  Horacio Tomás Liendo. La intención de Viola era la de reasumir el día 23 pero por problemas de salud no pudo.

Horacio Tomás Liendo había sido designado ministro del interior con la llegada de Roberto Eduardo Viola , y fue uno de los principales militares que fomentaron el surgimiento de la "junta multipartidaria", con vistas a futuras elecciones presidenciales para restablecer el gobierno constitucional.

El ministro Liendo estuvo al frente del poder ejecutivo durante veinte días hasta el viernes 11 de diciembre de 1981, cuando la junta decidió remover a Viola de su cargo.

Luego del golpe de palacio ocurrido 11 de diciembre de 1981 que depuso al gobierno de facto del teniente general Roberto Eduardo Viola, al vicealmirante Carlos Alberto Lacoste se lo designó presidente de forma interina. Ocupó dicho cargo durante once días, luego resultó ser elegido para hacerse cargo del Ministerio de Acción Social el 22 de diciembre de 1981, pasando de esta forma a integrar el gabinete del teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, quien había asumido la presidencia de facto de Argentina ese mismo día.

Leopoldo Fortunato Galtieri

Leopoldo Fortunato Galtieri era partidario de la línea dura y opuesta a cualquier apertura democrática y encabezó la oposición interna a Viola quien terminó destituido por la nueva Junta Militar que lo nombró finalmente presidente de la Nación.