Al renunciar el gabinete que había acompañado al presidente Ortiz, Castillo formó su gobierno así: ministro del interior, Miguel J. Culaciatti, intendente de Rosario; relaciones exteriores, Julio A. Roca; hacienda, Federico Pinedo; justicia e instrucción pú¬blica, Guillermo Rothe; guerra, Juan N. Tonazzi; ma¬rina, Mario Fincati; agricultura, Daniel Amadeo y Videla; obras públicas, Salvador Oría.
En un ensayo para justificar el espíritu democrático de Ramón S. Castillo, su ministro del interior, Miguel J. Culaciatti, aclaró en 1968: "Acepté (el ministerio del interior) ante su insistente pedido y por el programa de gobierno a desarrollar, que me expuso y que en síntesis puede traducirse así: en lo internacional, sostener la posición neutralista del presidente Ortiz, cumpliendo los convenios internacionales, principalmente el firmado en La Habana en 1940 por el que se proclamó la autodeterminación de los pueblos, el respeto a la soberanía y el principio de no intervención. En lo nacional, mantener la paz y el orden, proyectar una ley que diera a los partidos políticos una sana y verdadera vida democrática, evitando con ello los males que deterioraron la existencia de la democracia representativa, y finalmente, promover el trabajo y la organización sindical". Tal es la evocación de Culaciatti y su justificación, tomó radical antipersonalista, en el gobierno de Castillo.
Después de un breve período, Julio A. Roca fue reemplazado por Enrique Ruiz Guiñazú, en relaciones exteriores; Carlos A. Acevedo reemplazó a Federico Pinedo en hacienda.