"Buenos Aires, 2 de diciembre de 1816 ...No hay, amigo mío, dinero: esto está agotado. Si los arrieros, no se conforman a esperar, será preciso renunciar a Chile, porque en el día no se aprontan los 30.000 pesos para su medio flete, aunque me convierta en diablo. Por los apuros de Usted puede graduar los míos, en que se incluyen los de Usted, los de Belgrano, los de Salta, los de este ejército, los de todos los pueblos que ocurren aquí en sus necesidades, y los de todo el país; y agregue Usted a esto los de nuestros enviados en Brasil, Londres, Francia, Norteamérica. En fin, yo no sé como hemos de sufrir tantas necesidades, tantos clamores y tan pocos recursos..."
Juan Martín de Pueyrredón. Ibidem, t. IV, p. 464-46 |