En julio de
1940, el presidente Ortiz, incapacitado por una enfermedad, delegó
temporalmente sus poderes en el vicepresidente Ramón S. Castillo, un
conservador que abandonó la línea política exterior e interior de su
predecesor. En la Conferencia Panamericana de Defensa, celebrada en enero de
1942 en Río de Janeiro, pocos días después del ataque japonés contra Pearl
Harbour, Argentina y Chile fueron los dos únicos países americanos que se
negaron a romper relaciones con las potencias del Eje.
Castillo, que
había asumido oficialmente la presidencia tras la dimisión de Ortiz en junio
de 1942, fue depuesto de su cargo un año después por un grupo militar
encabezado por el general Arturo Rawson, quien favorecía la ruptura de
relaciones con Alemania y Japón. Sin embargo, en vísperas de su asunción al
cargo de presidente provisional, los compañeros de Rawson le obligaron a
dimitir. La presidencia provisional recayó en el general Pedro Ramírez, uno
de los líderes del golpe. Poco después, Ramírez disolvió los partidos
políticos, cerró los diarios de la oposición y, en general, sofocó los
últimos restos de la democracia en el país. Debido al aislamiento económico
por parte de Estados Unidos, en enero de 1944, en un giro de 180 grados en su
política exterior, su gobierno rompió relaciones diplomáticas con Alemania y
Japón.
Temerosa de
que Ramírez se dispusiera a declarar la guerra a Alemania por presión de
Estados Unidos, una Junta Militar -los llamados 'coroneles'- obligó al
presidente a dimitir el 2 de febrero de 1944 (dada la simpatía que esta Junta
Militar tenía por las fuerzas del Eje, el mantenerse neutral se debió a la
inseguridad de sus miembros respecto al resultado de la contienda y al
interés por mantener una relación óptima fuera quien fuera el ganador). El
personaje central de esta Junta era el coronel Juan Domingo Perón, quien
había ocupado el puesto de subsecretario de Trabajo durante el régimen de
Ramírez, continuando en dicho cargo tras el derrocamiento de éste y su
sustitución por el general Farrell. A pesar de las alegaciones de solidaridad
con la causa aliada, el gobierno siguió reprimiendo toda actividad
democrática y protegiendo a los agentes alemanes. En julio, el gobierno
estadounidense acusó a Argentina de ayudar a las potencias del Eje. Finalmente,
el 27 de marzo de 1945, cuando la victoria de los aliados en Europa estaba
asegurada, Argentina declaró la guerra a Alemania y Japón. Al mes siguiente,
el gobierno firmó el Acta de Chapultepec, un convenio de asistencia mutua de
las naciones americanas contra la agresión extranjera. Argentina fue miembro
fundador de las Naciones Unidas (ONU), en junio. Poco después se anunció la
celebración de elecciones a principios de 1946.
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