La silvicultura se ocupa de aumentar la producción de masa forestal, utilizando métodos para favorecer que la vegetación se regenere, se estabilicen los suelos y se disminuya el riesgo de incendios y plagas.
Las actuaciones que se pueden realizar son las siguientes:
En un vivero de especies autóctonas, la producción se destina a la recuperación de los bosques.
Desde la época de los romanos, en la península Ibérica se explotaban los bosques para la madera de las embarcaciones. Después, en los siglos XII y XIII se desarrolló esta industria en los astilleros cantábricos, y en el siglo XVIII se alcanzó un alto grado de deforestación por las construcciones navales en España y Portugal
Dehesa es un bosque formado por encinas, alcornoques u otras especies, con estrato inferior de pastizales o matorrales, donde la actividad del ser humano ha sido intensa en prácticamente la totalidad del bosque y generalmente están destinados al mantenimiento del ganado, a la actividad cinegética y al aprovechamiento de otros productos forestales (leñas, corcho, setas, etcétera).
Las dehesas cubren actualmente casi dos millones de hectáreas en el suroeste de España (Extremadura, Andalucía occidental y, de forma aislada, en Castilla-La Mancha y León).